“Que Petro no siga con los absurdos de candidato con los que ganó las elecciones”: Robledo

En entrevista con Diario Criterio, el exsenador habló de su posición crítica ante el gobierno de Gustavo Petro. Asegura que respalda las intenciones de dialogar con los grupos armados y normalizar las relaciones con Venezuela; sin embargo, se va en contra de los acuerdos con partidos políticos tradicionales, la tributaria y la propuesta de transición energética.

Diario Criterio: Por sus críticas y comentarios sobre los anuncios y decisiones del gobierno de Petro, muchos creen que será uno de los líderes de la oposición. ¿Le interesa consolidar esa posición?

Jorge Robledo: He criticado algunas medidas del gobierno de Gustavo Petro. Otras no, como normalizar las relaciones con Venezuela o buscar un acuerdo de paz con el ELN (Ejército de Liberación Nacional), según corresponde con la posición de independencia, no de oposición, asumida por Dignidad, que es mi partido.

Diario Criterio: El gabinete de Petro tiene una mezcla interesante entre petristas, santistas y cuotas de los partidos tradicionales. ¿Cómo le ha parecido?

J.R.: Cuando quedó claro que Petro gobernaría con el Partido Liberal de César Gaviria, el Partido Conservador y el Partido de la U, entre otros, expliqué que esas fuerzas no lo respaldarían sin mermelada, como se ha demostrado. Y agregué que tampoco lo apoyarían si el programa de gobierno de Petro no asumía las posiciones de esas fuerzas, que sabemos son las que le han impuesto a Colombia un modelo económico, social y político que excluye al 80 por ciento de los colombianos de la modernidad corriente en los países desarrollados. 

Diario Criterio: Usted ha sido uno de los más críticos con la elección del contralor, incluso congresistas cercanos a usted han anunciado una demanda al proceso. ¿Por qué dice que Carlos Hernán Rodríguez es un contralor de bolsillo? 

J.R.: Ese es de los peores hechos de la historia política de Colombia, muy propio del subdesarrollo nacional. Con toda razón, dos decenas de congresistas lo repudiaron. Porque los mismos con las mismas y los que ganaron a nombre de “el cambio” se unieron en torno al reparto del botín burocrático y de la impunidad que les garantiza ese contralor. Para hacerlo más repudiable, ante el fracaso de Roy Barreras para cuadrar la componenda, en persona la armó Gustavo Petro.

Diario Criterio: ¿Cree que es posible gobernar sin hacer acuerdos políticos, aislado de las mayorías en el Congreso?

J.R.: Es de principios de toda política hacer acuerdos, pero no todo tipo de acuerdos. Tiene que haber precisos límites si de verdad se quiere que Colombia derrote la inmensa corrupción nacional, corrupción que tiene el agravante de que allí sale la plata con la que se roban las elecciones que les permiten mantener el país en el atraso, el desempleo y la pobreza.

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Diario Criterio: ¿Cómo ve la promesa de “paz total” que se promueve desde el Gobierno, especialmente frente a las negociaciones con el ELN y el sometimiento de otros grupos armados? ¿Cree que es el camino correcto? 

J.R.: Con el ELN es posible llegar, como con las Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), a su desarme. Ojalá. Porque habría menos violencia y terminaría la muy errada etapa de la “combinación de todas las formas de lucha” política, la cual, como dice el padre Francisco de Roux, no arregló nada y lo empeoró todo.

También es posible adelantar acuerdos de desarme y de renuncia a la ilegalidad con narcotraficantes, y eso sería positivo. Pero lo que no veo posible es que esos delincuentes comunes no sean inmediatamente reemplazados por otros delincuentes, mientras el narcotráfico sea un negocio tan rentable. Luego me toca decir que la “paz total” no la veo clara.

Diario Criterio: Durante su paso por el Congreso usted defendió el medioambiente, criticó la minería, el fracking, entre otras prácticas. Ahora, se opone a que el Gobierno frene la exploración y explotación de recursos naturales. ¿Cuál puede ser el punto medio entre esas dos visiones?

J.R.: Sigo defendiendo el ambiente y oponiéndome al fracking. Orientado por la misma idea: “minería sí, pero no así”, que significa que minería puede y debe haber, entre otras razones porque los seres humanos somos una especie minera por naturaleza. Si así no hubiera sido, nuestra evolución económica, social, tecnológica –que es de nuestra naturaleza– no nos hubiera llevado a gozar de los inmensos frutos del proceso civilizatorio ni nos hubiera alejado tanto de nuestros parientes más cercanos en el reino animal.

Pero también es cierto que debemos preservar la naturaleza, porque por ella existimos, y entender que si la dañamos nos hacemos daño y si la destruimos desaparecemos como especie. Luego hay proyectos mineros que no deben hacerse o solo hacerse dentro de precisas limitaciones, como también puede ocurrir con proyectos urbanísticos, para poner otro ejemplo. Toca, entonces, analizar y decidir con sabiduría en cada caso.

Jorge Robledo, exsenador de la República.

Diario Criterio: ¿Cree que la ministra de Minas, Irene Vallejo, está capacitada para ese cargo?

J.R.: Según su hoja de vida académica, que es respetable, su experticia no es en minería. Pero su mayor dificultad es ser ministra de Gustavo Petro, que sobre el gas y el petróleo no ha acertado en nada y solo acertará si corrige en serio sus posiciones.

Si se lee la entrevista en la que la ministra dijo que era mejor importar gas venezolano que producirlo en Colombia se verá que se inspiró en los disparates de Petro. Incluso, en el trino en el que la nombró ministra de Minas –¡de Minas!– le ordenó acabar con el extractivismo, que para este caso es sinónimo de minería y petróleo, lo cual incluye que Ecopetrol deje de ser una petrolera. Que Petro no siga con los absurdos de candidato con los que ganó las elecciones. Que ya está bueno.

Diario Criterio: Puntualmente, ¿debe Colombia explorar y producir más petróleo, sí o no y por qué?

J.R.: La economía de Colombia, como resultado de las imposiciones del FMI (Fondo Monetario Internacional), la Ocdey (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) los TLC (tratados de libre comercio) es muy dependiente de las exportaciones de petróleo y carbón –el 40 por ciento del total–, y eso es negativo. Es a lo que se refiere el extractivismo, entendido como un problema, porque los países viven –y viven mal– de exportar bienes con poco valor agregado para pagar importaciones de bienes procesados, una práctica internacional tan vieja como el colonialismo.

Pero la solución no es abandonar esos productos sino mantenerse en ellos y, al mismo tiempo, reemplazar importaciones por producción nacional y producir y exportar más bienes procesados, de forma que disminuya el peso relativo de las materias primas en la economía del país. Estados Unidos es un gran productor de petróleo, gas y otros minerales y un gran exportador de bienes básicos agrarios y nadie dice que tiene una economía extractivista, porque también es un país industrializado.

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Diario Criterio: En el tema del gas, ¿por qué cree que hay pocas luces y muchos cortocircuitos dentro del Gobierno con lo que plantean? ¿Cree que hay un acuerdo con Venezuela para que Colombia dependa en unos años del petróleo y gas de ese país?

J.R.: El problema es que Gustavo Petro, para cazar votos, ha hecho una demagogia ambientalista medio mesiánica, que hasta induce al absurdo de concluir que es mejor importar gas que producirlo. Con dos agravantes: ha presentado el calentamiento global como el mayor problema de Colombia, ocultando que, por su subdesarrollo, producimos poquísimos gases de efecto invernadero y que ese profundo subdesarrollo del capitalismo nacional es el verdadero problema del país porque está en la base de todas las otras fallas nacionales, incluida la deforestación, que sí constituye nuestro principal problema ambiental.

Diario Criterio: Hablando de Venezuela, ¿le suena la idea de abrir fronteras y reactivar el comercio? ¿Habría que tener cuidado con algo?

J.R.: Sí. Por supuesto. Lo que hizo Duque con Venezuela fue tan equivocado, que en las escuelas de relaciones internacionales del mundo –con buen humor– lo ponen de ejemplo de cómo no deben relacionarse dos países entre sí. Con decirle que Rusia, Ucrania y Estados Unidos no han roto sus relaciones. Pero es obvio que esas relaciones tienen que fundarse en el respeto a las respectivas soberanías, los intercambios con beneficios recíprocos y, en especial, la no injerencia de un país en los asuntos internos del otro.

Diario Criterio: Hasta el momento Petro ha logrado una relación armónica con las Fuerzas Militares, pero se mantiene la incertidumbre. ¿Qué consejos le daría al presidente en ese aspecto? 

J.R.: No me corresponde darle consejos al presidente. No conozco las razones por las que ha actuado como lo ha hecho. Esperemos que sea un acierto y que ello contribuya a que la fuerza pública mejore su trabajo, dentro del más estricto respeto a los derechos humanos, a los derechos democráticos ciudadanos y la defensa de la soberanía nacional.

Diario Criterio: Usted ha sido uno de los más críticos de la Ley 100 y las empresas prestadoras de servicios de salud (EPS), ¿comulga con la idea del Gobierno de eliminarlas?

J.R.: En mi candidatura a la Presidencia no propuse eliminarlas. Propuse reducirles sus costos para el sistema de salud y así poder trasladarles más recursos a los pacientes, los trabajadores de la salud y las IPS (instituciones prestadoras de servicios de salud) públicas y privadas. Como en otros asuntos, veo a Petro y a la ministra de Salud renunciando a esa propuesta electoral. Entre otras razones, porque no hay cómo imaginarse a César Gaviria, Dilian Francisca Toro y Roy Barreras respaldando el fin de las EPS.

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Diario Criterio: Otro tema importante, la tributaria: ¿Le parece lo suficientemente progresivo y justo el proyecto presentado por Petro y su ministro, José Antonio Ocampo?

J.R.: El sistema tributario de hoy no es progresivo, es regresivo, contrario a la Constitución. El 54 por ciento del total del recaudo es por impuestos indirectos, que caen con la misma fuerza sobre quien tiene poco, muy poco o nada, que sobre quienes tienen mucho. Tampoco es progresiva la tasa de renta de las empresas, porque grava igual a las pequeñas y las medianas que a las mayores. Y eso no cambiará con la reforma.

Gravar más el consumo también es regresivo. Tampoco comparto que se aumenten los impuestos a la clase media y a Ecopetrol, en tanto no se tocan o se tocan muy poco a sectores ultrapoderosos. Mala señal además que la reforma esté en el recetario del FMI.

Diario Criterio: Usted se ha mostrado en contra de algunos de los llamados “impuestos saludables”, ¿no cree que es momento de atender esa problemática de salud pública que acarrea el consumo de bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados

J.R.: No comparto la idea de aumentarles los impuestos a los pobres y a las clases medias, así se haga en nombre de causas nobles y lo defiendan algunas personas que considero opinan de buena fe. Porque esos impuestos –calculados por los neoliberales no para eliminar esos consumos sino para recaudar– empobrecen todavía más a la gente, incluso aumentando el hambre. Como además no es nada fácil cambiar los hábitos de consumo, lo principal debe ser trabajar en educación, en serio y en grande, cosa que ningún gobierno ha hecho.

Diario Criterio: ¿Cree que esta vez el Congreso sí va a poder reformarse en temas como el salario, el receso y otros privilegios o le parece que esos cambios no tienen importancia?

J.R.: Ya se sabe que si se reducen sus altos pagos –si ello sucede, recalco– será a partir del Congreso que empieza en 2026. Y en la opinión pública han instalado un gran desenfoque, muy dañino: que el Congreso debe juzgarse solo por las formas como actúa, descartando el contenido de sus leyes, si son positivas o negativas.

Entonces tenemos unos medios muy críticos con las marrullas corrientes en el Congreso –críticas que en general comparto–, pero a los que les parecen excelentes las leyes retardatarias que aprueban esos congresistas. Que alguien me explique cómo es que los peores congresistas siempre aprueban las mejores leyes económicas y sociales y cómo es que con leyes tan acertadas Colombia está tan mal.

Diario Criterio: ¿Cómo le ha sentado el retiro del Congreso? ¿Cuáles son sus prioridades ahora?

J.R.: Me ha sentado bien. Estaba mentalmente preparado para retirarme, y con la satisfacción del deber cumplido. Sigo trabando igual de duro. Mis prioridades ahora son las mismas de antes, pero sin las ventajas de ser senador. Es mi problema ver cómo lo logro. Pero en todo caso, mientras me duren las pilas, seguiré luchando por lo que considero el verdadero progreso de Colombia. Entre otras razones, porque a algunos nos toca decir verdades que el país tendrá que escuchar para resolver sus muchos problemas.

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12 Comentarios

  1. Robledo, hace rato no tiene claridad en sus argumentos. Deplorable la falta de visión de desarrollo de Colombia. Lo único claro que se le ve, es su afán de negarse y buscar siempre lo malo en las propuestas de petro. No creo que sirva ya ni para líder de la oposición al gobierno.

    1. Hablando de ARGUMENTOS, cuál es el que no le sirve en concreto de Robledo, y por qué ? Para que no se quede en la facilidad sta descalificación general que no aporta nada al debate, y menos a la CLARIDAD de la que habla el señor Carlos.

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