A medio siglo del golpe de Estado en Chile, ¿es posible la reconciliación?

Chile conmemora este lunes 11 medio siglo del golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende, liderado por Augusto Pinochet, en medio de una desvalorización actual generalizada de la democracia y una permisividad a soluciones autoritarias.

Inter Press Service IPS

Chile recuerda el lunes 11 de septiembre los 50 años del golpe de Estado de 1973, mientras se encuentra en un ambiente de polarización extrema que refleja los antagonismos en torno a su futuro político, mismo que no es ajeno a los claroscuros que rodean a la democracia en casi toda América Latina.

La figura de Salvador Allende, el presidente que se quitó la vida en defensa de la Constitución, en el Palacio de La Moneda cuando era bombardeado por los golpistas, se acrecienta en este aniversario con el homenaje que le rendirán varios mandatarios y exmandatarios que acompañarán en Santiago de Chile al presidente de ese país, Gabriel Boric.

Por su parte, la oposición derechista se negó en bloque a firmar un Compromiso por la Democracia propuesto por el presidente y el senador Javier Macaya, líder de la Unión Demócrata Independiente (UDI) que reivindica el gobierno dictatorial del general Augusto Pinochet. Este afirmó categóricamente que, por ningún motivo, participarían de un homenaje a Allende.

Pinochet, el ‘vampiro eterno’

Pinochet, fallecido el 10 de diciembre de 2006, es una suerte de fantasma.

El jueves 7 se estrenó en los cines la película El Conde, una comedia negra de terror aplaudida en el Festival de Venecia, que transcurre en un universo paralelo y presenta al exdictador (1973-1990) como un vampiro que goza de vida eterna, bebiendo sangre humana, y habita una mansión en ruinas.

Tráiler de El conde.

La actriz Paula Luchsinger se refirió al filme como “una metáfora súper potente” de lo que ocurre en el país, donde los últimos eventos electorales favorecieron a la extrema derecha que se elabora una nueva Constitución política con tintes de regresión, mientras crímenes de lesa humanidad cometidos bajo la dictadura siguen impunes.

En contexto: Ultraderecha en Chile, heredera de Pinochet, redactará nueva Constitución

Boric, presidente desde marzo de 2022 —con el apoyo de una coalición de izquierda y centroizquierda—, es acusado por la derecha de querer imponer “una sola verdad oficial” sobre el cruento quiebre institucional de hace medio siglo que inauguró un régimen dictatorial de 17 años, en el cual el modelo económico neoliberal se implantó de la mano con la represión.

No se habla de golpe

En una declaración conjunta, la UDI, Renovación Nacional y Evópoli, integrantes del bloque opositor Chile Vamos, emitieron su propio compromiso de defensa de la democracia y los derechos humanos en una declaración donde los términos dictadura y golpe de Estado están ausentes.

Chile Vamos insiste hasta hoy en acusar a Allende (1970-1973) y a la Unidad Popular —la coalición que lo llevó al gobierno— de pretender instalar una “dictadura comunista”, lo cual fue impedido por el pronunciamiento militar propulsado inicialmente por los mandos de la Armada y la Fuerza Aérea y al cual se sumó, a última hora, Pinochet como comandante del Ejército.

La Democracia Cristiana que, en aquellos años, hizo causa común con la derecha en el parlamento para aprobar una declaración que acusaba al gobierno allendista de violar la Constitución —invocada como justificativo por los golpistas— es ahora la gran ausente de este debate como corolario de su progresiva fragmentación y pérdida de influencia electoral.

En la antesala de esta conmemoración se ha reforzado la verdad histórica de que la crisis y el desgaste de la inédita experiencia de la “vía chilena al socialismo” fue provocada, en gran medida, por el gobierno de Estados Unidos, en un plan de desestabilización ordenado por el entonces presidente Richard Nixon y su asesor de Seguridad Nacional, Henry Kissinger.

Puede leer: La guerra contra las drogas, una guerra contra las mujeres pobres

Unos 25.000 documentos de la Agenda Interna de la Casa Blanca, la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) y la Agencia de Inteligencia en Defensa (DIA, por sus siglas en inglés), desclasificados recientemente, dan cuenta del cuantioso financiamiento estadounidense de paros empresariales y sabotajes contra el gobierno de la UP, así como de la prensa opositora, encabezada por el diario El Mercurio.

Desde 1970, con el triunfo de Allende en las elecciones, Chile fue un frente de lucha en la confrontación bipolar de la Guerra Fría, aunque en una relación asimétrica, ya que la entonces Unión Soviética no se comprometió de lleno en apoyar el novedoso proyecto socialista por caminos institucionales y pluralistas del programa de la UP.

Las secuelas del terrorismo de Estado

La destrucción de este proyecto y la llamada reconstrucción de Chile tuvo el sostén del terrorismo de Estado que se ejerció casi paralelamente en todo el Cono Sur latinoamericano y que, en ese país, dejó 40.175 víctimas, de las cuales unas 3.200 corresponden a asesinados y desaparecidos; el resto, a torturados y prisioneros políticos.

Cementerio de Santiago de Chile donde se encuentran algunos de los ejecutados en el golpe de Estado liderado por Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973. (Mario Téllez - Agencia Anadolu)
Cementerio de Santiago de Chile, donde se encuentran algunos de los ejecutados en el golpe de Estado liderado por Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973.

Para los colectivos de víctimas de la represión, estos 50 años del golpe de Estado son un llamado a renovar las luchas por la memoria y la justicia, ya que, pese al trabajo de los tribunales, apenas se han recuperado restos de 307 de las 1.469 víctimas de desapariciones forzadas. Tampoco se han encontrado aún los cadáveres de 377 de los 1.700 ejecutados por la dictadura.

Puede leer:
🔗Antonio Kast, el fanático de Pinochet y rival de Boric

🔗¿A qué se debe el giro hacia la izquierda en el poder en América Latina?

El 30 de agosto, el presidente Boric lanzó el Plan Nacional de Búsqueda de desaparecidos, fruto de un trabajo conjunto con agrupaciones de familiares de las víctimas, a través de 67 encuentros con más de 700 interlocutores y seminarios en que participaron unas cuatro mil personas.

El mayor obstáculo para que prosperen estas iniciativas, así como el trabajo de los tribunales, radica en la persistencia de pactos de silencio de los represores y su resistencia a la justicia. A finales de agosto, siete militares fueron condenados por el asesinato del cantautor chileno Víctor Jara. Uno de ellos se suicidó al momento de su arresto y otros dos están prófugos.

Según analistas locales, los partidos de derecha agrupados en Chile Vamos endurecieron ahora la defensa de la dictadura para no seguir cediendo terreno al Partido Republicano, de extrema derecha, que actualmente tiene mayoría en el Consejo Constituyente y elabora una nueva ley fundamental que será objeto de un plebiscito en diciembre.

José Antonio Kast, líder de los republicanos, aspira a triunfar en las próximas elecciones presidenciales de fines de 2025 y profesa una gran afinidad con el argentino Javier Milei, así como con Vox de España, Hermanos de Italia y otros movimientos populistas de extrema derecha opuestos a las migraciones, contrarios al aborto y negacionistas del calentamiento global.

Lea, también:
🔗Los años de Allende’: la memoria del golpe

🔗Del espionaje a Allende a la carrera armamentista con China: Australia, el aliado silencioso de EE. UU.

En medio del cuadro de polarizaciones, Boric consiguió que, al menos, todos los expresidentes aún vivos firmaran este jueves 7 de septiembre el compromiso Por la Democracia Siempre. Se trata de los socialistas Michelle Bachelet y Ricardo Lagos; el demócrata cristiano Eduardo Frei Ruiz-Tagle y el derechista Sebastián Piñera.

En su parte fundamental, el documento dice: “Al cumplirse 50 años del quiebre violento de la democracia en Chile que le costó la vida, la dignidad y la libertad a tantas personas, chilenas y de otros países, queremos, más allá de nuestras legítimas diferencias, comprometernos en conjunto a comprometernos a cuidar y defender la democracia, respetar la Constitución, las leyes y el Estado de Derecho”.

Petro, Santos y Samper, en homenaje a Allende

Más allá de los aspectos formales, estos pronunciamientos parecen necesarios en un Chile donde las encuestas y estudios de opinión ilustran una desvalorización de la democracia y una permisividad a soluciones autoritarias, como consecuencia de un generalizado sentimiento de inseguridad ante el incremento de la violencia y el crimen organizado.

Una encuesta de la firma Activa Research señala que solo uno de cuatro chilenos está interesado en la conmemoración de los 50 años del golpe, que 76,5 % prefiere un gobierno democrático, aunque, al mismo tiempo, 44 % piensa un golpe de Estado se justifica, “dependiendo de las circunstancias”.

Asimismo, el sondeo indica que 52 % tiene una imagen negativa de Pinochet, sobre todo en la población entre 18 y 30 años, pero, a la vez, 39,9 % cree que la principal responsabilidad del golpe fue de Allende; 30,8 %, de los comandantes de las Fuerzas Armadas; y 30,6 %, de Estados Unidos y la CIA.

Pese a estas opiniones, Allende aún es el chileno más valorado mundialmente, como lo ratifica la presencia anunciada en el homenaje que se le rendirá a 50 años de su muerte de los presidentes Gustavo Petro (Colombia), Luiz Inácio Lula de Silva (Brasil), Manuel López Obrador (México), Alberto Fernández (Argentina), Luis Lacalle Pou (Uruguay), Marcelo Rebelo de Sousa (Portugal) y Frank-Walter Steinmeier (Alemania).

También estarán los expresidentes colombianos Juan Manuel Santos y Ernesto Samper; José Mujica (Uruguay), Laura Chinchilla (Costa Rica), Felipe González (España) y Tarja Halonen (Finlandia); así como el exprimer ministro italiano Massimo D’Alema y el ministro de Relaciones Exteriores de República Dominicana, Roberto Álvarez.

ED: EG/DC

Siga con: 5.733 personas de la Unión Patriótica fueron asesinadas o desaparecidas: JEP

2 Comentarios

Deja un comentario

Diario Criterio