“Digan la verdad. Yo sé que Uribe y Santos tienen la culpa”: madre de víctima de ‘falsos positivos’ en Soacha
Carmenza Gómez, madre de Víctor Fernando Gómez, asesinado por miembros del Ejército, pide a los procesados por mal llamados ‘falsos positivos’ que revelen quién dio la orden.
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) continúa, este miércoles, con la audiencia pública de reconocimiento de responsabilidad por los casos de civiles que miembros del Ejército secuestraron y asesinaron para hacerlos pasar como guerrilleros dados de baja en combate en el Catatumbo.
En Ocaña, Norte de Santander, diez militares, entre ellos cuatro coroneles y un general, así como un tercero civil, han comparecido desde este martes ante las víctimas.
En estas audiencias, las personas afectadas también han intervenido, hablándoles directamente a los victimarios, para clamar por la verdad.
Lea más: Paulino Coronado, el primer general en reconocer su responsabilidad en los 'falsos positivos'
Los ‘falsos positivos’ de Soacha
En la audiencia de este miércoles, el turno ha sido para los familiares de los jóvenes que fueron llevados desde Soacha hasta Ocaña, en 2008, para ser asesinados por miembros del Ejército.
Entre las víctimas que han hallado está Carmenza Gómez Romero, madre de Víctor Fernando Gómez, un joven de 23 años asesinado por militares. El 23 de agosto de 2008, con una falsa promesa de trabajo, Víctor salió de su vivienda en Soacha con rumbo a la costa Atlántica. Los llamados “reclutadores” lo entregaron a uniformados de la Brigada Móvil 15 del Ejército, que lo mataron dos días después, el 25 de agosto y lo presentaron como un guerrillero dado de baja.
John Nilson, otro hijo de Carmenza, fue asesinado el 4 de febrero de 2009, después de que se dio a la tarea de averiguar la verdad sobre la muerte de su hermano y de recibir amenazas de muerte.
“El que dio la orden”
Carmenza habló este miércoles ante la JEP y ante los victimarios de su hijo, entre ellos, el teniente coronel retirado Gabriel de Jesús Rincón Amado, quien fue comandante de la Brigada 15, responsable de los ‘falsos positivos’ de Soacha.
“No vengo aquí a hablar solamente por mi hijo, sino por miles de víctimas que hay y que hoy no están acá, pero la voz de nosotras y de nosotros es la voz de ellos, que no pueden hablar. ¿Por qué? Porque tienen miedo, porque nos amenazan con los familiares, como hicieron con las madres de Soacha, que nos amenazaron para que nos estuviéramos calladas, como hicieron conmigo: me mataron mi segundo hijo a los cinco meses. Pero aquí estoy, gracias a Dios, y poniendo la cara, yendo a las regiones”, declaró ella.
Estos son algunos de los apartes más destacados de su intervención:
“Por eso, yo sabía muchas cosas de donde sacaban a los campesinos, los indígenas, la gente trabajadora… la sacaban y la mataban muy cerca de sus casas, porque yo he ido a las regiones a hablar con las víctimas y eso me ha hecho fuerte para poder estar acá”.
“Hoy les digo a los señores procesados que, por favor, ellos tienen hijos, hijas, familiares, que se pongan la mano en el corazón y nos digan, sinceramente, la verdad y no se echen el agua solamente ustedes, sino al que dio la orden, así haya sido Pepito Pérez o el que haya sido, pero necesitamos esa persona. No es solamente ustedes, porque nosotros sabemos que detrás de ustedes vienen personajes muy grandes (…)“.
Lea más en Diario Criterio: Sin eufemismos: para la JEP, ‘falsos positivos’ son crímenes de guerra y de lesa humanidad
“Todos los que estamos acá, y los que no, necesitamos nombres de esas personas. Entonces, ustedes deben ser sinceros, nosotras hemos sido sinceras con ustedes también, y ayudarnos a limpiar ese odio que tenemos todavía”.
“Para mí, el Ejército era lo más bello: yo tuve cinco hijos varones, tres de ellos prestaron el servicio militar. Yo me sentía orgullosa, yo tengo fotos con mis hijos prestando el servicio militar. Hoy en día me da pesar, me da lástima… Por unos malos, dañaron toda una institución: las personas que nos debían haber cuidado a nosotros, a la ciudadanía, nos hicieron daño y muchísimo, porque no fue solamente a nosotras las madres, sino a todo el barrio donde vivíamos, amigos, familiares de ellos”.
“Hoy sí les pido el grande favor a ustedes que digan la verdad y echen al agua desde Uribe en adelante, porque yo sé que Uribe tiene la culpa, Santos tiene la culpa, Padilla tiene la culpa, Montoya tiene la culpa. Entonces, digan las personas, pero con nombres (…) propios, que eso es lo que nosotros y nosotras queremos“.
Lea más: No es solo Otoniel: los otros testimonios que salpican al general Montoya
“Sin verdad no hay justicia, y sin justicia no hay paz. Eso es lo que nosotras queremos para nuestros hijos, nuestros nietos, bisnietos. Yo les digo, señores procesados, de verdad, ustedes son padres de familia ya, algunos los tienen muy pequeños. ¿Qué les van a decir ustedes a sus hijos cuando tengan unos 16, 17 años, o cuando cumplan la mayoría de edad? ¿Qué les van a decir ustedes a sus hijos, si ellos ya se han dado cuenta de lo que ustedes hicieron? ¿Qué respuestas les van a dar a ellos? Si aún mis nietos que quedaron huérfanos, los hijos de John, mi segundo hijo, me preguntan: ‘Abuelita, ¿por qué mataron a mi tío, por qué mataron a mi papá, si ellos no eran guerrilleros?’. La niña de Víctor…, la misma cuestión: ‘Abuelita, ¿por qué mataron a mi papá?’. No sabe uno qué decirles. La verdad, a ellos uno no les puede dar una respuesta porque a mí, por lo menos, me queda duro”.
“Mis nietos varones (…) dicen que no van a prestar el servicio militar, y estamos luchando porque les den la libreta a mis nietos, porque no les voy a dejar ir a que les laven el cerebro, porque al servicio militar no van sino a que les laven el cerebro allá, a que les enseñen muchas cosas que no son correctas“.
Le puede interesar: “Negar los ‘falsos positivos’ es un insulto a las víctimas y a la inteligencia de los colombianos”: Santos
“Mario Montoya no ha dicho nada sobre los ‘falsos positivos’ que valga la pena”
Otra víctima que intervino este miércoles fue Idalí Garcerá, madre de Diego Tamayo Garcera, otro de los ’falsos positivos’ de Soacha. Diego tenía 26 años cuando desapareció, el 23 de agosto de 2008. Así como pasó con Víctor, el hijo de Carmenza, Diego fue asesinado por miembros de la Brigada Móvil 15 en Ocaña.
Estas son algunas de las partes más destacadas de su intervención:
“Llevo 14 años luchando por esa verdad para saber de mi hijo y otros jóvenes. Mi hijo desapareció del barrio en Soacha, en Ducales, el 23 de agosto de 2008. De verdad, yo he luchado mucho (…) Sigo en esta lucha, pero a mí me falta todavía, porque veo que faltan unos comparecientes, de verdad (…) Nos faltan todavía personas que todavía no los han traído a este estrado para que hablen, para que se termine de completar, que digan toda la verdad (…)”.
“Les pido a las personas que intervengan hoy que (digan) cuáles eran esos resultados y quién eran los que les pedían esos resultados“.
“Hay personas que todavía no nos las han traído, no sabemos de ellos. Y Padilla, el señor Padilla; el señor Mario Montoya, que no decía verdad. Necesitamos saber de Mario Montoya. De verdad que ese señor no nos ha dicho nada que valga la pena todavía, y también lo necesitamos escuchar, no solo a los señores comparecientes, sino a él también y a muchos más que todavía no han llegado”.
Lea más, en Diario Criterio: Los 'falsos positivos' desconocidos de Ciénaga que ahora persiguen al general Montoya
“No son militares, son unos asesinos”
Anderson Rodríguez Sanabria es otra de las víctimas que participó este miércoles en la audiencia. Su hermano, Jaime Estiven Valencia Sanabria, tenía 16 años en febrero de 2008, cuando lo secuestraron en Soacha y lo llevaron a Ocaña para asesinarlo. Su madre, María Sanabria, ha recibido amenazas de muerte mientras busca la verdad.
Pero no Anderson no solo habló por el caso de su hermano. También tuvo muy presente a Raúl Carvajal, conocido como Don Raúl, padre del cabo del Ejército Raúl Antonio Carvajal Londoño, que, según su padre, fue asesinado en 2006 por negarse a cometer ejecuciones extrajudiciales. Don Raúl falleció en junio del año pasado por covid-19.
Así mismo, intervino en nombre de Fair Leonardo Porras Bernal, hijo de Luz Marina Bernal. En enero de 2008, Fair Leonardo fue engañado por Alexánder Carretero, el llamado reclutador de ‘falsos positivos’, quien se lo llevó a Ocaña para entregarlo a Dairo Palomino, un militar de inteligencia. Fair fue secuestrado y asesinado. Tenía 26 años.
“Hoy vengo en representación de todas las víctimas, especialmente de mi hermano Jaime Estiven Valencia Sanabria, que era un niño, que le quitaron el sueño de ser cantante. También estoy representando a las víctimas Raúl Antonio Carvajal Londoño, Héctor Rubiano Álvarez, Alexánder Sánchez y Fair Leonardo Porras Bernal”, dijo Anderson.
Y luego, dirigiéndose a los militares, sentenció: “Acá los caballeros no son militares, son unos asesinos friolentos. ¿Por qué? Porque ellos sabían lo que estaban haciendo: se llevaron a mi hermano, un niño; se llevaron a Fair Leonardo, un muchacho especial, lo trajeron desde Soacha hasta acá“.
“Y acá el señor Carretero, él viajó con Leonardo, todo ese viaje (…) y él no se daba cuenta de que era persona grande, pero con un corazón de niño. Ellos son asesinos friolentos porque torturaban a las personas. Si las tenían para matarlas, ¿por qué las torturaban? Esa es mi pregunta para ellos”.
Estos son algunos apartados de su intervención:
“Yo quiero saber cuál es el beneficio de ellos de torturarlos, jugar con ellos, golpearlos y todo eso, sabiendo que los iban a matar. Mal hecho, mal hecho eso. Otra cosa: para que haya una no repetición, ustedes, que son los que saben quién son los dueños y creadores de este negocio tan macabro, que no es desde el día que mataron a los muchachos de ahora sino tiempo atrás… Ese negocio lo siguen haciendo hoy en día también (…)“.
“Hay activos del Ejército que participaron en la muerte de mi hermano, y de muchas más víctimas, y están activos. ¿Cuándo va a haber una no repetición? Yo creo que no: si ustedes los entregan, con nombres y todo, se pueden sacar de allá y que hablen que acá, y que no sigan haciendo eso tan macabro que hacen”.
Le puede interesar: Niña de 13 años, víctima de 'falsos positivos', y otros horrores del Batallón La Popa
“(…) Que sigan limpiando el nombre de todos los muchachos, porque ellos no eran ningunos delincuentes. Eran campesinos y gente de ciudades que tenían sueños, como mi hermano. Yo le decía a él ‘loquito’ porque se levantaba en las mañanas a cantar duro. Tenía una voz, tenía un talento, y ustedes le quitaron el sueño de ser cantante. Para mí, ha sido muy duro levantarme en la mañana y no escuchar el grito de él, de mi loquito“.
“Ustedes, para mí, todavía son un peligro, porque ustedes sabían lo que estaban haciendo y sabían que estaban matando gente inocente. Solamente Dios los va a perdonar, porque yo no. Yo no los perdono por lo que hicieron”.
“(…) Así como ustedes mismos decían. Ayer dijo uno que tenían relaciones con los paramilitares, con el jefe, mejor dicho, porque el jefe de los paramilitares y de los asesinos que están en el Ejército es Álvaro Uribe. Todos lo sabemos”.
“El señor Raúl Carvajal murió esperando la verdad y justicia. El hijo de él, Raúl Antonio Carvajal Londoño, era igual que ustedes, un militar, pero un militar de corazón. ¿Y por qué lo mataron? Porque no quiso participar en ese grupo de asesinos”.
“Es duro, pero no me siento cobarde frente a ustedes”
Flor Hernández, madre de Elkin Gustavo Verano Hernández, también intervino. Elkin Gustavo tenía 25 años cuando desapareció, el 13 de enero de 2008. Como pasó con otros, fue engañado y llevado a Ocaña, donde militares lo asesinaron.
Flor pronunció uno de los discursos más emotivos de este miércoles y aseguró que hay muchas víctimas de años anteriores.
“Me dirijo a ustedes con el dolor más grande en mi pecho, en mi alma, por lo que los señores militares hicieron con mi hijo, y al igual con todos los hijos de mis compañeras que se encuentran en esta sala (…) reclamando por una verdad y una justicia”.
“Es duro tener que dar la cara, pero al mismo tiempo me siento orgullosa de estar frente a estos militares que vistieron sus prendas no para orgullo del país. Lo vistieron y lo usaron para asesinar a personas inocentes, personas que no tenían nada que ver con las fuerzas ni grupos al margen de la ley, porque mi hijo no pertenecía a ningún grupo de la bacrim. Mi hijo era una persona sana, trabajadora; honrada y honestamente trabajaba para mí, para sus hermanos y sus sobrinos en aquel entonces“.
“Quiero decirles a los señores que están en la sala que son responsables de muerte y desaparición de mi hijo y de muchos jóvenes de Soacha, Bogotá, Catatumbo, Ocaña, Bucaramanga, Cúcuta, en muchas veredas, en muchos campos y pueblitos muy pequeños (…)”.
“¿Cuál ha sido la resistencia de nosotras las madres de Soacha y Bogotá? Ser fuertes, ser berracas y no achicopalarnos, porque somos del campo y somos guerreras. Hoy hace 14 años, dos meses, 14 días se desapareció mi hijo Elkin Gustavo Verano Hernández. Y hoy les pregunto a los señores presentes: ¿qué se siente hoy estar ustedes presentes ante las madres de Soacha y Bogotá y ante todas estas víctimas que están presentes aquí? ¿Verdaderamente es arrepentimiento? Porque la verdad… creemos o no creer”.
“Para mí, es duro, pero no me siento cobarde frente a ustedes (…)”.
“¿Qué sienten ustedes estar hoy aquí en esta sala y no tener el orgullo de vestir sus prendas militares? Yo aquí estoy aquí parada frente a ustedes, frente a los señores magistrados, representando a esas 6.402 víctimas que están hasta este momento, más las que hacen falta”.
Otros de los testimonios de los familiares de víctimas de ‘falsos positivos’ se pueden ver a continuación:
13 Comentarios
Deja un comentario
No solo los soldados rasos son culpables, ó cumplían las ordenes o sencillamente también los asesinaban. Desde Uribe y su ministro de defensa para abajo son responsables
Tenaz para estas y todas las madres esposas e hijos que sufrieron perdidas de sus familiares y saber que los mató el Ejercito que se supone que proteje y los pasaron como guerrilleros