El cambio climático descontrolado podría costarle 178 billones de dólares a la economía mundial
Tomar acciones concretas para frenar el cambio climático y apostarle a la transición energética no solo evitaría esa pérdida, sino que supondría un aumento del PIB mundial del 3,8 por ciento en 2070, según un informe reciente.
En los últimos años, se ha hablado repetidamente de la urgente necesidad de hacerle frente al cambio climático, pues se ha convertido en el principal desafío al que se enfrenta la humanidad. Científicos y expertos han levantado su voz para alertar sobre una posible catástrofe si no se toman medidas ahora y han asegurado que este fenómeno podría resultar costoso, tanto por pérdidas económicas como humanas.
El Centro Deloitte para el Progreso Sostenible (DCSP, por su sigla en inglés) intentó estimar la deuda que la humanidad está acumulando con el planeta y la cifra que obtuvo es poco alentadora: el cambio climático descontrolado podría costarle 178 billones de dólares a la economía mundial durante los próximos 50 años, lo que representaría un recorte del 7,6 por ciento al Producto Interno Bruto (PIB).
Esta red de expertos analizó la situación de distintos países de Europa, Asia y América y concluyó que, aunque se trata de un dato preocupante, si el mundo sigue el camino de la transición energética, es posible evitar estas pérdidas y, en su lugar, obtener ingresos. “La economía global podría ver ganancias en cinco décadas de 43 billones de dólares, lo que representaría un impulso para el PIB mundial de 3,8 por ciento, en 2070″, indicaron en un informe.
Puede leer: Petróleo, gas y carbón enfrentan a Petro y Hernández. ¿Es posible acelerar la transición energética en Colombia?
Para los expertos, el mundo de hoy ya cuenta con las tecnologías, los modelos comerciales y los enfoques políticos necesarios para lograr una descarbonización pronta, pero hace falta voluntad. “No podemos darnos el lujo de desperdiciar otro año, otro mes, debatiendo los méritos de hacer algo versus no hacer nada. Como líderes, cada elección, cada día es una oportunidad para acelerar la realización de esa visión”, aseguraron.
Este camino, eso sí, no es único o lineal. Para alcanzar las cero emisiones, dijeron, deben tenerse en cuenta las particularidades y condiciones de cada región del mundo. En ese sentido, mientras Asia podría dar resultados en los próximos ochos años, parte de Europa los vería hasta 2050.
Colombia también es mencionada en el informe. Para ellos, con miras a impulsar a toda la región, es importante que las políticas de Chile y Colombia, que tienen que ver con el comercio de las emisiones e impuestos al carbono, “se expandan a todas las economías de América del Sur”.
De hecho, en las últimas semanas, Colombia ha debatido sobre el proceso de transición energética debido a la propuesta del presidente electo Gustavo Petro de hacer un “desescalamiento gradual” de la dependencia del petróleo y del carbón, que se iniciará con la prohibición de la explotación de yacimientos convencionales y no otorgar licencias para la explotación de hidrocarburos.
Este proceso, según ha dicho, podría tomar unos 15 años. Sin embargo, según varios expertos, se trata de una visión bastante optimista, pues si bien es probable dejar de producirlo, parece imposible abandonar su consumo en ese periodo. Incluso, el plan energético de Colombia a 2050 plantea una disminución de la dependencia de hidrocarburos, pero no su desaparición.
Es decir, Colombia, aun con sus políticas e impuestos en esta materia, todavía está lejos de lograr las metas a las que se comprometió con la ONU y con los otros países en el Acuerdo de París, situación que se repite en varios países del mundo.
Le puede interesar: Los impactos del cambio climático son mayores a lo que se estimaba
Un cambio en el ‘clima económico’ de Suramérica
A menos de que el mundo se coordine para lograr la descarbonización, la temperatura y las emisiones seguirán creciendo y una economía cada vez más dañada por el clima será la “nueva normalidad”, lo que afectará especialmente a Surámerica, según los expertos.
Si los países de la región empiezan a dar pasos importantes para la transición y los del resto del mundo también giran hacia este camino, para 2030, según las estimaciones más positivas del informe, las industrias de energías renovables verían un importante crecimiento y generarían puestos de trabajo para quienes dependen de los combustibles fósiles. A su vez, los trabajos mineros podrían expandirse, con el crecimiento de la demanda de metales como el litio y el cobre, en respuesta “a la creciente electrificación”.
De seguir así, para 2045, Suramérica podría lograr el 90 por ciento de descarbonización. En ese sentido, los costos netos de transición de la región empezarían a disminuir cada año, “acercando la economía a un futuro de bajas emisiones, gracias al crecimiento de la fabricación limpia avanzada y las ofertas sofisticadas basadas en servicios”.
Para 2070, la región tendría 2 millones de puestos de trabajo más de lo que tendría en un mundo dañado por el clima. La transición entonces podría generar un impulso al PIB del 1 por ciento en 2070 (150.000 millones de dólares).
De esta forma, la economía de la región “requerirá un compromiso significativo de liderazgo, tiempo, recursos y coordinación, pero ofrece un camino hacia un futuro próspero y con bajas emisiones”.
Habrá que ver cuál será el movimiento de los gobiernos de la región y sus aliados en este sentido. Se trata de metas bastante ambiciosas para una zona del mundo altamente dependiente del carbón, los hidrocarburos y el gas.
Siga con: El efecto ‘No mires arriba’: arrestaron a científicos por protesta pacífica sobre el cambio climático
5 Comentarios