Argentina y su eterno problema con la inflación

La inflación vuelve a acechar en Argentina. Desde los primeros años del siglo XX, el aumento de los precios se convirtió en un fenómeno recurrente en las crisis económicas de ese país. Sucedió durante la Primera Guerra Mundial, el primer mandato de Juan Domingo Perón y la dictadura del general Jorge Rafael Videla, cuando la inflación estuvo siempre por encima del 100 por ciento. 

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También durante la época de hiperinflación, en 1989 y 1990, en la transición del gobierno de Raúl Alfonsín al de Carlos Menem. Y en el siglo XXI, los periodos de Eduardo Duhalde (de 2002 a 2003) y Mauricio Macri (entre 2015 y 2019) tuvieron una inflación anual promedio del 40 por ciento. La situación que enfrenta ahora Argentina, presidida por Alberto Fernández, es parecida.

Precios congelados

El Banco Central realizó una encuesta con las 42 más grandes consultoras, centros de investigación, entidades financieras y analistas extranjeros. Los resultados indican que la inflación en Argentina alcanzará un 48,2 por ciento para cuando termine 2021.

El costo de vida subió en alrededor de 37 por ciento entre enero y septiembre. En este último mes, se ubicó en 3,5 por ciento, mientras que 4 de cada diez argentinos está en la pobreza. Esto a pesar de que se espera un crecimiento de la economía de 7,6 por ciento, tras el retroceso de 9,9 puntos del año pasado, ocasionado por la pandemia.

Argentina alcanzaría un 48,2 por ciento de inflación para cuando termine 2021. Foto: Getty Images / AFP
Argentina alcanzaría un 48,2 por ciento de inflación para cuando termine 2021. Foto: Getty Images / AFP

Como respuesta a la situación, el gobierno argentino congeló desde el miércoles y por 90 días los precios de unos 1.500 productos de consumo masivo. La medida, que busca frenar la inflación, encuentra resistencia en sectores empresariales.

El secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, cree que “no parece un gran esfuerzo para las empresas mantener los precios de cerca de 1.500 productos por 90 días“, dijo en rueda de prensa.

Antes del anuncio gubernamental, la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios, entidad patronal que agrupa a centenares de compañías, en su mayoría de alimentos y bebidas, indicó que “no están garantizadas las condiciones para conciliar las posibilidades de los sectores frente al pedido de estabilización de precios“. Pero Feletti aseguró que las empresas “no rechazaron de plano la resolución por decreto. Hay una vocación sostenida de seguir dialogando con las empresas“.

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La situación se da, además, en un tenso clima electoral. El país está convocado el 14 de noviembre a las elecciones legislativas de medio término para renovar parcialmente el Congreso. El gobernante peronismo de Fernández sufrió un revés en las primarias obligatorias de septiembre, al sumar el 32 por ciento de los votos frente a un 40 por ciento de la oposición de derecha.

¿A qué se debe la inflación en Argentina?

Son diversos los factores a los que se achacan los problemas recurrentes que tiene Argentina con la inflación. Los expertos están de acuerdo a que no se debe a un solo motivo, aunque dan más peso, de acuerdo al caso, a diferentes factores.

Sandra Guimenez, es doctora en Ciencias Sociales y Victoria von Storch es magister en Sociología Económica. Ambas integran el Observatorio de Economía Política de la Facultad de Ciencias Sociales UBA. Entre los factores a los que se suele achacar la inflación desde la orilla neoliberal, (aunque como las expertas indican, en la práctica su efecto sea poco o ninguno), Guimenez y von Storch enumeran el aumento de los salarios, la desbordada emisión monetaria, el déficit fiscal y el crecimiento económico.

Alberto Fernández. Foto: AFP
Alberto Fernández toma la decisión, que lo aleja del sector empresarial, a pocas semanas de las elecciones legislativas de medio término para renovar parcialmente el Congreso argentino. Foto: AFP

Sin embargo, estas causas no se condicen con la situación actual. Como señalan las investigadoras en el diario argentino Página 12, “el salario real ha venido descendiendo desde la gestión de Cambiemos (de 2015 a 2019), debido a que los aumentos nominales se mantuvieron por debajo del ritmo inflacionario”, y el salario cayó desde 2016 en un 20 por ciento. Además, en el caso de la emisión monetaria, el dinero circulante no aumentó en 2021, y el déficit fiscal no aumentó significativamente en lo que va del año.

El sector empresarial, un elemento clave

También se suele señalar a la variación del tipo de cambio y de los precios internacionales como responsables de la inflación en Argentina. Pero, si bien “en varios períodos de la historia argentina, la inflación ha mostrado una estrecha relación con la variación del tipo de cambio”, esta variable “se ha mantenido relativamente estable” en los últimos meses. Y la situación tampoco explica el aumento del precio en sectores locales como la educación o el calzado.

Por eso, Guimenez y von Storch concluyen que la inflación es multicausal, pero que “dentro de esa multicausalidad la puja distributiva a nivel de las cúpulas empresariales tendría un rol determinante en el presente”. Explican que estas cúpulas “que concentran el mercado elevaron sus expectativas en relación a la tasa de ganancia esperada, y que en virtud de ello suben los precios indiscriminadamente, subfacturan y triangulan operaciones para pagar menos al fisco”.

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En consecuencia, es fundamental la intervención del Estado para regular el asunto. Esto explica, también, por qué sentó tan mal el congelamiento de precios en el sector empresarial argentino. En este sentido, la influencia de los mercados oligopólicos argentinos jugaría un papel clave en la inflación en ese país. Y es por esto que “la batalla contra la inflación implica enfrentarse con poderosos intereses que no cederán dócilmente sus posiciones”. La apuesta de Fernández, a semanas de unas elecciones fundamentales para su gobierno, tiene este condimento político.

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