Así afectará a los colombianos la ley Uribe que reduce las horas de trabajo semanal
El proyecto de ley, al que solo le falta un debate para ser aprobado, plantea reducir de 48 a 42 las horas máximas de trabajo semanal.
El proyecto de ley que busca disminuir la jornada sin que los salarios, prestaciones sociales, aportes y cotizaciones se vean afectados fue aprobado esta semana en penúltimo debate. Fue uno de los últimos impulsados por Álvaro Uribe cuando fue senador, aunque en el proceso sufrió varios cambios.
La iniciativa implica la modificación del artículo 161 del Código Sustantivo del Trabajo. Actualmente, las jornadas laborales son de ocho horas distribuidas en seis días, para un total de 48 horas; el proyecto las reduciría a 42 que podrán ser distribuidas, de común acuerdo entre el trabajador y el empleador, en cinco o seis días a la semana, garantizando día de descanso, salvo en algunas excepciones.
La reducción de las horas semanales trabajadas se hará de forma progresiva. En el primer año se establece un máximo de 46 horas semanales; en el segundo, 44, y en el tercero se cumpliría el propósito de un máximo de 42 horas a la semana, dos horas más que en países como Estados Unidos y un poco más cerca de los países europeos que trabajan, en promedio, 37,5 horas.
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Los autores del proyecto de ley, radicado en el Senado en octubre 2019, citan estudios que aseguran que el 30 por ciento de los trabajadores en Colombia trabajan más de 48 horas semanales, cuando la recomendación de la Organización Internacional del Trabajo es máximo 40. Según los ponentes, la ley aumentaría la productividad, la generación de empleo y la calidad de vida.
Críticas al proyecto de ley
Esta propuesta no fue bien recibida entre algunos empresarios. Asocolflores, como se cita en el proyecto de ley, asegura que reducir la jornada laboral tendría efectos negativos en las empresas del sector, al aumentar los costos de producción y bajar la competitividad del país, más aún en medio de la pandemia.
La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) dice que, en promedio, para cubrir ocho horas no trabajadas en la semana, las empresas tendrían un costo semanal de 85.309 pesos por persona. Aplicado a los 6,2 millones de empleados que trabajan más de 40 horas, implicaría un costo anual de 26,9 billones, cerca del 2,7 por ciento del PIB de 2019, dice el gremio. Un impacto que sería mayor en el sector industrial y comercial.
Las modificaciones
El proyecto original establecía el trabajo parcial para jóvenes entre los 18 y 28 años, mujeres mayores de 57 años y hombres mayores de 62 años, así como los aportes a la seguridad social y el pago de prestaciones sociales en proporción al tiempo laborado, pero fue eliminado.
Teniendo en cuenta las sugerencias de los diferente actores, el proyecto pasó de una jornada laboral de 45 horas a una de 40 y finalmente quedó en 42.
También se eliminó el artículo que le daba un plazo de seis meses al Ministerio de Salud para reglamentar que los beneficios en salud de las personas que no cotizaran durante un mes los 30 días completos fueran “proporcionales al monto de sus cotizaciones”.
¿Qué podría cambiar con la reducción de la jornada laboral?
De acuerdo con la abogada Mireya Camacho, si el proyecto se convierte en ley, “no se pueden adoptar normas que vayan en contra de los derechos laborales alcanzados por los trabajadores”, lo que significa que las “cláusulas escondidas (en el proyecto de ley) que vayan en detrimento de estas garantía serían inconstitucionales”.
Esto significa que reducir las horas máximas semanales no puede derivar en una desmejora de las condiciones laborales. “En el evento en que se llegara a disminuir (el salario), estaría yendo en contra de las disposiciones legales que en materia laboral existen. Un trabajador no puede ser desmejorado en sus condiciones y calidades de vida o de trabajo“, explicó a Diario Criterio la abogada Sharlim Puello Mercado, especialista en derecho laboral y seguridad social.
Sin embargo, el empleador podría, por ejemplo, empezar a suscribir contratos por obra o labor para vincular a nuevos trabajadores después de que la ley entre en vigencia, sobre todo por “lo que representa económicamente un trabajador ante todo el sistema de seguridad social”, indicó la abogada Puello.
“Como empleador yo puedo decir: es más factible, para mí, contratar por un turno de cinco, seis, siete horas, o contratar dos turnos de cinco, seis horas, y tengo o cubro con eso la productividad de mi empresa y no tengo que incurrir en unos gastos más altos o más grandes en razón de mantener a un solo trabajador de planta”, aseguró la experta en derecho laboral.
Ahora bien, aunque una reducción en las horas máximas de trabajo semanal podría significar una mayor posibilidad de cobrar más horas extras, Puello considera que no necesariamente será así, pues el empleador podría distribuir las labores por días para no tener que pagar de más: “Si tengo jornadas de cinco o seis días y, en este caso, turnos de menos horas, pues entonces yo no requeriría que mis empleados trabajaran más de tantas horas para en este caso no incurrir en el pago de las horas extras“.
6 Comentarios
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Ahora sí, las empresas van a tener excusas para no contratar personal de planta, eso es lo q no puede pasar porque la pensión sería imposible de alcanzar, lo bueno sería más tiempo para la familia..