María Isabel Arango, una ‘Inestabilidad Incalculable’ del conflicto en Colombia

María Isabel Arango presentó ‘Inestabilidad Incalculable’ para el undécimo Premio Luis Caballero, un proyecto que utiliza el sonido y el espacio para recordar el conflicto armado del país.

A María Isabel Arango le gusta más hablar por medio de sus obras que en frente de ellas. Lo hizo en Modus, modestia, temperancia cuando le quiso dar vida a un libro a través de dos bailarines, en Blowin’ Blowin’ donde ordenó alfabéticamente las palabras del discurso de aceptación del Premio Nobel de la Paz de Juan Manuel Santos y ahora, en Inestabilidad Incalculable, proyecto que hace parte de los premios Luis Caballero, donde María Isabel utilizó el sonido y el espacio para referirse al conflicto armado de los últimos 60 años en Colombia. 

Durante su carrera artística, María Isabel Arango ha intentado entender los discursos del Gobierno, de los políticos y de los medios. Su trabajo “interroga y reformula las relaciones establecidas entre historia, memoria, evidencia e información. Para ello, se centra en diferentes metodologías a través de las cuales se construye y manipula la historia”, según se lee en la descripción de su página web. 

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No se ha casado con ninguna técnica, María Isabel Arango ha hecho dibujo, grabado, texto, performance, escultura. Cada uno de estos formatos se ha logrado integrar en instalaciones, que suelen ser activadas por los artistas o espectadores, como es el caso de Inestabilidad Incalculable. 

Sin embargo, hay algo que la mayoría de sus proyectos tienen en común: el libro. “Empiezan o terminan con un libro, que después, de alguna manera se transforma en otras cosas por la necesidad de darle vida a ese contenido o encerrarlo en el mismo formato”, aseguró en diálogo con la curadora de arte Ximena Gama. 

María Isabel Arango - Inestabilidad incalculable
‘Inestabilidad incalculable’. Fotografía por Mónica Torregrosa – Archivo Galería Santa Fe – IDARTES

Todas estas son pistas de lo que se vio en su proyecto para el Premio Luis Caballero. Su curiosidad y obsesión se entretejen con las voces de esta instalación, donde el espectador tenía que estar completamente dispuesto a escuchar. Inestabilidad Incalculable es una de esas obras que invita a activar los sentidos, pero sobre todo a abrir la memoria y mantener la esperanza por un país mejor. 

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“El acto de la escucha es un acto político que implica un ejercicio de conciencia. En un estado negacionista que banaliza el sufrimiento de su población, resulta urgente parar a caminar en este bucle y escuchar el sonido de las palabras. El sonido de las voces. Mañana una paz… ¿será que llega?, nos dicen las voces en el poema final, como rogando”.

Carolina Cerón en su texto curatorial.

Inestabilidad Incalculable from maria arango on Vimeo.

El laberinto de Inestabilidad Incalculable

“Querían”, “Miedo”, “Sentido”, “Revolución”, “Crítica”, “Una paz mañana”, “Paciencia”, “Crueldad”...
Las palabras y frases que se escuchan de forma aleatoria cobran sentido con el tiempo. El espectador se pasea entre telas rojas gigantes que le dan la apertura a cada escenario, como cuando las cortinas se abren y cierran en la sala de teatro. Los protagonistas: el visitante, el sonido y las palabras. El tema: el conflicto armado de los últimos 60 años en Colombia.

Inestabilidad Incalculable nace del libro Historia de Colombia: país fragmentado, sociedad dividida, de Marco Palacios y Frank Safford. “María Isabel Arango lo ‘descompone’ en sus unidades básicas de significado: morfemas (palabras, cifras y números que lo conforman) que luego organiza alfanuméricamente, el resultado es un recuento no narrativo donde las palabras son despojadas de un discurso específico y, por ende, de una ideología. Lo que permanece, entonces, es una base de datos de las palabras con las cuales hemos construido una Colombia discursiva”, explicó Carolina Cerón en su texto curatorial.

‘Inestabilidad incalculable’. Fotografía por Mónica Torregrosa – Archivo Galería Santa Fe – IDARTES

El proceso para transformar un libro de casi 800 páginas en una experiencia sonora fue producto de mucha paciencia y dedicación. María Isabel intentó buscar el formato digital del libro, pero fue imposible, así que tuvo que transcribirlo ella misma.

Una vez lo tenía todo en el computador, lo organizó en orden alfanumérico. Un lingüista clasificó esas letras en nombres, verbos, sustantivos, adjetivos, adverbios, etcétera. Esa información la puso en un software de inteligencia artificial que le dio otro sentido al libro y lo organizó según su preferencia, pero siguió mostrando la historia del país como algo doloroso y violento.

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Con algo de frustración por no tener un tono esperanzador dentro del discurso que la misma tecnología le había dado, María Isabel Arango hizo un guion con algunas de las palabras del libro y empezó a pensar que la mejor forma de transmitir estas letras sería a través de la voz humana. Trabajó con locutores, con músicos y como lo define la curadora, “con esas palabras y todas esas voces hizo cinco actos que van desde el caos hasta un poema final“.

“La repetición incesante de estas palabras atraviesa el espacio y nos atraviesa a nosotros, los que por aquí caminamos. Hay tantas voces como palabras tiene el libro. Hacer de la voz un material maleable”.

Carolina Cerón

La sala de El Parqueadero se convirtió en una película sonora de la que no se puede ser ajeno. Tal como la historia del conflicto en el país, María Isabel Arango recuerda que puede haber esperanza en medio de la desventura y evidencia que cuando se cierra los ojos y se abre la escucha, el sentir puede ser mucho más profundo.

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María Isabel Arango - Inestabilidad incalculable 2
‘Inestabilidad Incalculable’. Fotografía por Mónica Torregrosa – Archivo Galería Santa Fe – IDARTES

María Isabel Arango, la artista tras bambalinas

Una fuerte migraña impidió que María Isabel conversara con este medio. Es una artista que además prefiere que su trabajo hable por ella: no es muy amante de los medios ni le gusta ser protagonista. 

Es maestra en artes y obtuvo un doctorado en práctica artística en 2015, ambos títulos de la Universidad de las Artes de Londres. Es una apasionada por el discurso, por las palabras, por los gestos, esos que solo su ojo artístico ha sido capaz de obsesionarse y capturar, tal como lo hizo en ¿De acuerdo a qué?. 

Después de cuatro años de recopilar fotografías de los gestos con las manos de los políticos que intervinieron en los diálogos con las Farc-EP en La Habana, María Isabel Arango creó una instalación, que, según explica en su portafolio, pretendía desmontar la noción de ‘signo’ mediante una serie de dibujos y collages que reducen los gestos de las manos a su forma más esquemática. 

De acuerdo a que from maria arango on Vimeo.

“Mi interés es privilegiar cada gesto como una unidad que funciona como signo en el discurso corpóreo. Con esta operación y su método arbitrario intento trastornar el orden del archivo y contaminar su evidencia”, asegura la artista. El resultado de este proyecto terminó siendo un foto-libro titulado Los gestos muertos. 

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Maria Isabel prefiere los proyectos colaborativos. Si bien, cuando se obsesiona con algo escarba hasta encontrar su propia creación, la gran mayoría de sus trabajos artísticos son en compañía de otros, pues expresa que “salen cosas más interesantes cuando hay una conversación con otras personas que tienen talentos que no tengo yo”. 

Cuando me meto en estos procesos que son tan intensos y solitarios, en busca de imágenes y entendimientos busco por necesidad que otros me ayuden a entenderlo. En Modus, modestia, temperancia fue a través de la interpretación de los bailarines, en El Golpe cerca de 70 personas describieron lo que les generaba una imagen que les propuse. 

María Isabel arango en diálogo con ximena gama

La artista, radicada en Medellín, es capaz de encontrar el lenguaje dentro de la imagen, el cuerpo, las letras, los objetos, la palabra y tal como se lee en su biografía, “utiliza documentos y datos, concentrándose en el proceso de recolección y todo lo que sucede alrededor de esa actividad. Cualquiera que sea la forma final que adopte una obra, cada pieza o instalación es un instrumento de la memoria que investiga las frágiles relaciones que existen entre las imágenes, el lenguaje y el significado”. 

Blowin’ Blowin’ from maria arango on Vimeo.

Fotografía de portada por Mónica Torregrosa - Archivo Galería Santa Fe - IDARTES

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