“Alejandro Gaviria debe cumplir los acuerdos. No podemos estar con aliados de Duque”: Carlos Amaya
En entrevista con Diario Criterio, Carlos Amaya, exgobernador de Boyacá y precandidato a la presidencia de la Coalición Centro Esperanza, habló de su propuesta para modernizar el campo, su reforma tributaria y las diferencias con Alejandro Gaviria por cuenta de sus polémicas alianzas. Amaya también se refirió a la despenalización del aborto en Colombia y el futuro del partido Alianza Verde.
Diario Criterio: Usted se ha mostrado preocupado por el protagonismo que están teniendo las peleas en la campaña y ha criticado el cubrimiento mediático que se les ha dado, ¿qué están haciendo en su coalición para impedir que esas discusiones nublen las ideas y las propuestas?
Carlos Amaya: Hace parte de un trabajo pedagógico, no sólo entre los candidatos y los medios, sino también entre los ciudadanos, porque a la ciudadanía le gusta esa novela y muchos reclaman ideas, pero a la hora de la verdad, cuando se empieza a hablar de propuestas, hay pérdida de interés. Cuando la gente demanda show los medios lo ofrecen y los políticos que están en el show se convierten en los más visibles.
En el caso de la coalición yo puedo estar en desacuerdo con las alianzas que está haciendo Alejandro Gaviria, como evidentemente lo estoy, pero no me corresponde hacerle un juicio ético ni voy a gastar este tiempo en televisión para hablar de expresidentes que ya están en el pasado. Quedan menos de 20 días, deberíamos dedicarnos a hablar de las propuestas, de lo que Colombia necesita en este momento.
Diario Criterio: Al margen de esas discusiones, ¿cuál es su compromiso personal con la Coalición Centro Esperanza? ¿Si Alejandro Gaviria gana con el apoyo de Germán Vargas Lleras y César Gaviria lo va a apoyar en primera vuelta?
Carlos Amaya: El primer gran acuerdo de una coalición de estas es que quien gane recibe el apoyo de los demás, pero Alejandro debe entender que aquí hay otros acuerdos como que en teoría no puede hacer alianzas con ellos. Está clarísimo que no se pueden hacer alianzas con líderes políticos que hayan respaldado el gobierno Duque, porque en últimas se trata de la esencia de la coalición, ser un gobierno de oposición.
Espero que Alejandro lo entienda y cumpla los acuerdos, porque necesitamos confianza para poder avanzar. A mí me han llamado muchos políticos que han estado en Boyacá acompañando al presidente Duque y, aunque podría decir que esos votos son importantes, cumplo el acuerdo que hicimos.
Diario Criterio.: En este momento el campo colombiano tiene un problema grave de producción, falta de tecnificación, mano de obra, insumos caros y demás que afectan el precio de los alimentos, ¿qué solución hay aparte de culpar al paro, la crisis de los contenedores o la inflación a nivel mundial?
Carlos Amaya.: El campo colombiano representa hoy el 6 por ciento del PIB y hace 30 años el 26 por ciento, ha perdido 20 puntos de participación. Aún con ese 6 por ciento genera 3,5 millones de empleos. El sector extractivo, que aporta el 13 por ciento del PIB, genera 500.000 empleos. Si hacemos crecer el campo, generamos muchos empleos.
Yo hablaría de una sustitución de importaciones de alimentos para poder desarrollar y modernizar el campo, lo que nos permitiría generar empleos y reducir la pobreza. Muchas personas han salido del campo porque no ven un futuro y llegan a las ciudades a engrosar los cinturones de miseria. Si logramos que esa gente se devuelva, que la tierra sea para el que la trabaje, mejorar vías rurales, redistribuir la tierra sin expropiaciones y defenderla de los despojadores, garantizamos que el campo sea productivo.
También lo logramos con subsidios a la producción, eso ya se hace en muchas partes y ayuda a no depender de los precios internacionales. Ahora hay una discusión sobre el proteccionismo y muchos países van a empezar con esa lógica, porque la crisis de la pandemia incrementó los precios de los alimentos, pero la solución está en sembrar la comida para el consumo de los colombianos, así calmamos el hambre y generamos empleo.
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D.C.: Algunos de sus compañeros de coalición hablan de aumentar aranceles y otros de regular el precio de los insumos, ¿usted va con las dos ideas, con ninguna o con una más que otra?
Carlos Amaya: Lo primero que haría es lanzar una gran estrategia para modernizar el sector agropecuario. Hay que hablar de tractores, cosechadoras, combinadas, drones para medir el clima, estudios de suelos, organización del territorio y los cultivos, eso nos garantiza que podamos ser más productivos. Lo segundo sería trabajar por subsidiar la producción; es decir semillas, abonos, insumos y, además, vías rurales para que los campesinos saquen mejores sus productos y podamos competir con los precios internacionales.
Después estaría el control de los precios de los insumos y el avance hacia la agricultura orgánica y la agroecología, para depender mucho menos de los químicos y producir nuestros propios insumos. Lo último sería el tema arancelario, yo abriría la posibilidad en la medida que sea una política que estén implementando otros países socios comerciales. Me temo que la pandemia nos va a llevar a que varios países aumenten aranceles, para proteger la producción nacional, si eso empieza a ocurrir a nivel global Colombia debe valorarlo.
D.C.: ¿Cuánto puede tardar este tema de subsidiar la producción? Porque muchos piden un plan de choque y ese tipo de estrategias, que podrían depender de una reforma rural o un censo agrícola, se ven lejanas…
Carlos Amaya: En Colombia el 83 por ciento de la tierra la concentra el uno por ciento de la población. Hay que lograr que esa tierra se democratice sin expropiar, eso se logra poniendo un impuesto alto a la tierra que sea improductiva. Petro también plantea estos impuestos, pero yo difiero con que se aplique al predial, tiene que ser nacional y para eso el Estado tiene una estructura grande para centralizar ese recurso. La idea es imponer el impuesto a las extensiones de tierra de más de mil hectáreas improductivas.
El impuesto nos sirve para que los grandes propietarios le vendan al Estado, que no le repartirá de a una hectárea a cada campesino, sino que se la entregará a asociaciones campesinas. Yo no creo que se necesite un gran censo rural o que se demore, simplemente al que siembra el Estado le da por su siembra. La meta es pasar de 8,7 millones de hectáreas que hoy se siembran en Colombia a 19 millones que, según los estudios, es la tierra cultivable.
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D.C.: Para todo eso se necesita plata y pareciera que su estrategia es reforma tributaria y recorte al gasto. ¿A qué sectores aumentaría los impuestos y cuál sería su estrategia de austeridad?
Carlos Amaya: Primero, hay un montón de asesores, consejerías y cargos que no están haciendo mucho. No creo en la teoría del Centro Democrático de reducir el Congreso, eso reduce la democracia, pero sí hay que reducir el número de asesores de los congresistas. Hay que eliminar la Procuraduría para fortalecer la Contraloría y la Defensoría, ahí nos ahorramos cerca de 1,8 billones de pesos al año.
La reforma tributaria tiene que ser progresiva, que genere redistribución y que sea estructural, no pañitos de agua tibia. Necesitamos grabar los dividendos y las herencias, imponer impuestos verdes a la producción que use energías fósiles, a los carros de alta gama y otras cosas que la gente de clase media y baja no usa. También impuestos al patrimonio que, aunque son discutibles, en tiempos de desigualdad hay que acudir a estos.
Los impuestos deben estar más dirigidos a personas naturales, porque cuando creamos impuestos a las pequeñas, medianas y grandes empresas se castiga la generación de empleo. Además, necesitamos tarifas diferenciales para pequeñas y medianas empresas y evitar que los grandes ricos se lleven los recursos a paraísos fiscales.
D.C.: Usted habla de generar tres millones de empleos, ¿cómo piensa hacerlo?
Carlos Amaya: El primer millón será formalizando el trabajo de cuidado, mayoritariamente de las mujeres, con un sistema nacional de cuidado. El segundo millón generando empleo a jóvenes con un programa para ingenieros ambientales, forestales, técnicos, incluso bachilleres que puedan ayudarnos a proteger nuestros ecosistemas estratégicos, bosques, páramos, lagunas. Con esto creamos unos 640.000 empleos que valen tres millones de pesos, según nuestros cálculos. Además, generaremos, a través de incentivos y subsidios a las empresas pequeñas y medianas, otros 350.000 empleos.
El tercer millón de empleos lo logramos con aumento del gasto público para la productividad, a través de vías rurales, secundarias y agroindustria con recursos de la nación. También hay que aplicar un escudo social para que 7,2 millones de familias que según la FAO hoy tienen riesgo de no alimentarse, reciban un bono solidario de 300.000 pesos que vaya exclusivamente para comprar comida.
D.C.: Usted dijo que Venezuela tiene el petróleo que Colombia puede usar y que Colombia tiene la comida que ellos necesitan. Para que eso pueda ocurrir tendría que haber una relación con Maduro, ¿por qué creer que eso es una buena idea cuando Maduro ha dado demasiadas muestras de cuáles son sus verdaderas intenciones?
Carlos Amaya: Yo creo firmemente que Maduro es un dictador, pero en Colombia no podemos poner las diferencias ideológicas por encima de quienes habitan la frontera, como lo ha hecho Duque. Eso es un error y tiene a mucha gente pasándolo muy mal. Nuestro principal socio comercial no es Estados Unidos sino Venezuela, pero en este momento la frontera es pura ilegalidad. Desde el 2013 a la fecha ha bajado en un 90 por ciento las exportaciones a Venezuela. Ahí tenemos un socio comercial y una posibilidad de crecimiento muy grande.
Hay que restablecer las relaciones comerciales y garantizar que en las fronteras se pueda tener control territorial, eso no significa apoyar a Maduro. Es algo tan sencillo como que podemos pedir en extradición a Aida Merlano, porque el presidente hace un oso pidiéndole eso a Juan Guaidó.
Alguien me dijo que no hay mal que dure 100 años ni Venezuela que lo resista, así que yo creo que eso lo van a resolver y debemos estar preparados para producir mucha comida para que Venezuela la pueda comprar y nosotros, cuando agotemos nuestras reservas de hidrocarburos en yacimientos convencionales, no hagamos fracking como dicen algunos, sino que nos dediquemos a vender comida.
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D.C.: La Corte Constitucional acaba de despenalizar el aborto hasta la semana 24, ¿cuál es su posición?
Carlos Amaya: Creo que la vida es sagrada, pero creo que es equivocaba la decisión de penalizar el aborto, eso es empeora el problema. Las mujeres vulnerables estaban siendo sometidas a abortos que ponían en riesgo su vida. La despenalización nos ayuda a evitar que sigan muriendo mujeres, pero el problema de fondo está en que Colombia necesita un sistema de salud que dé garantías y políticas de salud sexual y reproductiva a todas las mujeres, para evitar que ellas tengan que enfrentarse a esa situación.
D.C: ¿Qué pasará con la Alianza Verde después de las elecciones, teniendo en cuenta que ahora hay una notable división entre los que están con Petro, los de Fajardo, los de Gaviria y los de Carlos Amaya?
Carlos Amaya: Hoy la mayoría de las bases está conmigo, aunque algunos intenten despistar. Desafortunadamente se tomó la decisión de dar libertad cuando yo iba ganando las encuestas internas para ser el candidato y eso me dejó sin aval, por lo que tuve que recurrir a Dignidad y ASI para hacer una coalición que se llama Somos Verde Esperanza.
Tengo claro que debemos democratizar el partido para que la Dirección Nacional represente a las mayorías. Yo sueño con un Partido Verde en el que los dirigentes jóvenes que hagan todo el recorrido puedan en unos años pelear una Presidencia.
D.C.: ¿Lo trasnochan las encuestas?
Carlos Amaya: El político que diga que no está hablando carreta. Yo tengo un problema y es que soy de Boyacá y allá no llegan las encuestadoras, no miden mi fuerza política allá. Sin embargo, cuando arranqué me conocía el 7 por ciento de los colombianos, hoy ya debo estar en el 27 por ciento, entonces vamos creciendo.
Que se preocupe alguien como Rodolfo Hernández porque ya es su último intento, yo tengo 37 y ningún afán de ir liderando una encuesta. Vamos haciendo una buena campaña, planteando propuestas, poniendo temas que nadie más pone, siendo la voz de un sector agropecuario que nunca ha tenido la posibilidad de estar en los debates presidenciales.
D.C.: La fuerza de los candidatos de la Coalición Centro Esperanza parece estar en el centro del país, pero aún no logran entrar al Caribe, el sur del país y otras regiones. ¿Qué van a hacer para repuntar a menos de 20 días para las consultas?
Carlos Amaya: El único candidato que ha ido a todas las regiones del país en esta campaña se llama Carlos Amaya, ningún otro puede decirlo con tanta alegría como yo. Rodolfo Hernández, por ejemplo, no supo dónde estaba el Vichada, yo lancé mi campaña allá, en Cumaribo, el municipio más grande de Colombia, donde cabe 43 veces Bogotá y donde hay más necesidades insatisfechas.
Claro que no tengo fuerza en Medellín o Cali, porque apenas es mi primer intento electoral. Es absolutamente normal que Fajardo o Petro tengan más reconocimiento que nosotros. Pero hay que entender que estas son unas primarias y pasa como en el ciclismo, un equipo lleva al líder y se hace la selección de todos los líderes. Si me quedo con Petro, Fico, Rodolfo e Íngrid, póngale la firma que les puedo ganar. Ahora trabajo en el respaldo para ganar la consulta, después la campaña tendrá más presencia en otras regiones.
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D.C.: Usted es muy joven, si llega a ser elegido presidente llegaría a la Casa de Nariño incluso más joven que Iván Duque. ¿No cree que le faltó algo más de recorrido por el legislativo o los cargos administrativos?
Carlos Amaya: A Duque sí le faltó todo, qué desastre. Colombia necesita un presidente que conozca las necesidades y alguien que tenga experiencia. Yo fui congresista a los 25 años, el más joven de Colombia, fui el mejor gobernador, también el más joven de todos, lo que quiere decir que no por ser joven uno es malo o inexperto.
Colombia necesita un líder que empiece a reconciliar a Colombia y Duque no tiene ni idea de eso. Creo que hay una diferencia diametral entre Duque y yo, porque él no había sido ejecutor de nada. Para mí la juventud es una ventaja, porque tengo más energía que el resto. Anoche tuvimos un debate y hoy me levanté a hacer 90 kilómetros de bicicleta mientras los otros compañeros estaban terminando de recuperarse.
D.C.: ¿Y si no gana se pone a trabajar como gregario?
Carlos Amaya: Claro, el acuerdo es ayudarle a quien gane la consulta, ayudarle a ganar la presidencia. Lo otro vendrá después. No tengo el sueño, como alguien dijo, de ser ministro, yo prefiero volver a mi tierrita. Dicen que estoy haciendo esta campaña presidencial para volver a ser gobernador, pero los que conocen de política en Boyacá saben que yo no necesito ninguna campaña en Colombia para poder volver a ser gobernador. Eso lo sembré y la gente me tiene cariño por lo que hice en mis cuatro años de gobierno.
D.C.: Pero, ¿sí le suena bastante la idea de volver a ser gobernador de Boyacá?
Carlos Amaya: Sí, pero cada día trae su afán y hoy estoy concentrado en ganar la consulta. Volver a ser gobernador no es un objetivo, lo que pasa es que, si me ponen a escoger entre eso y ser ministro, pues de lejos prefiero volver a la Gobernación.
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Alejandro Gaviria naturalizando esas alianzas con los mismos de siempre, los corruptos como, narcoparacos y otras raleas. Nos quiere meter el cuento de que hay que hablar con todos los sectores y de pasada acepta alianzas para que sigan gobernando los mismos malandrines que le han hecho daño al pais por decadas. Otro sinverguenza disfrazado de cambio para que todo siga igual