Toda la gloria en la gambeta… Estrada
Pasó en la llamada “Finalissima” entre Argentina e Italia, campeones de Copa América y Eurocopa, respectivamente, que se jugó esta semana en Wembley con fines comerciales y para ir calentando el Mundial, que este año no es a mitad de calendario sino hasta noviembre.
Minuto 75: la albiceleste le daba un repaso de fútbol a una desleída azzurra y ya le ganaba 2-0, cuando un pase largo desde la defensa gaucha es cabeceado hacia un costado por Messi. Allí estaba Di María, que primero paró la pelota con su pecho para luego dormirla alegremente sobre su cabeza y enfrentar a Bonucci.
La pelota terminaría saliendo, pero la imagen de ese gesto técnico bello, de alguien con talento y que sabe consentir al balón quedó, y las redes estallaron.
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“¿Di María? ¡¡Para los Globetrotters!!”, escribió la cuenta oficial en Twitter de ESPN publicando el video y las redes sociales explotaron: “magia”, “crack”, “clase”… las palabras para hablar de una linda jugada acompañaron la reproducción del video en todas partes.
Una maravillosa cuenta de memorabilia futbolera llamada La Okocha rcordó que Di María “además de jugar un partidazo tuvo el placer de emular al gran Kerlon Moura y su famosa “Foquinha””, publicando la ya clásica jugada del ex Cruzeiro y Ajax, que en un partido frente a Uruguay por el Sudamericano Sub-17 de 2005, disputado en Venezuela, al no poder avanzar por el bosque de piernas de los defensas uruguayos levantó la pelota y cruzó entre cinco rivales llevándola en su cabeza, dominada y maravillando a todo el mundo.
Kerlon Moura repitió la jugada en todas partes donde jugó (que no fue mucho, porque las lesiones lo retiraron a los 29 años), pero su nombre quedó asociado a “La Foquinha” e incluso hace unos años, cuando un medio español lo buscó para una de esas clásicas secciones de “¿Y qué ha sido de la vida de..?”, se tiró esta frase: “Tuve la alegría de hacer algo único en el fútbol. Mi padre y yo creamos una jugada inédita y exclusiva: ‘La Foquinha'”.
Con todo el respeto de Moura, de Di María y de los medios argentinos, brasileños y españoles, cuando vi a Di María dormir la pelota en su cabeza frente a Italia en lo único en lo que yo pude pensar fue en Carlos Enrique ‘La Gambeta’ Estrada.
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Pasó el 4 de diciembre de 1988. Ese día yo cumplía 9 años y la verdad no recuerdo si tuve piñata, no tengo ni idea qué me regalaron y no puedo decir nada sobre ese domingo salvo que, llegada la hora del noticiero de la noche, me senté sagradamente con mi abuelo a ver la sección de deportes para disfrutar del resumen de los goles del octogonal final del fútbol colombiano.
Don Gustavo, hincha eterno de Nacional, tenía muchas ganas de ver la victoria de su verde sobre el que yo llamaba “mi equipo”, sin haber ido nunca al estadio ni saber de verdad si le hacía fuerza a Millonarios solo por oponerme a la figura de autoridad de mi casa. Pero de pronto, pasó. En la pantalla de ese Sony Trinitron de 13 canales vi magia.
La jugada la puedo recitar de memoria: ‘La Gambeta’ entró al área por el costado derecho tras un pase largo de Vanemerack. La pelota rebota en el piso y el delantero, de espalda a la portería, se perfila para enfrentar la marca de León Villa que, atónito (supongo yo, que vuelvo a ver el video y vuelvo a estar atónito), ve cómo Estrada hace tres toques de una veintiuna con el muslo para luego hacerle un sombrero y ponerse la pelota en la cabeza ante la presión de ese coloso llamado Leonel Alvarez que, a pesar de su fuerza, no logra mover a ‘La Gambeta’, quien no solo da un paso con la ‘pecosa’ sobre la cabeza, no, ¡da tres pasos con la bola controlada en el cráneo para luego dejarla caer y fusilar a René Higuita!
Fue mágico. Fue brutal. Fue algo que nunca había visto a mis recién cumplidos 9 años y que 33 años después no he vuelto a ver, por más Foquinhas de Kerlon Moura o jugaditas de Di María.
Luego de la proeza Carlos Enrique, que siempre fue un crack subvalorado, se fue a celebrar como loco con la tribuna equivocada y desde allí le lanzaron un monedazo que le dejó un ojo colombino como una semana, pero no importaba. La leyenda había sido consumada y no importaba nada más.
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No importó que Millonarios perdiera 3-1 en el Atanasio, ni importó enterarme luego que en esa cancha dejaba un invicto histórico de 26 fechas; ni me inmutó que mi abuelo se burlara socarronamente de la derrota de “mi equipo”, pues, a partir de ahí, a partir de ese gol, a partir de ese resumen de noticiero de un 4 de diciembre de 1988, día de mi noveno cumpleaños, supe que le tenía que quitar las comillas al término, que había encontrado equipo, que nada volvería a ser igual.
¿Magia? ¿Quiren magia? Vuelvan a ver la jugada de Carlos Enrique ‘La Gambeta’ Estrada y hablamos…
5 Comentarios
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Buena descripción del gol
Me parecia que era yo la que estaba con el abuelo
Excelente. El mejor apodo que existe para un futbolista. Ninguno superará a ‘La Gambeta’ Estrada.
Nunca vi una jugada y un golazo igual
Cada hincha recuerda como mejor le parezca. En ese mismo partido, el gol de León Villa también fué un GOLAZO desde fuera del área. Gracias.