“A pesar de la pandemia, la cultura en Medellín creció exponencialmente”
Hablamos con Álvaro Narváez, Secretario de Cultura Ciudadana de Medellín, sobre su gestión en esa cartera, las críticas y sus reflexiones sobre el sector y su importancia para la ciudad.
Diario Criterio: Esta administración, bajo su liderazgo, va a dejar el Plan Decenal de Cultura para Medellín. ¿Cómo va ese proceso y qué tanto de las ideas y acciones que ustedes han hecho van a quedar como ruta obligada para la próxima alcaldía?
Álvaro Narváez: Esta semana tuvimos un avance muy importante en la consolidación del Plan Decenal de Cultura, que es una apuesta de ciudad, de todos los actores. Venimos trabajando en los consejos de cultura, tal vez con la participación más amplia en la historia. Nos estamos imaginando un sector más grande, innovador, competitivo, en el que todos los medellinenses sean parte de la cultura.
Diario Criterio: Usted ha dicho que la cultura ha jugado un papel muy importante en la ciudad en estos tres años, ¿a qué se refiere?
Álvaro Narváez: Durante la pandemia, Medellín alcanzó una tasa de desempleo del 26 por ciento. La apuesta del alcalde fue impulsar la reactivación a través de la cultura. Fuimos la primera urbe en hacer un evento público abierto después de la emergencia: el Festival de Tango 2021, justo cuando todo estaba cerrado. Además, atendiendo los protocolos de prevención, hicimos la Feria de las Flores y el primer concierto en un estadio, con público, como una muestra de apoyo al sector privado. Medellín fue escogida, entre 879 ciudades del mundo, como la mejor en mantener viva la cultura durante la pandemia y así hemos recibido otros seis reconocimientos nacionales e internacionales.
Puede interesarle: “Deberíamos estar pensando la cultura frente al siglo XXI y no en discusiones que parecían superadas hace décadas”
Diario Criterio: ¿Cuál es la razón para que la ciudad y su administración se la jueguen por los grandes conciertos y eventos?
Álvaro Narváez: Que la administración apoye este tipo de eventos tiene toda la lógica y sentido. La música y sus espectáculos están dentro del ADN de la cultura en Medellín, es una consecuencia de una larga historia de la ciudad con respecto al movimiento musical. Tenemos que reconocer que hay una industria y una cultura, que es independiente de la institucionalidad.
Si bien desde hace 10 años Medellín es epicentro de importantes conciertos, detrás de esto hay una historia más consolidada. Tenemos un festival de tango, justo en la ciudad donde murió Carlos Gardel, quien nos visitó en 1935 porque desde esa fecha ya se movía el género en la ciudad. Después, Medellín fue el escenario de grabación de boleros y otros bailes de salón; la salsa fue protagonista alrededor de los años 70 y hasta el rock tuvo su momento. Hoy, por ejemplo, la ciudad es el eje de la música urbana. Todo esto sin contar otras expresiones muy arraigadas, como la música popular antioqueña. Así, lo que hacemos es facilitar que las cosas ocurran y continuar esta tradición.
A la larga, estos eventos no solo benefician la cultura musical, sino a toda la ciudad.
Diario Criterio: Pero, ¿en qué beneficia esto al sector cultura?
Álvaro Narváez: Es importante porque ha ayudado a cambiar la imagen de la ciudad, vienen personas de otras partes del país, pero también de Latinoamérica y el mundo; asimismo, impulsamos el turismo, la hotelería, restaurantes y el consumo local.
Además de todo el derrame económico que implican conciertos como los de Bad Bunny, Maluma o Karol G, la Ley de Espectáculos nos ha permitido recaudar, solo en 2022, cerca de 12.000 millones, un poco menos de lo que obtuvo Bogotá, que fue de cerca de 25.000. Este dinero se invierte en mejorar las salas independientes y su programación en artes escénicas; en financiar proyectos, becas, estímulos, sin contar otro tipo de efectos. Por ejemplo, Bad Bunny rodó unos video-clips hace unas semanas y necesitó más de cien bailarines, un equipo de producción, asistentes… Al final, de una u otra forma, todo el ecosistema se beneficia.
Diario Criterio: Importantes actores culturales de Medellín dicen que la cultura retrocedió, que se perdieron muchos años y que hay un populismo en el manejo de los recursos…
Álvaro Narváez: La pregunta no es si la cultura era mejor o peor antes, sino cual es la realidad de hoy. Las críticas vienen desde el comienzo de nuestra administración pero también este grupo de personas, con quienes hablamos y compartimos muchos espacios, se las han hecho a alcaldías anteriores. Quizás, en el medio, hay un tema político. Por ejemplo, existe un sector cultural que antes tenía un poder político más fuerte, no digo que lo haya perdido, pero sí es claro que hubo cambios y cualquier transformación genera incomodidades.
Vamos a dejar un sector cultural fortalecido, con más recursos, programas, alcances y con una participación ciudadana muy importante. Cuando decimos que “Nos mueve la Cultura” no lo hacemos por slogan de la secretaría sino de la ciudad y sus habitantes.
Diario Criterio: ¿Cómo así?
Álvaro Narváez: En los últimos años, a pesar de la pandemia, la cultura en Medellín creció exponencialmente y aparecieron o se fortalecieron algunas expresiones, como la música urbana y el arte callejero. En el teatro, un sector en el que siempre he estado, en 2005 había unas 12 salas y hoy entre 34 y 36 salas, y todas esperan recibir recursos de la administración. Yo creo que, detrás de estas críticas, que escuchamos para revisar y corregir si es necesario, hay una defensa de un statu quo en el que un grupo de entidades y personas lograron concentrar, durante muchos años, una parte importante de los apoyos y recursos públicos. Nosotros aumentamos los recursos para toda la cultura, y las cifras son indiscutibles, pero para nosotros todos tienen que competir en igualdad de condiciones, lo que nos ha permitido democratizar y ampliar la oferta en la ciudad.
Diario Criterio: Pero, ¿usted les ha dicho esto a esas voces críticas?
Álvaro Narváez: Sí, y nuevamente les digo acá, así de frente, que la misma política que ellos defienden, en la que la alcaldía les pagaba por la cultura, también quebró o invisibilizó a otros sectores o colectivos. Personalmente fui uno de los que adelantó, hace unos 15 años, un emprendimiento cultural nuevo y no pudimos acceder a los recursos oficiales y el público, que no era suficiente, pensaba que podía entrar gratis porque la alcaldía ya había pagado a través de subsidios o programas.
Hoy, el sector cultural es muy grande en la ciudad, y es claro que los recursos públicos no son suficientes para financiarlo: se requiere corresponsabilidad de la empresa privada, no solo de las grandes, sino también de la ciudadanía: muchos pueden pagar por una entrada.
Puede interesarle: “Hacer un Plan de Cultura bien diseñado, pero sin pertenencia del ciudadano, es perder la tarea”
Diario Criterio: Pero, incluso en este medio, hemos publicado críticas de actores culturales que dicen lo contrario: que hay menos recursos y que eso ha llevado al cierre de teatros como Hora 25...
Álvaro Narváez: Vengo de ser presidente del Consejo de Cultura de Medellín y entiendo bien el trasfondo de las críticas. Sin entrar en una pelea, es evidente que hay más recursos, más programas, más oferta, infraestructura y más personas alcanzadas. Por ejemplo, en los programas de Cultura Viva aumentamos los recursos en 150 por ciento por año, pero creamos nuevos estímulos, para indígenas y comunidades étnicas, los pusimos a interactuar; hicimos los festivales étnicos y eso ha permitido tejer una cultura viva en comunidad. Creamos la Red de Prácticas Audiovisuales, la Red de Creación de Primera Infancia; el Festival de Cine Miradas -iniciativa de la Gestora-, ampliamos Altavoz, en el que ya tenemos dos fines de semana, con todo lo que implica. Creamos el Melou Fest para apoyar y darle más fuerza a la música urbana. Tenemos una cultura con más presencia en los corregimientos, barrios, comunas, más descentralizada y con mayor participación ciudadana.
Diario Criterio: ¿Qué tan cierto es que, por tratar de llevar los programas a los barrios, se descuidaron algunos de los programas que vienen desde hace años funcionando en la ciudad?
Álvaro Narváez: En esta administración, además de mantener las redes que funcionan desde hace 27 años y fortalecerlas, creamos nuevas, junto a más estímulos. Por ejemplo, en la Primera Infancia logramos pasar de 8.000 niñas y niños a 22.000. Hemos trabajado en la democratización más profunda de la cultura para los artistas a través de estímulos existentes y crear 38 nuevas líneas de apoyo. Las inversiones llegan a más gente y a más actores de la cadena, a más territorios. Hay confianza profunda, sobre todo de la gente, de las comunidades y barrios.
Diario Criterio: ¿Este aumento es demostrable?
Álvaro Narváez: Las cifras, que lo confirman, están disponibles. Es imposible que digan que con esta administración al sector cultural le está yendo mal. Hago parte de varias juntas directivas del sector cultural y es demostrable. El Parque Explora, por ejemplo, tuvo en 2022 el registro de personas más alto de su historia, 690.000 personas e ingresos en un 34 por ciento por encima de lo que habían proyectado. Ahora, a pesar de tener un mayor presupuesto, hemos sido austeros. Por ejemplo, hicimos una Feria de las flores más potente, pero con más silleteros y asistentes.
Mientras que en Bogotá una sala concertada puede recibir estímulos, en promedio, de entre 50 a 55 millones, en Medellín está alrededor de los 74 millones. Nosotros resolvimos el Parque Biblioteca España, restauramos y devolvimos a la ciudad edificios patrimoniales o creamos nuevos espacios. Sería bueno que algunos de los que salen a responsabilizarnos de sus crisis, hicieran una revisión de lo que han hecho y mostraran públicamente las cifras de lo que han hecho en los últimos años. Hay decisiones personales y particulares que las explicarían mejor.
Diario Criterio: Uno de los eventos a los que más le están apostando este año es a la Fiesta del Libro, en la que las mujeres serán protagonistas...
Álvaro Narváez: La Fiesta del Libro y la Cultura, como nosotros la llamamos, se realiza en septiembre en Medellín, desde hace 17 años, y es liderada por la institucionalidad de la ciudad con el fin de incentivar la lectura y respaldar toda la cadena del libro. Este es el evento más importante, después de la Feria de las Flores, y hace parte de la Política pública del Plan de Lectura, Escritura y Oralidad con el fin darle acceso de todas las comunidades al ecosistema del libro y las culturas. La Fiesta del Libro también recoge no solo a las editoriales grandes, escritores y sus lanzamientos, sino que impulsa otros actores más como las editoriales independientes y autores o librerías.
Diario Criterio: Pero, ¿no es muy grande la inversión que hace la ciudad para el impacto que realmente termina teniendo?
Álvaro Narváez: Esta ha sido una apuesta de ciudad y todas las administraciones la han mantenido. Nuestra apuesta ha estado, primero, en generar una internacionalización más amplia del evento: creamos el país invitado de honor, que este año será Francia, el pasado fue Portugal. En segundo lugar, buscamos crear alrededor de la cultura, un espacio de socialización, de paz, de encuentros en el Jardín Botánico, en el norte de la ciudad, donde están las personas con las más altas vulnerabilidades económicas y sociales de Medellín.
Tercero, al ser de acceso libre, es una forma en la que la ciudad hace un esfuerzo en beneficio de todos. En 2022 asistieron 504.000 personas.
Diario Criterio: ¿Por qué este año las mujeres serán protagonistas en la Fiesta?
Álvaro Narváez: Porque es una oportunidad para mostrar y consolidar el avance que en términos de equidad e inclusión viene teniendo la ejecución del Plan de Desarrollo Medellín Futuro 2020 – 2023. Esta es una apuesta por darle a las mujeres esa voz que ha sido silenciada y que caminen y caminemos juntos y al lado; para que las mujeres lleguen y puedan dar su voz y hablar de todas sus felicidades, sus angustias, sus dolores. En cierta medida es reconocer en el tiempo a las escritoras, lectoras, artistas, científicas, bibliotecarias, libreras, editoras, traductoras, académicas, entre muchos roles que hacen parte de la cadena del libro.
Diario Criterio: Una de las apuestas ha sido la de favorecer editoriales y autores independientes, ¿cómo es esto?
Álvaro Narváez: Cuando se habla de la cadena del libro, por lo general uno se queda en las editoriales y librerías, pero los más beneficiados son los autores. Nosotros hemos dado estímulos y becas para que muchos puedan imprimir o terminar sus obras, hacer traducciones o crear un movimiento alrededor del libro. Este era un sector muy abandonado, y nosotros lo hemos respaldado. Hoy, hay un fortalecimiento de las librerías independientes, que reciben apoyo para lanzamientos, recitales de poesía, conciertos y demás.
Puede leer: La cultura: un eje transversal para la transformación social
Diario Criterio: ¿Qué reflexiones le quedan, hasta el momento, sobre la cultura?
Álvaro Narváez: Por ser un país tan centralista, las luces se posan, generalmente, sobre Bogotá, pero creo que es hora de que se mire lo que estamos haciendo en Medellín y también en otras ciudades o regiones como Barranquilla, Cali, los Llanos, el Pacífico, etc. Hay que desahogar la cultura del centro. También es tiempo de que nosotros, desde la institucionalidad, acostumbrados a que nos cuestionen y examinen, empecemos a generar debates filosóficos, éticos, sobre el papel que el estado central, el sector privado o los mismos ciudadanos tienen sobre la cultura, pedirles que tengan un papel más activo, corresponsable.
Este era un país muy desconectado por las guerras y las violencias y hoy nuestra tarea es conectarlo más desde la cultura, desde los intercambios. La apuesta es que Medellín sea la capital colombiana de la cultura en términos de apropiación e innovación.
Diario Criterio: ¿Se arrepiente de haber dejado las tablas, la escena, para trabajar en lo público?
Álvaro Narváez: Nunca me imaginé ser secretario de Cultura de Medellín. Al comienzo de la administración, cuando me invitaron a ser subsecretario, pensé que por fin le habían dado la oportunidad a alguien normal del sector. Yo estudié en la Universidad de Antioquia, fui teatrero y he estado en la gestión. Después me nombraron secretario y lo he vivido como una obra que lleva más de tres años en la que estamos ad portas de llegar a cenit. Lo he vivido con pasión, defendiendo las ideas o el trabajo que se ha hecho. No todo es perfecto, pero tenemos mucho por mostrar.
2 Comentarios
Deja un comentario
Todo lo que se trabaje en pro de la cultura que es la base de la educación y el crecimiento bienvenido sea y Medellín ha sido una ciudad vanguardia en muchas actividades en pro de su gente.