“El problema no es que haya ricos, sino que la riqueza se construya a costa de la desigualdad”

En Colombia, solo dos hombres tienen más riqueza que el 50 por ciento de la población. Diario Criterio habló sobre ese y otros temas con Carlos Mejía, director ejecutivo de Oxfam en el país, que analizó el porqué de la desigualdad y cómo lograr una solución.

La organización internacional Oxfam presentó este mes un informe que dio cuenta de cómo la pandemia de covid-19 acrecentó las desigualdades en gran parte del mundo, lo que dejó a más de 160 millones de personas en la pobreza. 

Una de las principales conclusiones del informe es que mientras los diez hombres más ricos vieron crecer su dinero, los ingresos del 99 por ciento de la humanidad empeoraron. Así mismo, la organización manifestó que en Colombia tan solo dos hombres tienen más riqueza que el 50 por ciento de la población. 

Para indagar más sobre las desigualdades en el país, Diario Criterio dialogó con Carlos Mejía, director ejecutivo de Oxfam Colombia. Mejía analizó las razones que llevaron a una mala distribución de capital y dio algunas claves que podrían contribuir a una distribución más equitativa, siempre y cuando exista una voluntad política.

En contexto: En pandemia, la fortuna de los más ricos se duplica, mientras el 99 por ciento de la humanidad se empobrece
MEJÍA-OXFAM
Carlos Mejía. Foto: Oxfam.

Diario Criterio: En el informe se indica que en el país dos hombres tienen más riqueza que el 50 por ciento de la población. ¿Quiénes son y por qué se ha dado esta acumulación?

Carlos Mejía: Según las estadísticas, son Luis Carlos Sarmiento y David Vélez. Lo que hay detrás de esta acumulación es un modelo económico fallido, no solo en Colombia sino en el mundo. Tenemos un modelo económico que mide el crecimiento con categorías que desconocen las brechas, un modelo que solo está respondiendo a unos pocos, dejando por fuera a millones, en condiciones de vulnerabilidad, sin acceso a los derechos, a la seguridad alimentaria. Hace unos días, la FAO en Colombia publicó un informe que dice que este año más de 7 millones de colombianos se van a ver afectados por la inseguridad alimentaria. Esto es alarmante en un país que dice que su economía creció 10 por ciento.

Diario Criterio: ¿Cuál sería entonces la solución para desconcentrar la riqueza, despojar a los ricos de parte de su dinero? ¿Una política fiscal?

C.M.: Ciertamente tiene que haber soluciones centradas en la política fiscal, en controlar la riqueza extrema que genera desigualdad extrema, a través de impuestos. Esto también significa terminar con los paraísos fiscales y con la evasión fiscal. Luego, hay que trabajar en modelos que no generen violencias económicas, a través de ingresos que se puedan invertir en el acceso a servicios básicos, educación con calidad, salud con calidad, empleo digno, justicia de género y en una infraestructura que habilite circuitos económicos en el campo.  Un modelo que ponga la vida en el centro y no solamente la acumulación y la riqueza.

Diario Criterio: En este sentido, ¿incentivar la formalización del empleo y la creación de empresas también es una medida funcional?

C.M.: Completamente. La informalidad genera mucha inseguridad en la vida de las personas. Cuando la vida de una persona consiste en encontrar la manera de pasar el día, buscando alimento para su familia, lo que hay es una ruptura del tejido social, que está atravesada por la desesperación.

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Diario Criterio: En su reciente informe, también incluyen a los movimientos sociales como parte de la solución a la desigualdad. ¿Qué tanta repercusión pueden tener los movimientos de protesta en un país como Colombia, en los que parte de la población no cree en la posibilidad de un cambio?

C.M.: Lo que queda en evidencia con el caso colombiano es que somos una sociedad que no se sienta a conversar sobre sus problemas, que no tiene la capacidad de reconocer la diversidad que configura la verdad de su tejido social. Una sociedad así nunca va a poder movilizar procesos de transformación social, pues hace que se profundice la fractura colectiva. Debemos salirnos de estos esquemas que crean modelos económicos homogeneizantes y que dejan por fuera a las minorías para el beneficio de las mayorías. El problema no es que existan ricos, sino que la riqueza extrema se construya a costa de la desigualdad.

Diario Criterio: ¿Esta falta de diálogo no haría parecer lejana la posibilidad de tener una política fiscal justa?

C.M.: Las desigualdades crecientes reflejan que esas políticas todavía no son las adecuadas, que falta. No es suficiente decir que hemos hecho cosas. Hay que hacer más, con mayor solidez. Y eso implica entender los contextos, la diversidad y ser inclusivos en la toma de decisiones.

Desigualdad y pobreza OXFAM
Las crecientes desigualdades han llevado a que la pandemia sea más letal y extensa. Foto: Oxfam.

Diario Criterio: En el documento también se explica que los gobiernos alrededor del mundo han hecho grandes inversiones para la respuesta y recuperación de la pandemia y que estas han tenido buenos resultados sociales. ¿Estos podrían perdurar?

C.M.: Pues uno espera que estemos aprendiendo, de que se vea que sí es posible cambiar las cosas, porque el beneficio es para todos. Aquí es crucial la voluntad política. De nuevo, no hablamos de generar acumulación y riqueza en todos los ciudadanos, sino de generar condiciones básicas, espacios de vida digna.

Diario Criterio: Desde la organización, ¿cómo ven la financiación para el cambio climático, un factor que es también crucial para el desarrollo?

C.M.: Hoy día ya se habla de nuevas energías limpias, de transición. Ahora hay que centrar la atención también en los procesos, en cómo se llevan a cabo. Tú no puedes construir parques eólicos sin consultar a las comunidades interesadas, aplica para Colombia y el mundo. El que sean energías limpias no quiere decir que su implementación vaya a ser responsable. Hay que entender que el modelo funciona cuando es inclusivo.

Diario Criterio: Usted mencionó el último reporte de la FAO. En este la organización advierte que las campañas electorales también podrían generar más baches económicos. A partir de su informe, ¿cómo ven este panorama?

C.M.: El proceso electoral es clave y ahí lo que a nosotros nos interesa es reafirmar la necesidad de que exista una pedagogía electoral que permita a la ciudadanía entender cómo ejercer su derecho. Sin ciudadanía activa, no habrá cambios en los procesos políticos. Hoy, hay muchas formas nuevas de hacer políticas, eso supone que la ciudadanía debe tener las herramientas para discernir. Necesitamos una decisión política que se convierta en una decisión de Estado, de Gobierno, que respete fundamentalmente los derechos de la ciudadanía. No es suficiente tener compromisos escritos, los gobiernos deben responder a una agenda más grande que ellos.

Desigualdad Oxfam Argentina
Desigualdad. Foto: Oxfam Argentina
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