¿A qué juegan Petro y la oposición?

Aunque el presidente Gustavo Petro transita sus primeros meses de Gobierno con relativa calma, las marchas en su contra demostraron que sí tiene una oposición, que apenas se está organizando y que espera recuperar el terreno perdido en las próximas elecciones regionales. 

La poderosa coalición que Gustavo Petro ha logrado establecer en el Congreso hace pensar que, por lo menos en sus primeros meses de administración, no tendrá mayores inconvenientes para tramitar reformas y terminar de definir una línea de gobierno. No en vano políticos como Germán Vargas Lleras ya hablan de la ‘aplanadora’ del presidente. 

Hoy por hoy Petro controla el Senado y la Cámara de Representantes con el apoyo de liberales, conservadores, la U, los verdes y la llamada bancada de paz. La clave de esta alianza ha estado en la participación –burocracia o mermelada, en términos más comunes– que les ha entregado a los partidos. 

Es por esto que, sobre el papel, el único movimiento de oposición es el Centro Democrático, al que se suman el desdibujado partido Liga Gobernantes Anticorrupción, algunos congresistas de colectivos cristianos y las voces críticas de Cambio Radical. 

Con este panorama, es fácil creer que Petro gobierna sin oposición y que tendrá un camino de rosas. Sin embargo, como le dijeron algunos analistas a Diario Criterio, además de que la afirmación es incorrecta, el propio presidente estaría consciente de la necesidad de un rival con el que pueda dialogar para frenar una eventual explosión social en su contra. 

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La primera meta del uribismo es 2023 

Las marchas del pasado 26 de septiembre contra Petro evidenciaron que la oposición contra el Gobierno quedó huérfana. Aunque varias figuras del uribismo respaldaron los reclamos, ninguna se atrevió a proclamarse como líder de las movilizaciones. El propio Álvaro Uribe, junto con algunos de sus congresistas, se reunió con el presidente un día después. 

Otras figuras como Rodolfo Hernández y Federico Gutiérrez, que en campaña se consolidaron como los principales contradictores de Petro, terminaron sin bases sociales y relegados a las críticas desde otras tribunas, como las redes sociales y los medios de comunicación.  

El tono conciliador de Uribe, que intenta contagiar a los congresistas de su partido, se entiende como parte de una estrategia a mediano y largo plazo. Si bien es cierto que los reclamos y preocupaciones de los manifestantes son legítimos, el expresidente sabe que es muy temprano para salir a las calles. 

Por esta razón, habría optado por una transición en la que, primero reorganiza sus bases y luego actúa con miras a las próximas elecciones. “Uribe está jugando a ser el redentor de los opositores, ocupando un espacio que quedó vacío. Lo que va a hacer es posicionar figuras que, cuando él se retire, queden como contradictores legítimos de Petro”, dijo Sergio Guzmán, analista político y director de Colombia Risk

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El Centro Democrático busca capitalizar su posición como único partido grande de oposición pensando en las elecciones locales de 2023. El diálogo de Uribe con Petro es solo una forma de reafirmar su liderazgo como opositor y líder de su partido”, aseguró Yan Basset, profesor de estudios políticos e internacionales de la Universidad del Rosario. 

Para Guzmán, una de las opciones más claras de Uribe es Miguel Uribe Turbay, una figura joven en el Centro Democrático y quien lo acompañó a la reunión con Petro. En cuanto a las elecciones de alcaldes y gobernadores, el uribismo buscaría aprovechar en Bogotá, Medellín y Cali las numerosas salidas en falso de los alcaldes de estas ciudades. 

En este rompecabezas falta la pieza del ala más dura del uribismo. No es un secreto que en el interior del Centro Democrático hay una batalla por el liderazgo de la oposición. Mientras a algunos les molesta que María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Miguel Uribe sean los únicos que figuran, otros no están de acuerdo con las reuniones entre Uribe y Petro. 

La reunión de Petro con el uribismo
La reunión de Petro con el uribismo

Yo respeto y quiero mucho al expresidente. Me parece que hizo un trabajo magnífico en su primer gobierno. Ahora, creo que se ha equivocado y de manera reiterada. Creo que Uribe no debe ser el vocero de la oposición”, le dijo a Caracol Radio el exministro Rafael Nieto, quien fue uno de los precandidatos del Centro Democrático. 

Según Sergio Guzmán, figuras radicales como la de María Fernanda Cabal no le convienen en este momento a la oposición, ya que ella genera división y lo que necesita ese sector es “llegarle al centro”. 

Aunque aún no se puede hablar de una ruptura en el Centro Democrático, mucho de lo que pueda pasar con este partido, especialmente en las elecciones locales de 2023, marcará el rumbo de la oposición al Gobierno de Petro.  

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La estrategia de Petro para dominar la oposición 

Paradójicamente, la apuesta del uribismo por quedarse con las banderas de la oposición coincide con el plan del presidente Gustavo Petro. Como ya se mencionó, al mandatario le conviene concentrar en una sola figura a todos sus críticos para facilitar el manejo de cualquier crisis política. 

Con esta jugada, Petro deslegitima las voces que no provengan del uribismo, lo que afecta en mayor medida al centro. Sergio Fajardo, por ejemplo, que ya ha sufrido una pérdida importante de capital político, quedaría apartado de la oposición. Lo mismo pasaría con Jorge Robledo, los hermanos Galán, entre otros. 

Por ahora, Petro y su equipo de Gobierno han logrado manejar los brotes de oposición, como la marcha del 26 de septiembre, que intentaron desplazar a un segundo plano con la reapertura de la frontera con Venezuela y a la que no se enviaron policías o agentes del Esmad. 

Reforma pensional de Petro expropiación o reorganización
¿Cuál es la estrategia de Petro para manejar la oposición?

Así mismo, han avanzado en temas clave como el de la reforma tributaria, pues cedieron ante varios gremios y no se descarta que algunos uribistas terminen respaldando el grueso de los artículos. 

No obstante, los analistas insisten en que no estamos ante un Gobierno sin oposición. “La pregunta es qué pasará cuando ocurra el primer gran escándalo de corrupción. Hoy todo es maravilla, pero eso no será así en todo el Gobierno”, dijo Guzmán, quien agregó que el Gobierno tendrá problemas para mantener su coalición y complacer a todos los que lo apoyaron en campaña.  

Para el profesor Yann Basset, la relación de Petro con su oposición dependerá mucho de lo que pase con las reformas polémicas, como la de la salud o la pensional. “Petro tendrá que defender sus posiciones, pero es muy importante que demuestre su disposición a escuchar. Los temores que genera en la gente siguen ahí y tendrá que tramitarlos”, concluyó. 

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