‘Hannibal’, una serie que hay que repetir
Este fin de semana lo arranqué con la excelente noticia de que las tres temporadas de Hannibal, una de mis series favoritas de toda la historia, están ahora disponibles en Prime Video. Yo ya les expliqué una vez en esta columna por qué repetir series es mi filosofía de vida, así que creo que no sorprenderé a nadie diciendo que volveré a ver a mi caníbal favorito en acción. Pero quiero ahora convencerles a ustedes, a quienes quizás nunca la han visto, o a quienes ya la vieron, pero no la han repetido, con razones para darle play a esta serie visualmente innovadora y temáticamente bella.
Más de Juliana Abaúnza: ‘Barry’ volvió más oscura que nunca
Cuando en 2011 anunciaron que iban a hacer una nueva adaptación de la historia de Hannibal Lecter, el personaje creado por el escritor Thomas Harris, pensé: “Esta es la idea más estúpida que he oído”. Pensé que iba a ser otra adaptación innecesaria y olvidable, como las que tanto hacen en Hollywood, pero la serie de Bryan Fuller logró cerrarme la boca y conquistar mi corazón (para luego sacarlo y cocinarlo en una sartén). El diseño de producción, los diálogos crípticos y el hecho de que todo se sentía como un sueño o una pesadilla, me dejaron claro que lo que estaba viendo era diferente a cualquiera otra cosa en la televisión.
Vea el trailer de Hannibal:
El centro de esta serie es la relación profunda entre dos hombres que aunque parecen diferentes, son el uno para el otro. Hannibal y Will, dos personajes muy particulares –uno un asesino en serie caníbal y el otro un investigador que sufre porque siente mucha empatía– nunca habían conocido a alguien que pudiera entenderlos, pero encontraron en el otro a su mitad perfecta.
Hugh Dancy y Mads Mikkelsen, los dos actores que interpretaron a Will Graham y Hannibal Lecter, supieron vender el amor, el odio y, especialmente, el entendimiento entre los dos personajes porque son unos actorazos. Pero el show se lo roba en especial Mikkelsen, porque hizo algo que yo pensaba que era imposible: heredó uno de los papeles más memorables del cine y lo hizo suyo. Su gran logro no es haber sido mejor que Anthony Hopkins (eso depende del gusto de cada quien), sino haber hecho un papel completamente diferente.
Puede leer: ‘Severance’: el balance distópico entre vida y trabajo
Hopkins fue mucho más extravagante, mientras que Mikkelsen entregó una actuación sutil y amenazante. Su mirada estática, sus sonrisas de satisfacción que casi no se notan, la inexpresividad al decir las cosas más atroces, su tranquilo humor negro, su peinado, su forma de caminar, todo fue refrescante desde el primer capítulo. Por eso no sorprende saber que cuando aceptó el papel, Mads Mikkelsen decidió interpretarlo como si fuera Lucifer y no como el Hannibal Lecter que todos conocíamos.
Entonces, si están buscando una serie que atrape visualmente (tipo Twin Peaks, Penny Dreadful, Fargo, Mindhunter o True Detective), que tenga una banda sonora bellísima, actuaciones inolvidables y una historia de amor destinada a la tragedia, por favor vean Hannibal. Después, para agradecerme, me pueden invitar a comer (ojalá no partes humanas).
4 Comentarios