Las listas al Congreso, el nuevo culebrón del centro político
El pacto firmado este domingo entre los integrantes de la Coalición de la Esperanza, un sector de la Alianza Verde y Alejandro Gaviria es apenas el primer paso para armar una alianza robusta que le compita al uribismo y al petrismo. Ahora, los integrantes de este grupo deberán decidir si llegan juntos a las parlamentarias, una discusión que podría reavivar algunas diferencias.
Al llamado cónclave de los candidatos de centro le quedó una tarea pendiente. Si bien es cierto que el Acuerdo Centro Esperanza es un avance importante, pues define las reglas de juego para una consulta entre seis precandidatos con posturas políticas diversas, no deja claro cuáles son las condiciones programáticas y la ruta para sumar fuerzas de cara a las elecciones para Congreso.
La opción de tener listas conjuntas para Cámara y Senado ya sufrió su primer traspié. Esto por cuenta de la decisión del Nuevo Liberalismo de llegar solos a la contienda. Según Juan Manuel Galán, este movimiento apostará por “una lista cerrada, en cremallera, para que gente nueva, capaz, idónea, responsable llegue al Congreso a adelantar las reformas que el país necesita”.
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La decisión tomó por sorpresa a algunos miembros del propio partido. El senador Iván Marulanda, quien tendría uno de los primeros puestos en el tarjetón para el Senado, aseguró que separarse de la Coalición Centro Esperanza “no es constructivo ni realista”. Las críticas también llegaron desde el sector de la Alianza Verde que respalda la alianza. Por ejemplo, la representante Juanita Goebertus pidió que la decisión no fuera definitiva.
La principal motivación del Nuevo Liberalismo para armar rancho aparte estaría en su intención de consolidar el partido, revivido hace pocos meses por la Corte Constitucional. Además de esto, la alianza para el Congreso no habría dado fruto porque, mientras el Nuevo Liberalismo quería listas cerradas, otros integrantes de la coalición como la Alianza Verde y Dignidad pensaban en listas abiertas.
Así mismo, la situación de los verdes, divididos entre quienes respaldan la unión del centro y quienes apoyan el Pacto Histórico, habría generado desconfianza de la familia Galán y el Nuevo Liberalismo, precisamente por la cercanía de algunos integrantes de esta colectividad con Gustavo Petro.
Así las cosas, los representantes del centro tendrán que buscar consenso entre los demás integrantes de la coalición. En el papel, Dignidad de Jorge Robledo, Compromiso Ciudadano de Sergio Fajardo, el partido Alianza Social Independiente (ASI) y Colombia Renaciente estarían de acuerdo con una lista conjunta y abierta.
Sin embargo, los problemas surgen a la hora de darle un lugar a la Alianza Verde y pensar cómo distribuir los lugares privilegiados de las listas para Senado y Cámara.
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La encrucijada del Verde
El otro tema que les quita el sueño a los precandidatos de centro es la participación de la Alianza Verde en la coalición. El problema proviene de la división interna de ese partido que los dejó sin un candidato propio y con la mitad del movimiento en el Pacto Histórico y la otra en la Coalición de la Esperanza.
Cabe resaltar que si bien la dirigencia del Verde dio libertad a sus integrantes para buscar alianzas en la primera vuelta presidencial, planteó una conversación con la Coalición de la Esperanza para construir listas conjuntas al Congreso.
La decisión terminó generando una nueva pelea. Este domingo, la senadora Angélica Lozano suscribió el pacto de la Coalición Centro Esperanza a nombre de la Alianza Verde, lo que despertó indignación en algunos de sus compañeros. Ese fue el caso de la senadora Sandra Ortiz, quien calificó el hecho como un “gran abuso”.
Esto demuestra que en el centro aún no pueden hacer cuentas alegres con toda la Alianza Verde. Además, para algunos es poco probable que los verdes petristas, en caso de una victoria presidencial de la coalición de centro, terminen engrosando las filas de una coalición de gobierno, pues fácilmente podrían declararse independientes. Lo mismo pasa en contravía, ya que parece difícil que algunos como Carlos Amaya o Angélica Lozano terminen congraciados con un Petro presidente.
Según el representante a la Cámara Inti Asprilla, quien hace parte de los congresistas verdes en el Pacto Histórico, este grupo habría estado dispuesto a tener una lista única con los de centro, pero la decisión del Nuevo Liberalismo de tener lista única es un “portazo” a esa espíritu de unidad.
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Incluso si los verdes lograran entrar en grupo a la lista conjunta de centro, la pelea se trasladaría a la elección de las cabezas de listas: en ese partido muchos ya tienen posiciones de privilegio que podrían ser relegadas por otros pesos pesados. Ese sería el caso de la misma Angélica Lozano, quien en la Alianza Verde tiene casi asegurado el primer puesto, mientras que en la Coalición Centro Esperanza tendría que pelearla con figuras como Humberto de la Calle.
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Las cabezas de lista en la coalición de centro
Al igual que en otros partidos y coaliciones, las posiciones de privilegio de las listas a Cámara y Senado del centro serán un factor de disputa. Por ejemplo, en el Centro Democrático se libra una batalla por el primer puesto de la lista. Mientras unos se lo dan a María Fernanda Cabal, que quedó en segundo lugar de la encuesta interna, otros piden que sea el excandidato a la Alcaldía de Bogotá Miguel Uribe, tal y como el expresidente Uribe lo habría propuesto.
En la Coalición Centro Esperanza el interrogante está alrededor de la figura de Humberto de la Calle. Desde hace varias semanas el exjefe negociador del Acuerdo de Paz ha sonado como la cabeza de lista de la alianza. Para muchos, se trata de un perfil conciliador y con experiencia que puede ayudar a impulsar más curules en el Senado para este grupo.
No obstante, la situación del Nuevo Liberalismo podría cambiar el panorama. De la Calle también ha sonado como el número uno al Congreso de este movimiento. Lo que lo uniría con este partido sería su intención de tener una lista cerrada que permita una participación equitativa y con mayor presencia de mujeres.
En este punto empieza a tomar fuerza el rol de Íngrid Betancourt en la Coalición Centro Esperanza. La excandidata presidencial tuvo un papel protagónico en el cónclave, pero no quedó como precandidata. Por esta razón, el futuro de Betancourt podría estar entre el Congreso o ser la fórmula vicepresidencial del ganador de la consulta de marzo.
A pesar de los esfuerzos de sus integrantes y más allá del brindis y las fotos que dejó el cónclave de la coalición de centro, los integrantes de este grupo tendrán que resignarse a tener por lo menos dos listas para el Congreso, algo que sin duda les quitará fuerza y pone en entredicho su solidez.
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4 Comentarios
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Tantos super egos reunidos solo llevan a mas terquedad, mas arrogancia y a escucharse menos. Todos creen tener la razon y ser los salvadores. Enseñados en nuestra sociedad y desde la escuela a la individualidad y al egoismo. Diferente en otras latitudes que la union y la cooperacion grupal hace la fuerza. Alli radica la fuerza y el exito de un plan o un proyecto de vida. Cazar en grupo es mas efectivo que hacerlo solo, asi lo demuestra la misma naturaleza. Mucho patirajado con infulas de mesias y poco liderazgo quieren mostrarse lo que no son. Humildad y aceptacion de que no todos somos lideres, no todos son cabeza de leon, algunos son mas cola de raton