“Ya era importante que hubiera un relevo en Rock al Parque”: Chucky García

Diario Criterio habló con Chucky García sobre su decisión de renunciar al cargo de programador musical de Rock al Parque, sus grandes enseñanzas al frente del festival y lo que, para él, mantiene al evento como uno de los más importantes de América Latina.

Hace unos días, en medio de la avalancha de noticias que inundan Colombia, casi que pasó inadvertido un hilo en Twitter en el que Chucky García, el reconocido programador musical detrás de Rock al Parque desde 2014, anunció que ya no hacía parte del equipo detrás del festival, uno de los más grandes y reconocidos de América Latina, y todo un ícono para la ciudad.

La noticia marca el fin de un ciclo exitoso en Rock al Parque que arrancó justo en uno de sus momentos más complejos: tras la edición de 2013, cuando la poca asistencia de público prendió las alarmas y llevó a muchos a hablar de una crisis.

Chucky García tomó el festival en ese momento y lo transformó: no solo volvió a atraer una gran cantidad de público (en este periodo de siete ediciones se reunieron 1.700.000 personas), sino que aumentó la cantidad de artistas y de asistentes mujeres; logró reunir nuevamente a grupos como Aterciopelados o 1280 Almas y, en decisiones arriesgadas —que terminaron saliendo muy bien—, puso a Juanes en horario estelar y logró que la Orquesta Filarmónica de Bogotá hiciera el show de cierre de la edición de 25 años interpretando clásicos del rock en español.

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Eso sin contar con los esfuerzos para atraer nuevos públicos, como a niños y niñas, con grupos como 31 Minutos.

Hablamos con él sobre su decisión de renunciar, las enseñanzas que estos ocho años al frente del festival le dejaron y lo que, según él, mantiene al evento como uno de los más importantes de América Latina.

Diario Criterio: Empecemos por el final. ¿Por qué decidió terminar su vinculación con Rock al Parque luego de ocho años como programador artístico?

Chucky García: Básicamente consideré que ya era importante que hubiera un cambio. Más que un cambio, un relevo. Apenas terminamos de hacer Rock al Parque el año pasado sentí, por un lado, que ya estaban cumplidos los planes de trabajo que yo me había puesto desde el 2014 y, por el otro, que ya era necesario que entrara otra persona que siguiera expandiendo y consolidando todas las líneas de trabajo del festival.

Diario Criterio: ¿Cuáles son esas líneas de trabajo?

Chucky García: Es que el director o programador artístico no sólo tiene que seleccionar las bandas nacionales o internacionales que tocan, como a veces se cree, sino que tiene que hacer muchas otras cosas: direccionar todo lo que tiene que ver con estrategias de comunicaciones, encargarse de las alianzas con entidades públicas y privadas; liderar el esfuerzo para integrar cada vez más Rock al Parque con la red de trabajo de la música en América Latina; pensar en nuevas ideas para mejorar variables, como las zonas de bienestar del festival, etc.

Rock al parque
Rock al parque

Diario Criterio: Dice, en su comunicado de Twitter que no recibió respuesta de IDARTES. ¿Por qué no le respondieron? ¿Ha hablado desde entonces con alguien de la entidad sobre el tema?

Chucky García: A mí la entidad nunca me lo hizo oficial. Es más, ni siquiera se tomaron la molestia de decirme “gracias” o “en el entendido de lo que usted nos dijo, finalmente hemos decidido esto”. Nada. Se quedaron callados. Por lo cual mi sexto sentido me dice que ellos ya tenían otros planes para Rock al Parque y para Colombia al Parque. Porque yo también fui programador artístico de ese festival durante tres años (en los que tuvimos un crecimiento exponencial). Yo esperaba que IDARTES me invitara, por lo menos, a seguir vinculado ahí, pero no pasó.

Diario Criterio: Luego de estos ocho años de experiencia al frente del festival gratuito alternativo más grande de América Latina. ¿Qué se lleva? ¿Cuál fue su mayor enseñanza?

Chucky García: Uf. ¡Hubo tantas! La principal, o una de las principales, es que Rock al Parque es el reflejo de una ciudad que tiene contrastes. De una ciudad que hace algunas cosas muy bien y otras, no tan bien; donde uno tiende a ser muy dark, pero, a la vez, también hay mucha alegría y mucha fiesta; donde llueve y a los dos minutos hace sol. Y esos contrastes marcan, finalmente, la línea de programación artística del Festival. Esa dinámica a la que nos vemos expuestos quienes vivimos en Bogotá de algún modo se tiene que sentir en Rock al Parque, porque un festival no puede ser como una isla dentro de una ciudad.

Diario Criterio: Dijo que había varias… ¿Algún otra enseñanza que quiera destacar?

Chucky García: También aprendí que el festival, luego de pasar por su mayoría de edad, tiene peso para pararse, hablar duro y hacerse respetar. Yo, por ejemplo, partí siempre de lo que el festival representa para negociar con las bandas. Al no tener una chequera en blanco ni unos presupuestos ultramillonarios para pagarles a los artistas todo lo que quieren que les paguen, uno se tiene que parar desde otro lado: ofrecer algo que termine compensando al artista. Que diga, “listo, yo estoy casi que perdiendo plata por ir, pero voy a ganar muchas más cosas”.

Diario Criterio: ¿Y qué ganan los artistas viniendo a Rock al Parque? ¿Tiene que ver con la cantidad de público que los ve de forma gratuita?

Chucky García: Para mí, no solo pasa por el hecho de los vean cientos de miles de personas, porque, a la final, para eso está internet o TikTok. Es más el hecho de hacer parte de una historia, de un territorio que conquistó la gente misma, de un festival que hoy por hoy casi que es contracultural, porque funciona totalmente en contravía de como funcionan los festivales modernos. Casi todos los festivales ahora pertenecen a cadenas mundiales, parecen como McDonald’s: compran la franquicia y abren en su ciudad. Y Rock al Parque, en cambio, sobrevive con otra lógica.

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Diario Criterio: En el hilo de Twitter dice que su derrotero siempre fue que “para caber todos en un mismo país, debemos caber todos en un mismo festival”. ¿Cómo se materializaba esa idea en la práctica?

Chucky García: Esa frase surgió de ver cómo a los colombianos nos han dividido en los últimos diez años aún más de lo que ya estábamos divididos. Yo pensaba, “nos han dividido en un montón de cosas. Sería totalmente tonto si ahora también vamos a usar un festival que, además, es público, para dividirnos por géneros musicales”. Es una frase que pasa también por entender que Rock al Parque, desde el comienzo, ya tenía en su corazón el tema de la inclusión, de ser un lugar en donde pueden caber todos. Cuando el festival nació, lo que dijeron los que lo crearon fue “hagamos un festival de rock. Nuestros amigos y todos los que quieran ser voluntarios van a ser los logísticos y vamos a meter a las bandas de rock que haya en Bogotá, del género que sea”.

Diario Criterio: Ya que habla de eso, en cada edición suelen aparecer discusiones sobre la diversidad musical en Rock al Parque. No faltan los puristas diciendo cosas como, “eso no es rock”, o “parece el Evento 40”, aunque al final yo recuerdo muy buenos comentarios de los asistentes sobre bandas que no eran tan convencionales, como Los Rolling Ruanas o incluso Juanes ¿Cómo manejaban el tema desde la programación musical? ¿Qué tanto expandían el concepto de rock?

Chucky García: Hay dos factores ahí: el externo, que pasa por entender cuál es la dinámica que tienen todos los grandes festivales del mundo, en la que el rock es una base, pero no lo es todo; y el interno, que simplemente sigue la dinámica local. Muchas bandas que se clasificaron a Rock al Parque a través de la convocatoria Distrital, como los Rolling Ruanas, eran bandas que estaban haciendo fusiones a partir del rock. Por otro lado, siempre había un balance: cuando trajimos a Celso Piña, por ejemplo, lo presentamos un sábado en la Media Torta, mientras que en el parque Simón Bolívar estaba el día del Metal. Piña no le estaba quitando el lugar a una banda, sino que estaba en otro espacio que abrimos. Lo mismo cuando hicimos las funciones de 31 Minutos en el Teatro Jorge Eliecer Gaitán.

Diario Criterio: ¿A usted le molestaban esos debates?

Chucky García: Digamos que aprendí de ese debate sin querer estar malgastando mi tiempo ahí metido. Lo mismo me pasó con muchas otras discusiones sobre el festival. Es que, a la larga, mi trabajo no era estar afuera debatiendo y convenciendo a la gente de algo, sino estar adentro, tratando de entender qué necesitaba el festival y qué le podía sumar. En ese sentido, el de Juanes es uno de los mejores ejemplos.

Juanes en Rock al Parque 2019. Foto Rock al Parque
Juanes terminó vitoreado por el público de Rock al Parque 2019. Foto: Rock al Parque.

Diario Criterio: ¿Por qué?

Chucky García: La participación de Juanes terminó con Metallica pronunciándose sobre Rock al Parque. Y para mí, eso, en términos de publicidad y de promoción del festival en el mundo, fue muy importante. No lo planeamos así. Yo no dije, “voy a invitar a Juanes para que luego Metallica hable del festival en sus redes”. Pero creo que el haber estado abiertos a la posibilidad de que Juanes viniera e hiciera el show que quisiera hacer fue lo que terminó generando todo lo que pasó.

Diario Criterio: Rock al Parque se mantuvo y creció en una época en la que comenzaron a proliferar otros festivales comerciales y con mucho más presupuesto, como el Estéreo Picnic. ¿Cómo sobrevivir y seguir triunfante en medio de esa explosión de opciones para la gente?

Chucky García: Apegándose cada vez más a las raíces y a la esencia del festival. Y también mejorando con cada edición. Por lo menos Rock al Parque, desde 2014 que lo vi, porque estuve ahí, mejoró de forma impresionante en cuanto a procesos de producción, de montaje, de logística o de contratación. Eso fue muy importante. Hubo ediciones en estos ocho años en las que, a una semana de comenzar el festival, ya todos los artistas estaban pagos. Y usted no se imagina lo difícil que es eso en un festival público cuyos tiempos dependen de que una cantidad de funcionarios firmen un documento para que los recursos salgan. El hecho de que el festival les cubra a todas las bandas el transporte, los camerinos y que les dé las mismas garantías técnicas es algo que habla muy bien del nivel en que se encuentra Rock al Parque. Para mí, eso sí, el reto sigue estando en el “…al parque”.

Diario Criterio: ¿A qué se refiere con eso?

Chucky García: Ofrecer cada vez una mejor y más cómoda experiencia. Algo que yo tuve claro desde el comienzo fue que era tan importante que al festival lo cerrara una gran banda, como que las zonas de bienestar estuvieran bien iluminadas, fueran cómodas y permitieran realmente disfrutar de un parque como el Simón Bolívar. Lo que yo sentí muchas veces como público de Rock al Parque —lo fui muchos años— era que uno iba y lo que menos hacía era ‘parchar’ en el en el parque. Había otra dinámica: llegar temprano, quedarse en un escenario esperando a que las bandas tocaran y no moverse. Eso, claramente, había creado una dinámica muy agresiva y anacrónica, porque estas nuevas generaciones disfrutan y se relacionan con la música de otro modo. Por eso, van a los festivales buscando mucho más que música, buscan experiencias.

Diario Criterio: ¿Cómo más mejorar esa experiencia en el parque?

Chucky García: El año pasado dimos un paso pequeño, pero muy importante, que fue tener, por fin, una zona de consumo responsable en la que la gente se pueda tomar un un trago mientras está en el festival. A eso es a lo que me refiero. Cuando la gente me decía, “deberían traer a Metallica para cerrar el festival”, yo siempre respondía que si Rock al Parque tuviera el presupuesto para traer a Metallica, yo preferiría que se lo metieran en tener más baños públicos, más logísticos que ayuden a la gente, más hamacas (como las que tuvimos en 2019). Es que todas esas cosas fueron las que nos ayudaron a romper esa mirada de Rock al Parque como un evento muy agresivo y muy fuerte.

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Diario Criterio: De hecho, el festival dejó atrás esas épocas de violencia, disturbios y peleas entre tribus urbanas y hoy es prácticamente un gran ejemplo de inclusión, convivencia y disfrute de la música en paz. ¿Cómo logró llegar hasta ahí y cómo mantenerse?

Chucky García: Pasa por todo esto de lo que estamos hablado, pero también por otros factores. Yo aprendí, por ejemplo, que la programación realmente ayuda a quitar cualquier tipo de tensión que haya entre tribus urbanas o entre públicos. Años atrás, lo que se pensaba era que si había, por ejemplo, un día del metal, ya no se programaban más bandas de ese género porque ellos ya tenían su espacio. Y no. Si el público del metal es uno de los más fieles y numerosos, creo que pueden volver al festival el segundo o el tercer día, no con la misma cantidad de bandas, pero sí con varios actos que les interesen, y compartir con otros públicos. Eso le da un mensaje poderoso a la gente: la trata como adultos.

Diario Criterio: Rock al Parque sigue siendo la principal plataforma para las bandas distritales y locales que hacen rock. Casi que en el puesto de programador usted pudo ver la realidad y el estado de salud de la escena local. ¿Qué tan quedada lo ve con respecto a la música urbana (rap, hip hop, reguetón) que parece ser la que manda la parada ahora? ¿Es cierto que el rock está muriendo?

Chucky García: Hay que entender que nosotros somos un país que acogió al rock desde la mitad del siglo pasado y que se ha nutrido del rock para hacer cosas increíbles, pero eso no significa que seamos un país rockero o con raíces en el rock. Eso es importante, porque el rock en Colombia ha existido y seguirá existiendo (bueno, malo o regular), pero sabemos que cualquier género musical que venga y esté marcado por lo tropical o por la música urbana se va a imponer y va a ser más popular. A mí me parece que el papel del rock en Colombia ha sido más el de dejar unos registros creativos que no tienen comparación y que al final han ayudado a dar a conocer al país en escenas donde el rock sí tiene una raíz. Y creo que deberíamos seguir pensándonos hacia allá.

Diario Criterio: Para terminar, ¿qué bandas le hubiera gustado traer a Rock al Parque y no pudo?

Chucky García: The Prodigy, Slayer y yo creo que Caifanes. Me hubiera gustado tener a Caifanes.

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8 Comentarios

  1. Chucky García merece reconocimiento y gratitud por su difícil trabajo de Programador Musical durante ocho años en un Festival súper popular y gratuito como Rock al Parque y con poco presupuesto.
    Buena entrevista

  2. Sonidos La Condesa

    Muchas gracias a Chucky García por una labor que le trajo grandes alegrias e inolvidables momentos a Bogotá, sus ciudadanos y sus músicos.

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