Se acabó Tokio 2020: ¿cuál es el balance de los deportistas colombianos?

Los atletas se trajeron cinco medallas al país y ahora deben pensar en Paris 2024. Hay menos tiempo de preparación, pero estos Juegos Olímpicos dejaron muchos puntos para tener en cuenta.

A mitad de estos Juegos Olímpicos, cuando varios de los atletas colombianos favoritos para ganar medallas se habían quedado muy cerca y Yuberjen Martínez había perdido la polémica pelea que le hubiera garantizado el bronce, en Colombia muchos estaban preocupados.

Para ese momento, el país tenía solo dos medallas de plata y una de bronce. Los éxitos de Londres 2012 y Río de Janeiro 2016, en los que Colombia acumuló nueve y ocho medallas (incluyendo cuatro oros ) parecían lejanos. Lo peor: había pocas posibilidades de aumentar el número.

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Pero una semana después, otras dos medallas de plata en atletismo ayudaron a atenuar un poco esa sensación.

Los triunfos de Anthony Zambrano en los 400 metros planos y de Sandra Lorena Arenas en la marcha de 20 kilómetros le dieron al país su mejor presentación histórica en una de las disciplinas más importantes de los Juegos Olímpicos. Y demostraron que aún hay muchos deportistas con talento que pueden darle alegrías a Colombia.

Además los pronósticos se cumplieron en parte. Muchos de los analistas independientes ya esperaban 5 o 6 medallas desde antes de Tokio 2020. Y solo el Comité Olímpico Colombiano (COC) y algunos pocos comentaristas hablaban de 9, 10 u 11, unas cuentas que muchos calificaban de alegres.

Lo que deja desazón

Claro que queda algo de tristeza. Por un lado, porque esta vez no hubo ninguna medalla de oro y ya Colombia se estaba acostumbrando a llevarse al menos una cada cuatro años.

Y por el otro, porque algunas medallas parecían seguras y se perdieron. Además del caso de Yuberjen, pasó con boxeadores como Ceiber Ávila, Ingrit Valencia o Yeni Arias, con los tenistas Juan Sebastián Cabal y Robert Farah, o con la pesista Mercedes Pérez.

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También porque esta fue la despedida de una generación dorada de deportistas que le dieron muchas alegrías a Colombia. La mayor representante de esa camada es Caterine Ibargüen, la campeona olímpica de salto triple que anunció su retiro hace unos días.

No puede dejar de causar tristeza, además, el hecho de que Colombia haya desmejorado con respecto a los anteriores dos Juegos Olímpicos, en los que venía en franca mejoría. Puede haber algunas explicaciones circunstanciales (como la pandemia, las polémicas en boxeo o que Mariana Pajón haya perdido el oro por unos centímetros), pero la realidad es que la posición en el medallero es más baja.

Lo que causa preocupación

Hay, además, varios puntos por revisar por parte del COC y el Ministerio del Deporte: en algunas categorías y disciplinas hace falta recambio generacional, deportistas jóvenes que mantengan y superen lo que han logrado otros como Mariana Pajón o la propia Ibargüen.

De hecho, Colombia tuvo menos cupos en 2020 para disciplinas como atletismo, ciclismo y halterofilia que en 2016. Algo preocupante, sobre todo teniendo en cuenta que los dos últimos son los deportes que más medallas le han dado al país.

Es cierto que en el caso del levantamiento de pesas se debió al escándalo por dopaje de tres pesistas colombianos antes de Tokio, pero eso no lo hace menos grave. Todo lo contrario.

Y, como siempre se ha dicho, hace falta fortalecer los deportes de conjunto. En este caso incluso se dio un retroceso, porque el fútbol y el rugby, que tuvieron cupo en 2016, no lo tuvieron para 2020.

Lo que genera esperanza

Aún así hay mucho por rescatar y celebrar de Tokio 2020. Por ejemplo, la evolución de deportistas como Luis Javier Mosquera o Sandra Lorena Arenas, y la aparición de nuevos talentos.

En este último grupo se destacaron el velocista Anthony Zambrano (con medalla de plata), el golfista Sebastián Muñoz, el pesista Santiago Rodallegas y el ciclista Kevin Quintero, que ayer peleó hasta última hora para pasar a la final de keirin. Entre muchos otros.

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Muchos destacan, también, que Colombia tuvo representación en deportes en los que antes no solía tenerlos. Pasó en natación artística con Estefanía Álvarez y Mónica Arango (que ya llevan dos Juegos Olímpicos) y en gimnasia en trampolín, con Ángel Hernández Recalde.

Los atletas lo hicieron tan bien, que Hernández se quedó muy cerca de pasar a la final con los mejores del mundo.

Tampoco se puede dejar de mencionar la evolución en disciplinas como la natación, en la que esta vez Colombia tuvo más clasificados que en ocasiones anteriores.

El camino a París 2024

Ahora viene un camino difícil y corto. Por cuestiones de la pandemia, los Juegos Olímpicos de Paris 2024 están a la vuelta de la esquina y este ciclo olímpico será rápido, sin tanto tiempo de recuperación y preparación.

En el ciclo pasado, que comenzó justo después de Río 2016, ya se veía que Colombia podía terminar obteniendo menos medallas en tierras japonesas. Y todo porque aunque el país dominó los Juegos Bolivarianos y los Juegos Suramericanos -como ya es costumbre-, tuvo menos medallas de las esperadas en los Panamericanos y los Centroamericanos y del Caribe.

Eso, combinado con la falta de talentos jóvenes que destaquen en algunas disciplinas, muestra que hay deportes en los que hay una especie de estancamiento.

Solucionar eso requiere dd mucho trabajo en las bases, pero como no hay tanto tiempo, la tarea principal del COC, Mindeportes, las federaciones y los entrenadores es enfocarse en preparar a los deportistas que ya participaron en este ciclo y a los que estuvieron en los más recientes Juegos Olímpicos de la Juventud.

El objetivo es hacer una muy buena presentación en los Bolivarianos de Valledupar 2022, los Suramericanos de Asunción 2022, los Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2022, y los Panamericanos de Santiago de Chile 2023. Esos son los pasos que hay de aquí a París.

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Al mismo tiempo, y pensando en el largo plazo, deben retomar y fortalecer el trabajo en la base, con las federaciones en los departamentos y municipios. Y para eso sería clave mejorar la estrategia y buscar la forma de potenciar aún más el talento que brota en los territorios de Colombia.

Se puede: las entidades deben trabajar unidas, coordinadas y poniendo a los deportistas (y no a los dirigentes) en el centro de su labor.

Solo así, el éxito de Colombia en los Juegos Olímpicos de 2012 y 2016 no será visto en el futuro como flor de un día, sino como el comienzo de un camino lleno de crecimiento y evolución. El país tiene con qué.

Fotos AFP

8 Comentarios

  1. Bien por los deportistas que se destacaron en estas olimpiadas. Sin embargo, se necesita mayor apoyo y compromiso desde las entidades estatales para continuar procesos que inician desde las bases .

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