Los candidatos y sus propuestas para mejorar el sistema de salud
Germán Velásquez, subdirector del instituto de investigación South Centre y uno de los colombianos que más sabe sobre acceso a medicamentos y vacunas en el mundo, analizó para Diario Criterio las propuestas de los candidatos presidenciales en materia de salud. ¿Quién tiene el mejor programa?
Aunque hace más de 40 años salí del país y no he pertenecido a ningún partido político en Colombia, siempre he seguido las noticias, especialmente las de salud y del sector farmacéutico en particular.
En mi calidad de responsable del programa de medicamentos de la OMS, hace más de 30 años, he estado en contacto y ofrecí asesoría y apoyo a todos los ministros y ministras de Salud de Colombia, con la excepción del actual Gobierno. Estuve muy cercano y seguí con atención todos los esfuerzos que hizo Alejandro Gaviria en esa cartera. Con él, como presidente, el sector hubiera sido probablemente el “hijo mimado” del Gobierno. Hoy, ya estamos en algo muy distinto.
Lea también: Una bomba de tiempo: la salud mental estaba mal y la pandemia la empeoró
En la actual coyuntura y con la ayuda del doctor Francisco Rossi, conocedor del sistema de salud colombiano y del sector farmacéutico, analizamos las propuestas en salud y en política de medicamentos de los cuatro candidatos con más opciones: Gustavo Petro, Federico Gutiérrez, Sergio Fajardo y Rodolfo Hernández.
Lo primero que quisiera resaltar es que los cuatro candidatos coinciden en la urgente necesidad de reformas al sistema, pero con notorias diferencias en el diagnóstico de los problemas, en el modelo, los objetivos y la visión a largo plazo.
Y, después del examen de lo que está escrito en los programas, de lo que se ha dicho en los debates públicos y del modelo de sociedad que cada uno propone en su programa, no tengo ninguna duda de que lo que más le conviene al sector de la salud en Colombia está en la propuesta del Pacto Histórico que lideran Gustavo Petro y Francia Márquez.
Todos los candidatos comparten la necesidad de modernizar y articular los sistemas de información, en la urgencia de enfrentar la fragmentación reemplazando el modelo de contratación de las redes por parte de las aseguradoras por un esquema de base territorial que confluya en redes integradas e integrales de prestación de servicios.
Coinciden también en la urgencia de corregir los 30 años de un sistema de salud que se montó sobre la precarización del trabajo de los profesionales y trabajadores de la salud, regresando a esquemas de trabajo digno. Y todos coinciden en la urgencia de combatir la corrupción en el sector.
Recomendado: ¿Perdieron el año? Candidatos no profundizan en sus propuestas para la educación
¿Dónde están las diferencias?
Petro, desde el título de la propuesta en salud (Salud para la vida y no para el negocio) resalta el peso de la lógica de mercado en el funcionamiento del sistema, apuntando a reformas que den preponderancia a la salud sobre los negocios y que desliguen el acceso a los servicios de la capacidad de pago.
En razón de la eficiencia económica, por ejemplo, Italia suprimió 70.000 camas de hospitales en los cinco años anteriores a la pandemia del covid-19, camas que hicieron falta en el primer semestre de 2020. Dejar la salud en manos del mercado no fue la mejor preparación a la pandemia que estamos atravesando y de aquellas que ya sabemos podrán llegar en el futuro.
La estructura de la producción de vacunas, medicamentos, diagnósticos y hasta de tapabocas y alcohol, basada en la búsqueda de la rentabilidad financiera como primera motivación, está siendo incapaz de responder al desafío que vivimos desde hace más de dos años.
El uso de patentes en productos que hubieran debido ser considerados bienes públicos, como lo anunciaron muchos jefes de Estado en mayo de 2020, llevó al mundo a lo que el presidente de África del Sur denominó el “apartheid” de las vacunas, y que el secretario general de las Naciones Unidas calificó como “el fracaso moral de la humanidad”.
Teniendo en cuenta lo que está pasando en la pandemia, todos los candidatos hacen alguna referencia al sector farmacéutico. Gustavo Petro, sin embargo, habla claramente de la necesidad de recuperar la capacidad local de producción, tanto de vacunas como de medicamentos, en coherencia con sus planteamientos para la revitalización del sector industrial en general, para recuperar y fortalecer la industria nacional.
No se pierda: ¿Cuáles son las propuestas en cultura de los candidatos a la Presidencia?
Un nuevo debate nacional
Con lo que pasó en las consultas y, especialmente con las elecciones para Senado y Cámara, la composición del Congreso cambió, lo que significa que las leyes y las políticas en el futuro serán más el resultado de consensos, acuerdos y negociaciones. Más democracia. Y si los candidatos con más opción están de acuerdo en la necesidad de reformas y de fortalecer la capacidad de respuesta a las pandemias y las emergencias robusteciendo las capacidades locales, mucho podríamos ganar.
En lo que se refiere a la lucha contra la corrupción, de que hablan todos los candidatos, comparto las palabras de Cecilia López Montaño por quien tengo un gran respeto y aprecio. “Señores candidatos: la corrupción es el costoso y doloroso síntoma de un país que perdió el norte después de un sangriento conflicto, de convivir con los vicios de la narcocultura. Por favor, no usen la corrupción como un mensaje vacío para conseguir votos. Miren la podredumbre que está saliendo a la luz y no se limiten a vender un tema ‘que se puso de moda’, y que finalmente se acabe el día que los elijan”.
Mientras en los departamentos y municipios las campañas recauden fondos, los hospitales serán un botín en el que se pagarán deudas mediante nombramientos de personal, compras de medicamentos, equipos y suministros; contratos con empresas de ambulancias y todos los escándalos que se destapan con frecuencia. Tal vez, el fortalecimiento y descentralización de la Superintendencia que propone el Pacto Histórico ayude, pero sin una reforma del sistema de salud, no llegaremos muy lejos.
Puede leer: Icetex y los candidatos. ¿Cuáles son las propuestas para mejorarlo?
El tema más polémico tiene que ver con el sistema de aseguramiento y el papel de las EPS. Es decir, el modelo de salud de Colombia. El Pacto Histórico anuncia un proceso de cambio hacia un sistema basado en el derecho a la salud, “que no dependa de la capacidad de pago, la rentabilidad económica ni de la intermediación administrativa y financiera”.
He dicho que el sistema de salud de Colombia es como los bluyines hoy a la moda: llenos de parches, rotos y remiendos pero que cuestan el doble. La Coalición Equipo por Colombia, afirma que “… se requieren cambios estructurales, pero NO debemos destruir lo que hemos logrado en 30 años con mucho esfuerzo”.
Gutiérrez se concentra en la depuración, en la aplicación de correctivos al flujo de recursos y en una modernización de corte tecnocrático a los modelos de contratación, apuntando hacia resultados en salud. La Coalición de la Esperanza presenta una propuesta de cambios graduales “vamos a construir sobre lo construido” que también se enfoca en la depuración, mientras la campaña de Rodolfo Hernández se limita a proponer un sistema de costos unitarios eliminando los intermediarios.
Candidatos, a remendar un sistema lleno de rotos
Un sistema de salud de financiamiento público y de ejecución privada, como es el caso colombiano, solo podría teóricamente funcionar en un Estado con alta capacidad de supervisión y control que desafortunadamente no es el caso en nuestro país. Históricamente los sistemas de salud que han funcionado son aquellos donde la salud es un derecho de los ciudadanos y una responsabilidad del Estado, como es el caso de los sistemas de Europa Occidental.
Aunque hay muchos puntos en común, las diferencias están en el horizonte. Pero más que en el horizonte, están en el modelo que se quiere construir. La propuesta de salud del Pacto Histórico, recoge más de 15 años de trabajo del Movimiento Nacional por la Salud y el gran paso de la Ley Estatutaria 1751 de 2015, para promover un “pacto nacional por la salud y la vida”, que lleve al Congreso la reglamentación de la ley estatutaria.
Dado que tendremos en Colombia un Congreso bastante más plural, me parece que un debate democrático sobre el contenido de las reformas para el sector salud que reconozca las fallas que hemos observado en los últimos 30 años, es el proceso más apropiado.
Fajardo y Petro ponen énfasis en la corrección de las inequidades, la recuperación de la salud pública, un enfoque preventivo más que curativo, un fortalecimiento de la atención primaria y una mayor capacidad resolutiva en el primer nivel de atención. Médico de familia, equipos extramurales, fortalecimiento de los entes territoriales. Hernández, con bastante menos profundidad, coincide con estos planteamientos. En la otra orilla, Gutiérrez pone el énfasis en la construcción de confianza (legitimidad), la modernización de la contratación, mejora en las tarifas y una mejor articulación de las redes de servicios.
Recomendado: Créditos de los Gilinski, el Grupo Aval, Confiar y otros: así se financia la campaña de Gustavo Petro
Gustavo Petro menciona la necesidad de incorporar a las responsabilidades de la salud, los determinantes sociales concertando acciones con otros sectores. Algunos males del sector salud colombiano no vienen del propio sector de la salud, sino de las injusticias que son una consecuencia del modelo económico y social vigente. Me llamó la atención la mención explícita de la campaña del Pacto Histórico de intervenir con urgencia la mortalidad infantil por desnutrición en zonas rurales y pueblos indígenas. Poblaciones olvidadas o excluidas en la práctica por el actual sistema.
Finalmente los medicamentos. Ya hice mención de la coincidencia de los cuatro candidatos en apuntar hacia una soberanía sanitaria, fortaleciendo la industria nacional, para aprender de lo que nos pasó con la pandemia. Sin embargo, solamente el Pacto Histórico hace referencia a los debates internacionales sobre las políticas de medicamentos, particularmente los de propiedad intelectual.
Colombia, y el actual Gobierno, estuvieron ausentes del debate sobre el acceso a medicamentos y vacunas que ha tenido lugar en la Organización Mundial del Comercio en Ginebra, y más que “ausente” estuvo al ponerse del lado de Estados Unidos, la Unión Europea y Suiza, grandes defensores del sistema de patentes, que monopolizaron las vacunas en detrimento del acceso a ellas de muchos ciudadanos de los países en desarrollo.
El sistema de salud de Colombia necesita cambios estructurales que no dan espera, pero que tal vez van a necesitar años. Yo me inclino por la propuesta de iniciar procesos que lleven a esos cambios de fondo y no remiendos. Un sistema de salud donde los niños indígenas tienen carné de salud pero se mueren de desnutrición antes de poder usar el carné, tiene problemas estructurales que van más allá de la mera organización de los servicios sanitarios.
Me parece que el proyecto de Gustavo Petro y Francia Márquez es distinto a las recetas que nos están vendiendo desde hace 30 años. ¿Permitirá la clase económica colombiana, egoísta y miope, que se pueda hacer algo mejor? Esperemos que esta vez, sí.
Siga con: Federico Gutiérrez, el favorito de las empresas y los ‘cacaos’
8 Comentarios
Deja un comentario
Buén resumen de los planteamientos de un sector tan importante como la salud
Concreto y conciso
Definitivamente la visión de la política de salud del Pacto Histórico es la que contribuye con la equidad, además es la que promueve abiertamente el uso inteligente de los recursos para que no se pague con pagar sino atendiendo a la racionalidad. Muy interesante artículo.