El revolcón digital que la salud necesita

El movimiento Salud 2030 busca espacios en la sociedad para dar solución a los problemas más apremiantes de este sector mediante herramientas tecnológicas.

En Baranoa, Atlántico, un grupo de médicos y expertos en soluciones digitales adelanta un proyecto que se conoce como Salud 360. Esta solución de inteligencia artificial conecta a EPS e IPS para monitorear a los pacientes a través de una aplicación.

Con esto buscan que aquellos diagnosticados con hipertensión, diabetes y enfermedad renal (enfermedades de alto costo) sean clasificados según su riesgo para tomar medidas preventivas antes de que se compliquen.

Así, el ahorro en costos de atención es enorme pues un paciente hipertenso que se complica genera un gran gasto en servicios de salud.

Este es apenas una muestra del potencial del Movimiento Salud 2030, que está detrás de la iniciativa. Esta organización sin ánimo de lucro articula al sector público y privado para transformar los sistemas de salud en América Latina a través de apuestas digitales.

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El gran problema de los sistemas de salud en la región es la falta de acceso a los servicios de alta calidad, y el movimiento busca que los diferentes actores del sector se unan para derrumbar esas barreras mediante soluciones tecnológicas como esta.

En el proyecto salud 360 quieren que los procesos sean más eficientes y así como se monitorea más y mejor el caso de riesgo, también el paciente que maneja bien su condición puede espaciar más sus citas “para no saturarlo con atención médica”.

Eso lo aliviará de no tener una dependencia de atenciones médicas que no son necesarias y al mismo tiempo permitirá que el sistema de salud se enfoque en quien verdaderamente lo necesita“, dice Héctor Pourtale, director global del Movimiento Salud 2030.

Salud 2030

Este Movimiento fue creado en 2020 por el Copenhagen Institute for Futures Studies (Instituto Copenhague para estudios sobre el futuro), por Rifat Atul, profesor de salud pública de la Universidad de Harvard y por Laboratorios Roche. Con solo dos años ya cuenta con 9 soluciones en todo el continente, en las que participan 7 gobiernos y 24 emprendedores.

Uno de ellas se puso en práctica en la ciudad de Cuzco, Perú, y consiste en algo tan sencillo como programar de manera más eficiente los turnos de los médicos de un hospital con miras a mejorar la atención de los recién nacidos.

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El primer paso para crear esa solución fue identificar, con la ayuda de médicos locales, miembros del gobierno y un grupo de consultores, cuáles eran los problemas más apremiantes en la ciudad en materia de salud. Encontraron que la anemia en los niños era una condición que limitaba su desarrollo de por vida, pero que si se intervenía en los primeros 100 días de vida de los bebés era posible reducir ese impacto negativo a futuro.

Fue así como diseñaron una plataforma que funciona como un organizador de citas y que hoy permite visibilizar los médicos disponibles en la zona para atender a los niños en sus primeros días de vida.

Con el mismo presupuesto se aumentaron las citas médicas en 20 por ciento y pasamos a tener más médicos disponibles. Además, logramos 6.000 vacunaciones más, 400 consultas en anemia y un impacto en una población mucho más amplia que sin la plataforma“, dice Pourtale.

En Chile cuentan con una solución para reducir en 20 por ciento los tiempos clínicos entre la detección de una patología y el tratamiento de la misma en el sistema de salud. “Para un paciente con cáncer de pulmón, un mes de reducción en la espera puede ser la diferencia entre volver a su hogar a una vida plena o un diagnóstico no positivo“, dice Pourtale.

La idea es trabajar de la mano de diferentes sectores, no solo del de la salud, para así revolucionar la forma como se atienden las patologías y lograr que experiencia de los pacientes en el sistema sea más eficiente y oportuna. “Tenemos un sistema que le hace culto a la enfermedad“, dice Jhonny López, de Docty que trabaja en el proyecto Salud 360.

Para él, la gran ventaja de estos proyectos que lidera el movimiento 2030 en Latinoamérica es que las experiencias pueden multiplicarse en otros ecosistemas de salud. “El impacto de un individuo es limitado, la única forma es aliándonos con alguien más, y multiplicando las experiencias con aliados. Por eso el Movimiento Salud 2030 está ligado a la multiplicación del impacto pues una solución puede expandirse a 23 países“.

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Del diagnóstico a la solución

El Movimiento Salud 2030 nació de una gran frustración. Así lo relata Rolf Hoenger, CEO de Roche, cofundador de esta organización. Cuenta que durante años veían que los problemas de salud de Latinoamérica estaban sobre diagnosticados y a pesar de eso las cosas no cambiaban. “Ya teníamos el diagnóstico, faltaba el cómo“, dice Emilio Santelices, ex ministro de salud de Chile.

Teniendo en cuenta que solos no habían logrado cambiar las cosas, resolvieron trabajar con el sector público, el privado y todos los demás interesados en la salud. El ex ministro de salud de Colombia Augusto Galán, director del centro de pensamiento Asia Vamos en Salud, y director del movimiento en este país, cita un proverbio africano que resume el espíritu de esta unión de fuerzas: “si quieres llegar rápido camina solo, pero si quieres llegar lejos camina acompañado“.

De la mano de estos actores es posible aplicar a la vida real pequeñas soluciones no muy costosas, tal y como ha sucedido en otros sectores como el de la banca digital. “Una vez estas pasen la prueba de fuego en un proyecto piloto se pueden escalar a otras partes de la región y del mundo” dice Rolf Hoenger.

Las soluciones que han surgido en apenas dos años muestran el gran alcance del movimiento para que el panorama de la salud en el año 2030 en Latinoamérica mejore.

La vía, sin duda, es la tecnología, pero en segundo lugar,  hay que incentivar nuevas formas de participación. El tercer factor clave es el pragmatismo. “Hay que aplicar lo que funciona para poder asegurar que los beneficios al usuario lleguen lo más rápido posible”, afirma Héctor Pourtale.

Según Hoenger, “sin salud digital probablemente estos países no podrán impactar sus sistemas de salud ni llegar a ese ideal planteado y que todos queremos”. La gran ventaja es que “con los mismos recursos podemos hacer más“, concluye.

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2 Comentarios

  1. Buen programa
    Ya hay EPS que aplican programas de PYP con algunas patologías como la Hipertensión y diabetes y son buenos seguimientos

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