“El cine está hecho para compartir, no para competir”

Diario Criterio habló con Felipe Aljure, cineasta y director artístico del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI), sobre las dificultades que ha dejado la pandemia y los retos de esta edición.

Luego del gran golpe que supuso suspender la edición 60 del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI) a la mitad en 2019, por culpa de la pandemia, y del soplo de esperanza que significó el FICCI Interruptus, con varias proyecciones a lo largo del 2021, el evento más importante del séptimo arte en Colombia  regresa a su edición normal.

Serán siete días de puro cine, con charlas académicas, un laboratorio de guión, la proyección de 154 películas de 38 países, homenajes a cineastas icónicos como Pier Paolo Pasolini y François Truffaut, y una invitada de lujo como Rossy de Palma. 

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Al frente de la dirección artística de esta edición está el cineasta Felipe Aljure (La gente de la Universal, El colombian dream), quien asumió el cargo en 2019 y lideró una transformación del festival, que no ha estado exenta de polémica: quitó la tradicional competencia entre las películas invitadas, reorganizó las cintas en muestras e incluyó ejes temáticos como cine indígena, cine afro y cine de Indias (películas sobre Cartagena). 

Diario Criterio habló con él sobre el reto que supuso la pandemia, los detalles de la edición que arrancó ayer y la evolución del festival:

FICCI
El FICCI reúne en Cartagena, desde hace más de 60 años, a personas de todo el mundo interesadas en el cine.

Diario Criterio: ¿Qué tan golpeado quedó el FICCI luego de tener que suspender la edición de 2019 a la mitad, por la pandemia?

Felipe Aljure: El golpe al sector cultural en el año de la pandemia fue tremendo. Nosotros, particularmente, sin que eso implique que sea un caso peor que el resto, fuimos las primeras víctimas, porque el golpe cayó durante el FICCI y fue enorme. Y como todo el ecosistema quedó afectado, recuperarse como evento individual no fue una tarea fácil. Afortunadamente al año siguiente empezamos el camino del Interruptus, con el que logramos pelear y sostener la presencialidad, con un esfuerzo enorme, porque prácticamente hicimos ocho festivales de cine. 

Diario Criterio: ¿Ya considera esta edición un regreso a la normalidad?

Felipe Aljure: El Interruptus fue el primer paso. Y esta edición es el segundo. Esperamos lograr, como está planteado, un festival normal, con los horarios de una semana, y con pantallas ubicadas en espacio exteriores, con una proyección y un sonido de alta calidad, algo que es aprendizaje del Interruptus. Ahora, yo no veo que con esto estemos regresando a la normalidad, aunque sí estamos caminando cada vez más hacia una nueva. No la veo tan clara el año siguiente tampoco, pero sí hacia 2024 o 2025. 

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Diario Criterio: ¿Por qué?

Felipe Aljure: Porque en este momento aún se están escribiendo las nuevas reglas de las relaciones cinematográficas, de la exhibición. Las plataformas están haciendo movimientos sumamente importantes que, de alguna manera, pueden afectar la la ida a salas de cine como la deseamos y la conocemos. Lo que nos queda, mientras tanto, es observar qué está pasando y cada año armar el mejor festival que podamos hacer. Seguimos, como todo el sector cultural, en modo recuperación. 

Diario Criterio: ¿Qué enseñanzas quedaron del FICCI Interruptus, además de las proyecciones al aire libre?

Felipe Aljure: Se activó el diálogo con la ciudad y con los públicos locales. La programación cultural, las películas, la gente que fue a las películas, la clase de inquietudes culturales y cinematográficas de la gente, todo giró alrededor del público cartagenero, que era el que mayoritariamente podía asistir en medio de los encierros. Y eso nos dejó grandes enseñanzas. 

¿Qué esperar de esta edición del FICCI_ (1)
El Festival Internacional de Cine de Cartagena vuelve a la presencialidad.

Diario Criterio: ¿Qué podemos esperar de esta edición? ¿Cuáles son las grandes apuestas?

Felipe Aljure: Habiendo sostenido el encuentro en las ocho lunas llenas del Interruptus, la gran apuesta es sostener nuevamente un evento consecutivo, de una semana seguida, sin interrupciones. Y por el otro lado, propiciar un encuentro entre gente que confluye de todo el país y de muchas partes del mundo. Lo interesante es que, de alguna forma, estamos empezando a caminar hacia un mundo libre de peste, aunque no estamos ahí todavía. Así que no nos queda más que luchar por el encuentro, por la presencialidad y por el cine como debe ser: en pantallas grandes, con sonido amplificado y encontrándonos con los otros. 

Diario Criterio: Desde que usted llegó al festival, en 2019, cada año hay un gran tema de reflexión, que tiene su propia muestra. Este año es ‘Erotika’, ¿por qué?

Felipe Aljure: Hemos venido tocando temas que tienen importancia en cada momento específico, porque el cine no solo es hacer películas, es generar pensamiento y reflexión. El cine tiene que hablar de cosas. En la edición de 2019, por ejemplo, el tema fue ‘Migración y mestizaje’, porque estábamos en un mundo en el que Trump estaba haciendo una muralla, los inmigrantes estaban ahogándose en el Mediterraneo y los venezolanos caminaban por toda América Latina.

Este año es ‘Erótika’ porque hemos visto que la sexualidad, que es un mecanismo básico para la duplicación de los seres humanos, ha sido retada desde la cultura y desde los cuerpos en disidencia, por nuevos discursos y nuevas narrativas. Por supuesto, tendremos una pequeña muestra de películas que llevan a reflexiones sobre el tema.

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Diario Criterio: Usted llegó al FICCI en 2019, pero este es prácticamente su segundo festival, porque el de 2020 se acabó a la mitad y en 2021 hubo una edición Interruptus. Con todo eso ¿sí ha podido darle al festival el rumbo que quería al inicio?

Felipe Aljure: Yo diría que este es mi cuarto festival: el primero (2019) se hizo entero y aunque el segundo (2020) solo tuvo tres días, lo montamos y lo construimos. El tercero fue  Interruptus, que nos generó grandes aprendizajes. Este sería el cuarto, que es el regreso a la presencialidad y al carácter, si se quiere, más internacional del FICCI. 

En todo este tiempo, creo que el festival ha caminado, ha crecido, ha aprendido y el equipo se ha afinado. También creo que hemos logrado avances en lo tecnológico y en la programación. El solo hecho de tener un comité curador: este no es un festival en donde una persona dice “esta es la película que entra y esta es la que no”, sino uno en donde hay un comité curador que evalúa las películas. Y las películas sí compiten, pero compiten ahí, para entrar. Una vez están dentro, todas son invitadas de honor.

Rossy de Palma, invitada al FICCI
Rossy de Palma, invitada especial al FICCI 2022

Diario Criterio: Ya que toca ese tema, que fue tan polémico en su momento, ¿sigue defendiendo que en el FICCI ya no existan competencias oficiales?

Felipe Aljure: Competir y compartir son verbos que, aunque parecen cercanos, son diametralmente opuestos. Eso se refleja en los escenarios. Si usted se sienta en un estadio de fútbol ve dos canchas, y cuando los equipos salen a jugar hay una manera aritmética, y de alguna forma objetiva, de competir: el que logre más goles gana. Pero usted entra a una sala de cine y ve una pantalla para que la gente comparta. Eso es lo que nosotros hemos estado peleando: el cine está hecho para compartir, no para competir. 

Cuando usted ha sido criado, como hemos sido criados todos, en medio de una cultura de piñata, de “vaya mijo eche codo allá, coja juguetes para usted y si el otro no agarra nada, de malas”, pues es más difícil. Eso, seguramente, en una mirada mucho más competitiva, tiene unos valores. Pero vea donde está el planeta por ese tipo de pensamiento: un autoritario decidió en estos días coger el país de al lado y está disparando y acabando con una población civil y una cultura. 

Mientras nosotros, desde el pensamiento (y el cine pertenece al pensamiento cultural y no a la competencia deportiva), logremos sembrar esas bases para compartir y no competir, tendremos un mejor planeta. 

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Diario Criterio: Uno pensaría que con las dificultades de filmar que trajo la pandemia y con el crecimiento del streaming iba a ser más difícil para ustedes encontrar buenas películas, pero en el lanzamiento dijo que no fue así. ¿Qué encontraron en todo lo que vieron?

Felipe Aljure: Hay que reconocer una tendencia que esta época marcó: vimos muchísimas producciones en donde los grupos creativos escogieron solo una locación y sus alrededores para grabar. Dentro de esa dramaturgia, obligada por la peste, el encierro y el costo de hacer pruebas covid cada dos o tres días, hay estupendas películas, y otras que no nos llamaron tanto. 

Diario Criterio: Esas buenas películas las podremos ver en la muestra…

Felipe Aljure: Sí, dentro de la muestra hay películas como Clara sola, de Nathalie Álvarez Mesén; La roya, de Juan Sebastián Mesa; Ríos de Ceniza, de Álberto Gómez Peña; Vortex, de Gaspar Noe… le puedo nombrar muchas. Uno ahí ve que este (el del cine) es un mundo en el que nuestros colegas, nacionales e internacionales, se enfrentaron a una circunstancia adversa y se sobrepusieron, salieron con buenas soluciones que terminaron en grandes películas. Igual que hizo el festival en medio de las adversidades con el Interruptus. 

La roya de Juan Sebastián Mesa
La roya de Juan Sebastián Mesa

Diario Criterio: ¿Qué otras cosas les llamaron la atención de los largometrajes y cortometrajes que pudieron ver?

Felipe Aljure: Encontramos, en películas que quedaron y no quedaron seleccionadas, que hay una intención, sobre todo de las nuevas generaciones, de crear obras cinematográficas que mezclan géneros experimentales, atrevidos y arriesgados con los géneros clásicos. Puedo poner el ejemplo de A cidade dos abismos (La ciudad de los abismos), de Priscyla Bettim y Renato Coelho, que es una especie de thriller. Vimos cosas muy interesantes, muy especiales y, por fortuna, nos vimos en aprietos para elegir las invitadas, tocó eliminar grandes películas. 

6 Comentarios

  1. Me gustó esta entrevista
    Resume la idea central de FICCI y su trayectoria
    Buena esta reflexion “el cine está hecho para compartir, no para competir. “

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