¿Qué pasa con el dinero que donan los magnates en Colombia?
Jeff Bezos apoyará la estrategia de Colombia para reducir la huella de carbono. Otros multimillonarios han financiado objetivos similares en el país. No obstante, siempre queda el sinsabor por la falta de resultados y las dudas sobre el manejo de los dineros.
Jeff Bezos, fundador de Amazon y segundo hombre más rico del mundo, sorprendió con su visita a Colombia. Aunque en un principio se especuló que haría inversiones para los rodajes de su plataforma de streaming, Amazon Prime, sus razones son más amplias e incluyen la lucha contra el cambio climático.
Por medio de la fundación Bezos Earth Fund, el magnate pretende impulsar la estrategia 30×30 con la que el Gobierno de Colombia planea proteger el 30 por ciento de las áreas marinas y terrestres para 2030. Esta meta podría cumplirse este 2022, ocho años antes de lo estimado, según ha manifestado el presidente Iván Duque.
Por esta razón, Duque y Bezos visitaron Chiribiquete, reconocido como el Parque Nacional Natural de selva tropical más grande del mundo. De acuerdo con el presidente, durante el recorrido, le mostró los avances en los compromisos contra la crisis climática y juntos hicieron una verificación de “los resultados de programas ambientales para beneficio de comunidades de la región, transición energética y movilidad limpia”.
Esta, sin embargo, no es la primera vez que un empresario como Jeff Bezos visita Colombia con objetivos similares. En enero de 2020, Howard Buffett, hijo del reconocido inversionista Warren Buffett, llegó al país para anunciar la donación de 46 millones de dólares para la construcción de vías terciarias en la región del Catatumbo. “Es una demostración de amor por Colombia y del trabajo mancomunado con la sociedad”, dijo Buffet en ese momento.
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Entre las inversiones y la ausencia de resultados
Países desarrollados y organizaciones internacionales también han puesto el ojo en Colombia y la región con el fin de apoyar distintas causas. No obstante, aunque las donaciones siempre se alzan como una gran oportunidad para fomentar el desarrollo, dejan más bien un sinsabor: no se conoce de qué forma se está distribuyendo el dinero para cumplir su cometido y, generalmente, esas inversiones llegan a iniciativas de las que el Gobierno solo se muestra como abanderado frente a los magnates.
Por ejemplo, en 2020, Francia dio 9,5 millones de euros para prevenir la deforestación de la Amazonia y contribuir al desarrollo sostenible de los cuatro países amazónicos: Brasil, Perú, Ecuador y Colombia. Han sido varias las inversiones con el mismo objetivo, así como los acuerdos.
La situación en la Amazonia no ha cambiado significativamente: sigue azotada por la ganadería y la deforestación. De hecho, ese mismo año, Colombia perdió 171.685 hectáreas de bosque, y la Amazonia fue una de las regiones más afectadas.
Por otro lado, solo en 2020, Colombia recibió 1,2 billones de pesos en donaciones para la paz. Sin embargo, el avance de lo negociado en La Habana es desalentador. De 2019 a 2020, la implementación del Acuerdo de Paz solo pasó del 26 al 28 por ciento. Los avances posteriores también han sido pocos y todavía falta un trabajo inmenso en sustitución de cultivos, reparación de las víctimas y garantías de seguridad para los excombatientes.
Para varias organizaciones, la implementación no ha avanzado debido al desinterés del Gobierno. De hecho, en 2021, la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola) aseguró que el “Acuerdo de Paz no es débil”, sino que “es Duque quien insiste en debilitarlo”.
A esto también se le suman las dudas sobre el manejo de los recursos. Sobre este asunto, Diario Criterio reveló una auditoría a 979 contratos de proyectos relacionados con el posconflicto que daría cuenta de una presunta corrupción con los recursos para la paz.
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¿Qué pasó con la inversión de Buffet?
Cuando el Gobierno dio a conocer la donación de Buffet para el Catatumbo, informó que sería invertida en la construcción o mejora de 7,2 kilómetros de carreteras regionales y 79,81 kilómetros de vías terciarias, y en el fortalecimiento de los servicios de Policía de la región, específicamente en Tibú.
El proyecto tendría una duración de dos años y se uniría “al esfuerzo de nuestros ingenieros militares, de los batallones de acción integral que trabajan con las comunidades, y que nos permiten decir que la Paz con Legalidad se construye con seguridad y justicia”, dijo el presidente Duque.
El esfuerzo al que hacía referencia el mandatario es Catatumbo Sostenible, creado en 2018 y con el que el Gobierno busca implementar el Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) en esa región.
Aunque ya se han dado algunos balances, ahora, dos años después, poca información se ha divulgado sobre la forma en la que se está invirtiendo el dinero aportado por Buffet y sobre el estado de las obras.
En abril de 2021, La Opinión, diario de Norte de Santander, informó que los trabajos para la intervención de la vía Ye Astilleros-Tibú, que contará precisamente con parte del dinero donado por Buffet, presentó demoras debido a un cambio en el sistema de regalías. Así mismo, a finales de enero de este año, se llevó a cabo la socialización para la construcción de la vía La Yé-Tibú-La Gabarra. Según el gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano, la vía tendrá 2,5 kilómetros y será de dos carriles.
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Sobre magnates y contradicciones
La filantropía de los multimillonarios en asuntos ambientales y sociales pasó de ser ocasional a un hecho repetido. La gran cantidad de dinero que han invertido empresarios como Elon Musk, Bill Gates, Bernard Arnault, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos para frenar el cambio climático, el hambre y apoyar a los más vulnerables en Colombia y otras regiones del mundo es muestra de ello.
Estos aportes, bien administrados, pueden impulsar grandes iniciativas, pero también plantean una contradicción, por lo menos frente a los asuntos ambientales. Según se ha indicado en distintas ocasiones, la población enriquecida es la que más emisiones de efecto invernadero genera a través del consumo y la explotación de recursos.
Por ejemplo, en 2020, Jeff Bezos lanzó el Earth Fund, un fondo de 10.000 millones de dólares para apoyar a las organizaciones que trabajan en iniciativas de acción climática. Pero, al mismo tiempo, su empresa Amazon recibe presiones por parte de ambientalistas debido a las altas emisiones que genera el transporte de sus mercancías.
Solo en 2020, el gigante tecnológico generó unas 270.000 toneladas de residuos de embalajes de plástico, según afirmó la ONG estadounidense Oceana en diciembre del año pasado. De estas, por lo menos unas 10.700 toneladas habrían terminado en los océanos.
Y si bien el dinero que han invertido estas personas han hecho posibles las tecnologías para mitigar el cambio climático y la contaminación, mientras no sean masivas y comunes, procedimientos como los de Amazon seguirán teniendo más impacto en el planeta que los avances para contrarrestarlas.
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1 Comentarios
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Buén informe
Y muy cierto todos tenemos estas dudas porque conocemos la corrupción que se lleva lo que han donado