Matoneo a periodistas en redes sociales, ¿amenaza a la libertad de opinión?
Vanessa de la Torre se vio obligada a interrumpir la entrevista que le hacía a Óscar Iván Zuluaga por cuenta de un grupo de personas que empezó a gritarle improperios. Aunque el programa se retomó, los ataques continuaron en las redes sociales.
El incidente que Vanessa de la Torre y Óscar Iván Zuluaga vivieron este lunes en Bogotá es apenas un ejemplo del clima hostil que se vive en época preelectoral.
La periodista citó a Zuluaga en la Avenida Chile con calle 72, al lado de la iglesia de la Porciúncula y frente a la Universidad Pedagógica Nacional, en Bogotá, donde ella ya había hecho otras entrevistas. Por ejemplo, allí conversó con los miembros de la Coalición de la Esperanza el pasado 19 de octubre, sin que hubiera problemas.
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Más de 20 minutos después de iniciada la entrevista, un hombre se acercó y empezó a increparlo. El candidato, inicialmente, reaccionó con tranquilidad y siguió conversando con Vanessa de la Torre. “Hay que respetar, sin violencia. Esa es la expresión ciudadana. Y estoy acostumbrado a eso porque yo, cuando salgo a las calles, cada rato encuentro”.
Los hechos quedaron registrados en video, a partir del minuto 31:32:
La entrevista se interrumpió y la situación se puso más tensa. El hombre no solo arremetió contra Zuluaga. También lo hizo contra De la Torre, que intentó pedirle que la dejara terminar la entrevista. El ciudadano lanzó frases como “persona ‘non grata’, Vanessa de la Torre”, “déjenos vivir, Vanessa”, y criticó la “manipulación de la información”. Cuando otro hombre lo cuestionó por eso, el manifestante respondió: “Es que yo no estoy informando. Yo estoy haciendo acá un ejercicio democrático en pro de la libertad de opinión”. De la Torre insistió en su petición: “Déjenos terminar el programa”. El ciudadano arreció sus arengas y se dirigió a las personas que se estaban uniendo a él: “No, no dejemos”.
Finalmente, el “ejercicio democrático en pro de la libertad de opinión” impidió que la periodista continuara con su entrevista en ese punto. El programa, finalmente, tuvo que trasladarse a la cabina de Caracol Radio, en la calle 67 con carrera Séptima. Zuluaga y De la Torre retomaron la conversación, hablando de lo que había sucedido.
De los gritos en la calle a los ataques en Twitter
Después de la entrevista, Zuluaga publicó en su cuenta de Twitter un video para referirse a lo que había pasado: “Soy un hombre de diálogos y consensos. Sempre he construido puentes y defendido el derecho a la libre expresión, pero hoy he sido hostigado e insultado por personas que desean imponer sus ideas por la fuerza, cegadas por su ideología”.
Vanessa de la Torre, por su parte, tuvo que enfrentar una andanada de ataques en Twitter por parte de cuentas que justificaron no solo lo que había pasado, sino que la señalaban de ser una manipuladora de opinión.
En la discusión intervino incluso Gustavo Petro. El senador, sin embargo, se limitó a responder a un tuitero que sugería que el incidente sería ejemplo de un posible “gobierno populista”.
No es la primera vez que la periodista recibe ataques de este tipo por sus entrevistas. Otro episodio sucedió despúes de la acalorada discusión que tuvo con la senadora y precandidata uribista María Fernanda Cabal, el pasado 27 de septiembre.
En esa ocasión, el tema se calentó cuando Vanessa de la Torre le preguntó si no creía que los episodios de brutalidad policial, documentados ampliamente durante el paro nacional, deslegitimaron a la fuerza pública. Cabal respondió con un fuerte señalamiento contra la prensa: “Yo lo que creo es que ustedes han sido cómplices ocultando información de lo que es la milicia urbana, porque es que el ELN se apoderó de la guerra. El acuerdo de paz urbanizó la guerra (…) La guerra de las narrativas la va ganando la izquierda y la va ganando por esta cantidad de redes y por medios que se inclinan a disfrazar y a desdibujar la realidad”.
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De la Torre respondió que hay miles de personas que están saliendo a marchar de forma legítima y que, por lo tanto, no se podía decir que el paro estaba financiado por el ELN. Luego, comparó a la senadora con Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, y Jair Bolsonaro, presidente de Brasil: “A usted lo que le gusta es darles palo a los medios de comunicación; esa es una estrategia de Trump, Bolsonaro, usted, para deslegitimar la prensa, porque cuando la gente deslegitima la prensa, está deslegitimando la democracia”.
“No, yo deslegitimo la información falsa”, dijo Cabal, y agregó: “Vanessa, su actitud es completamente fascista. Usted no me está dejando opinar a mí”.
El debate se puso mucho más acalorado y los seguidores de la senadora salieron, en redes sociales, a atacar de forma virulenta a la periodista, ataques que se extendieron por días y que han revivido hoy, un mes después, con el incidente de Zuluaga.
Ambos episodios dejan abiertas varias preguntas y preocupaciones en medio de la época electoral. ¿Los opinadores de las redes podrán escuchar y debatir sin recurrir a señalamientos? ¿Están dispuestos los seguidores de los candidatos a aceptar que la prensa haga preguntas incómodas o entreviste a políticos que no son de sus afectos? ¿Los candidatos y otras personalidades podrían hacer un llamado para calmar los ánimos?
7 Comentarios
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La política está muy desacreditada y ha creado muchos resentimientos y odios sobre todo en época preelectoral donde vuelven las promesas que no se cumplen .
Por otro lado hay ciertos Periodistas que se creen mejores que otros ; se vuelven soberbios y no son imparciales con sus entrevistados ni con sus espectadores o Lectores
Me encanta que el pueblo pueda decir lo que piensa en esos medios prepago que solamente publican su lado de la opinión.
La calle es una selva de cemento ; es un espacio público abierto al público y expuesto a cosechar lo que se ha sembrado por años. Lo cierto es que no deberían presentarse estos episodios o ataques a las opiniones de nadie, ni siquiera del más enconado contradictor; pero en una sociedad de tanta discrminación, exclusión y cebada en el odio que han infundido los representantes del establecimiento, el riesgo que se presenten es muy alto.
El problema es que la prensa en colombia se convirtió en otro agente del conflicto ya q siempre toma parte por el establecimiento ( uribismo), es por eso q la gente ha despertado y se lanza a decirle las verdades a estos seudo periodistas vendidos. Al menos estos jóvenes protestan y les gritan , por el contrario el estado A los jóvenes los asesina o desaparece