Gustavo Bolívar: “No me quiero convertir en otro héroe de la política en el cementerio”
El senador Gustavo Bolívar habló desde Miami con Diario Criterio sobre este momento de su vida, de su decisión de presentarse al Congreso, de la expropiación de tierras, de por qué cree que Petro puede ganar la presidencia, pero también cómo le pueden robar las elecciones, del caso Bruno Díaz, del rompimiento con Claudia López y de otros temas que podrían ser el libreto de una de sus novelas.
Diario Criterio: Usted está pasando por un momento complejo en su vida personal y política. ¿Cómo lo definiría y qué reflexiones ha hecho?
Gustavo Bolívar: En términos generales, aunque la gente no lo crea, lo tomo de manera muy positiva, porque uno va ajustando tuercas de su vida. Todos los retos y los problemas los tomo como aprendizaje. Esta etapa me ha servido mucho para aclarar el porvenir, para valorar las cosas que he dejado a un lado, como la familia. De verdad que hoy agradezco esos momentos de crisis, porque me he probado como persona, como ser humano, para conocer mi fortaleza. Hoy que estoy saliendo ya de la mayoría de los problemas, siento que todo fue positivo.
Diario Criterio: Una pregunta que todo el mundo se está haciendo en este momento: ¿Usted va a seguir en la política? ¿Va a seguir en el Pacto histórico?…
G.B.: En la política sigo, ya sea que me presente al Senado o no. Si no llego a aspirar, quiero dedicarme tiempo completo a la campaña de Gustavo Petro a la presidencia. No he tomado la decisión, aunque ya me voy inclinando más a presentarme porque había dicho que tenía unos problemas económicos que afortunadamente he ido resolviendo. Esta semana hago unos pagos y eso me permitirá ver el futuro un poco más despejado, porque de todas maneras el ingreso a la política me ha hecho un hueco económico bastante fuerte.
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Diario Criterio: Mucho se ha dicho y especulado sobre su salida del país ¿A qué se debió? ¿Cuándo va a regresar?
G.B.: La verdad, y la he dicho, aunque el director de la Unidad Nacional de Protección lo ha desmentido, es que yo salí porque sentí que había un relajamiento de parte de ellos en mi cuidado en ciudades diferentes a Bogotá. Él ha dicho que yo tengo un esquema de seguridad robusto, lo cual es cierto, pero para Bogotá. Cuando yo salía a otras ciudades, ellos me ponían seguridad allí. Me recibían en un carro blindado y me ponían una o dos unidades de personas que vivían o trabajaban en esas ciudades. Pero en los últimos tres viajes que hice, uno a Neiva y dos a Barranquilla, me salieron con el cuento de que no tenían disponibilidad. Ahí fue cuando noté que algo pasaba, y yo no me quiero convertir en otro héroe en el cementerio. Les envié una carta y me vine para los Estados Unidos, a partir de entonces he estado conversando, tanto con la directora administrativa del Senado como con la Policía Nacional, que me ha ofrecido sus oficios para cuidarme por fuera de Bogotá. Estoy pendiente de una razón de la Unidad Nacional de Protección. Digamos, ajustando esas tres entidades yo regreso, pues mi anhelo más grande es volver rápido al país.
Diario Criterio: ¿Si se lanza al Senado en qué número de la lista lo hará?
G.B.: Yo pienso que la lista cerrada tiene un sentido y tiene una razón de ser: incluir líderes sociales, nuevos liderazgos o personas que no tienen dinero para hacer una campaña, aquellos que tengan un valor enorme en cuanto a luchas sociales. Dijimos: “No hagamos lista abierta porque estas personas no tendrían cómo salir elegidas, pues se requeriría mucho dinero para salir elegido, o mucha imagen, hagamos una lista cerrada para tenerlos en el Congreso. Tengo la esperanza que, en la conformación, que todavía no se ha hecho, aparezcan estos nombres, por lo menos tres o cuatro líderes sociales. Advertí, que prefiero correrme al puesto 20 con tal de que le dejen ese espacio a los líderes sociales, pero prácticamente no me copió nadie y me quedé solo en esa propuesta.
Diario Criterio: ¿Cuál va a ser el mecanismo para ordenar la lista?
G.B.: Va a ser una encuesta. No sé cuándo se haga, creería que muy pronto, tal vez esta semana o la otra. Depende de lo que arroje esa lista, pues atenderé al mandato de lo que diga el grupo.
Diario Criterio: Si usted en esa encuesta no aparece en el puesto número uno o en los primeros cinco o diez puestos, ¿continúa con su decisión de lanzarse al Senado? En otras palabras, ¿su decisión de lanzarse o no depende de los resultados de la encuesta?
G.B.: Obviamente, si uno entra a un juego, debe respetar las reglas. Si yo acepto estar en la encuesta, tengo que aceptar el puesto que me toque. Lo que pasa es que no he decidido si estar en la encuesta. Esa es la decisión que estoy tomando. Pero si acepto postular mi nombre en la encuesta, me someto a las reglas del juego y acepto el puesto que me toque, que aspiro a que no sea más allá del cinco o seis.
Diario Criterio: También se habla de que van a entrar a la lista personas cercanas a Roy Barreras y a Armando Benedetti… ¿Qué piensa usted de que se incluyan ese tipo de nombres por encima de esos liderazgos que usted trata de promover?
G.B.: Esa es una pregunta difícil. Estas discusiones se han dado al interior del grupo y digamos que la idea es trabajarlas dentro del grupo. Hay personas que están de acuerdo y otras que están en desacuerdo. Cuando la lista es abierta, la gente tiene la posibilidad de elegir a esas personas o no elegirlas. El problema es que cuando es cerrada, ya tiene que votar es por el paquete completo y lo que la gente tiene que ver es qué tiene el paquete completo. Ahí es donde cobra más importancia mi teoría de que la lista tenga liderazgos nuevos para que la gente diga “bueno, hay estas personas que no quiero o estas que sí quiero”.
Lo que convendría es que el grueso del paquete sea tan llamativo y formidable, que estas personas que ustedes nombran no sean la mayoría si resultan elegidas. Esto lo digo sin entrar a calificarlas porque no veo que ninguna tenga antecedentes penales, aparte de lo de lo meramente ético, si se cabe la expresión. Es muy complicado.
Diario Criterio: A usted lo acusan de capitalista que vive en lujos pero que quiere volver al país comunista mientras sigue siendo rico. ¿Qué opina sobre ese debate que hay en torno a su estilo de vida?
G.B.: Eso lo dicen personas bastante ignorantes del asunto y muy coloquiales, muy efectistas, que buscan, primero, estigmatizar a quienes hacemos política desde otro ángulo distinto al de la derecha. Si tuvieran una mente más global y abierta, entenderían que si uno es de izquierda no tiene que ser pobre. Hoy los cinco países escandinavos están más tirados a la izquierda o gobernados por progresistas y allí no hay pobres. No sé de dónde sacaron esa teoría. ¿Que somos comunistas? ¡Ni en las curvas! Nunca hemos militado en el Partido Comunista. Lo que ocurre es que ellos van construyendo ese relato para asustar a la gente, como si pensar distinto generara miedo. Y uno no puede estigmatizar las ideologías porque de esas estimaciones nacen las violencias.
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Diario Criterio: Pero hay gente y contradictores que constantemente critica lo que ustedes tienen o la ropa costosa que usan…
G.B.: Ellos son bastante limitados. A mí me parece que es una actitud muy pueblerina. Critican que Petro tenga unos Ferragamo, que valen la mitad de lo que vale un celular de alta gama y que todos los congresistas tienen pagados por el Estado, y ahí sí no dicen nada. Pregúntenles a las senadoras que viven haciendo esta acusación si ellas tienen celulares del Congreso y si han pagado algún dinero por tenerlos, porque la verdad es que se los pagaron los colombianos, pero el relato es decir: “¡Uy, Petro tiene unos zapatos de 400 dólares o tiene una casa en Miami!” En mi caso, esa casa fue conseguida con mi trabajo de muchos años en la televisión. Y la mostré con orgullo porque nunca le he robado un peso a nadie, ni me he metido en malos negocios, ni he tenido vínculos con narcotraficantes. Jamás he tenido un solo contrato con el Estado. Todo es dinero del sector privado.
Diario Criterio: Esa molestia tiene relación con el trino que usted puso en días recientes pidiendo que dejaran a sus hijos tranquilos…
G.B.: Yo tuve una conciliación con María Fernanda Cabal en un estrado, ante un magistrado de la Corte. Charlando, yo le decía: “¿Por qué su esposo se mete con mi hijo, si yo nunca me he metido con su hijo?”, ¿por qué no dejamos los hijos afuera?”. Y estuvimos de acuerdo. Sin embargo, ese señor Lafaurie se ha metido varias veces con mi hijo. Entonces, exploté porque la noticia fue: “Los lujos del hijo de Gustavo Bolívar”. Quieren que uno trabaje 30 años sentado en un computador 16 horas y tenga el hijo pobre o lo mande a recoger basura. No entiendo. Si lo que más queremos los padres es que nuestros hijos sean felices, tengan bienestar y tener las cosas que nosotros no pudimos cuando niños. ¡Cómo me van a decir que no le dé a mi hijo un carro! Además, me da risa es que las cosas que se muestran son de leasing. Ellos no entienden que en Estados Unidos uno no compra cosas, sino que todas son de arriendo. El carro puede ser el BMW o un Lamborghini uno siempre lo saca por leasing. O sea, uno paga un arriendo mensual y así son los carros de mi casa. Una moto acuática que él tiene, paga 100 dólares mensuales. Aquí uno sí puede acceder a los créditos y cualquier persona puede sacar un bien de estos con muy poco dinero y sin cuota inicial, entonces ellos se imaginan que uno tiene mucha plata.
En resumidas cuentas, no permito que se metan con mis hijos y dejé claro el límite. Conmigo, lo que quieran, díganme lo que sea. Soy una persona pública y sabía a lo que me metía cuando vine a la política, pero a los hijos dejémoslos por fuera.
Diario Criterio: La opinión que ha ido haciendo carrera es que si ustedes ganan van a acabar con todos los terratenientes, van a expropiar a todo el mundo y más o menos nos van a convertir en Venezuela. ¿Qué tan cierto es esto?
G.B.: Nosotros no queremos volver a Colombia como Venezuela. La queremos volver como Japón o como los países europeos que hicieron reformas agrarias serias, que repartieron la tierra entre los campesinos. Pero no a través de expropiaciones, y eso lo ha dejado Gustavo Petro muy claro. Él dijo: “Me gustaría comprar”, y no sé cuál parte de comprar no se entiende en Colombia. Que el Estado compre la tierra improductiva (la productiva no porque si está produciendo pues ahí está el empleo, ahí está la exportación, ahí está la seguridad alimenticia), para poder cumplir el punto uno del acuerdo de paz, que es la entrega de 3 millones de hectáreas a los campesinos que están sin tierra hoy en Colombia. Y que es uno de los orígenes bárbaros de la desigualdad social y de la violencia.
Diario Criterio: ¿Y qué es lo que se busca?
G.B.: Lo que ha dicho Gustavo Petro es que a esas tierras improductivas o se les genera un impuesto muy alto que no puedan pagar esas familias o las venden. Ahí la gente tiene la opción de ponerlas a trabajar para que no le cobren ese impuesto o las venden. Si las venden, ¿cuál es el problema? Si uno mira la declaración de renta de Álvaro Uribe, la de 2018 o 2019, si no estoy mal, dice que el Ubérrimo generó 30.000 pesos. Ahí está la declaración de renta. ¡1.500 hectáreas generan 30.000 pesos! Eso lo produce un vendedor de chicles en un TransMilenio en un día. ¡Es una vergüenza para un país, que está importando 14 millones de toneladas de alimentos, que importa pescado teniendo dos océanos! Este país se volvió improductivo y la tierra se volvió trofeo para los terratenientes, para los narcos y no la ponen a producir. Nosotros simplemente queremos poner a producir la tierra y eso no tiene que ver con expropiaciones ni con Venezuela. Nosotros buscamos el capitalismo del siglo XXI. Nosotros somos capitalistas, tanto que hasta tengo deudas. Los comunistas no tienen deudas.
Yo no creo que en esta elección les vaya a funcionar ese relato del castrochavismo que es tan tonto, tan ilógico y tan bobo porque no hemos sido chavistas. Simplemente queremos humanizar un poco la economía. Eso lo que nosotros estamos tratando de vender. Que la gente entienda que capitalismo, sí; propiedad privada, sí; emprendimiento privado, sí, pero pagando impuestos justos.
Diario Criterio: ¿Pero decir que le van a comprar el Ubérrimo a Uribe no fue echarle gasolina a una hoguera?, porque muchos han interpretado que si Petro llega a la presidencia va a perseguir a Uribe y lo va a dejar sin nada…
G.B.: La figura de la expropiación no existe y no va a existir porque nosotros no somos expropiadores. Lo que sí queremos es que la gente ponga a producir la tierra. Porque el problema agrario es el problema más grande que tiene Colombia después del narcotráfico, incluso están conectados. Petro hace esa simbología, porque él es un gran comunicador y busca símbolos. Lo hizo en 2018 en un discurso donde dijo: “Hay que comprar todas estas tierras de Ardila Lülle”. Entonces querer comprarles a los ricos esas tierras para producir no me parece una provocación. Lo veo como una sinceridad del candidato. Es su autenticidad, su franqueza y su honestidad lo que lo obliga a decir eso.
Diario Criterio: ¿Qué opina de la última encuesta del Centro Nacional de Consultoría que muestra a Petro en la punta? ¿Está convencido de que Petro va a ser presidente?
G.B.: He tenido muchos reparos con las encuestas toda la vida. He hecho varias denuncias, entonces me queda muy mal aplaudir o criticarlas. Sinceramente no les creo. Las publico, a veces, pero en el fondo yo sé que las encuestas tienen un juego perverso. Es mostrar, como en este caso, a Petro gigante para que la gente les crea y, en dos o tres meses lo desinflan y digan que el número uno es otro. Eso pasó en 2018. Duque pasó del 0 % a tener 1% y luego 2% y de un momento a otro llegó a 16% y luego a 35%. El encuestador, que infló eso, se llama Guarumo y su fundador ahora es consejero presidencial. Hay otra empresa encuestadora que donó 50 millones de pesos a la campaña de Duque.
Hay que alegrarse y todo por los resultados de Petro, pero hay que tener mesura porque la verdadera encuesta son las plazas públicas llenas. Eso sí no lo puede desmentir nadie.
Diario Criterio: ¿Usted cree que Petro va a ser presidente?
G.B.: Si las elecciones fueran hoy, Petro tendría la mayor votación. No tiene contrincante cercano. Además, los veo muy atomizados. Hay muchas candidaturas del centro y muchas de la derecha que seguramente en las consultas del 13 de marzo se van a dirimir. Mi escepticismo es porque creo que en este país se roban las elecciones. Sí creo que Petro tenga con que ser presidente: tiene los votos, tiene la gente que está cansada del uribismo, no soportan un día más del uribismo. Cuentan los días para que se acabe el tiempo que le queda a Duque. Pero yo no veo que la organización electoral avance a los pasos que debería hacerlo. Si no logramos concretar una defensa electoral perfecta, es decir, un andamiaje prácticamente que signifique montar una registraduría paralela, con testigos electorales que nos envíen sus datos a las cinco de la tarde para poderlos consolidar, pienso que nos vuelven a robar las elecciones.
Diario Criterio: Pero hasta el momento lo único que se tiene claro es que nadie va a ganar sin una coalición…
G.B: Sí, incluso nosotros. Yo no creo que tengamos esa fuerza para ganar si llegamos divididos. Es decir, si hay en primera vuelta otro candidato de centro izquierda o de centro no creo que alcancemos la mayoría. Entonces, una tarea fundamental, en la que estamos, es tratar de, si ya no se puede con los jefes de esos partidos del centro, de la centro-izquierda, conquistaremos por lo menos a las bases para ganar en primera vuelta. Yo pienso que las bases ya dieron un primer campanazo con la encuesta que hizo el Partido Verde que muestra que el 70 por ciento de las bases del Partido Verde quieren estar en el Pacto Histórico. Sería mejor que fuera todo un acuerdo con todos los líderes, que llegáramos a una sola consulta y de ahí se escogiera al candidato para la presidencia y la vicepresidencia.
Diario Criterio: En el caso de los verdes, ¿con que líderes de esa colectividad ve algún acercamiento?
G.B: Hace poquito, hace como 20 días, siete congresistas del Partido Verde, Jorge Londoño, si no estoy mal, Inti, Katherine Miranda, León, se me olvidan varios nombres, mostraron su intención, a través de una carta, de ingresar al Pacto Histórico. Lo que uno ve es una honda división y lo que creo que se va a imponer en el Partido Verde es que van a dejar en libertad a sus miembros para elegir si se van a la Coalición de la Esperanza o al Pacto Histórico. Eso lo que nos está diciendo es que hay una probabilidad de que podamos crecer y llegar a la primera vuelta con un resultado suficiente para ganarle al uribismo en primera vuelta.
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Diario Criterio: Entonces es posible que el uribismo gane…
G.B: Ahí viene la otra teoría: si permitimos que estas divisiones les den a ellos el oxígeno suficiente para tener un candidato que chilinguiando llegue a segunda vuelta, nos pueden ganar. Esto acaba de pasar en Ecuador. En segunda vuelta uno no se enfrenta a un candidato sino contra el establecimiento. Ahí entran todos los bancos, la fuerza pública, la Procuraduría, toda la burocracia del Estado, la Fiscalía, la misma Registraduría, los medios de comunicación al servicio del establecimiento…
No podemos permitir que se reelijan. Colombia no lo resistiría y menos los jóvenes que están siendo perseguidos como si esto fuera una dictadura del Cono Sur de los años 80. Si no nos logramos unir yo pienso que podemos perder en segunda vuelta.
Diario Criterio: ¿Cómo ve la administración de Claudia López?
G.B.: Muy mal. De ahí nace uno de los grandes escollos que tenemos para lograr esa unión en la primera vuelta. Desde un comienzo, la alcaldía violó un acuerdo de Gustavo Petro con Claudia López para que ella construyera un metro subterráneo. Pero el gran punto de desacuerdo hoy, casi irreconciliable, es el trato que le ha dado Claudia López a los jóvenes de Bogotá. Desalojos con el Esmad, que ya han sido tres muy violentos, y la manera como ha enfrentado los manifestantes. Ahí no se ha privilegiado el diálogo, se ha privilegiado la fuerza. Y, sobre todo, que quienes quisimos salir a defender a esos jóvenes, en mi caso con la vaki que les procuró unos cascos, unas gafas, unos respiradores, para salvarles la vida, los ojos y la integridad, ella salió a acusarme de frente, con nombre propio, a decir que yo era el que estaba impulsando la violencia en Bogotá, cuando era todo lo contrario. Una Bogotá Humana no le tira el Esmad de esa manera a los jóvenes. Y la misma Bogotá Humana, estoy seguro, les hubiera comprado los cascos a los jóvenes.
Diario Criterio: ¿Qué lectura tiene del episodio y las denuncias de Bruno Díaz?
G.B: Es un episodio muy lamentable para él y para mí. Yo lo expliqué en varios videos. Sencillamente el hotel que tenía un arrendatario contrajo una deuda con un proveedor para instalar paneles solares. Se atrasó, no pagó. Llegó la pandemia, el hotel se quebró. Él me entregó el hotel con muchas deudas, entre ellas esa. Cuando vino el episodio de la muerte del hijo, que ya tenemos comprobado —yo no he mostrado esto porque no me quiero igualar en bajeza a ellos en mostrar cosas que a la gente no le importan sobre la vida privada— con psiquiatras, que lo del suicidio del joven no obedeció a que yo le debiera plata. Eso tuvo que ver con otros procesos que no voy a hablar de eso acá. Si algún día me obligan lo haré. Antes de salir ese video, me advirtieron de mi UTL (Unidad de Trabajo Legislativo), un compañero o compañera de nosotros estaban trabajando con Bruno Díaz ese video. Yo no creía porque uno no puede pensar esas bajezas del contrincante.
Diario Criterio: ¿Fue fuego interno?
G.B.: Sí y muy despiadado.
Diario Criterio: ¿Se puede saber quién fue?
G.B.: Fue una de las personas que me colaboró para ir a hablar con Bruno. A ella le dije “¿por qué no hablas con Bruno que me contaron que están haciendo esto y yo no veo porque tenga que hacerlo si lo estoy buscando para pagarle?”. Ella habló con él y él dijo que no quería la plata. Yo pienso que ya venía en la intención de hacerme el daño, de sacar el video. La buena noticia es que esta semana estoy haciendo el pago de las cuotas atrasadas.
Diario Criterio: ¿Algún día va a hacer público con nombres propios los que propiciaron ese fuego amigo?
G.B.: Sí. Yo creo que la gente en Colombia debe conocer quién es quién en este país. No lo hago ahora porque no he querido meterle esa dinámica al interior del Pacto Histórico, pero al final se va a saber. Yo sigo con la firme intención de escribir un libro de todas las vivencias en la política y en el Congreso que se va a llamar ‘Nido de ratas’. Seguramente en algún momento lo contaré, pero no creo que sea ahora.
Diario Criterio: Hablando de escritura, ¿es cierto que tiene una propuesta de Netflix o algunas cadenas para escribir una nueva novela o serie?
G.B.: Sí, tengo varias pero la condición de ellos es que no esté en el Congreso. Apenas ponga un pie afuera, tengo varias ofertas para hacer varias novelas y series.
Diario Criterio: ¿Usted se considera mamerto?
G.B: Yo todavía no sé cuál es la de etimología del término. No sé dónde nace, pero ya lo relacionan con una persona de izquierda que protege los animales, que protege medioambiente, antiestablecimiento, etcétera. Entonces, pienso que sí soy mamerto porque según las arandelas que le han ido colgando al término, encajan perfectamente con mi personalidad y mi lucha.
Diario Criterio: Para finalizar, ¿qué palabras se le vienen a la cabeza de las siguientes personas?
Margarita Rosa de Francisco.
G.B: La belleza y la filosofía juntas.
Diario Criterio: María Fernanda Cabal.
G.B: Una mala persona.
Diario Criterio: Alejandro Gaviria.
G.B: Un líder confundido.
Diario Criterio: Juan Manuel Galán.
G.B.: El que más se acerca al ideal del padre.
Diario Criterio: Angélica Lozano.
G.B.: Una gran decepción.
Diario Criterio: Álvaro Uribe.
G.B.: Lo peor que le ha pasado a Colombia.
Diario Criterio: Federico Gutiérrez.
G.B.: Se quiere parecer a Uribe, pero le falta ser más malo todavía.
Diario Criterio: Gustavo Petro.
G.B.: La esperanza.
Diario Criterio: El presidente Duque.
G.B.: El títere. Se dejó arrastrar a una condición humana que no es la suya.
Diario Criterio: Claudia López.
G.B.: Otra gran decepción. Más grande que la de Angélica.
3 Comentarios
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Bendiciones amigo, con petro asta el final…..