Facebook cambia de nombre, pero el debate sobre regular las redes no se apaga

Facebook, ahora llamado Meta, pretende renovar su imagen en medio de fuertes cuestionamientos sobre cómo su algoritmo alienta discursos de odio y afecta a sus usuarios sin que la compañía tome medidas para solucionarlo.

Mark Zuckerberg, propietario de Facebook, anunció este jueves que la compañía ahora se llamará Meta. Este cambio hace parte de la nueva estrategia de Zuckerberg para la conectividad en las redes sociales: el metaverso, “un lugar donde jugaremos y nos conectaremos en 3D”.

El metaverso es la próxima evolución de la conexión social. Es un proyecto colectivo que será creado por personas de todo el mundo y estará abierto a todos. Podrás socializar, aprender, colaborar y jugar de maneras que van más allá de lo que es posible en la actualidad”, dice la compañía en su renovada página.

Los nombres de las aplicaciones propiedad de Zuckerberg, sin embargo, seguirán siendo los mismos: WhatsApp, Instagram, Messenger e incluso el original Facebook.

La noticia vino acompañada por el anuncio de Horizon, un espacio de realidad virtual para que las personas interactúen usando un avatar como si estuvieran en la vida real. Esto ha sido comparado con el universo de Ready Player One, una popular novela de ciencia ficción adaptada al cine por Steven Spielberg, que retrata un futuro distópico, con un mundo en crisis por el calentamiento global, en el que los ciudadanos prefieren pasar más tiempo en la realidad virtual.

Estos cambios y novedades que dio a conocer Zuckerberg llegan justo cuando Facebook enfrenta fuertes cuestionamientos por prácticas dañinas para los usuarios y por su falta de acción para contenerlas. Y si bien el metaverso puede parecer atractivo, en la vida real el debate sobre qué medidas se deben tomar para evitar abusos en las redes sociales sigue muy vivo.

Los Facebook Papers

Luego de que Frances Haugen, una exempleada de Facebook, filtrara miles de documentos que dan cuenta de las dañinas prácticas del gigante tecnológico, el Congreso de Estados Unidos pareció comprender al fin la necesidad de abordar los peligros y excesos de las redes sociales. 

Estos archivos (Facebook Papers), que originalmente fueron compartidos por Haugen a las autoridades del país norteamericano, ahora también se encuentran en manos de medios como The New York Times y The Washington Post, que durante la semana han venido publicando revelaciones que dan cuenta de que a pesar que la compañía sabe de los daños que genera, no toma medidas serias al respecto. 

“Los productos de Facebook hacen daño a los niños, avivan las divisiones. Los líderes de la compañía saben cómo hacer a Facebook e Instagram más seguros, pero no harán los cambios necesarios porque han puesto sus astronómicos beneficios por delante de la gente”, dijo al respecto Haugen, en un subcomité del Senado estadounidense, el pasado 5 de octubre. 

Parte de las actividades negativas de las que dan cuenta los documentos tienen que ver con las afectaciones a la salud mental y física que las redes sociales le estarían causando a los más jóvenes, al exponerlos a modelos de vida ilusorios y publicidades inadecuadas. 

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Sobre esto, Haugen enfatizó en que Instagram se centra en las comparaciones sociales y el aspecto físico, así como estilos de vida, lo que termina siendo un hoyo negro para los niños. “La vida de la escuela secundaria es diferente a la mediada por Instagram. Los chicos pueden desconectarse de las escuelas, pero ahora el bullying te sigue a casa. Lo último que leen es alguien siendo cruel y lo primero que leen en la mañana es un comentario de odio”, explicó. 

Otro fragmento de los documentos muestra que la compañía no combate como debería los mensajes de odio y violencia, puesto que los algoritmos de la red social están diseñados para promover los contenidos escandalosos. 

Algunos de los informes, además, le atribuyen a Zuckerberg acercamientos con autoridades de Vietnam para que el gigante tecnológico apoyara la censura estatal. 

Facebook arrastra a otras redes

Todas las revelaciones han generado agitación. Pero el hecho de que la compañía conociera los perjuicios que Facebook e Instagram estaba generando en la salud mental de los niños y jóvenes, sin hacer nada al respecto, ha resultado doloroso para muchos usuarios. 

Estos cuestionamientos, sin embargo, no se limitaron a Facebook y sus aplicaciones (Facebook, Facebook Messenger, Instagram y WhatsApp). También se extendieron a otras redes sociales de las que Zuckerberg no es propietario, como es el caso de Tik Tok, Snapchat y YouTube, que son acusadas de generar efectos nocivos en los adolescentes. 

Por eso, este martes, ante el Congreso de Estados Unidos, las tres intentaron demostrar que sus plataformas son mejores que Facebook en ese aspecto. Para corroborarlo, se comprometieron a entregar toda la información interna que tienen sobre el impacto de sus productos en los jóvenes. 

En la comparecencia, la vicepresidenta para Política Global de Snap Inc (propietaria de Snapchat), Jennifer Stout, aseguró que el 95 por ciento de sus usuarios aseguran que la red social los hace felices, según investigaciones internas de la compañía. 

Michael Beckerman, responsable de la filial china ByteDance, empresa matriz de Tik tok, también aprovechó la ocasión para decir que se ha determinado que “las personas con trastornos alimentarios acuden a Tik Tok para hablar de ellos de forma positiva”. YouTube, propiedad de Google, por su parte, destacó los supuestos avances que ha hecho para eliminar los contenidos que infringen sus normas, datos que han sido publicados en su informe de transparencia.

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Es importante resaltar que varios expertos ya habían levantado la voz para dar cuenta de los efectos psicológicos de las redes sociales, sin recibir mucho apoyo por parte de las autoridades del país norteamericano. 

Un estudio publicado en 2018 en la página web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, por ejemplo, determinó que los niños y jóvenes que pasaban más tiempo frente a una pantalla, en redes sociales, mostraban un menor bienestar psicológico, menos autocontrol y menos estabilidad emocional en comparación con aquellos que tenían un consumo “moderado”

Revive el debate de los datos que recopilan

Esta información sensible es solo una parte de los datos que Facebook conoce de sus usuarios. Las redes sociales, al ser un servicio “gratuito”, cobran por sus productos con la información de quienes las utilizan. 

De hecho, hace unos meses, la Comisión Europea denunció que Facebook tenía una gran cantidad de información sobre las actividades de sus usuarios en la red social, información que le permite tener una ventaja competitiva en el mercado. 

Y es que los datos almacenados por la compañía van desde los gustos y preferencias hasta las llamadas hechas y recibidas a través de dispositivos con sistema Android. Esta información valiosa no ha sido protegida por Facebook, pues la ha compartido con otras empresas. 

En 2018, The New York Times publicó una investigación en la que demostró que Facebook le dio a Netflix y Spotify la capacidad de acceder a mensajes privados de usuarios. Al motor de búsqueda Bing le permitió entrar a los nombres de los amigos de sus usuarios. A esta información tuvieron acceso más de 150 compañías, entre las que se encuentran también Amazon y Yahoo. 

En ese momento, Facebook manifestó que las alianzas con las empresas no violaban la privacidad de los usuarios, puesto que los contratos las obligaban a apegarse a sus políticas. Esta respuesta, sin embargo, fue insuficiente para quienes ya empezaban a ser conscientes del poder de la empresa tecnológica sobre sus datos. 

Las otras no han escapado de estos señalamientos. Tik Tok ha sido denunciada por recopilar datos biométricos de quienes crean contenido en la plataforma y a los empleados de Snapchat se les ha acusado de espiar a los usuarios.

¿Qué pasa con la regularización?

La posibilidad de ejercer un control sobre las publicaciones de las plataformas ha estado en discusión en Estados Unidos desde hace bastante tiempo, pero los esfuerzos para hacerlo han sido lentos. En junio de este año, una comisión del Congreso aprobó seis proyectos que abrirían el camino para un posible desmantelamiento de Facebook y otras plataformas como Google, el buscador por excelencia, y Apple.

De igual manera, se impondría la “portabilidad” de los datos. Es decir, que las personas puedan llevarse sus datos cuando se den de baja en una red social. Sin embargo, todavía no hay una fecha para votar las iniciativas.

Cabe resaltar que los proyectos podrían no prosperar, ya que que podrían estar en contravía de las leyes fundamentales, y mientras estas no se modifiquen, no habría mucho que hacer, han dicho expertos en Estados Unidos.

Otros gobiernos ya implementan ciertas regulaciones. En Alemania, por ejemplo, en 2018 entró en vigor la ley NetzDG, que exige a las plataformas eliminar cualquier contenido ilegal en un plazo de 24 horas. En la Unión Europea (UE), las redes sociales se exponen a grandes multas si no eliminan en una hora contenido extremista. De igual manera, la UE introdujo el Reglamento General de Protección de datos, que establece normas para que las empresas utilicen información personal de los usuarios.

Estos avances demuestran que vigilar las redes sociales es crucial para disminuir su impacto en la vida de las personas. Lo que suceda en el Congreso de Estados Unidos podría ser una guía tanto para los países que ya han avanzado en el tema como para los que hasta ahora intentan ponerle un límite a los gigantes tecnológicos.

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