Daniel Alves, en prisión preventiva por presunta agresión sexual
El futbolista brasileño compareció ante la justicia española, que ordenó prisión preventiva. De ser hallado culpable, Daniel Alves podría recibir una pena de entre cuatro y 12 años.
El futbolista brasileño Daniel Alves da Silva fue detenido el pasado viernes 30 de enero, señalado de agredir sexualmente a una mujer en la discoteca Sutton, de Barcelona (España), el 30 de diciembre, según informó el diario español El País.
En horas de la mañana, al llegar a Barcelona, Alves fue trasladado a la comisaría de los Mossos d’Esquadra, del distrito de Les Corts, para rendir declaración. Después de las 10:00, hora local, salió arrestado en una patrulla policial.
El futbolista de 39 años permanece en prisión preventiva, sin fianza, desde la tarde del viernes, después de que la jueza escuchara las declaraciones de víctima y acusado y analizara los indicios de la presunta violación recopilados por Mossos d’Esquadra, ocurrida la madrugada del 30 de diciembre, en los lavabos de la zona VIP de la discoteca Sutton, en Barcelona.
Los hechos habrían ocurrido la madrugada del 30 de diciembre, en Sutton, una discoteca en la parte alta de Barcelona. La víctima, de 23 años, estaba en la zona VIP con unos amigos mexicanos y las dos amigas con las que había llegado a la discoteca.
La víctima denunció a Alves dos días después de la presunta agresión sexual y su denuncia está judicializada y en fase de instrucción, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
El reconocido deportista tenía previsto jugar el sábado un partido de liga con los Pumas, así que pidió permiso para ausentarse, debido al fallecimiento de su suegra, motivo por el cual, según la versión que dio al Club, viajaba a Barcelona, reveló El País.
Denunciante renunció a indemnización
Inicialmente, Alves negó las acusaciones y argumentó no conocer a “esa señorita”.
La joven de 23 años, por su parte, rechazó ser indemnizada por el jugador, en caso de que este sea hallado culpable, dijeron fuentes judiciales al diario español.
Pese a que la jueza le recordó que, en ese caso, la mujer tendría el derecho legal a ser resarcida económicamente por lesiones y daños, la mujer renunció explícitamente a ejercerlo, porque su “objetivo es que se haga justicia y que el exjugador del Barça pague con la cárcel por lo ocurrido“, describe el diario español.
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Huellas y “restos biológicos”
Aunque Alves niega conocer y haber tenido relaciones sexuales sin consentimiento con la mujer, su versión no concuerda con las huellas y “restos biológicos” hallados por las autoridades, reveló El País.
Por el contrario, según fuentes judiciales, la declaración de la joven ha sido coherente y sólida.
Tras comparecer durante 45 minutos, el tribunal calificó al jugador de los Pumas de haber “incurrido en numerosas contradicciones”.
La Fiscalía solicitó el arresto de Alves, pedido al cual la jueza accedió por su elevado riesgo de fuga: el jugador tiene capacidad económica para escapar, carece de arraigo en España, es brasileño (país con el que España no tiene convenio de extradición) y afronta penas graves de cárcel que oscilan entre cuatro y 12 años.
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Indicios de “relación no consentida”
Según los documentos del juzgado, el 30 de diciembre, en la discoteca Sutton, de Barcelona (España), un camarero se acercó a la denunciante, cuya identidad no ha sido publicada, y le pidió acompañarlo porque alguien quería invitarla a una copa. Era Dani Alves, que estaba un amigo. La víctima dijo al jugador que no lo conocía y este habría respondido, con ironía: “Soy jugador de petanca en L’Hospitalet de Llobregat”, según consta en la denuncia.
Alves agarró la mano de la víctima y la acercó a su pene. Después, la llevó al baño, donde la presunta agresión sexual tuvo lugar. La denunciante declaró que trató de salir, pero Alves no se lo permitió y la penetró vaginalmente.
La agresión, que duró unos 15 minutos, fue muy violenta, ya que también se produjo un momento de forcejeo entre ambos. Tras abandonar la zona VIP, la mujer alertó de lo que había pasado y fue atendida en el hospital Clínic, de Barcelona.
El parte médico de las lesiones, también incorporado a la causa judicial, apunta, describe El País, a “una relación no consentida“.
“No la he visto nunca en mi vida”: Daniel Alves
El deportista de 39 años había negado la mayor parte del relato.
Hace unos días, envió un vídeo al programa Y ahora Sonsoles, de la cadena Antena 3, en el cual declaró: “Me gustaría desmentir todo, primero. Yo estuve ahí, en ese sitio, con más gente, disfrutando. Todo el mundo sabe que me encanta bailar. Disfrutando, pero sin invadir el espacio de los demás y, cuando eliges ir al baño, no preguntas quién está en el baño para ir”, se defendió, y aseguró que no conocía a la víctima.
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“Lo siento mucho, pero no sé quién es esa señorita, no sé quién es, no la he visto nunca en mi vida. Todos estos años nunca he invadido el espacio de alguien, menos, sin autorización. ¿Cómo lo voy a hacer con una mujer o una chica? ¡Por Dios, no! Ya basta, porque hacen daño, sobre todo a mi gente, a los míos, porque saben quien soy”, continuó.
Luego, en otra de la tres versiones que dio de los hechos, reconoció, parcialmente, que se produjo una relación sexual, pero negó cualquier agresión.
“Diversos indicios incriminatorios”
Mientras esperaba su turno en el calabozo de la Ciudad de la Justicia, su abogada defensora recibió los últimos atestados de los Mossos d’Esquadra en los cuales se analizan “diversos indicios incriminatorios” —reveló El País—, como “restos biológicos y huellas dactilares“, entre otros.
Según las fuentes judiciales, el extenso autodictado de la jueza es sólido y contundente, y se apoya tanto en la persistente declaración de la víctima como en los indicios (restos biológicos, huellas dactilares, videos de seguridad) recogidos y analizados por los Mossos.
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También figuran las imágenes de seguridad de la discoteca Sutton que, aunque no demuestran la violación, ya que no hay cámaras en los baños de la zona VIP, “sí reflejan el estado anímico de la chica antes y después de lo ocurrido“, reportaron las fuentes.
Por su parte, la defensa de Alves tiene la opción de presentar un recurso de apelación ante un órgano superior, la Audiencia de Barcelona, para tratar que la prisión provisional —la medida cautelar más gravosa— pueda sustituirse por otra más leve, como prohibirle al jugador salir de España o retirarle su pasaporte.
Los Pumas, el equipo mexicano que fichó a Alves en julio de 2022 y desconocía la situación del futbolista hasta el viernes, rescindió el contrato de forma automática.
“Con esta decisión, el Club reitera su compromiso de no tolerar actos de ningún integrante de la institución, sea quien sea, que atenten contra el espíritu universitario y sus valores”, dijo Leopoldo Silva, presidente del equipo mexicano.
Alves dejó el fútbol europeo en julio de 2022, cuando cerró su segundo ciclo en el Barcelona. Decidió darle un vuelco a su carrera cuando fichó como jugador libre con los Pumas, el equipo representativo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), una de las principales universidades de América Latina.
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