Nairo Quintana, ‘Supermán’ López y el mal momento del ciclismo colombiano en Europa

Nairo sin equipo y aparentemente vetado por consumir tramadol, una sustancia prohibida, y López en un equipo colombiano, desterrado temporalmente del World Tour y enredado en el caso de un médico español acusado de manejar una red de dopaje. El ciclismo colombiano vive una especie de desprestigio.

Este viernes en plena etapa reina del Tour de San Juan, que se lleva a cabo en Argentina, Miguel Ángel ‘Supermán’ López dio un golpe en la mesa. En solitario, con la camiseta del equipo colombiano Medellín-EPM (en el que corre desde que salió despedido del Astana y del World Tour) y por delante de corredores de élite como Remco Evenepoel o Filippo Ganna, el colombiano cruzó la meta luego de los 173,3 kilómetros que separan Chimbas del Alto del Colorado. Fue una demostración llena de orgullo y de rabia contenida. Un desahogo luego de unos meses bastante difíciles.

Muy cerca de él, otros colombianos: Sergio Higuita, Egan Bernal, Einer Augusto Rubio, Brandon Rivera. Tampoco le fue tan mal a Fernando Gaviria, quien hace unos días ganó al sprint otra de las etapas e incluso estuvo en el liderato de la competencia.

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Por lo que se vio en la etapa y lo que se ve en la tabla general de San Juan, en la que López lidera en solitario, cualquiera diría que el ciclismo colombiano está en uno de sus mejores momentos y ad portas de una temporada inolvidable. Pero la verdad es mucho más cruda: lo que ocurre en Argentina parece un pañito de agua tibia ante la situación de los colombianos en el World Tour, en donde Nairo Quintana y el propio Supermán son el ejemplo perfecto de lo que se puede calificar, sin exageraciones, como desprestigio.

Quintana, acusado por la UCI (una sanción confirmada por el TAS) de usar tramadol -una sustancia prohibida- en medio del pasado Tour de Francia, en donde había sido una de las grandes sorpresas, terminó su contrato con el Arkea-Samsic y desde entonces no ha podido conseguir equipo para correr. Aunque el tramadol no es una sustancia considerada dopante por la AMA (Agencia Mundial Antidopaje), en el ciclismo son tajantes en su contra, por lo que la mayoría de los equipos metieron a Nairo en una especie de lista negra.

Nairo Quintana

La situación del ciclista colombiano más ganador de todos los tiempos (en su palmarés se incluye un Giro de Italia, una Vuelta a España y varios podios del Tour de Francia) es tan complicada, que a principios de esta semana se decía que iba a retirarse del ciclismo profesional. Él mismo tuvo que desmentirlo en una rueda de prensa en la que dijo que no se rendía, que seguía en forma y que iba a viajar a Europa para hablar directamente con los equipos del World Tour, buscando limpiar su nombre y una oportunidad para competir.

López, por otro lado, está en una situación aún más complicada. Su nombre terminó salpicado en la investigación contra el doctor español Marcos Maynard, un hombre acusado, por la Guardia Civil Española, de manejar una red de tráfico de medicamentos prohibidos para dopar a los deportistas de alto nivel, especialmente ciclistas. Desde entonces, la carrera del colombiano -una de las grandes promesas desde hace varios años- se vino a pique: el Astana lo despidió y tuvo que salir del World Tour para buscar un refugio en Colombia, donde se vinculó al Medellín-EPM, mientras aclara la situación.

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Tanto Quintana como López alegan que son inocentes. Nairo dice que nunca consumió tramadol y que los rastros en su sangre se pueden deber a los antialergénicos que consumió meses antes del Tour del año pasado o a errores en la toma de la muestra. López, por su parte, alega que nunca se dopó y que solo consultó a Maynard por temas profesionales. Nairo, en ese sentido, la tiene más difícil: el TAS (Tribunal de Arbitramento Deportivo) ya falló en su contra la apelación, mientras que Supermán aún puede demostrar su inocencia. Es más, el propio Maynard ha salido a decir que nunca le entregó medicamentos prohibidos al colombiano.

Pero más allá de esas minucias argumentativas, la situación de ambos ciclistas es sintomática de un mal momento para el ciclismo nacional. El número de ciclistas en equipos del World Tour no sube, sino que baja. Y en el ProTeam (algo así como la segunda división del ciclismo mundial), es peor: este año se pasó de 15 colombianos a solo 3, como lo anunció el portal Ciclismocolombiano. De los que siguen en la élite tal vez los más fuertes sean Egan Bernal, quien viene de un accidente que casi le cuesta la vida y aún tiene que acoplarse al ritmo, y Fernando Gaviria, quien ha vuelto a ganar etapas e ilusiona con una buena temporada.

superman

A eso se suman varios problemas en el plano nacional, relacionados también con casos de dopaje en los más jóvenes. De hecho, según un informe de France 24, emitido en octubre del año pasado, Colombia era el país con más casos de ciclistas sancionados por dopaje en el mundo: 32. Una cifra en donde están incluidos algunos corredores del extinto equipo Manzana Postobón, que solía ser un semillero para el ciclismo nacional, y llegó a participar en carreras como la Vuelta a España, pero que a raíz de ese escándalo terminó sin patrocinios y liquidado.

Ciclistas colombianos como Jarlinson Pantano también se han visto envueltos en escándalo. A él lo acusaron en 2019 de consumir EPO, una hormona prohibida que produce glóbulos rojos y mejora la llegada de oxígeno a la sangre, y aunque siempre alegó que era inocente, prefirió retirarse del ciclismo para no asumir un proceso de defensa largo y costoso. Desde entonces dice que la UCI es una mafia y que trata de forma diferencial a los europeos que a los colombianos.

En ese panorama, las autoridades (tanto la Federación Colombiana de Ciclismo como el gobierno nacional) tampoco han actuado diligentemente. Un primer ejemplo es la cancelación, durante tres años seguidos, del promocionado Tour Colombia 2.1, una competencia del calendario UCI a la que venían equipos y corredores de primer nivel, lo que permitía mostrar el talento nacional y poner a los jóvenes a competir con los más grandes. No se realiza desde 2020 y la razón oficial es una supuesta falta de recursos económicos.

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El segundo ejemplo es el fracaso del Laboratorio Colombiano contra el Dopaje. El país ya tenía uno, que operaba en Bogotá, pero en 2017 perdió la certificación porque no cumplía con los estándares internacionales y desde entonces la federación debe seguir un costoso (y poco eficiente) proceso de recolectar las muestras y enviarlas a Estados Unidos.

El gobierno en convenio con la Universidad Nacional estaban reacondicionando el lugar, pero aunque se han invertido casi $100.000 millones, según la actual ministra del Deporte, María Isabel Urrutia, hasta ahora no se ha podido obtener la certificación de la Agencia Mundial Antidopaje.

Mientras los escándalos y los problemas se acumulan, una gran cantidad de ciclistas jóvenes, que sueñan con hacer del deporte su profesión y con llevar la bandera de Colombia a lo más alto, ven como sus sueños se hacen más difíciles de cumplir. La esperanza es que Egan, Rigo y los que siguen compitiendo en las grandes ligas hagan olvidar los malos tragos y alejen el desprestigio a punta de triunfos. Es lo que merece la historia del ciclismo colombiano.

2 Comentarios

  1. Que triste prospecto pero es la realidad
    Que nuestros ciclistas salgan adelante en sus investigaciones , sobretodo si son inocentes
    Que no sea discriminación

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