Érase una vez un barrio
Una reseña de ‘Barrio Bomba’, la nueva novela de J.J. Junieles, publicada por Taller de Edición Rocca, que circula desde hace varias semanas en las librerías de Colombia.
Por Robert Uribe Jiménez *
“Mi nombre, ladies and gentlemen, es Adán Bonanza. Me llamaron así por ser la primera criatura nacida en Barrio Bomba, como el primer habitante del jardín del Edén, ese que aparece en el principio de la Biblia y en las películas que pasan por televisión en Semana Santa. Ya después crecí y escogí el apellido de mi madre por razones que a ustedes no les importan”.
Así es el tono de Barrio Bomba, nueva novela de J. J. Junieles, que empezó a circular hace poco en Colombia y ya está en manos de traductores al alemán y al francés.
“Barrio Bomba es una fiesta de libro, una zambullida en la esencia popular de la barriada y toda su sabiduría de esquina. Junieles escribió la Biblia de todos los barrios populares, con su génesis y su apocalipsis, pero robándole la trompeta a San Gabriel para tocar un merengue. Sabroso”, eso percibe Paul Brito, escritor, periodista y profesor de la Universidad Central de Bogotá.
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“Me leí esta novela de un solo tirón porque una vez abiertas sus páginas es imposible escapar de ella –cuenta por su parte la escritora y directora de cine Dayanna González Fajardo-.Barrio Bomba es una burbujeante aventura por recónditos parajes de la memoria del narrador, en donde los protagonistas son personajes mágicos y enrevesados que deambulan como fantasmas en un barrio tan explosivo como su propio nombre. El tiempo, la decencia y las leyes naturales no tienen cabida en este particular barrio. Una novela exuberante, candente y adrenalínica de una virtuosa pluma”.
Parece que esta novela viene a re-evolucionar las cosas, a proponer que la literatura deber seguir siendo libre, abierta a la condición humana, y en ese sentido estoy de acuerdo en que “hace saltar los ojos por su lenguaje vigoroso y callejero. Me resulta demasiado fácil imaginar que el narrador es un nuevo Tom Sawyer o el Lazarillo de Tormes contando otra vez el mundo desde el siglo XXI”.
Aquí estamos, leyendo y viviendo, en un barrio que es más que casas y gentes que la violencia y el azar juntaron. En realidad es un espacio mundano, sentimental y a veces tierno, en donde aterriza gente desde todos los confines de la tierra. Por sus calles desfila una multitud de gente crazy, soñadora, eufórica y apacible (algunos casi santos…), pero con muchos tornillos flojos mientras viven toda clase de aventuras disparatadas.
Aquí otro momento de la novela:
“¿Cómo llegué a ser el espermatozoide más rápido de todos? Todavía no lo sé. Nací cansado, soy como esa gente que matan de primero en las películas de terror y me he tropezado tanto que ya caigo con estilo; con los años sabrán que incluso para aterrizar o estrellarse, en el peor caso, se necesita estilo. Todos lo saben, sobre todo ella, mi madre, que lo pregonaba desde el principio de los tiempos, porque recordaba aquellos días que duró pariéndome, mientras pensaba que de esa cama salía directo para el cementerio, sin haberse podido confesar y dejando esa criatura a la suerte de Dios y del Diablo”.
“Barrio bomba es un libro arriesgado, fragmentado, que se va armando de la misma manera que las casas y las calles de un barrio de invasión –dice el escritor Daniel Ángel-. Así mismo sus personajes están atravesados por un pasado de exilio y comparten la frustración por un futuro que nunca termina de tejerse, en efecto, porque todos son desheredados. Pero que fortuna escucharlos, en especial al narrador, una suerte de forajido, de espectador encantado del desastre. Como siempre Junieles deja claro el dominio que tiene del oficio”.
El periodista y escritor Juan Camilo Rincón, en una entrevista le preguntó a Junieles: ¿Por qué la gente debería leer Barrio Bomba? Y el autor respondió. “Porque van a disfrutarla, ¡se orinarán de la risa!, tanto como me pasó a mí cuando la escribía, porque escribir y sobre todo leer es vivir. Aunque lo parezca, la novela no es solo un homenaje al realismo mágico -Gabo, Rulfo, María Luisa Bombal, Etc. o lo real maravilloso de Alejo Carpentier; es sobre todo un homenaje a la gran tradición de la literatura barrial: Miguel Street, de V. S. Naipul; La casa en Mango Street, de Sandra Cisneros; Lo Amador, de Burgos Cantor; y películas como Haz lo correcto de Spike Lee, Barrio Bohemio de Paul Mazursky, o la misma Ciudad de Dios de Fernando Meirelles y Kátia Lund; y muchas obras de arte más”.
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Parece que esta novela, no solo cuenta la historia de la familia Bonanza, es también el relato de su mundo, esa patria del corazón de muchos que es el viejo barrio y su mitología de seres terrestres y alucinantes. Un espacio mundano, sentimental y a veces tierno, en donde aterriza gente desde todos los confines de la tierra
Y terminamos esta aproximación a Barrio Bomba, con este fragmento revelador:
“Algunos guardábamos la esperanza de que el narrador del programa en cualquier momento dijera algo sobre Barrio Bomba y su gente, porque aquí todos para sobrevivir tienen que echar mentiras para que les crean la verdad desde siempre, y muchos de esos embustes funcionan. Pero no sucedía, el presentador del programa nos tenía condenados al olvido; por eso y muchas otras cosas más, me tocó a mí contar la historia de nuestro barrio”.
Sobre el autor
Junieles ganó en 2022 el Premio Distrital de Cuento Ciudad de Bogotá, convocado por IDARTES Bogotá, y fue incluido en la revista The London Magazine, de Inglaterra, en su primera antología de literatura colombiana. Su novela anterior es El hombre que hablaba de Marlon Brando (Planeta, 2020) y también ha publicado cinco libros de poesía y tres colecciones de cuentos. También es recordado por ser parte de Bogotá 39, el proyecto que en 2007 identificó a los escritores de escritura castellana menores de 39 años que más representaban la diversidad de la nueva literatura latinoamericana.
* Filosofo con maestría en Educación de la Universidad Nacional de Colombia. Editor de CLU (Con las uñas) Editores
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Con esta crónica del libro y su autor, de verdad quiero leerlo