Estados Unidos y su posición frente al conflicto en Israel
En este rejuego de poderes a nivel internacional, en el que China y Rusia pretenden posicionarse aún más y quitarles poder a los Estados Unidos y a sus aliados; la guerra que se vive en Israel con Palestina y el grupo terrorista Hamás, ha sido utilizado por parte de las potencias antes mencionadas para potencializar los errores que el Gobierno de Biden ha venido cometiendo frente a este conflicto.
La situación interna de los Estados Unidos, en la que se muestra la debilidad de un Congreso donde aún los republicanos se encuentran divididos y el presidente Biden ha pedido un aumento en la ayuda no solo para Ucrania, sino para Israel, está aún en veremos o, al menos, demorada.
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Si bien es cierto que Israel es un gran aliado de Estados Unidos en una región en la que hay más detractores que amigos para el país del tío Sam, y mientras se debe luchar contra el terrorismo que produce gran inestabilidad en el mundo, también es cierto que en toda guerra debe prevalecer el Derecho Internacional Humanitario y proteger a los civiles y los sitios de refugio, así como a los hospitales, escuelas y localidades donde reside la población civil.
El conflicto en el Medio Oriente no solo es un tema de poder geopolítico y de inestabilidad, sino que tiene un ingrediente religioso y un sionismo y antisionismo exacerbados, en que los fundamentalismos islamistas tienen un componente importante.
Por otra parte, están los problemas internos de Estados Unidos con un expresidente como Donald Trump, que debilita el Estado de Derecho al evadir la Justicia con su discurso populista, un mal mensaje para el mundo y una buena oportunidad para China y Rusia, debido a que, con su gran popularidad, parecería arrasar en las encuestas a la Presidencia de la República y, en caso de ganarla, sería catastrófico para el país y los aliados, ya que les dejaría el campo libre al gigante asiático y a Putin para tomar el liderazgo internacional, terminar de debilitar a Occidente e imponer su doctrina totalitaria.
Trump pretende debilitar a Biden con su discurso contra la política exterior del actual presidente, olvidando que tiene un yerno judío, Jared Kushner.
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Estados Unidos se muestra frágil ante Israel, lo que no corresponde a su condición de superpotencia, pues, aunque en su discurso dice que se debe proteger a los civiles, no se lo exige como tal a Benjamín Netanyahu, lo cual desvirtúa su deber de protector de los principios fundamentales, del orden liberal y de protección a los derechos humanos.
Este conflicto de Israel contra el grupo Hamás, y que afecta a los palestinos, pone en peligro la paz mundial, pues los amigos árabes e Irán, con su fundamentalismo, amenazan con entrar en la guerra, lo cual sería catastrófico, no solamente para Estados Unidos, que tiene muchos frentes abiertos y que se debilita, sino para el mundo.
El querer de Israel de controlar la Franja de Gaza viola los acuerdos que se firmaron en las Naciones Unidas de dos territorios, y se toma el poder de manera particular y totalitaria, lo cual afianza las autocracias en el contexto internacional.
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Estados Unidos debería pensar mejor su posición ante Israel y mostrar sus dotes de superpotencia a fin de encontrar salidas salomónicas a este conflicto, de tal manera que se proteja a los civiles, se respete el derecho de los palestinos a tener su propio territorio, Gobierno y Estado y, a la vez, proteger la seguridad de Israel contra el grupo terrorista Hamás. De esto dependerá mucho que se posicione o que le dé la oportunidad a China y a Rusia, los cuales se aprovechan de los errores de Occidente y del país del tío Sam para de ganar terreno y desprestigiarlos, olvidando así sus propias culpas y desaciertos y crear un nuevo orden internacional que les favorezca.
*Exdiplomática y escritora
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