El ‘elefante’ de Petro: un escándalo que podría sacudir a la familia presidencial

Aunque por ahora no existen pruebas judiciales de los señalamientos contra el hijo y el hermano del presidente Gustavo Petro, sí hay muchas coincidencias que llaman la atención y merecen explicaciones.

En Colombia se volvió tradición que los escándalos de corrupción política comienzan a conocerse y a tener éxito en las investigaciones judiciales por cuenta de las revelaciones, confesiones o venganzas de exesposas o amantes de los protagonistas.

Sucedió con el carrusel de la contratación en Bogotá, el millonario robo de los dineros públicos del Distrito Capital. Ese caso comenzó a moverse en la Fiscalía gracias a las revelaciones de la exesposa del contratista Emilio Tapia Aldana, uno de los protagonistas de semejante desfalco.

Otro de los escándalos recientes y que promete cortar cabezas de reconocidas figuras de la política arrancó con las confesiones de la excongresista Aída Merlano, cuyo novelón incluyó un trío amoroso y detalles de cómo se compran votos en la Costa Caribe, especialmente en Barranquilla (Atlántico).

Y ahora empezó uno nuevo, pero con protagonistas que involucrarían a miembros de la familia del presidente Gustavo Petro con supuestos nexos con polémicos personajes de la vida pública, algunos condenados por narcotráfico, otros por parapolítica y unos cuantos salpicados por presunta corrupción.

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Petro y sus gestores de paz

Aunque este escándalo político no es nuevo ya que, en realidad, comenzó un mes antes de la primera vuelta presidencial, cuando el periodista Ricardo Calderón, editor de investigaciones de Noticias Caracol, publicó un informe sobre las visitas de Juan Fernando Petro a los narcos y parapolíticos presos en la cárcel La Picota.

El informe contenía videos, documentos y testimonios que confirmarían las reuniones del hermano del entonces candidato Gustavo Petro con parapolíticos y funcionarios corruptos, presos en La Picota.

En su momento, el propio candidato presidencial y su cuadrilla de escuderos redujeron el asunto a simples encuentros para acercar a todos los actores del conflicto armado en Colombia dentro de su propuesta de “perdón social” y lo que hoy se conoce como la política de Paz Total.

Hasta entonces, las versiones y rumores de que en esos encuentros, además de hablar de perdón social y paz, también se habrían pactado apoyos políticos y económicos, solo salpicaron a Juan Fernando Petro (hermano del presidente) y Danilo Rueda (hoy alto comisionado para la Paz). Del tema no se volvió a hablar ni periodística ni judicialmente.

¿“Mujer dolida”?

Perfil de Twitter de Daysuri Vásquez, exesposa de Nicolás Petro.

Pero esta semana estalló un nuevo escándalo que tuvo como protagonista a Daysuri Vásquez, hasta hace poco esposa de Nicolás Petro Brugos, uno de los hijos del presidente Gustavo Petro.

Daysuri lanzó graves acusaciones contra su exesposo, durante una entrevista que concedió a la periodista Vicky Dávila, directora de la Revista Semana.

“No empiecen con la retórica de que soy una mujer dolida. Entregaré las pruebas a los entes correspondientes. Gracias! (sic)”, escribió en su cuenta de Twitter luego del escándalo mediático.

En la entrevista, la exesposa de Nicolás aseguró que él recibió millonarios aportes para la campaña presidencial de su papá (Gustavo Petro), pero nunca los entregó. Se estima que fueron mil millones de pesos.

También dijo que los donantes de esos recursos fueron Samuel Santander Lopesierra Gutiérrez, más conocido como el ‘hombre Marlboro’; y Alfonso Hilsaca Eljaude, a quien apodan ‘el turco Hilsaca.

Lopesierra fue concejal, diputado y senador de La Guajira, pero su carrera política se vino a pique cuando fue capturado, extradidato y condenado por narcotráfico en los Estados Unidos. En ese país estuvo preso casi 19 años y regresó a Colombia en 2021.

Mientras tanto, Hilsaca es un polémico contratista de la Costa Caribe, reconocido por sus jugosos negocios con el sistema de alumbrado público y el recaudo de impuestos en el departamento de Bolívar. En la actualidad enfrenta en libertad un juicio por los presuntos delitos de homicidio y concierto para delinquir.

Sobre Daysuri, la exesposa de Nicolás Petro, se sabe que tiene un hijo cuyo padre es miembro de la poderosa familia politica Name y que ella es muy cercana a la gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera, con quien trabajó como contratista, pero cuando fue alcaldesa de Barranquilla.

Ese vínculo de amistad con Noguera, según varias fuentes consultadas por este medio, le ha servido para actuar como puente entre el presidente Gustavo Petro y el poderoso clan de la familia Char, en Barranquilla. Ambos son rivales políticos en Atlántico.

En las redes sociales de Daysuri se puede advertir que su ruptura con Nicolás Petro ocurrió después de la posesión presidencial, ya que ella aparece en las fotos familiares de ese acto.

Además, en su cuenta de Twitter ha trinado en dos ocasiones (noviembre 2022 y enero 2023) ser victima de amenazas e intimidaciones. Incluso, publicó como constancia la respectiva denuncia que formuló ante la Fiscalía.

Dime con quién andas…

Nicolás Petro Burgos es abogado, tiene 37 años y, en la actualidad, es diputado por derecho en el Atlántico, tras lograr la segunda mejor votación como aspirante a la Gobernación de ese departamento.

Desde entonces, Nicolás ha sido el líder y vocero de las banderas del Pacto Histórico en esa región del país y casó una pelea a muerte con el clan Char de Barranquilla.

Aunque entre sus ideales políticos tiene como consigna el cambio y acabar con las viejas casas electorales, en la práctica, parece que hiciera todo lo contrario.

Desde que su papá (Gustavo Petro) se posesionó como Presidente, Nicolás ha tenido que publicar dos comunicados aclarando o desmintiendo presuntas relaciones o nexos con cuestionados dirigentes políticos de la Costa Caribe.

El primero de ellos ocurrió en enero pasado y lo mitivó una foto en la que él aparece junto con Musa Abraham Besaile Flórez, hijo del reconocido exsenador Musa Besaile, condenado por corrupción.

Nicolás Petro y Musa Abraham Besaile. Foto tomada perfil de Twitter.
Nicolás Petro y Musa Abraham Besaile. Foto tomada perfil de Twitter.

Y el comunicado más reciente lo originó el ventilador que prendió su exesposa Daysuri, al señalarlo de apropiarse de mil millones de pesos en aportes para la campaña de Gustavo Petro.

Lo llamativo de esas explicaciones, es que Nicolás segura no conocer ni a Samuel Santander Lopesierra ni a Alfonso Hilsaca.

Sin embargo, en La Guajira es vox populi la cercanía de Lopesierra con la estructura política del Pacto Histórico que Nicolás Petro coordina en toda la Costa Caribe.

De hecho, Lopesierra es precandidato para la Alcaldía de Maicao (puede hacerlo porque en Colombia no está condenado) y tanto en redes sociales como en medios locales, aparece abundante material fotográfico de su proselitismo a favor de la campañade presidencial de Gustavo Petro y su partido, el Pacto Histórico.

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Nicolás Petro y su Máximo Noriega

Sumado a lo anterior, en las declaraciones periodísticas que dio Daysuri (exesposa de Nicolás Petro) detalló que Máximo Noriega fue el intermediario de los millonarios aportes que hicieron tanto Lopesierra como Hilsaca.

Resulta que Máximo Noriega es la ficha política de Nicolás Petro y con la que pertende arrebatarle la Goberanción del Atlántico al clan Char, en las elecciones de octubre próximo.

Más allá de calificar las versiones que están circulando sobre posible financiación ilegal de la campaña presidencial de Gustavo Petro, lo cierto es que este escándalo coincide con otro hecho cuestionable.

Resulta que el Consejo Nacional Electoral investiga a fondo las cuentas de la campaña presidencial de Gustavo Petro porque, al parecer, violaron los topes de ingresos y gastos permitidos por ley.

Por cuenta de todo ese entramado político lleno de intrigas, dudas y cuestionamiento es que el presidente Gustavo Petro decidió emitir un comunicado oficial para desmarcarse de las andanzas de su hijo y su hermano y, en un hecho sin precedentes, solicitarle al fiscal general que los investigue.

Por ahora es prematuro calificar la magnitud del escándalo y advertir qué tanto salpicará a otros protagonistas de la familia presidencial.

De lo que no existe la menor duda es que este episodio desde ya promete en convertirse en el elefante del gobierno de Gustavo Petro.

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