Musa, Ñoño y Lyons, el pasado de La U que no se puede borrar con Caterine Ibargüen
La candidatura de Ibargüen hace parte de la estrategia para mostrar una imagen renovada del partido. Sin embargo, el fantasma de tres de los más sonados casos de corrupción de Colombia recorre la lista de La U al Senado.
Caterine Ibargüen será candidata al Senado, pero no desde cualquier posición. Encabezará la lista del camaleónico Partido de la U. El anuncio se hizo durante un colorido acto con el que se relanzó la imagen de La U como una colectividad alejada de las maquinarias. Incluso, le cambiaron el nombre: ahora se llama Partido de la Unión.
“El partido no tiene dueño. El partido es de la gente. El partido es de ustedes. El partido es del ciudadano común y corriente. Ese ciudadano común y corriente que hizo posible que estuvieran ustedes aquí representándonos”, dijo Dilian Francisca Toro, directora del Partido de la U, en respuesta a quienes lo vinculan con Álvaro Uribe o Juan Manuel Santos.
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Y para resaltar esa nueva imagen, el evento contó con la participación de Javier Fernández Franco, el Cantante del Gol, quien ofició como maestro de ceremonia. También estuvo la periodista Edna Liliana Valencia, quien se encargó de hacerle algunas preguntas a Toro a manera de entrevista.
El cantante del Gol, durante el evento del Partido de la U Edna Liliana Valencia y la directora del Partido de la U, Dilian Francisco Toro
La escenografía, la presentación musical del evento y, obviamente, la candidatura de Ibargüen parecen dar otro mensaje: el de un Partido de la U que le apuesta también a la diversidad.
A pesar de esos esfuerzos, la percepción sobre La U no ha cambiado. La propia Caterine Ibargüen es consciente de eso, aunque dice que hay cambios. “Yo tengo la convicción de que [La U] ha trabajado por el deporte. Por eso me incliné a este partido. Es un partido que está cambiando (…)”, le dijo la candidata a La W.
“Yo no puedo responder por el pasado del partido; yo hago parte del presente y de los cambios que está proponiendo el partido. Esperemos el futuro, hablemos por el futuro, por esos cambios. Esas personas del pasado de verdad que yo no las conozco y nunca he tenido relación con ellas y espero no tenerlas”, agregó.
Sin embargo, el fantasma de esas personas del pasado del Partido de la U sigue estando muy presente.
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La lista del Partido de la U
La visibilidad que se le dio a Caterine Ibargüen como cabeza de lista, sin embargo, no evitó que se notara la presencia de candidatos vinculados a políticos más tradicionales o incluso emparentados con figuras con líos judiciales.
Como bien lo explica La Silla Vacía, entre los aspirantes del Partido de la U al Senado están Julio Alberto Elías Vidal, Johny Moisés Besaile Fayad y Elber Chagüi Spath. Todos ellos tienen algo en común: poder político en la Costa, sobre todo en Córdoba.
El heredero del Ñoño
Julio Alberto, oriundo de ese departamento, es hermano de Bernardo Miguel ‘el Ñoño’ Elías Vidal. El Ñoño llegó al Congreso en 2006, primero como representante a la Cámara por Córdoba. En 2010 dio el salto al Senado, y en 2014 se reeligió consiguiendo la segunda votación más alta en la lista del Partido de la U: 140.143 votos, la mayoría en su departamento (84.867).
Bernardo Miguel logró consolidar ese apoyo gracias a los cupos indicativos, también conocidos como mermelada: un dinero que el Gobierno nacional les puede girar a los congresistas para hacer inversiones en sus regiones. En marzo de 2014, La Silla Vacía reveló cómo funcionaron esos cupos en la campaña de ese año y cómo le sirvieron a Juan Manuel Santos, que aspiraba a reelegirse, para quitarle apoyos a Uribe en Córdoba.
Después de su éxito electoral, el Ñoño tuvo que enfrentar la justicia. En agosto de 2017 la Corte Suprema de Justicia dictó medida de aseguramiento en su contra y en febrero de 2018 lo condenó a seis años y ocho meses de prisión por el caso de Odebrecht. Más de tres años después, el pasado 5 de agosto, el alto tribunal le impuso una nueva sentencia (ocho años y cuatro meses de cárcel) también por Odebrecht.
Los Besaile
Johny Moisés Besaile Fayad es senador desde 2018 y está aspirando a reelegirse. Su hermano es Musa Abraham Besaile Fayad.
Así como Ñoño, Musa es oriundo de Sahagún, Córdoba. Fue representante a la Cámara entre 2002 y 2010. Posteriormente, se lanzó al Senado; en 2014 se reeligió con la mayor votación del Partido de la U. La mayoría de los 145.402 votos que obtuvo en ese momento estuvieron en Córdoba (82.278). Y la situación fue casi calcada a la del Ñoño Elías, pues se benefició de los llamados cupos indicativos para obtener ese apoyo.
Musa Besaile también tiene líos en la justicia, pero por una situación diferente: el cartel de la toga, el caso que involucra a exmagistrados de la Corte Suprema de Justicia con coimas para intervenir en decisiones judiciales. Musa reconoció haber entregado 2.000 millones de pesos para frenar una investigación en su contra por parapolítica. En 2017 fue capturado y en 2019 perdió su investidura como congresista.
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En enero de 2020, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) aceptó su sometimiento, sin concederle la libertad, pero lo expulsó el pasado 26 de julio por “no aportar verdad inédita, exhaustiva y detallada”.
Los carteles de la salud
Musa no es el único miembro de la familia Besaile Fayad con problemas judiciales. El otro es Edwin Besaile, gobernador de Córdoba entre 2016 y 2018, cuando la Procuraduría General lo destituyó e inhabilitó por diez años para ejercer cargos públicos por el llamado Cartel del Síndrome de Down. La decisión también se aplicó contra Alejandro Lyons, antecesor de Besaile en la Gobernación de Córdoba (2012-2015).
De acuerdo con el Ministerio Público, Edwin y Lyons fallaron el vigilar los pagos por 4.988 millones de pesos que la Secretaría de Salud le hizo una IPS para terapias a niños con discapacidad pese a que no había ningún contrato.
El exgobernador Besaile también enfrenta una investigación por el cartel de la hemofilia, el desfalco por más de 50.000 millones de pesos con falsos pacientes de hemofilia en Córdoba. Este caso también involucra a Musa Besaile y empezó en 2013, durante la administración de Lyons Muskus. En esa época se empezaron a autorizar tratamientos a personas que supuestamente tenían hemofilia para desviar recursos públicos a favor del entonces gobernador y sus cómplices.
En 2015, Alejandro Lyons, Musa y Edwin Besaile se pusieron de acuerdo para seguir con el desfalco cuando Edwin llegara a la Gobernación de Córdoba, según la Fiscalía. Para cerrar el trato, Lyons, presuntamente, le entregó 2.100 millones de pesos a Edwin Besaile.
Elber Chagüi Spath, otro que hace parte de la lista del Partido de la U al Senado, también tiene cercanía al poder político de Córdoba y a Alejandro Lyons. Es hijo del exalcalde de Cereté Elber Chagüi y hermano de la senadora uribista Ruby Chagüi Spath.
Elber hijo es, además, esposo de la congresista cordobesa Sara Elena Piedrahíta Lyons, también de La U y prima de Alejandro Lyons. Piedrahíta Lyons llegó a la Cámara en 2014, con más de 105.000 votos, una cifra atípica para un candidato a la Cámara. En 2018 se reeligió y ya estaba sonando para dar el salto al Senado.
Sin embargo, este viernes, la Corte Suprema de Justicia abrió investigación en su contra por el delito de lavado de activos. Según el alto tribunal, una IPS habría aportado a la campaña de Piedrahíta Lyons en 2014 a cambio de obtener un contrato en la Gobernación de Córdoba para atender pacientes con hemofilia.
La representante, a través de un comunicado, aseguró que su “actuar ha sido transparente y apegado a la Constitución y la Ley”.
Es cierto que Caterine Ibargüen no tiene nada que ver con estos casos. También es claro que los familiares de políticos investigados no están inhabilitados para aspirar a cargos de elección popular, pues, como se suele repetir, en Colombia “no existe el delito de sangre”. Sin embargo, contrario a lo que dice Ibargüen, esa cercanía de tres de sus compañeros de lista con oscuras maquinarias demuestra que el pasado que tanto se le critica al Partido de la U sigue estando muy presente.
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