¿Cómo va el juicio contra los presuntos responsables de los atentados del 11-S?

Hace quince años fueron capturados los presuntos responsables de perpetrar los ataques del 11-S en nombre de Al Qaeda. Sin embargo, el proceso marcha tan lentamente que hasta ahora el proceso contra los cinco acusados, entre ellos el aparente cerebro detrás de los atentados, Jalid Sheij Mohamed, sigue en fases preliminares.

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El pasado 7 de septiembre, en la víspera del vigésimo aniversario de los ataques al World Trade Center y al Pentágono, se reinició el juicio en la base naval de Estados Unidos en Guantánamo. Mohamed y sus supuestos cómplices, Amar al Baluchi, Walid bin Atash, Ramzi bin al Shibh y Mustafa al Hawsawi, comparecieron ante un tribunal militar en la base estadounidense en la isla de Cuba por primera vez en más de 18 meses, tras una pausa forzada por la pandemia. El proceso lleva nueve años de audiencias previas, y un veredicto parece lejano.

Sobre todo porque el proceso se reanudó con sendos contratiempos. El flamante magistrado militar del caso, el coronel de la Fuerza Aérea Matthew McCall, levantó la sesión después de solo dos horas y media por cuestiones de procedimiento relacionadas con su nombramiento.

A marcha lenta

McCall fue nombrado el año pasado, pero resultó que aún no tenía los dos años de experiencia como juez militar requeridos para el caso del 11-S. Calificó finalmente para el cargo el mes pasado, pero mientras tanto se nombró a otro juez para supervisar temporalmente el caso.

James Connell, abogado de Baluchi, dijo que ese juez aprobó, con el apoyo del Departamento de Defensa, la destrucción de uno de los sitios de la CIA supuestamente usados para torturar a los detenidos del 11-S, una prueba esencial según el defensor.

Connell apeló, pero la corte de apelaciones del sistema de justicia militar falló a favor de la destrucción.

“La destrucción intencional de evidencia le quita a la defensa, y realmente al pueblo estadounidense, información sobre lo que realmente sucedió”, dijo.

El apoyo a la destrucción del sitio clandestino de la CIA devolvió al caso a su tema central: ¿pueden personas que fueron sometidas a torturas metódicas ser juzgadas de manera justa con el debido proceso que promete la ley estadounidense?

Pena de muerte

Los cinco acusados, presos desde hace casi 15 años en Guantánamo, enfrentan la pena de muerte por cargos de asesinato y terrorismo ante el tribunal de crímenes de guerra.

El fiscal McCall señaló que, dado el número de condenados a muerte que han demostrado ser inocentes en Estados Unidos, una sentencia de ejecución exige un “estándar más alto” de pruebas. El juez militar anticipó que el resto de la primera semana de reanudación del proceso incluirá conferencias a puerta cerrada con abogados de ambas partes y que se abordarán asuntos de fondo la próxima semana.

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La defensa prepara numerosas mociones para obtener evidencia clasificada que apoye sus argumentos, como que el caso de la fiscalía está contaminado por los efectos duraderos de la tortura.

Desde el anuncio de los cargos en febrero de 2008, el caso fue primero desestimado y luego readmitido. La primera audiencia fue el 5 de mayo de 2012. Hasta ahora hubo decenas de instancias, todas en la fase previa al juicio.

Los acusados

1. Jalid Sheij Mohamed. Apodado “KSM”, es considerado el cerebro del 11-S. Se cree que este pakistaní de 56 años, criado en Kuwait, fue el primero en proponer a Osama bin Laden, en 1996, estrellar aviones en Estados Unidos.

Graduado de una universidad estadounidense, trabajó para el gobierno de Catar a comienzos de los años 90, cuando empezó a tramar conspiraciones con su sobrino Ramzi Yousef, quien detonó una bomba en el World Trade Center de Nueva York en 1996.

En 1994 ambos planearon explotar aviones con destino a Estados Unidos desde Filipinas, pero el primer intento falló: Yousef fue arrestado en Pakistán y extraditado a Estados Unidos.

Jalid Sheij Mohamed , el presunto cerebro detrás del 11-S. Foto: United States Armed Forces

Cuando Bin Laden aprobó el plan de los atentados de 2001, Mohamed estuvo a cargo. Fue capturado en Rawalpindi, Pakistán, en marzo de 2003 y llevado por la CIA a lugares secretos en Afganistán y Polonia donde fue interrogado y torturado a lo largo de cuatro semanas.

En septiembre de 2006 fue enviado a Guantánamo. Un año después, en una audiencia a puerta cerrada, dijo no solo ser responsable del 11-S sino de otros atentados, como los de Bali y Kenia. También del asesinato del periodista estadounidense Daniel Pearl.

2. Ramzi Bin al Shibh. Entrenó en un campo de Al Qaeda en Afganistán junto a otros participantes del 11-S en 1999. Se convirtió en parte de la “Célula de Hamburgo“, que integraban Mohamad Atta, considerado el líder de los secuestradores, y otros dos miembros. Nacido en Yemen hace 49 años, Shibh no logró obtener la visa estadounidense para participar en los secuestros, pero participó en la coordinación entre esa célula y Al Qaeda.

Fue capturado en Karachi, Pakistán, el 11 de septiembre de 2002. Durante los siguientes cuatro años estuvo en varias instalaciones secretas de la CIA, donde fue torturado.

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En 2006 fue transferido a Guantánamo y sus abogados alegan que sufre gravemente por efecto de la tortura. El propio gobierno estadounidense lo declaró psicótico.

3. Walid bin Atash. Alto dirigente de Al Qaida, ayudó a Mohamed a planear los ataques del 11-S. Nativo de Yemen, viajó a Afganistán y Tayikistán a comienzos de los años 90 para enfrentar a los soviéticos y perdió parte de su pierna derecha en Afganistán en 1996.

Antes de los atentados de 2001, tomó vuelos de aerolíneas estadounidenses en el sudeste asiático para probar la seguridad y, potencialmente, secuestrar y estrellar alguno de ellos.

Los cinco acusados, presos desde hace casi 15 años en Guantánamo, enfrentan la pena de muerte por cargos de asesinato y terrorismo ante el tribunal de crímenes de guerra. Foto: AFP

También habría adquirido los explosivos usados en el atentado suicida de octubre de 2000 contra el destructor de la armada estadounidense USS Cole, que dejó 17 muertos.

4. Amar al Baluchi o Ali Abdul Aziz Ali. Es ciudadano pakistaní originario de Kuwait y sobrino de Jalid Sheij Mohamed. Habría preparado a los secuestradores para desenvolverse en la cultura occidental y colaborado con los itinerarios de viaje y transferencias de dinero para la operación.

Capturado en Rawalpindi, Pakistán, en abril de 2003, fue sometido a torturas por parte de la CIA, que lo mantuvo bajo custodia por 40 meses antes de transferirlo a Guantánamo.

Sus abogados aseguran que durante los interrogatorios fue repetidamente lanzado contra una pared, algo que le ocasionó un significativo daño cerebral certificado por médicos.

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5. Mustafa al Hawsawi. Oriundo de Arabia Saudí, Hawsawi, de 53 años, habría ayudado en los preparativos del 11-S y habría transferido dinero a los secuestradores junto con Baluchi.

Fue capturado en Rawalpindi, Pakistán, en marzo de 2003, sometido a crueles interrogatorios de la CIA y retenido en lugares secretos hasta que fue enviado a Guantánamo en septiembre de 2006. Sus abogados sostienen que sufrió daño rectal debido a las torturas de sus captores.

*Con información de AFP

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