¿Por qué se necesita una Ley de Museos en Colombia?
Uno de los grandes proyectos culturales de este Gobierno es la aprobación de una Ley de Museos. Diario Criterio habló con William Alfonso López, director del Museo Nacional, la institución que lidera la iniciativa, que arrancó en forma esta semana con una reunión de la Mesa Nacional de Museos.
Este miércoles, en la Biblioteca Luis Ángel Arango, arrancó la XII Mesa Nacional de Museos, un encuentro en el que representantes de la gran mayoría de los museos del país se sentarán para discutir, debatir y armar un documento que sirva de base para uno de los proyectos culturales más importantes de este Gobierno: la aprobación de una Ley de Museos que sirva como marco regulatorio y como soporte para la actividad de esas instituciones en el país.
Un proyecto que el actual director del Museo Nacional, William Alfonso López, viene pensando y debatiendo desde hace varios años, junto con otros miembros del sector, cuando estaba en la academia, dirigiendo la Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio de la Universidad Nacional. Un lugar desde el cual siempre tuvo una visión crítica de la forma en la que se manejaban la gran mayoría de museos y la política sobre museología en los anteriores gobiernos.
Puede interesarle: Haruki Murakami, el nuevo Premio Princesa de Asturias de las Letras
Ahora, al frente de la institución que lidera los museos del Ministerio de Cultura y el Programa de Fortalecimiento de Museos, que trabaja con todos los museos del país, López tiene el reto de sacar adelante el proyecto de ley con el que siempre soñó y de liderar la transformación del sector, que busca que los museos se conviertan en protagonistas de primer nivel de la vida del país y de la sociedad colombiana.
Criterio estuvo en el lanzamiento de la XII Mesa Nacional de Museos y habló con William López sobre el proyecto de ley y sus otras iniciativas al frente del Museo Nacional.
La Ley de Museos y su importancia
Diario Criterio: ¿Para qué una Ley de Museos en Colombia?
William López: Creo que, en primer lugar, es importante entender qué hacen los museos para comprender porque se necesita una Ley de Museos. Y para eso yo utilizo una analogía que, creo, es muy útil: si los hospitales nos garantizan el derecho a la salud y los colegios, las universidades y los jardines infantiles nos garantizan el derecho a la educación, los museos nos garantizan el derecho a la memoria, al agenciamiento de la identidad y al patrimonio cultural. Son instituciones muy complejas que nos garantizan que podamos acceder a la complejidad del escenario identitario: quiénes somos, hacia dónde vamos, de dónde venimos.
Claro, en una sociedad lastrada por la guerra y en una sociedad amnésica, profundamente amnésica, las personas no sienten, en la cotidianidad, esa necesidad de acceder a la memoria y a ese agenciamiento de la identidad. No es como cuando sienten que tienen que ir al hospital porque se cayeron y se rompieron un hueso. Pero esa ausencia de la historicidad en nuestra vida cotidiana genera una una distorsión muy profunda del funcionamiento de la democracia, porque nos impide ser sujetos plenos de derechos. No es posible pensar una ciudadanía política plena sin que tú tengas una relación compleja con el pasado y, por lo tanto, con el futuro.
Diario Criterio: Y ahí es donde entran a jugar un papel importante los museos…
William López: Sí. El sector de los museos, entendiéndolo como el gran sector de la memoria, es el que garantiza ese derecho. Y la verdad es que en nuestro país han estado completamente abandonados y funcionan, literalmente, en una especie de orfandad institucional muy grande. Funcionan, en la mayoría de los casos, de forma muy precaria, con unos márgenes de gestión tremendamente estrechos y con grandes problemas. Y la verdad es que las instituciones de la memoria son instituciones tremendamente sofisticadas como un hospital o una universidad.
Así como las universidades necesitan laboratorios, grupos de investigación y comunidades académicas que generen proyectos pedagógicos y conocimiento, los museos se hacen cargo de colecciones, de archivos, de procesos de educación y, en los casos de los museos que están en los territorios, son los encargados incluso de restituir la vida en comunidad. Porque cuando la guerra arrasa con todo, las instituciones museológicas y las bibliotecas, entre otras instituciones culturales, son las que generan un espacio para volver a tener esa vida en común.
Diario Criterio: ¿Y cómo darle a los museos colombianos la fortaleza necesaria para cumplir con todas esas tareas?
William López: Para eso, precisamente, es tan importante una Ley de Museos en nuestro país. El sector museológico es, por ahora, un sector muy subalterno y no tenemos un lugar protagónico en la arquitectura cultural, por lo que, a nivel presupuestal, recibimos solamente un fragmento muy pequeño para el funcionamiento. Particularmente habló del Museo Nacional o, mejor dicho, de los museos que hacen parte del Ministerio de Cultura, a los que yo encontré muy vulnerables, muy vulnerados y con unos grandes problemas en términos de sus infraestructuras (las sedes están en unos estados lamentables, como si nadie en 20 años de su vida les hubiera puesto atención), pero con unas grandes responsabilidades.
Particularmente el Museo Nacional de Colombia, siendo la institución que debe jugar un papel clave en la construcción de nación, es una institución tremendamente frágil. No es el museo más grande del país y ni siquiera tiene una sede propia, porque ni el lote sobre el que está el edificio ni el lote sobre el que se quiere ampliar pertenecen al Ministerio de Cultura. Solo con ese dato ya se ve su fragilidad. Y por eso, repito, es clave no solo tener un marco regulatorio, sino un esquema legal que nos permita fortalecernos como instituciones culturales por lo menos en un lapso de dos o tres décadas.
Diario Criterio: Usted lleva en esta discusión varias décadas, desde que hacía parte de la academia, ¿Qué tan de acuerdo está el sector de museos en cómo debe ser esta ley? ¿Qué acuerdos mínimos ya existen y en qué cosas aún se debaten?
William López: No te lo puedo decir con con seguridad, porque eso es lo que vamos a hacer aquí (en la XII Mesa Nacional de Museos): sistematizar esos acuerdos y esos anhelos que tenemos. Pero hay dos ideas en común que son importantes. La primera es que hace mucho tiempo que el sector quiere una Dirección Nacional de Museos o un Instituto Colombiano de Museos que vaya mucho más allá del Programa de Fortalecimiento de Museos que actualmente maneja el Museo Nacional. Eso implica tener una instancia mucho más compleja, técnica y organizacionalmente hablando, que de cuenta verdaderamente de los museos de Colombia con un mayor equipo humano y unos programas muy profundos. Sobre esos programas hay varias ideas: uno de acreditación de museos, un laboratorio museológico, un consultorio museológico nacional, etc..
Diario Criterio: ¿Y cuál es la otra idea en la que hay consenso?
William López: En la necesidad de generar un esquema de sostenibilidad económica y organizacional. Para eso hay algunas ideas, como un Fondo Museológico Nacional o un esquema de exención de impuestos. Lo importante es que tengamos una arquitectura económica que entienda que los museos no son rentables, sino sostenibles y, sobre todo, fundamentales.
Puede leer: La cultura: un eje transversal para la transformación social
Diario Criterio: ¿A qué se refiere con que los museos no son rentables, sino sostenibles y fundamentales?
William López: En ningún lugar del mundo los museos son rentables. Se necesita un esquema que los potencie y los saque adelante sin pensar en ese espejismo economicista y muy chatamente comercial de la rentabilidad. De hecho, hay una definición de museos de los años 70 que dice que “los museos son instituciones inalienables de la sociedad”, lo que quiere decir que no se pueden arrancar. Imagínese que se cerrara la Biblioteca Luis Ángel Arango, el Museo del Oro o el Museo Nacional de Colombia: no solo sería una tragedia para Bogotá, sino para todo el país. Una verdadera tragedia. Pero aquí nadie dijo nada cuando se cerraron, por ejemplo, el Museo del Siglo XIX o el Museo de los Niños hace 5 o 6 años, y eran muy importantes, y jugaban papeles fundamentales con comunidades específicas y concretas.
Diario Criterio: La discusión está empezando ahora, pero ¿tienen una hoja de ruta sobre la presentación del proyecto de ley? ¿Para cuándo planean entregarlo al Congreso?
William López: Queremos entregar el documento en agosto, un mes después de que se cumplan los 200 años del Museo Nacional. Vamos a hacer un esfuerzo muy grande para sistematizar. De hecho, hemos adelantado trabajo y venimos a la mesa con una propuesta de estructura general que, por supuesto, es debatible. Pero la idea es que, con la ayuda de los abogados y de los expertos en redactar leyes, generemos un documento sintético y proteico, es decir, que nos sirva como un lugar de inspiración para nuevos proyectos y para una serie larga de legislación sobre museos en el país. Porque sabemos que nov amos a solucionar todos los problemas de una vez.
El Museo Nacional: un museo descentralizado y en los territorios
Diario Criterio: En su intervención, para abrir la Mesa Nacional de Museos, hablaba de la importancia que pueden tener los museos para un país en guerra. ¿Cómo pueden aportar los museos a la consecución de la paz?
William López: Los museos ya están contribuyendo a la construcción micropolítica de la paz en el territorio desde hace por lo menos dos décadas. Por su puesto que lo hacen en medio de una gran precariedad. Y puede que no tengan una incidencia masiva, pero sí muy profunda. Las comunidades que se acercan, por ejemplo, al ‘Salón del nunca más‘ en Granada, Antioquia, se encuentran con un lugar que ha tejido comunidad de forma muy virtuosa. O, en el ámbito urbano, podemos hablar del Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá, un museo universitario fundado, de forma muy excepcional, por un sacerdote en medio de la construcción de un barrio popular. Esa es otra manera de construir sociedad, paz y de garantizar el ejercicio de los derechos culturales, de los derechos a la memoria histórica y de el derecho a agenciar procesos de legitimación de las identidades, que son fundamentales.
Diario Criterio: ¿Esto de legitimar identidades tiene que ver con lo que hizo el Museo Nacional con su exposición de ‘Nación Hip-Hop’?
William López: Sí, algo muy importante. Es darle espacio a un sector que tiene una experiencia histórica de casi 40 o 50 años, que ha sido completamente estigmatizado e incluso criminalizado, y que al llegar al museo empieza a tener una dignidad como sector cultural y como sector político y ciudadano.
Diario Criterio: Ya que hablamos del Museo Nacional, usted decía en su intervención que la arquitectura de las instituciones culturales en Colombia tiene ciertas dinámicas oligárquicas que resultan funcionales para una sociedad en guerra. En ese sentido, ¿cómo encontró el museo cuando entró como director?
William López: Tengo que felicitar a los y las colegas que me antecedieron, porque lograron traer al museo a la vida contemporánea, a este presente. Y eso fue una proeza enorme. Sobre todo en gobiernos que nunca le pusieron atención al museo. Cuando yo hablo de que en las instituciones culturales hay una estructura oligárquica muy profunda me refiero al hecho de que, por ejemplo, la autonomía del Museo Nacional y su posibilidad de agenciar recursos dependía del capital político de su director o directora. No me refería a una arquitectura organizacionalmente diseñada, sino a las lógicas bajo las que funcionan los relacionamientos en el sector.
Diario Criterio: ¿Qué cosas positivas encontró de lo que se ha hecho en el Museo y qué cosas cree que toca cambiar?
William López: Como dije, lo encuentro muy vulnerado y muy vulnerable. Pero, al mismo tiempo, veo un museo muy poderoso. Lo que hicimos con Nación Hip-Hop muestra que el museo, en términos de museología, de metodologías de trabajo co-creativo y colaborativo, está a la vanguardia de la museología en América Latina y diría que en el mundo enero. Es una situación muy paradójica: un museo muy poderoso en términos de su potencia curatorial, pero lastrado por la falta de presupuesto y la incomprensión de las anteriores administraciones.
Diario Criterio: Usted ha dicho, en otras entrevistas, que uno de sus grandes retos es sacar al museo del museo y llegar a los territorios, ¿cómo hacerlo?
William López: Si el Museo Nacional es una de las instituciones claves de la construcción de nación, no puede estar centrado en Bogotá. Yo les he propuesto a los colegas que me acompañan en el equipo del museo que pensemos una institución exocéntrica, es decir, que parece que no tiene centro, pero que tiene una incidencia importante en el territorio. Sería ideal que un profesor en Riohacha, con sus estudiantes de décimo grado, encuentre materiales en la página web que le sirvan para desarrollar su trabajo en el aula de clases, y que en algún momento, por un trabajo que haga el museo con la Secretaría de Educación de Riohacha, puedan venir a visitar el Museo Nacional.
Yo lo he repetido varias veces: el museo debe ser la casa de la inspiración de la nación. Por eso no puede estar centrado en Bogotá, en un edificio. Uno de los elementos claves para justificar la ampliación del museo es ese: que vamos a generar una narrativa polifónica, polivalente, con la que, efectivamente, muchas personas se sientan interpeladas. Que todo el mundo, en Colombia, encuentre resonancia en el museo, que encuentre un detalle que le permita responder a las preguntas quién soy, a dónde voy, por qué estoy aquí.
Puede interesarle: “Oiga las quejas”: el sector cultural le pide una reunión a Gustavo Petro
Diario Criterio: ¿Y eso implica también que las exposiciones del museo vayan a otros lugares del país?
William López: Sí. Debemos armar una narrativa que viaje y que itinere. Y en ese sentido, necesitamos generar un circuito muy poderoso de construcción de capacidades museológicas en territorio no solo con los museos del Ministerio de Cultura, que son 9 en diferentes partes del país, sino con otros museos que trabajan en coordinación con nosotros, que reciben nuestras exposiciones y que nos mandan sus exposiciones.
Diario Criterio: En su intervención, cuando hablaba de los retos que enfrentan los museos, mencionaba la necesidad de saber leer las comunidades y los públicos. ¿Cómo planea acercar a más gente al Museo Nacional?
William López: Hay una corriente teórica contemporánea muy fuerte en la Academia que inspira muy fuertemente esto de lo que estamos hablando, que es la decolonialidad. Yo, en algún momento, analizando como el Museo Nacional ha funcionado como una institución oligárquica que reproduce silenciamientos y vacíos históricos a través de sus colecciones y su programa de exposiciones temporales, señalaba que debíamos repensar completamente esa estructura para, justamente, entender esas injusticias epistémicas profundas que se reproducen en la institución. En ese sentido ya no se pueden pensar en desarrollar solo relatos a partir de lo que opina un autor experto, un doctor, sino que hay que hacerlo en diálogo con las comunidades.
Diario Criterio: Como en ‘Nación Hip-Hop’…
William López: Exacto. En ese caso no fue Andrés Góngora (curador jefe del Departamento de Etnografía del Museo Nacional) el autor de la exposición, porque él partió del reconocimiento de una incapacidad del museo: no tenemos las colecciones y no sabemos hablar de este proceso, pero sí tuvo la lucidez de decir que hablar de Hip-Hop era fundamental para contar la historia contemporánea cultural colombiana. Eso hace que el museo empiece un proceso de construcción de otro tipo de investigación curatorial; ya no se puede hablar de un autor curatorial, sino de una voz polifónica que desarrolla metodologías muy complejas.
Diario Criterio: Este año se celebran los 200 años del Museo Nacional y usted decía que no quería hacer una celebración centrada solo en el museo, sino en todos los museos, teniendo en cuenta que el museo nacional fue el primer museo que se creó en Colombia. ¿Cómo va a ser esa celebración?
William López: Tenemos un periplo conmemorativo que está muy centrado en los territorios a partir de los dineros que nos dio la exministra Patricia Ariza directamente a los museos. Ella dobló ese presupuesto de 500 a 1.000 millones. No es mucho dinero, porque las otras áreas tienen mucho más, pero es más de lo que había y lo vamos a destinar para celebrar con los museos. Por ejemplo, para la noche de museos del 28 de julio planteamos unos estímulos para que 5 municipios celebren con nosotros ese día y generen un primer gesto de red de museos durante esa noche de museos.
Por el otro lado, vamos a entregar el primer Premio Nacional de Museos a una persona que haya contribuido al desarrollo de los museos en las últimas dos décadas, algo muy importante para la dignificación del trabajo que se hace en el sector. Además, estamos otorgando una beca de 110 millones para un proyecto museográfico que ya esté a punto de desarrollarse. Lo otro es que estamos desarrollando un diagnóstico de los museos del Ministerio de Cultura, un hito en la museología contemporánea porque no se había hecho nunca. Y eso nos va a dar información clave para varias líneas de base y de inversión que queremos justificar ante la dirigencia del ministerio.
Diario Criterio: Me imagino que la presentación de este proyecto de ley también va a ser una forma de celebrar los 200 años…
William López: Claro: la Ley de Museos es un hito: un punto de llegada y un punto de partida para transformar verdaderamente la vida cultural de los museos en el país y para, como decía yo en mi intervención, parafraseando un poco al presidente Petro, poder convertir a Colombia en una potencia museológica de la vida.
Siga con: Haruki Murakami, el nuevo Premio Princesa de Asturias de las Letras
6 Comentarios
Deja un comentario
Interesante forma de administrar los Museos y participar más con las comunidades e integrar todos los museos y todo el país en estos programas.Ojalá se apruebe esta ley de museos.
Buena entrevista
Buena entrevista sobre todo porque muestra una cabeza pensante al frente del MNC que puede contribuir al proyecto social progresista del actual gobierno de Colombia.
Muy bien William, importantísimo pensar en grande y fortalecer esas instituciones hacia un futuro.