La ganadería colombiana aún no está libre de pecado
Los ministerios de Ambiente y de Agricultura acaban de poner en marcha el Sello Ambiental Ganadero, un certificado para las empresas del sector que quieran demostrar responsabilidad ambiental en sus productos y servicios. Aunque los gremios celebraron la noticia, la normativa parece tener algunos vacíos, dudas y deudas frente a los compromisos de la lucha contra la deforestación.
El ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa, calificó como un hito en materia ambiental el lanzamiento del Sello Ambiental Ganadero, esta semana. “Es una oportunidad para que la ganadería también aporte a nuestros objetivos de desarrollo sostenible, como la reducción de emisiones en un 51 por ciento para el 2030”, dijo el funcionario.
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En la misma línea, Rodolfo Zea Navarro, ministro de Agricultura, celebró la medida y aseguró que el gobierno viene trabajando para tener “una producción ganadera sostenible, climáticamente inteligente, baja en emisiones de gases efecto invernadero y adaptada al cambio climático”.
Pero ¿a qué se refieren exactamente los dos ministros? Según lo indicado por la Norma técnica NTC 6550, el Sello Ambiental Ganadero es una etiqueta ecológica que pueden obtener, voluntariamente, los ganaderos que cumplan con seis requisitos de buenas prácticas en materia medioambiental y laboral.
Entre las condiciones se encuentran el desarrollo de planes de reforestación en las fincas, el uso eficiente de los recursos hídricos y aprovechamiento de los residuos orgánicos. Asimismo, se exige garantizar el buen uso del suelo, velar por el bienestar de los animales y ser responsables con los empleados.
Según el ministro Zea, tras el lanzamiento de esta iniciativa, se puede decir que “la actividad ganadera, tanto de bovinos como de bufalinos, sobre la cual históricamente se ha dicho que tiene un impacto ambiental, puede producir conservando y conservar produciendo”.
Los gremios del sector, en cabeza de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegan), celebraron la decisión ya que el sello les abre la posibilidad de llevar sus productos, como la carne, a mercados extranjeros exigentes en materia ambiental.
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El presidente de Fedegan, José Félix Lafaurie, aseguró que esperan llegar a Dubái “con el primer contenedor con el Sello Ambiental Ganadero. Será un hito para el país, para la ganadería, incluso, para aquellos países ganaderos tropicales que quieran participar en un proceso de esta naturaleza”.
Las deudas de la ganadería en materia de deforestación
Las declaraciones del presidente de Fedegan permiten evidenciar que la medida podría generar una avalancha de solicitudes para obtener el sello, teniendo en cuenta las posibilidades económicas en juego, pues este tipo de carne tienen un mayor valor en el mercado. Por esta razón, se hace necesario evaluar el verdadero efecto de la medida sobre el medioambiente, especialmente en el tema de la deforestación.
Los datos del Sistema de Monitoreo de Bosques hablan de una pérdida de 171.685 hectáreas de bosque tan solo en 2020, a causa de la deforestación. Según esta información, las malas prácticas de ganadería extensiva son el segundo factor, después de la praderización, responsable del problema.
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Un ejemplo claro es el de San Vicente del Caguán, en el departamento de Caquetá, que a pesar de ser una zona originalmente forestal, cuenta con la presencia de, por los menos, 940.000 cabezas de ganado, según estadísticas del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).
Teniendo en cuenta los requisitos del Sello Ambiental Ganadero, se evidencia que ninguno de estos exige directamente reducir la deforestación, ya que solo se habla de planes de reforestación. En otras palabras, no es claro cómo el Sello certificará que determinado producto cárnico no viene de fincas ubicadas en zonas de protección o de colonización. A todo esto se suma que el mecanismo no es obligatorio, sino voluntario.
Por eso, ambientalistas aseguran que el sello no es una solución estructural y que el país necesita una medida hasta ahora poco discutida: la trazabilidad de la carne. Este sistema permite identificar cada detalle de la producción ganadera; desde las fincas, pasando por el transporte, la faena y terminando en la comercialización. Varios países y cadenas comerciales exigen a sus proveedores tener una trazabilidad que demuestre cero deforestación en sus productos cárnicos.
La trazabilidad de la carne en Colombia
Actualmente, en la Cámara de Representantes circula un proyecto de ley que busca reglamentar la trazabilidad y crear el sello de “carne libre de deforestación”. La propuesta es del congresista liberal Juan Carlos Lozada, quien plantea una certificación que solo se entregue a productores que garanticen que los bovinos no hayan ocupado zonas total o parcialmente deforestadas en los últimos 10 años.
La primera diferencia con el recién creado Sello Ambiental Ganadero es que se trataría de una medida obligatoria “para todos los productores de carne bovina que se encuentren ubicados en los departamentos cuya tasa anual de deforestación anual sea superior al 1 por ciento”. El resto de productores sí lo podrán hacer voluntariamente y con una postulación gratuita.
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El proyecto también propone que los establecimientos comerciales exhiban obligatoriamente el sello en los productos cárnicos que ofrecen al público. “El Gobierno Nacional apropiará en la Ley del Presupuesto General de la Nación, para cada vigencia fiscal, los recursos necesarios para la operación y sostenibilidad del Sistema”, dice el proyecto sobre la financiación de la propuesta.
El representante Lozada explicó que los actuales sistemas de trazabilidad ayudan a prevenir enfermedades o el robo de ganado, pero que no están pensados para luchar contra la deforestación.
“Las 27 millones de cabezas de ganado que componen el hato ganadero del país ocupan alrededor de 14 millones de hectáreas netas, lo que representa un problema ambiental dado que según el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, solo unas 2,7 millones de hectáreas en la geografía nacional son aptas para dicho fin”, asegura Juan Carlos Lozada.
El proyecto de ley propone aprovechar los recursos que ya existen en el país y consolidar su aplicación, como es el caso del Sistema Nacional de Identificación, Información y Trazabilidad Animal (SNIITA) y el Sistema Nacional de Identificación e Información de Ganado Bovino (SINIGAN).
En el país ya existe un antecedente importante para abordar el tema. En marzo de este año, 11 comunidades indígenas de Colombia y Brasil demandaron al grupo empresarial Casino, que opera en nuestro país a través de los supermercados Éxito, por la supuesta venta de carne relacionada con el acaparamiento de tierras, la deforestación y la vulneración de derechos a las etnias.
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7 Comentarios
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Buen analisis sobre el “sello ambiental ganadero” pero estamos en Colombia donde creada la ley, creada la trampa. Buenas intenciones con esta implementacion pero segun el analisis se queda corta esta norma. Siempre nos queda faltando los 5 centavos para el peso. El pais de ” los casi”. Casi lo atracan, casi hace el puente, casi lo contratan, casi llega a la presidencia y asi un largo etc etc.