Claudia López y su apoyo a la CIDH: ¿populismo mediático?

El reciente informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha generado todo tipo de polémicas. Mientras el Gobierno se muestra evasivo a las recomendaciones, la alcaldesa de Bogotá las respaldó y anunció medidas; sin embargo, para muchos, las palabras de López no tienen coherencia con su manejo de la protesta social.

Con poco agrado recibió el Gobierno nacional el informe de la CIDH sobre el paro nacional en Colombia, publicado este miércoles 7 de julio. La encargada de responder a los cuestionamientos fue la vicepresidenta y canciller Marta Lucía Ramírez, quien rechazó varias de las recomendaciones.

Ramírez rechazó el respaldo de la organización a los bloqueos o “cortes de ruta” y la propuesta de apartar a la policía del Ministerio de Defensa. Asimismo, criticó la creación de un mecanismo especial de seguimiento en materia de derechos humanos para el desarrollo de las movilizaciones.

En contraste, la alcaldesa Claudia López suscribió punto por punto las sugerencias de la CIDH y calificó el informe como “ponderado, riguroso y propositivo”. La mandataria dijo que “la Alcaldía Mayor de Bogotá respeta, comparte y acoge todas las recomendaciones hechas al estado colombiano”.

Incluso, López apoyó la creación del mecanismo de seguimiento, asegurando que la capital está dispuesta a facilitar dicha medida. “La alcaldía ofrece a la CIDH la hospitalidad y requerimientos que sean necesarios para que pueda instalar en nuestra ciudad el mecanismo especial de seguimiento en materia de derechos humanos”.

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La alcaldesa también anunció la incorporación de las recomendaciones al protocolo de protesta social en Bogotá, la reestructuración de la formación en derechos humanos para la policía y el avance en la recolección y sistematización de la información sobre afectación a los derechos humanos.

Asimismo, dijo que se creará un equipo especializado en la Secretaría de la Mujer para atender los casos de violencia basada género y que se ajustará el presupuesto distrital para que cada agente del Esmad y la Policía Metropolitana de Bogotá porten bodycams.

Tras este pronunciamiento, las críticas le llovieron a la alcaldesa. La primera en manifestarse fue, precisamente, Marta Lucía Ramírez, quien desautorizó a López y le recordó que las relaciones del Estado colombiano con terceros son manejadas por el Gobierno en cabeza del presidente Iván Duque.

Todas las diligencias que se puedan hacer por parte del Estado son bienvenidas, pero instalar un organismo internacional no le compete a la alcaldesa, no lo vamos a hacer. Lo que ella quiera hacer en Bogotá, trabajando de la mano de la policía, es bienvenido”, dijo la vicepresidenta y canciller.

Por su parte, el presidente manifestó: “Yo no voy a entrar en controversias con gobernantes locales, la política exterior de Colombia la dirige el Gobierno nacional, nosotros tenemos una política de derechos humanos, tenemos además una institucionalidad sólida”.

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Bajo fuego

Estos no fueron los únicos reclamos que cayeron sobre Claudia López. Desde otra orilla, varios de sus opositores le recalcaron su papel como jefa de la Policía Metropolitana y los abusos de poder por parte de algunos miembros de esa institución.

Una de las primeras en cuestionar su apoyo a la CIDH fue Francia Márquez, líder social y precandidata a la presidencia. Márquez le recordó que su anterior director de derechos humanos, Andrés Idárraga, renunció al cargo por las diferencias en el manejo de la fuerza pública y las protestas.

“¿Por que esperar a que la CIDH se pronuncie para poder decir que va a actuar?”, cuestionó Francia Márquez.

El propio Idárraga también se pronunció a través de su cuenta de Twitter, donde aseguró: “Las declaraciones de Claudia López rayan en el cinismo. Hace una lectura ególatra y desconoce el manejo de la protesta en Bogotá. Sus palabras agradeciendo y destacando las recomendaciones de la CIDH parecen de alguien que no tiene el deber de garantizar los Derechos Humanos”.

Otro de los que lanzó un varillazo fue Gustavo Petro, quien desde hace varias semanas sostiene una fuerte pelea con la alcaldesa por el apoyo de Colombia Humana a la primera línea. El senador le dijo que, si aceptaba el informe y las recomendaciones, también debería prohibir el uso del Esmad en las manifestaciones.

El senador Alexander López Maya, presidente del partido Polo Democrático, aprovechó la coyuntura y le reclamó a la alcaldesa su presunta responsabilidad en la aprobación de la medida de traslados por protección, criticada por la CIDH por ser una forma clara de violencia policial.

“Le advertí al Senado el grave riesgo de los traslados por protección que los ponentes como Claudia López incluyeron en el Código de Policía. Hoy la CIDH advierte cómo esa figura se usa para violentar la manifestación y atentar contra la libertad”, expresó López Maya

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Claudia López, ¿una alcaldesa de tendencias?

En varias oportunidades la mandataria ha tomado posturas polémicas frente a las protestas del paro nacional y la violencia en Bogotá. A finales de mayo, reconoció errores en su trato a los manifestantes. En ese momento, anunció un ‘timonazo’ a su administración en relación con las posturas frente al paro nacional.

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“Hay un contundente cambio de prioridades de la ciudadanía. No es que de repente a la ciudadanía y a los jóvenes no les importe la salud o el contagio o el covid. Es que a una ciudadanía y a una juventud terriblemente empobrecida y abusada le importa más el hambre, el desempleo”, dijo.

Muchos le reclamaban por esos días que cumpliera su promesa de campaña de respetar las marchas y acompañar a los jóvenes, sin hacer uso del Esmad. Esta crítica ha sido recurrente durante su mandato; incluso, sus contendientes de las elecciones le han pasado cuenta de cobro al respecto.

Cabe resaltar que a pesar de mostrar sus buenas intenciones para dialogar con quienes protestan, la alcaldesa López ha tenido una mala relación con los jóvenes de la primera línea. El pasado 2 de julio, cuando se instalaba una mesa de diálogo con los manifestantes, muchos de ellos se retiraron de la conversación por la no asistencia de López. 

La alcaldesa nos citó y esto es una falta de respeto que lleguemos todos acá con toda la disposición de la vida y ella nos deje una silla vacía”, dijo una joven manifestante a los medios de comunicación.

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Por ahora, la mandataria se mantiene firme en varios puntos: no permitir los bloqueos permanentes, aglomeraciones en los portales de Suba y Américas, vandalismo y criminalidad. Asimismo, se ha mostrado contundente en las críticas a Colombia Humana por entregar dotaciones a la primera línea.

Para algunos, su posición ante el pronunciamiento de la CIDH es un acto formalista, pues no concuerda con sus presuntos ataques a los manifestantes. En redes sociales, varios usuarios no la bajan de hipócrita o doble moral.

Entre tanto, algunos analistas manifiestan que el Gobierno debe recibir las palabras de la alcaldesa como un símbolo de cooperación. Otros expertos indican que la mandataria enfrenta un momento difícil por las funciones de su cargo y la naturaleza de la policía y el Esmad.

“Hay una ‘bicefalia’ institucional que genera dificultades: la policía tiene el deber de responder tanto a los alcaldes como a los mandatos nacionales”, asegura Jerónimo Castillo, investigador de la fundación Ideas para la Paz. Para el analista Jorge Iván Cuervo, el reconocimiento de López a la CIDH es simbólico y no existen mayores implicaciones. 

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