Ser LGBTQ+ en el mundo, desde adoptar hasta la pena de muerte
Singapur anunció la despenalización de la homosexualidad el pasado 21 de agosto. Sin embargo, mientras que en algunos países las demostraciones de afecto en público por parte de parejas LGBTQ+ ya no son tabú, en otros se castigan con cárcel y hasta la pena de muerte.
Según un informe publicado en 2020 por la Asociación Internacional de Personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales (LGBTI), el matrimonio entre personas del mismo sexo está aprobado en 32 naciones. Por el contrario, dichas relaciones son reprimidas por la ley en 69 de 193 países, y en 11 pueden ser castigadas con la pena de muerte.
En una decisión reciente en la materia, el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, anunció la derogación de una ley colonial que criminalizaba hasta con dos años de cárcel las relaciones sexuales entre hombres, aunque señaló que el gobierno seguirá “defendiendo” que el matrimonio es entre un hombre y una mujer.
”Creo que es lo correcto y algo que la mayoría de los singapurenses aceptarán ahora”, dijo en un discurso político. Lee añadió que las costumbres han cambiado desde hace 15 años, cuando el gobierno decidió dejar la ley en vigor.
El mandatario explicó que los hombres homosexuales ”ahora son más aceptados” localmente, en especial entre los jóvenes. También dijo que la decisión ”hará que la ley esté en sintonía con las costumbres sociales actuales y espero que dé un respiro a los singapurenses gays”.
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Sin embargo, Lee señaló que el gobierno es consciente de que ”la mayoría de los singapurenses no quiere que la derogación (de la ley) conlleve un cambio drástico en nuestras normas sociales”, incluyendo la definición de matrimonio y como esta institución se enseña en las escuelas.
”Por lo tanto, aunque deroguemos (la ley), defenderemos y protegeremos la institución del matrimonio”, dijo, además de recordar que, en virtud de la normatividad vigente, Singapur ”solo reconoce los enlaces matrimoniales entre un hombre y una mujer”.
En Vietnam ya no es “una enfermedad”
El Ministerio de Salud vietnamita envió un anuncio a los centros de salud provinciales y municipales a principio de agosto, así como publicó en la página web del gobierno que ser parte de la comunidad LGBTQ+ “no es una enfermedad”, por lo cual “no se puede curar”, no se necesita ser “curado” y no se puede convertir de “ninguna manera”.
De esta manera, el gobierno del país asiático indicó que los médicos no deberían ”interferir ni forzar el tratamiento” a los pacientes de la comunidad, y que, si necesita apoyo, es “de forma psicológica y realizado por aquellos que tienen conocimiento de la identidad sexual”.
“No podemos exagerar lo bueno que es este anuncio”, dijo Kyle Knight, investigador senior de salud y derechos LGBTQ+ de Human Rights Watch, y agregó que, “si bien las actitudes no cambiarán de la noche a la mañana, esto marca un gran cambio de paradigma. La autoridad médica más confiable de Vietnam lo declaró asi, entonces el impacto en las percepciones sociales hacia la homosexualidad será enorme”.
“Se ha permitido, por mucho tiempo, que el mito de que la homosexualidad es diagnosticable e influye en la sociedad vietnamita. Es un factor subyacente en ls malas prácticas médicas contra los jóvenes LGBTQ+”, expresó el Instituto de Estudios de la Sociedad, la Economía y el Medio Ambiente (iSEE) y el grupo de derechos LGBTQ+.
Por otro lado, el International Call Center Service pide la creación de leyes para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo en el país.
Pena de muerte en África
En el continente africano, unos 30 países prohíben la homosexualidad. Sudáfrica se convirtió en la excepción cuando legalizó el matrimonio gay, en 2006. La adopción, la procreación médicamente asistida y la gestación subrogada también están autorizadas por la ley.
Por el contrario, las relaciones entre personas del mismo sexo son sancionables con la pena capital en Sudán, Somalia y Mauritania. Solo algunos países (Cabo Verde, Gabón, Costa de Marfil, Malí, Mozambique, República Democrática del Congo, Angola, Madagascar, Ruanda, Seychelles y Botsuana) las despenalizaron.
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La represión de Asia
Israel legalizó la adopción por personas homosexuales. Posteriormente, la Corte Suprema autorizó, en julio de 2021, la gestación subrogada.
El matrimonio entre personas del mismo sexo, sin embargo, no está autorizado, pero es reconocido cuando se lleva a cabo en el extranjero.
Líbano también es más tolerante que otros países árabes cuya legislación aún dicta que los homosexuales se exponen a la pena capital, como Arabia Saudita o los Emiratos Árabes Unidos.
Por su parte, India despenalizó la homosexualidad en 2018 y Taiwán fue un pionero en el continente al legalizar el matrimonio entre parejas LGBTIQ+, en 2019.
En Tailandia, el Parlamento abrió la vía a las uniones entre personas del mismo sexo al aprobar un texto en primera lectura en este sentido, el pasado mes de junio.
En el resto de Asia no se permiten la adopción homoparental ni el matrimonio entre parejas del mismo sexo.
Los avances en las Américas
En Canadá, la adopción por parte de parejas LGBTIQ+ está regulada por cada provincia, así que las leyes pueden variar entre ellas, no obstante, es legal en todo el país, al igual que el matrimonio, la procreación médicamente asistida y la gestación subrogada.
Así mismo, en Estados Unidos, la Corte Suprema legalizó en 2015 el matrimonio gay en todos los estados.
En América Latina, varios países permiten estas uniones: Colombia (abril de 2016), Argentina (2010), Uruguay, Brasil, Ecuador, Costa Rica y Chile. También están permitidas en 26 estados mexicanos y Ciudad de México.
La adopción homoparental es legal en Colombia desde noviembre de 2015 (antes de que el matrimonio se aprobara). También lo es en Uruguay, Costa Rica, Brasil y Argentina.
En Cuba, se celebrará un referéndum el próximo mes de septiembre sobre un nuevo código de familia, mismo que podría comportar la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo.
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Europa y Oceanía, a la vanguardia
Todos los países europeos han despenalizado la homosexualidad.
En 2001, Holanda se convirtió en el primer país del mundo en legalizar el matrimonio homosexual. Desde entonces, otros Estados europeos siguieron sus pasos, los más recientes –en julio de 2022–, Suiza y Eslovenia.
Estados como Hungría, República Checa, Austria, Croacia, Chipre, Suiza, Italia, Grecia y Estonia reconocen las uniones civiles. Sin embargo, la mayoría de los países de Europa del Este (Lituania, Letonia, Polonia, Eslovaquia, Rumanía o Bulgaria) no autorizan las uniones ni las bodas.
En Rusia, la homosexualidad se consideró como un delito hasta 1993 y una enfermedad mental hasta 1999. Desde 2013, una ley castiga con multas y penas de cárcel cualquier acción de “propaganda” homosexual destinada a menores.
En Hungría, desde 2021, hablar de homosexualidad delante de menores también puede ser objeto de multa.
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En el oeste de Europa, varios países autorizan la adopción conjunta por parejas del mismo sexo en el marco del matrimonio o la unión civil, como Holanda (desde 2001), Dinamarca, Suecia, España, Bélgica, Francia, Reino Unido, Alemania, Finlandia, Eslovenia y Suiza, entre otros.
La procreación médicamente asistida se permite a las parejas lesbianas en 12 países de Europa: Bélgica, Holanda, Reino Unido, España, Austria, Francia, Irlanda y los países nórdicos.
La mayoría de los países europeos prohíbe la gestación subrogada. El recurso a los vientres de alquiler se autoriza, siempre que no se remunere, en Bélgica, Holanda o Reino Unido.
Por otro lado, en Oceanía, Nueva Zelanda legalizó el matrimonio y la adopción homoparental en 2013, mientras que Australia lo hizo en 2017.
No obstante, el camino aún es largo. Así como la abolición de la esclavitud por sí sola no acabó con el racismo, en muchos países donde ser LGBTIQ+ no es punible y tienen derechos como a adoptar o casarse, el tabú y el rechazo persisten, en cierta forma y previsiblemente, porque las leyes que buscan garantizar el respeto y la inclusión son relativamente nuevas y la cultura aún no evoluciona con ellas.
Con AFP.
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