María Isabel Urrutia y su fuera de juego con los futbolistas colombianos
En declaraciones a un canal deportivo, la ministra del Deporte, María Isabel Urrutia, quedó en un grave fuera de juego al demostrar su desconocimiento sobre la legislación laboral, la organización del fútbol y por destruir el trabajo que por más de 15 años han hecho los futbolistas colombianos para que se les reconozcan sus derechos sindicales y como personas.
El viernes pasado, Urrutia fue la invitada al programa ESPN Fútbol Colombia, en donde decidió opinar, invadiendo el campo ajeno, sobre la organización y relación sindical que existe entre los futbolistas.
Al hablar sobre la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro), gremio que desde 2004 defiende a los jugadores (hombres y mujeres) de este deporte en el país, dijo que ese “sindicato no es un sindicato” y que se “han hecho las cosas mal porque lo que debe haber es 36 sindicatos, uno por cada equipo reconocido”.
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Además, Urrutia dijo que en el fútbol había que armar una agremiación sindical, que “la reconozca la UIT” (al referirse a la Organización Internacional del Trabajo (OIT). “Las asociaciones no pueden ser sindicales, es un acuerdo entre amigos. Un ejemplo es el Inpec, que tiene 89 sindicatos… después de diez personas ya es un sindicato”. Finalmente, dijo que Acolfutpro “era un club de amigos”.
Las declaraciones de la ministra cayeron mal, no solo entre los futbolistas y la agremiación que los representa, sino dentro del Ministerio del Trabajo por considerar que Urrutia se había metido en asuntos de otra cartera que, por cierto, tiene que definir un caso pendiente entre los futbolistas, la Federación Colombiana y la Dimayor.
La salida en falso de Urrutia
Contrario a lo que dice la ministra Urrutia, así Acolfutpro sea una asociación civil de carácter gremial, tiene toda la capacidad legal para actuar como sindicato que representa a los futbolistas profesionales. Esto, con base a lo establecido en el artículo 53 de la Constitución Política, los convenios 87, 98 y 154 entre Colombia y de la OIT y la jurisprudencia proferida por la Corte Constitucional y la Corte Suprema de Justicia.
Incluso, la OIT ha reconocido a Acolfutpro como legítimo representante de la defensa de los derechos laborales de los futbolistas desde marzo de 2007 cuando el Comité de Libertad Sindical, al hablar del caso número 2481, “le pidió al gobierno de Colombia tomar medidas para garantizar el derecho de negociación colectiva de Acolfutpro , en su condición de organización profesional representante de los futbolistas, ya sea con los clubes de fútbol directamente o con la organización de empleadores que estos elijan para representarlos”.
Además de pedir que las partes se sienten a negociar (Federación, Dimayor y Acolfútpro), el Comité le pidió al Gobierno que realice una investigación a fin de determinar la existencia de presiones y amenazas de despido y otros actos de discriminación ejercidos sobre los trabajadores por su decisión de recurrir a la huelga y, en caso de comprobarse dichos alegatos, que tome medidas para sancionar debidamente a los responsables. Algo que nunca ocurrió ni en los gobiernos de Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos ni Iván Duque.
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Lo que desconoce Urrutia es que desde finales de 2019 Acolfutpro presentó ante la Federación y la Dimayor un pliego de peticiones firmado por 1.117 futbolistas (hombres y mujeres) para que sean negociadas, algo que no ha sido posible. Es más, en el Ministerio de Trabajo hay una querella para que se les obligue a hacerlo.
No es lo único que parece desconocer: en diciembre de 2021, con el apoyo de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Acolfutpro presentó una queja ante la OIT, la misma que fue admitida el 21 de marzo, asignándole el caso número 3423 para que esta organización, el Comité de Libertad Sindical de ese organismo, medie en el conflicto entre deportistas y dirigentes.
Tal y como se lee en la página de la Acolfutpro, esta agremiación es, desde 2007, miembro oficial de la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPRO), que aglutina a 67 sindicatos en el mundo (solo reconoce uno por país), que a su vez es la contraparte reconocida por la Federación Internacional de Fútbol Asociado (Fifa) para negociar todo lo relacionado con los derechos laborales, profesionales y sindicales.
De lo que no habló la ministra Urrutia en la entrevista es que su cartera tiene la labor de inspeccionar y vigilar al fútbol, un deporte en el que hay directivos que se perpetúan en sus cargos, dudas sobre la legalidad de sus estatutos y reglamentos, y, lo más preocupante, sobre el manejo de los recursos y propiedad de los equipos.
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