“A la OMS le iría mejor sin EE. UU. y los Gates”: Germán Velásquez
El colombiano Germán Velásquez, subdirector del Centro-Sur, exdirector de medicamentos de la OMS y uno de los mayores expertos en acceso a medicamentos en el mundo, habló con DIARIO CRITERIO sobre lo bueno, lo malo y lo feo que la pandemia del covid ha dejado a tres años de su aparición; el papel de la OMS y las lecciones que los países y la salud debieron aprender.
Diario Criterio: Cuando pareciera que el covid-19 finalmente está dejando de ser una amenaza para la humanidad, ¿qué cree que se hizo bien y mal?
Germán Velásquez: La principal lección de la crisis económica, social y sanitaria creada por covid-19 es que el mundo debe replantearse por completo el valor y el lugar que se le otorga al sector sanitario a nivel nacional e internacional.
La inversión necesaria para prevenir y responder a esta y las crisis venideras es que es poca comparada con los miles de millones de dólares perdidos por el cierre de empresas, entidades públicas, escuelas, colegios, universidades o la desaparición de millones de puestos de trabajo. La parálisis de la economía mundial tuvo unas consecuencias tan grandes que aún no las hemos logrado entender.
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Diario Criterio: ¿Qué aspectos destacaría dentro de lo positivo?
Germán Velásquez: La inversión pública masiva en el desarrollo de vacunas y tratamientos fue el elemento clave que le permitió al mundo obtenerlas en un tiempo récord de 10 meses. La puesta en común del genoma y de las características científicas de las diferentes variantes también ha funcionado con rapidez y eficacia.
En cuanto a la educación sanitaria, nunca antes la humanidad había logrado una concientización mundial sobre el uso de mascarillas, acciones de barrera y lavado frecuente de manos, en tan poco tiempo. Algunos países en desarrollo —sobre todo India, China y Cuba— demostraron su capacidad para desarrollar rápidamente vacunas eficaces contra el covid-19, y la cooperación Sur-Sur desempeñó un papel importante al permitir el acceso a vacunas y otros productos médicos a países que se enfrentaban a una dramática escasez de suministros.
Diario Criterio: ¿Y por el lado negativo?
Germán Velásquez: Tres años después de la pandemia y sin que se haya declarado aún el final, podemos ver el fracaso catastrófico de la gobernanza sanitaria mundial que puso en evidencia las escandalosas desigualdades y la impotencia de una respuesta del sistema multilateral existente.
Quedaron al descubierto muchos problemas. En primer lugar, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) carecía de las herramientas necesarias para actuar como principal organismo sanitario mundial y garantizar una distribución equitativa de las contramedidas contra el covid. Lo segundo, que el sistema multilateral quedó debilitado y, en cierto modo, desacreditado. Y tercero, que el Act-acelarator y sus coconvocantes fracasaron a la hora de encontrar, las llamadas soluciones globales.
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Diario Criterio: Precisamente, la forma como se acapararon las vacunas por unos pocos países, dejó en claro que en este tipo de crisis la humanidad no es igualitaria
Germán Velásquez: Así es. Una vez más, la falta de solidaridad del norte pesó sobre la fragilidad de los países del Sur. Las declaraciones de más de diez jefes de Estado durante la Asamblea Mundial de la Salud, en mayo de 2020, sobre la necesidad de tratar los diagnósticos, los futuros tratamientos y vacunas como bienes públicos mundiales se quedaron en mera retórica.
Muchos de los países representados por esos mandatarios se opusieron durante 20 meses en la OMC (Organización Mundial del Comercio) a la exención de patentes para las vacunas y tratamientos para el covid- 19, como la solicitada por India y Sudáfrica, con el apoyo de un gran número de países en desarrollo.
Hemos visto en estos tres años una serie de ‘iniciativas internacionales’ —que yo llamaría ‘gesticulación onusiana’—, muchas, en el marco de la OMS; estudios, grupos de trabajo y reformas lentas y complejas.
Estas iniciativas a veces se sobreponen e incluso arriesgan a contradecirse, como el Grupo de Financiación de la OMS, la reforma o revisión del reglamento sanitario internacional y el inicio de las negociaciones sobre un tratado vinculante para prevenir y prepararse ante futuras pandemias, el Panel Independiente para la Preparación y Respuesta ante Pandemias.
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Diario Criterio: ¿Cree que existe un desajuste entre lo que la gente piensa que la OMS puede hacer y la realidad? ¿Existen ámbitos en los que la gente malinterpreta su papel?
Germán Velásquez: Como funcionario que fui de la OMS y ahora, como asesor especial del Centro Sur, llevo 30 años viajando constantemente por Asia, África y América Latina y, en general, la gente tiene una buena opinión de la OMS. A menudo se dice “la OMS dice que…” para que todo el mundo acepte el argumento o el punto de vista.
Donde hay un verdadero desajuste es entre lo que la OMS debe y tiene el mandato de hacer, y lo que los países industrializados quieren que haga. Siempre he pensado —y creo que se confirmó con el covid-19— que la mayoría de los países industrializados prefieren una OMS débil, sobre la que puedan influir y manipular, para proteger sus intereses comerciales y políticos.
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Diario Criterio: Pero, ¿cuál cree que fue el error más grave del Act-accelarator?
Germán Velásquez: La exclusión de los países de renta baja y media de la creación de Act-a fue un error garrafal. Los coconvocantes, como la OMS, GAVI (Alianza para la Vacunación), el Fondo Mundial, CEPI (Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias), el Banco Mundial, Wellcome, FIND y los Bill & Melinda Gates han destruido la apropiación colectiva.
Existe un acuerdo general, aunque no reconocido públicamente, de que el Act-a debe terminar. A veces cabe preguntarse si se multiplican las propuestas para acelerar las posibles respuestas o se lanzan iniciativas y procesos para confundir y diluir las posibles soluciones. Al final, lo que ocurrió en la gestión de covid -19 por parte de los grandes consorcios público-privados ya mencionados fue una gestión comercial y política más que sanitaria.
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Diario Criterio: ¿Cómo podría mejorarse el papel de la OMS? ¿Cuáles son los obstáculos? Por ejemplo, si dispusiera de poderes ejecutivos reales, ¿podría hacer más?, ¿o es de suponer que muchos países se opondrían?
Germán Velásquez: Los tres problemas principales identificados en relación a la incapacidad de la OMS para responder a situaciones como la planteada por la crisis del covid-19 requieren un debate sobre, primero, la naturaleza pública y el papel de la OMS. Dos, la ausencia de mecanismos vinculantes para la aplicación de sus directivas, normas y estándares. El dilema entre el papel normativo y humanitario de la OMS.
Se requiere una reforma de la OMS que pretenda dar respuesta a los problemas estructurales existentes. Se debería entonces definir mecanismos para recuperar progresivamente el carácter público de la organización (he dicho en varias ocasiones que la OMS ha sido privatizada), de forma que se controle al menos el 51 por ciento del presupuesto en un periodo, por ejemplo, de siete años.
Diario Criterio: Usted, como uno de los mayores expertos en el mundo en acceso a medicamentos y en propiedad intelectual, ¿en qué cree que se debería trabajar?
Germán Velásquez: La coordinación eficaz por parte de la OMS de las cuestiones sanitarias mundiales requiere el uso de los artículos 19, 20 y 21 de su Constitución para la aprobación de instrumentos vinculantes y mecanismos de cumplimiento que garanticen la aplicación efectiva de las directivas, reglamentos y normas emitidas por la organización.
El tercer punto de la reforma es quizá el más complejo y controvertido: el dilema entre el papel normativo y el humanitario de la OMS. Teniendo en cuenta la multiplicación de actores que se ocupan de cuestiones sanitarias, y los errores y retrasos en la gestión de epidemias anteriores (H1N1, zika, ébola…), la OMS debería concentrarse prioritariamente en su labor normativa.
En teoría, estos son los tres puntos clave, en mi opinión, sobre los que los estados miembro de la OMS deberían negociar para encontrar una solución satisfactoria. Pero desgraciadamente, como hemos argumentado a lo largo de la entrevista, el actual sistema multilateral no ha logrado alcanzar acuerdos y soluciones equilibradas y se encuentra en un punto muerto.
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Diario Criterio: ¿Qué sintió cuando, por ejemplo, Donald Trump criticó a la OMS al inicio de la pandemia?
Germán Velásquez: Bueno, si me pregunta cómo me sentí, tengo que admitir que me dije a mí mismo, en el momento del anuncio de Trump, que tal vez la OMS funcionaría mucho mejor si Estados Unidos se saliera y dejara de formar parte de ella. En los 20 años que pasé en la OMS, fui testigo directo de las presiones e injerencias diarias de la administración estadounidense en el día a día de la organización.
Pueden exigir, por ejemplo, ver de antemano el texto de un discurso que va a pronunciar el director general y exigir modificaciones; solicitar cambios de lenguaje y de fondo en un informe que se va a publicar; vetar e impedir que se debata una cuestión concreta; solicitar o vetar el nombramiento de un funcionario de alto nivel. Yo mismo fui víctima de esta práctica.
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Estados Unidos “vetó mi nombramiento” en la OMS
Diario Criterio: ¿Cómo presionó Estados Unidos para impedir que asumiera un cargo para el cual usted había sido seleccionado, que en su momento fue noticia de importantes medios?
Germán Velásquez: En 2008 fui seleccionado por un panel independiente de cinco personas como director del Departamento de Medicamentos Esenciales. La administración estadounidense fue consultada, antes de que mi nombre fuera anunciado por el director general (una práctica irregular en el proceso de selección de la ONU), y la administración estadounidense vetó mi nombramiento.
Al cabo de varias semanas, la administración anunció que se anulaba el concurso para el puesto y pocas horas después salió un comunicado del director general anunciando la creación de dos departamentos de medicamentos, en uno de los cuales se nombraba a un funcionario europeo de la OMS, que no estaba en la lista corta del concurso anulado; y en el otro departamento se nombraba a una mujer sudafricana, que no era funcionaria de la OMS ni había participado en el concurso; departamento en el que yo figuraba en el anuncio del director general, como director asociado.
Fue en esa época que fui víctima de persecuciones y amenazas, que están muy bien contadas por muchos medios colombianos como extranjeros.
Diario Criterio: ¿Cuál era su función anterior en la OMS y qué hace ahora?
Germán Velásquez: Pasé 20 años en la OMS. De esos, los últimos cuatro como director de la Secretaría de Salud Pública, Innovación y Propiedad Intelectual de la OMS en la oficina del director general, en Ginebra. Representé a la OMS en el Consejo de los ADPIC (aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio) de la OMC de 2001 a 2010. Desde 2010 soy Asesor Especial de Política y Salud en el Centro del Sur, que es una organización intergubernamental de y para los países en desarrollo.
El Centro cuenta actualmente con 55 estados miembro. El Centro apoya a los países en desarrollo mediante la realización de investigaciones y la prestación de asistencia técnica y formación, en particular, en el ámbito de la salud, el acceso a los medicamentos y la propiedad intelectual.
Diario Criterio: ¿Qué debería hacer Colombia —o los países en desarrollo— con el fin de prepararse para nuevas pandemias o para enfrentar enfermedades a que las grandes naciones o farmacéuticas no les interesan, como la malaria, la leishmaniasis o el chagas?
Germán Velásquez: En términos de preparación y prevención de nuevas pandemias, las soluciones nacionales no son factibles. Todos los países dependen de la I+D (investigación y desarrollo), la producción y la distribución de productos farmacéuticos.
Desgraciadamente, las soluciones globales o mundiales, después de tres años de pandemia, no fueron posibles, porque los países industrializados, que retienen los fondos, el conocimiento y la tecnología, fracasaron en un enfoque solidario, y demostraron durante el covid-19 que para ellos los intereses comerciales tienen prioridad sobre la salud y los intereses públicos. Nos quedarían las soluciones regionales, como la creación de una Agencia Latinoamericana de Medicamentos, como lo ha anunciado el gobierno del presidente Gustavo Petro.
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