Indra, una vieja conocida de las elecciones y la contratación en Colombia
Además de ser la encargada de desarrollar el software de escrutinio utilizado en las elecciones de 2022, la empresa española Indra es una gran contratista del Estado. Diario Criterio encontró más de 126 contratos multimillonarios en los que esta compañía ofrece sus servicios de consultoría y tecnología a varias entidades públicas del país.
Por estos días, el registrador Alexánder Vega vive una tormenta política que está a punto de sacarlo del cargo. La razón está en las fallas de las pasadas elecciones y en los cuestionamientos que ha recibido por contratar a la empresa Indra para el diseño y manejo del software de escrutinio de las elecciones legislativas y presidenciales.
Actualmente, Vega tiene detractores de todas las orillas en el Congreso de la República, los órganos de control, el gobierno, los partidos y la ciudadanía en general. Muchos están pidiendo que renuncie o que se nombre un registrador ad hoc para las presidenciales. Estos sectores no confían en la abismal diferencia de casi un millón de votos que se perdieron en el preconteo y aparecieron en el escrutinio.
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Frente al tema de Indra cabe recordar que la controversia se inició a finales de 2021, cuando la Registraduría contrató a la empresa, un 29 de diciembre, para que desarrollara “una solución informática para el escrutinio que desarrolla el Consejo Nacional Electoral (CNE) en las elecciones de Congreso de la República y fórmula presidencial a realizarse en el año 2022”.
Este contrato, que tiene un valor que supera los 27.000 millones de pesos (cerca de 6,8 millones de dólares) es cuestionado por haberse asignado en tiempo récord -menos de un mes- y con Indra como única empresa oferente. Además, según organizaciones como la Fundación Karisma, se trata de un proceso en el que no hubo auditoría externa.
Por otra parte, existen dudas de por qué la Registraduría no incluyó el sistema de escrutinio en el contrato que adjudicó en septiembre de 2021 para la logística general de las elecciones. Dicho contrato, por más de 1,2 billones de pesos, quedó en manos de la Unión Temporal Disproel, integrada por varias empresas de la compañía Thomas Greg & Sons.
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Así mismo, hay cuestionamientos sobre el manejo del software. Si bien es cierto que el CNE lo compró a Indra —por orden del Consejo de Estado, luego del caso de fraude al Partido Mira—, los equipos y el personal humano estarían contratados a un privado. Así lo explica Carolina Botero, de la Fundación Karisma, quien asegura: “seguimos en manos de terceros y sin planes de cambiar de fondo el problema”.
Este escándalo creció a principios de febrero cuando varias figuras de la derecha colombiana denunciaron que el candidato Gustavo Petro se había reunido con las directivas de Indra en España. “¿Qué esconde el señor registrador? Salió a flote una cita de Petro con Indra, que hoy pretenden tapar, al igual que un contrato a dedo a esa empresa que podría afectar la pureza del voto”, dijo en ese momento el expresidente Andrés Pastrana.
Aunque a los pocos días Indra y Petro dijeron que no existió tal encuentro, sino que se trató de un coloquio en el que el candidato coincidió con varios empresarios, el alboroto no ha cesado. De hecho, en marzo, Pastrana presentó en la Procuraduría una queja disciplinaria contra el registrador y motivó a que más personalidades de la política cuestionaran el contrato.
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La semana pasada también se conoció, después de una pregunta de la senadora María Fernanda Cabal, que el actual gerente de informática de la Registraduría, Alejandro Campo, trabajó en Indra entre 2016 y 2017. Esto generó más críticas a la Registraduría y otros interrogantes sobre el contrato que tendrán que ser resueltos en la investigación disciplinaria que la Procuraduría abrió contra Alexánder Vega.
Sin embargo, sin obviar todos esos cuestionamientos e irregularidades —que ya están en la mira de los órganos de control, la MOE y el CNE— hay que señalar que Indra no es una compañía desconocida para Colombia y que no es la primera vez que participa en un proceso electoral del país.
Además, la Registraduría no es la primera ni la única entidad del Estado que ha hecho negocios con esta firma española. Indra ha logrado vender sus servicios de tecnología, soporte técnico, consultoría y desarrollo de software a por lo menos 37 entidades públicas, tanto nacionales como territoriales.
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La historia contractual de Indra en Colombia
Indra es una de las multinacionales de tecnología e información más grandes del mundo. Tiene presencia en cerca de 140 países, donde trabaja especialmente en los sectores de transporte, tráfico aéreo, defensa y seguridad informática. Fue fundada en 1993 y actualmente tiene inversionistas como el Ministerio de Hacienda de España, la familia March, el Banco Santander, entre otros.
En Colombia ha funcionado con varias razones sociales: Indra Colombia Ltda, Indra Colombia SAS e Indra Sistemas Sucursal Colombia. Y ha participado en diferentes consorcios y uniones temporales. Actualmente, tiene 21 oficinas en todo el país.
Diario Criterio pudo establecer que la firma española ha obtenido, tan solo en los últimos 10 años, más de 126 contratos con el Estado en diferentes modalidades: concurso de méritos, selección abreviada, licitación pública, contratación directa, entre otras.
Las dos entidades o compañías públicas que más han contratado con Indra son la Empresa de Transporte Masivo del Valle de Aburrá -conocida como Metro de Medellín- y Ecopetrol, cada una con 20 procesos, incluyendo varias prórrogas. El podio lo completa la Registraduría Nacional, con un total de 12 contratos.
Para el caso del Metro de Medellín, la mayoría de contratos hace referencia a la adquisición de equipos y software para el sistema de recaudo. Con Ecopetrol se trata de servicios de soporte técnico, gestión de información, seguridad informática y hasta mantenimiento de los sistemas electrónicos de algunas refinerías.
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En cuarto lugar aparece la Aeronáutica Civil, con 11 procesos. Sin embargo, es de resaltar que esta entidad ha suscrito otros ocho contratos a través de la figura Unidad Administrativa Especial Aeronáutica Civil. Además, Indra ha logrado contratos con la Corporación de la Industria Aeronáutica, una empresa dedicada a la fabricación y reparación de aviones militares y que actualmente es administrada por el ministro de Defensa, Diego Molano.
El top 10 de contratos más ‘jugosos’ lo encabeza Ecopetrol, con un convenio para la implementación, mantenimiento y operación de un sistema de seguridad para todo el grupo empresarial. Se trata de un convenio en el que Indra participó en compañía de la empresa Oncor, denunciada por la Unión Sindical Obrera de la Industria del Petróleo (USO), por supuestas violaciones a los derechos laborales.
Este contrato, inicialmente suscrito en 2017, por 97.600 millones de pesos, ha tenido varias adiciones. La última de ellas, firmada en diciembre de 2020, con la cual se extendió el convenio hasta 2023. Por esta razón, el valor real del contrato estaría rondando los 185.000 millones de pesos.
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Indra y las elecciones en Colombia
Indra ha conseguido 12 contratos con la Registraduría entre 2011 y 2021. Del total, cuatro procesos corresponden a contratación directa, es decir, sin licitación, y los otros ocho a selección abreviada.
La gigante española ha participado en procesos como las elecciones territoriales de 2011, 2015 y 2019, las elecciones legislativas y presidenciales de 2014 y 2018, el plebiscito por la paz de 2016 y la consulta anticorrupción de 2018. En la mayoría de los casos su papel fue desarrollar un sistema para consolidar y divulgar los resultados de las votaciones.
En este punto es necesario anotar que, aunque los registros oficiales de contratación solo están disponibles desde 2011 en adelante, la aparición de Indra en los procesos electorales de Colombia se dio en 2002, cuando la Registraduría contrató a la firma para el preconteo y escrutinio de las elecciones legislativas y presidenciales en varios departamentos del país.
“Con este contrato, la empresa española de Tecnologías de la Información consolida su entrada en un mercado dominado hasta ahora por empresas locales. Los elementos clave de esta adjudicación han sido la experiencia contrastable de Indra en el sector y su profundo conocimiento en el desarrollo de procesos electorales”, registró en ese entonces el medio especializado Bloomberg.
Indra ha venido acumulando una experiencia en temas electorales, así como músculo financiero y capacidad tecnológica que pocos pueden igualar. Junto a Thomas Greg & Sons, varios la consideran una firma con la que pocas empresas nacionales pueden competir. La Registraduría ya ha reconocido esta trayectoria en casos como el del plebiscito, cuando decidió otorgar el contrato a Indra sin licitación, argumentando urgencia manifiesta y calidad del proveedor.
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“La Gerencia de Informática analizó la experiencia profesional reconocida del contratista, la buena calidad de su trabajo, su buena imagen pública en desarrollo de su actividad profesional, entre otros criterios objetivos que garantizan el adecuado resultado del plebiscito”, dijo en su momento la entidad.
Aparte de los contratos ya mencionados, esta empresa ha logrado ser la proveedora tecnológica del Sena, a través de un consorcio en el que también participa Telefónica Colombia. Su último intento de ganar un contrato millonario fue en la licitación del Runt, que finalmente ganó la concesión que lo viene manejando hace más de 14 años.
Frente al escándalo del registrador Vega, las directivas de Indra niegan tener relación directa con el funcionario o con algún candidato presidencial, y aseguran que el software adquirido por el organismo electoral “cumple con los más altos estándares a nivel de funcionamiento y seguridad”.
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