Débora Arango y su denuncia social se toman el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM)

Una nueva sala de exposiciones se abre en el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM), con una muestra dedicada a la pintora Débora Arango.

Débora Arango (Medellín, 1907-2005) se entregó al arte desde sus 16 años así como los amantes se atreven a dejar todo por amor, así como los valientes saltan al vacío sin saber con qué se encontrarán. Débora Arango se entregó a las artes en una época en donde las mujeres debían cuidar de sus hijos y estar en sus casas, en un tiempo donde ella solo debía seguir el modelo femenino.

Se entregó al dibujo y a la pintura sin esperar nada a cambio y sin importar el conservatismo antioqueño de la época deambuló por cantinas, burdeles y espacios a los que solo los hombres tenían acceso.

Pintó mujeres borrachas, a las que el amanecer las encuentra en compañía de hombres que negocian su precio; pintó mujeres con el pecho descubierto que bajan los ojos frente a la mirada cuantitativa de quienes intentan adivinar cuánto cuesta pasar una noche junto a ellas”, cuenta Gloria Susana Esquivel en ¡Dinamita! Mujeres rebeldes en la Colombia del siglo XX.

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Débora Arango pintó senos, cuerpos de mujeres desnudas, panzas expuestas de mujeres embarazadas y retrató la cotidianidad de una forma tan auténtica que algunas de sus obras expuestas en Medellín en los años cuarenta fueron descolgadas de las salas de exhibición.

Aunque generó mucha controversia en el arte colombiano, Débora Arango es un referente nacional, por eso la exposición Débora Arango y la denuncia social, 1940-1958 del Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM) rinde homenaje a la artista y exhibe algunas de esas pinturas que representan la violencia y escenas que sin importar el paso del tiempo siguen intactas en la sociedad.

Débora Arango
Débora Arango. Paternidad (1948) – La celestina (1952)

Débora Arango y sus fotografías en lienzo

Los ojos de esa pintora –nacida en Medellín, la ciudad más tradicionalista y devota de Colombia– parecían configurados para captar especialmente lo dramático y grotesco, decepcionante y cruel de la vida (…). En sus maternidades, pequeños esqueletos cubiertos de harapos con ojos inmensos, dulces y hambrientos cuelgan de los pechos“.

Estas palabras de la escritora Elisa Mújica sobre Débora Arango definen muy bien las obras que se exhiben actualmente en el MAMM. Por ejemplo, Maternidad y violencia muestra a una mujer embarazada expuesta en la intemperie, mientras al fondo se ven los aviones y las balas estallando. En su vientre se guarda la vida mientras miles de personas la pierden en la guerra.

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Maternidad negra y Madona en silencio muestran a las criaturas paridas por las mujeres. Ese hijo o hija saliendo de entre las piernas de la madre y ese bebé que se alimenta del seno de su progenitora. Ambas imágenes evocan la realidad, nos recuerdan de dónde venimos, de dónde saciamos el hambre los seres humanos. Estas pinturas son el reflejo de una realidad femenina que solo una mujer como Débora Arango podría retratar.

Débora Arango
Madona del silencio y Maternidad Negra (1944)

Qué acertada fue Gloria Susana Esquivel al describir que “una mujer que pinta a otras mujeres es también cómplice, amiga, hermana de sus modelos. Conoce la vida íntima del universo femenino (…)”. Débora hablaba con voz empática, no era una pintora de juicios hacia otras, era esa voz que podía gritar en el lienzo la censura de la sociedad hacia la mujer.

Su obra fue una lupa con forma de pincel sobre aspectos problemáticos de la sociedad, principalmente aquellos que delataban la injusticia imperante en distintos contextos, sin abandonar por ello la representación de escenas simples y cotidianas de su entorno familiar o social que, en contraste, resultaban tranquilizantes.

La artista reservó en su obra un espacio privilegiado para hacer evidentes las manifestaciones de injusticia social recurrentes en el contexto colombiano como la pobreza, la maternidad y paternidad en condiciones adversas, la violencia, el hambre, la prostitución, la orfandad y el trato inequitativo con las mujeres“, se lee en el texto curatorial.

Débora Arango - Maternidad
Maternidad y violencia (1944).

En la exposición del MAMM también se exhiben obras que retratan lo colectivo, la familia que duerme en el piso, el almuerzo conjunto de personas pobres, madres que conversan junto a sus hijas y un padre que se apoya de sus hijos tímidos. La individualidad de las mujeres se une a estas obras que retratan cómo, a pesar de las condiciones, siempre habrá una comunidad para sostener el dolor y las penas.

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Si Débora Arango siguiera viva quizá se tomaría fotos con banderas moradas y verdes. Sería una defensora de la libertad de las cuerpas y sería una defensora de la niñez y el espacio público. Débora Arango logró ese objetivo innato de los artistas, hacer que sus obras sean vigentes así pasen años y siglos.

Con Débora Arango y la denuncia social, 1940-1958, el Museo de Arte Moderno de Medellín inauguró la nueva sala de exposiciones J. Mario Aristizábal, un espacio de 96 metros cuadrados donde se realizarán exposiciones temporales.

Foto cortesía MAMM.

Si quiere conocer la programación del museo y otras actividades puede ingresar a elmamm.org.

7 Comentarios

  1. Debora Arango una artista muy recordada por su gran trabajo y las dificultades que le tocó afrontar por la controversia de sus obras

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