“El aborto es un servicio de salud esencial”: Grupo Médico por el Derecho a Decidir
Este jueves, la Corte Constitucional retomó la discusión sobre la despenalización del aborto y tomó una decisión que podría poner a tambalear la posibilidad de sacar el delito de aborto del Código Penal: retiró al magistrado Alejandro Linares del debate. Distintas organizaciones siguen insistiendo en el aborto libre, teniendo en cuenta el caso de Lorena Geis, quien falleció en enero de este año por un aborto inseguro.
En 2006, la Corte Constitucional despenalizó el aborto en tres causales: cuando hay malformación del feto, cuando la vida o la salud de la mujer se encuentran en riesgo o cuando es fruto de violación o un incesto.
Sin embargo, esas excepciones ya no son suficientes pues existen barreras que impiden que las mujeres, sobre todo las más vulnerables, accedan a servicios de salud seguros, según han explicado a Diario Criterio distintas organizaciones.
En ese sentido, hace un año y cuatro meses llegaron a la Corte Constitucional dos demandas para eliminar el delito de aborto del Código Penal. Aunque se esperaba que este asunto se resolviera en 2021, el debate se pausó por cuenta recusaciones y otros recursos. Lo último fue un impedimento que presentó el magistrado Alejandro Linares, quien argumentaba que no podría participar en la discusión pues en noviembre expresó su opinión sobre el aborto a medios de comunicación.
Este jueves, precisamente, la Corte decidió aceptar el impedimento de Linares. Su voto era crucial para la despenalización del procedimiento, pues para tomar una decisión en el alto tribunal, se necesita el voto positivo de al menos cinco de los nueve magistrados. Con él, se contaban cuatro votos a favor. Con la aceptación del impedimiento, estos se redujeron a tres. Los mismos de quienes se oponen. Por lo que la decisión estaría en las dos magistradas que, por el momento, no han manifestado una posición determinante.
Ahora, la Corte procederá a continuar el debate con los ocho magistrados restantes. Y, en caso de que llegue a darse un empate, tendría que intervenir un conjuez.
Ante este panorama, varios organizaciones le piden a la Corte que tome una decisión que evite casos como el de Lorena Gelis, una mujer de 37 años que falleció a principios de este año en Barranquilla luego de practicarse un aborto inseguro.
Lea también: Los argumentos en juego para la despenalización del aborto en Colombia
Entre las asociaciones que piden despenalizar el aborto está el Grupo Médico por el Derecho a Decidir (GMDD), una red de médicos y médicas del país que aboga por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y que hace parte del movimiento Causa Justa.
Diario Criterio dialogó con Laura Gil, cofundadora del Grupo Médico por el Derecho a Decidir, para conocer su postura frente al caso de Lorena y sobre la decisión que se espera que tome la Corte Constitucional. Gil explicó el dilema al que se enfrentan los médicos con el delito de aborto y cuestionó la manera en la que se abordan los casos de muertes o afectaciones por abortos inseguros o clandestinos.
Relacionado: Fallo sobre la despenalización del aborto en Colombia se conocería en 2022
Diario Criterio: ¿Por qué, cuando se presentan casos similares, el enfoque que se plantea es el de la clandestinidad y la culpabilidad de la mujer?
Laura Gil: No solo se enfoca mal la noticia, sino que muy pocas llegan a ser noticia. Es decir, esto que pasó es la punta de un iceberg. Hablamos de una mujer que se murió por un aborto inseguro, pero no es la única. Se calcula que en Colombia, al año, mueren por lo menos 70 mujeres. Y esos son sólo los casos de los que nos enteramos, pues es muy posible que sean muchos más.
Cuando nos enteramos, pasa que el enfoque es totalmente injusto. Se muestra la cara criminal, la cara del delito y nadie se detiene a pensar realmente de qué murió esa mujer. No se pregunta por qué Lorena terminó en un aborto clandestino.
Diario Criterio: ¿Cuáles son las barreras que enfrentas las mujeres para acceder a los servicios de aborto legal?
L.G.: Llevamos 15 años con una sentencia que le podía haber dado acceso a esta mujer a un aborto seguro. Sin embargo, ni ella sabía ni el sistema de salud ha podido brindar el acceso que se necesita. Y, de hecho, muchos médicos y médicas tampoco han entendido la sentencia. La principal barrera es que el aborto sigue estando en el Código Penal como un delito y tiene castigo de cárcel, tanto para las mujeres como para la persona que lleve a cabo el procedimiento.
Diario Criterio: En este sentido, ¿se puede decir que la penalización del aborto atenta contra el derecho a la salud o no?
L.G.: Claro que sí y atenta en dos sentidos. Uno, porque el aborto es un procedimiento médico esencial, es un servicio de salud esencial. Así lo ha clasificado la OMS (Organización Mundial de la Salud). Cuando no hay acceso al procedimiento, la salud de las mujeres se pone en riesgo. Es decir, la maternidad forzada representa un riesgo para la salud de las mujeres. Dos, porque el delito de aborto no permite el libre ejercicio de profesión de oficio a los médicos porque los está poniendo en un dilema ético, en una posición injusta.
Puede leer: “No abortamos por deporte”: Movimiento 14 por Colombia
Diario Criterio: Podría explicar mejor ese dilema ético…
L.G.: De acuerdo con la sentencia, es el médico o la médica quien tiene que certificar la situación que posibilitará el aborto. ¿Y qué pasa? Que siempre existe riesgo para la mujer, siempre. Es decir, cuando una mujer decide ser mamá, es porque decide asumir unos riesgos y lo hace con gusto. Pero cuando una mujer no lo desea, ni el Estado, ni los médicos, ni la sociedad, ni nadie puede obligarla a correrlos. Entonces, la sentencia, las causales y la penalización nos ponen a los médicos en posiciones muy injustas, por ejemplo, en el tener que certificar un riesgo que siempre está presente.
Diario Criterio: ¿Por qué quienes practican estos procedimientos huyen cuando se presenta alguna complicación?
L.G.: Eso también es triste, pues la noticia ahora es que el médico está huyendo. Nuevamente, es la existencia del delito la que hace que esto suceda, pues crea una ventana de oportunidad para que personas inescrupulosas vendan servicios de aborto inseguro, cuando ni siquiera tienen la capacitación. En este caso, nosotros no sabemos si el médico estaba capacitado y se le presentó una complicación o si no era una persona apta para llevarlo a cabo. El hecho de que exista el delito abre esa ventana a la clandestinidad.
Diario Criterio: Según los datos de la más reciente Encuesta Nacional de Demografía y Salud, que corresponde a 2015, podemos ver que existe mucha desinformación sobre el aborto, sobre las causales en las que es permitido. ¿Por qué?
L.G.: Fíjate que, según esa encuesta, sólo el 40 por ciento de las mujeres en la ruralidad manifestó saber que el aborto es legal en algunos casos; el porcentaje es mayor en las ciudades. Sin embargo, muchas veces no se interpretan bien esos casos. Ellas piensan que tienen que estarse muriendo para acceder al aborto, por ejemplo.
No estamos hablando de que Lorena se murió porque necesitaba un procedimiento carísimo. Si el delito se hubiera eliminado en diciembre, Lorena hubiera ido a su EPS a practicarse el procedimiento y, en este momento, estaría en su casa con su familia. ¿Cuál fue la diferencia? Que en diciembre no se decidió nada. Hay cosas en la medicina que son evitables, y este era el caso.
Diario Criterio: ¿Cuál sería el escenario que tendríamos en el país si la Corte dice sí a la despenalización?
L.G.: Si se elimina el delito de aborto, las mujeres tendrían derecho a una interrupción voluntaria del embarazo sin entrar en la justificación de las causales. A nivel práctico, vendría todo un trabajo de implementación. Colombia ya tiene claros cuáles son los protocolos para la prestación del servicio, esto no es nuevo. Desde 2006 esto está claro. El Ministerio de Salud tiene unos protocolos, la OMS también. Es aplicar lo que ya existe, con la diferencia de que a ninguna mujer se le puede decir que no. Y, seguramente, como pasó en otros países, la mortalidad materna por aborto va caer casi a cero, porque ninguna mujer va a tener que someterse a un aborto inseguro.
Mucha gente cree que van a aparecer miles de abortos y que todas las mujeres van a querer abortar. Y no: van a suceder exactamente los mismos abortos que están sucediendo hoy. Sin embargo, ya no van a ser inseguros, sino que van a estar dentro del sistema de salud.
Le puede interesar: Los argumentos en juego para la despenalización del aborto en Colombia
9 Comentarios