Las disidencias enredan la Paz Total de Gustavo Petro

El Gobierno de Gustavo Petro ya tiene luz verde para implementar la llamada Paz Total; sin embargo, la entrada de las disidencias de las Farc podría afectar el proyecto y hacerle perder capital político al presidente. ¿Por qué?

La llamada Paz Total del Gobierno Petro está ad portas de recibir luz verde. Esta semana, el Senado y la Cámara le dieron el visto bueno a la mayoría de artículos del proyecto, dejando pendiente solamente el punto del “servicio social para la paz”, que será resuelto en la etapa de conciliación.

Aun si esa propuesta termina fuera del proyecto, lo cierto es que el Gobierno ya tiene el marco legal para iniciar los diálogos de paz con grupos armados. Sin embargo, mientras en el Ejecutivo celebran el avance, diferentes sectores de la sociedad no terminan de entender de qué se trata la Paz Total.

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Para empezar, conviene revisar qué fue lo que el Congreso aprobó. Puntualmente, definió dos procesos que el Gobierno Petro podrá realizar: negociaciones de carácter político con grupos armados y acercamientos con estructuras de crimen organizado. En este punto empiezan las preguntas, pues no es claro qué tratamiento se les dará a los muchos grupos que están dispuestos a conversar.

Con los primeros, se plantea llegar a acuerdos de paz, como sería el caso del ELN, mientras que, con los demás, serían conversaciones para lograr sometimiento a la justicia. Según cálculos de Indepaz, hay por lo menos 22 grupos armados dispuestos a conversar con el Gobierno, la mayoría considerados “narcoparamilitares”.

Grupos armados que quieren entrar a la Paz Total de Petro
Los grupos armados que entrarían a la Paz Total de Petro

Varios ya han propuesto ceses de fuego, zonas de despeje y hasta formas de transitar a la vida política. Así sucedió esta semana con las llamadas Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada, un grupo que heredó la fuerza del paramilitar Hernán Giraldo y ahora busca un espacio en la Paz Total.

Por ahora, con lo aprobado en el Congreso, el Gobierno les ofrece a grupos y bandas criminales la suspensión de órdenes de captura para los voceros, así como zonas especiales en las que no habrá confrontación ni capturas. Estos beneficios han sido el punto más sensible de la Paz Total, pues muchos se oponen a que cualquier criminal los reciba sin distingo.

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¿Premio a las disidencias de las Farc?

La discusión de la Paz Total generó un cara a cara por la situación de los desertores del Acuerdo de Paz firmado con las extintas Farc. Mientras el Gobierno insistía en que no hay paz verdadera si se les cierra la puerta a ciertos grupos, figuras como el senador Humberto de la Calle, quien fue jefe negociador del acuerdo de 2016, pidió no permitir que las disidencias recibieran los beneficios de nuevos diálogos.

Abrir la puerta a renegociar con desertores como Iván Márquez es promover la cultura del repechaje. Mal mensaje para el país y peligroso mensaje para futuras negociaciones con el ELN. Los acuerdos son para cumplirlos”, dijo el senador.

Aunque De la Calle presentó una proposición para establecer esos límites, el Gobierno, en cabeza del ministro Alfonso Prada y el comisionado de paz Danilo Rueda, lograron mayorías para hundirla. “Necesitamos abrir la posibilidad de paz, no cerrar la puerta”, dijo Prada al respecto.

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Más allá del debate en el Congreso, la determinación no cayó bien en algunos grupos de víctimas y organizaciones dedicadas al estudio del conflicto. Para Jorge Mantilla, director de Conflicto y Violencia Organizada de la Fundación Ideas para la Paz, al reconocer las disidencias como actor político, el Gobierno Petro les estaría dando la razón a los críticos del Acuerdo, que siempre han dicho que las Farc no se desmovilizaron.

Las disidencias son un coletazo, una resaca de ese proceso que, a pesar de haberse fortalecido en los últimos cuatro años —como lo muestran los mapas—, de ninguna manera constituyen una nueva versión de la vieja organización”, dice Mantilla.

Disidencias de las Farc pueden negociar
Disidencias de las Farc pueden negociar en el marco de la Paz Total

Así mismo, asegura que se trata de un golpe a los miles de firmantes de paz que cumplieron lo pactado y hoy son víctimas de las fallas en la implementación del Acuerdo, en gran parte, porque las disidencias de las Farc los estigmatizan y atacan.

Por último, es importante recordar que el capital político del presidente Petro no es infinito. Si bien los escenarios de ceses multilaterales pueden conducir a una reducción de la violencia en el corto plazo, en el largo plazo puede implicar un mayor control territorial de los grupos armados”, concluye Mantilla.

Algunos analistas políticos también coinciden en que, si no se maneja bien el tema de las disidencias, la Paz Total puede ser un tiro en el pie para el Gobierno Petro. No será fácil convencer a una buena parte del país de que quienes incumplieron un acuerdo y siguen generando muertes merecen otra oportunidad.

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