Fracaso del fútbol colombiano en Libertadores, otra crisis en medio de la crisis

Ninguno de los cuatro clubes de Colombia en la competencia pasó a octavos. En algunos partidos los protagonistas no fueron los goles sino los estallidos durante las protestas.

El fracaso de los equipos colombianos en torneos internacionales quedó certificado con la derrota de Atlético Nacional frente a la Universidad Católica de Chile 0-2, resultado que puso al equipo paisa como último del grupo F de la Copa Libertadores, con solo cinco puntos.

Ninguno de los clubes del país pudo pasar a los octavos de final de la Libertadores. Aunque América de Cali y Junior de Barranquilla quedaron terceros en sus grupos y garantizaron un cupo a los octavos de Copa Sudamericana, y pese a que la Dimayor lo presentó como un logro, lo cierto es que los hinchas quedaron inconformes con el desempeño de sus equipos.

Por ejemplo, América perdió en la última fecha con Cerro Porteño y quedó solo con cuatro puntos, pero la victoria de Atlético Mineiro frente a Deportivo La Guaira fue la que le dio el empujón para meterse a Sudamericana.

El mal desempeño de los equipos parecería ser un reflejo o una consecuencia del complejo momento que vive el país.

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Fracaso en Sudamericana

Deportes Tolima perdió el martes pasado con el Red Bull Bragantino, de Brasil, y quedó último de su grupo en la Copa Sudamericana, con solo tres puntos. La Equidad, que se enfrenta este jueves con Gremio, no tiene opciones de clasificar a los octavos de final.

Jugar en medio de las protestas

La Conmebol fue enfática en advertir que no suspendería los partidos de Copa Libertadores programados en Colombia durante las protestas. Por esa razón, y ante la negativa de la Alcaldía de Bogotá de prestar los estadios de Techo y El Campín, Santa Fe tuvo que jugar de ‘local’ en Asunción (Paraguay) contra River Plate el pasado 6 de mayo.

Lo mismo le sucedió a Atlético Nacional, que también fue ‘local’ en Paraguay.

Pero la situación más crítica se presentó en Barranquilla, donde su alcalde, Jaime Pumarejo, insistió en que el partido Junior-River Plate tendría que jugarse sí o sí. Lo que sucedió es por todos conocido: los gases lacrimógenos llegaron al estadio Romelio Martínez y los estallidos se escucharon durante la transmisión. El titular de Canal 5 Noticias de Argentina le dio la vuelta al mundo: “Adentro juega River, afuera la disparan a la gente”.

Pumarejo, aliado político de la familia Char, propietaria del Junior, también autorizó el partido América-Atlético Mineiro en Barranquilla, con un resultado similar: protestas, gases lacrimógenos y estallidos fuera del estadio.

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En Pereira, donde jugaron Atlético Nacional y Nacional de Uruguay, hubo protestas antes del partido y los jugadores charrúas casi no pueden salir del hotel donde se concentraban. Además, cuando los dos clubes estaban sorteando el saque inicial, el capitán del equipo uruguayo, Gonzalo Bergessio, le pidió empatía a su par colombiano.

Finalmente, los equipos colombianos no pudieron jugar en el país en los partidos locales. Santa Fe y Junior cerraron su participación en Copa Libertadores en Ambato, Ecuador y Deportes Tolima jugó su última fecha de Sudamericana en San Cristóbal, Venezuela, donde también será ‘local’ La Equidad.

El fracaso de la Copa América

Sin importar las manifestaciones, el gobierno de Iván Duque estaba empecinado en organizar la Copa América. Ernesto Lucena, ministro del Deporte, reiteró varias veces que el torneo serviría para unir al país en tiempos de crisis, una afirmación que rechazaban incluso los hinchas, quienes consideraban que la copa sería usada como una cortina de humo.

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La insistencia en autorizar partidos de Libertadores en Barranquilla parecía tener el propósito de demostrar que la casa de la Selección Colombia sí estaba en condiciones de recibir la Copa América. Sin embargo, los disturbios fuera del estadio Romelio Martínez demostraron lo contrario.

El gobierno de Duque recurrió a un plan B y pidió aplazar el torneo para noviembre. La Conmebol, finalmente, rechazó la solicitud y descartó a Colombia como sede de la Copa América. El ministro del Deporte, al respecto, reconoció que la crisis política del país influyó en la decisión: “Estuvimos hablando con Conmebol. Ellos se quedaron muy preocupados por los partidos en Barranquilla, por el de Pereira”, dijo Lucena a Blu Radio el pasado 21 de mayo.

El fiasco de Santa Fe

Sin duda, la vergüenza más grande para un club colombiano desde el 8-0 de Real Madrid a Millonarios de 2012. El pasado 19 de mayo, Santa Fe viajó al estadio Monumental para enfrentar a un River Plate que sufría 20 bajas por covid-19, razón por la que Marcelo Gallardo, entrenador del equipo argentino, tuvo que alinear una nómina alterna con el volante Enzo Pérez como arquero y sin posibilidad de hacer cambios. El equipo cardenal perdió 2-1.

Por si fuera poco, en la última fecha, Santa Fe le dio una ‘ayudita’ a River: empató con Junior y ese resultado le sirvió al equipo argentino para quedar segundo en la tabla, con nueve puntos, pese a la derrota con Fluminense. Además, el partido entre los dos equipos colombianos, jugado en Ecuador, terminó en pelea.

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