Las lecturas de la primera crisis ministerial del Gobierno Petro
El primer remezón en el gabinete del presidente Gustavo Petro llegó siete meses después de su posesión, aparentemente motivado por el desafío que le planteó Alejandro Gaviria en el tema de la reforma a la salud y por el nuevo panorama político que debe enfrentar para sacar adelante esa y otras de sus reformas clave.
Hasta la tarde de este lunes 27 de febrero, muy pocos tenían certeza de lo que anunciaría el presidente Petro en la alocución programada para las 7:00 de la noche. La polémica por el texto de algunos funcionarios de su gabinete contra la reforma a la salud y la reunión con los líderes de los partidos de Gobierno daban a entender que no se trataba de un simple discurso en favor de su agenda de reformas, como los que ya había dado a lo largo del mes.
Finalmente, Petro se presentó ante el país y lanzó un mensaje corto sobre la importancia de debatir las reformas y lograr consensos. “Hago un llamado a que todas las fuerzas políticas, incluso de la oposición, (…) ayuden a construir este país con el debate y las propuestas”, dijo el mandatario.
Esas palabras terminaron siendo la introducción de la verdadera bomba, la noticia del primer cambio en su gabinete: “Agradezco los servicios prestados por los ministros Alejandro Gaviria, María Isabel Urrutia y Patricia Ariza (…) los invito a que desde el lugar donde estén nos ayuden a construir este pacto social”.
Según se ha conocido, a Gaviria le notificaron el lunes en la tarde su salida de la cartera de educación, aunque también se lo habrían planteado el domingo. Las ministras Urrutia y Ariza aseguran que les avisaron minutos antes y que se enteraron de los detalles a través de la alocución presidencial.
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Crónica de un despido anunciado
Tras la noticia de su salida, muchos revivieron las palabras que Alejandro Gaviria, siendo candidato a la Presidencia, lanzó para poner en duda la estabilidad de un eventual Gobierno de Gustavo Petro. “El primer año él nombra un buen gabinete de unidad nacional, no lo logra cohesionar, pasan seis u ocho meses, se le desbarata el gobierno y empieza a trinar como loco”, dijo en una entrevista con el humorista Alejandro Riaño.
Esa desconfianza de Gaviria se mitigó cuando, precisamente, Petro lo incluyó en el gabinete como una muestra de conexión con sectores distintos a la izquierda. Sin embargo, cuando arrancó el Gobierno, la misma desconfianza se trasladó al petrismo, que empezó a ver en el poder de convocatoria de Alejandro Gaviria, en temas como el de la salud, una amenaza para la agenda reformista.
Aunque trabajó los primeros meses totalmente enfocado en los temas de educación, Gaviria sabía que estaba llamando a pronunciarse sobre la reforma a la salud, debido a su pasado como ministro de esa cartera, que entre otras cosas lo llevó a enfrentarse con la entonces activista Carolina Corcho.
El momento definitivo llegó a finales de enero, cuando, a pesar de la poca información que tenía el país, los integrantes del Gobierno empezaron a conocer detalles de la reforma a la salud. El 1 de febrero se confirmó que Gaviria tenía reparos al proyecto, pues se filtró un documento de cuatro páginas en el que cuestionaba la propuesta por no tener en cuenta los avances de los últimos años.
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Tras el escándalo en medios, Gaviria y Petro aseguraron que el documento se discutió abiertamente en un consejo de ministros y que las observaciones serían tenidas en cuenta. Sin embargo, tras bambalinas, en el Palacio de Nariño se desató una pelea de pesos pesados. La jefa de gabinete, Laura Sarabia, le habría pedido a Gaviria retractarse o dar un paso al costado. Finalmente, el problema no pasó a mayores, pero la herida quedó abierta.
La gota que derramó el vaso cayó este fin de semana, con la filtración de otro documento de Gaviria sobre la reforma a la salud, esta vez escrito junto a José Antonio Ocampo, Cecilia López y Jorge Iván González, tres de los funcionarios de más alto nivel en el Gobierno de Petro.
El ministro Gaviria volvió a ser acusado de la filtración, lo que terminó firmando su despido. Para varios analistas, la decisión de Petro se lee como una muestra de autoridad, nada distinto a lo que han hecho otros mandatarios, pero que esta vez modifica el panorama del Gobierno en la medida que la salida de Gaviria aleja a Petro de un sector académico y liberal.
Por otra parte, es una muestra de respaldo total a la ministra Carolina Corcho, quien continúa recibiendo críticas de sectores políticos y económicos. Queda en el aire la pregunta sobre el talante del Gobierno para manejar el tema de las reformas, pues a pesar de los llamados a conversar, la salida de una voz crítica del gabinete demuestra que, por ahora, el presidente privilegia la cohesión y el compromiso total con su agenda.
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Lo que viene para el gabinete de Petro
Aunque muchos no esperaban la salida de Patricia Ariza y María Isabel Urrutia de los ministerios de Cultura y Deporte —ni siquiera ellas mismas—, lo cierto es que las funcionarias eran las que menos estaban conectadas con el presidente Petro. De hecho, se dice que Ariza nunca tuvo una reunión personal con el mandatario.
Además, ambas venían recibiendo muchas críticas por su gestión. Urrutia, por ejemplo, terminó envuelta en una polémica por la entrega de un contrato de 5.000 millones para implementar el reconocimiento biométrico en los estadios del país. Ariza habría tenido diferencias con Petro y el viceministro Ignacio Zorro en la visión de la política cultural, especialmente en los temas relacionados con la música.
Como Zorro quedó encargado del Ministerio, en las últimas horas se han intensificado los cuestionamientos relacionados con su cercanía con la primera dama, Verónica Alcocer. Cabe recordar que él ha sido profesor de piano de las hijas de la pareja presidencial y, además, es el cuñado del actual canciller, Álvaro Leyva.
En reemplazo de Alejandro Gaviria es Aurora Vergara, que venía desempeñándose como viceministra de Educación Superior. Algunos la consideran cercana a Francia Márquez y en el petrismo ven con buenos ojos su hoja de vida, en la que se destaca un doctorado en sociología y su paso por la Universidad Icesi.
Al Ministerio del Deporte llega Astrid Bibiana Rodríguez, una bogotana licenciada en educación física con doctorado en estudios sociales. Es profesora de la Universidad Pedagógica y trabajó como maestra de la Secretaría de Educación de Bogotá.
Más allá de estos dos nombramientos, quedan dos interrogantes para los próximos meses: ¿Habrá más cambios en el gabinete? ¿El remezón tiene algo que ver con las negociaciones con partidos tradicionales en busca de su apoyo para la reforma a la salud?
Hasta el momento, sobre esas dos preguntas solo hay suspicacias debido a la reunión que Petro sostuvo con César Gaviria, Dilian Francisca Toro, Efraín Cepeda y otros jefes de partido previo al anuncio de los cambios en el gabinete.
Es claro que el presidente necesita los votos de esas colectividades para aprobar la reforma y que, a menos que les otorgue más participación en el proyecto o en el Gobierno, no encontrará un buen panorama en el Congreso. Por esta razón, conviene esperar lo que pueda pasar con las tres carteras modificadas y con los ministros que han demostrado su preocupación con la iniciativa.
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3 Comentarios
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Buena y clara explicación
Gracias
Repartija de mermelada del gobierno de Petro. Ya suena para reeplazar a la ministra de cultura la hija de Cesar Gaviria, Maria Paz Gaviria que al igual que Simoncito, no haya donde ubicarlo el cameleon de su papa Cesar Gaviria. Se va aclarando el panorama
Me encontré con este portal de noticias y me ha parecido muy claro y objetivo. Cuenta cómo son las cosas y listo, ojalá sea así siempre.