La música puede recuperar a pacientes con demencia y un experto explica cómo
La Orquesta de Cámara de Manchester lo ha logrado. Hablamos con su director, Bob Riley, quien está en el Seminario Internacional Música y Transformación Social, que se lleva a cabo en Ibagué.
Por Sergio Alzate
La Orquesta de Cámara de Manchester es una institución británica que se especializa en música de cámara. Además, también tiene un proyecto social llamado Music in mind, que ayuda a pacientes con demencia a no perder sus capacidades cognitivas.
“Estamos cambiando vidas a través del lenguaje universal de la música”, dice Bob Riley, el director ejecutivo de la Orquesta.
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Con sesiones musicales en ancianatos y con el acompañamiento de terapeutas y músicos profesionales, Music in mind genera reacciones físicas y mentales en pacientes que habían perdido estas capacidades.
Riley hablará sobre esta experiencia, el martes 28 de septiembre en el marco del II Seminario Internacional Música y Transformación Social. Este espacio tendrá 88 profesionales de la música de todo el mundo, que reflexionarán sobre el poder transformador de este arte. Para asistir, de forma gratuita, solo hay que inscribirse a través de la página web.
Diario Criterio: ¿De qué trata el proyecto ‘Music in mind’?
Bob Riley: Este es un proyecto que llevan a cabo investigadores acerca de las formas en que las personas con demencia responden en el momento a la interacción musical. Esta es una terapia con música para aquellas personas mayores que están perdiendo sus capacidades cognitivas. La manera de hacerlo es muy sencilla: nuestros terapeutas y los músicos hacen sesiones de improvisación con instrumentos.
Esto se convierte en talleres en los que los participantes hablan sin necesidad de palabras, ya que muchas de las personas que padecen demencia pierden la capacidad del lenguaje verbal. Sin embargo, se pueden mover y sentir el ritmo y generar conexiones con las personas, ya que la música es un lenguaje sin palabras. Lo que buscamos es que esas señales de respuesta se produzcan en una persona y que de esta salte a la siguiente. De una u otra forma, lo que ‘Music in mind’ consigue es que alguien vuelva a despertarse después de haber sido apagado por culpa de la demencia.
Diario Criterio: ¿Cómo empezó este proyecto? ¿Por qué era importante trabajar con estas personas con demencia?
B.R.: La razón fundamental es que como orquesta creemos en la capacidad que tiene la música de crear conexiones con los demás. Ese es nuestro propósito, por eso existimos. Tú y yo lo podemos hacer. Sin embargo, no tenemos demencia ni barreras para poder acceder a esta forma de arte. Así que hace algunos años sentimos que nuestra existencia tenía sentido si podíamos ayudar a derribar esas barreras y permitirle a los demás disfrutar lo que nosotros disfrutamos.
Por ejemplo, hemos trabajado con niños con autismo y de esta experiencia una madre nos dijo que a través de la música su hijo, por primera vez en la vida, fue capaz de hacer un amigo. Así que nos dimos cuenta de que el trabajo musical puede remover algunas de estas limitaciones que algunas personas tienen. Trabajando de la mano con la Universidad de Manchester supimos que la demencia podía ser una de estas limitaciones.
Diario Criterio: Algo que llama la atención es que no solo trabajan con los pacientes, sino también con sus cuidadores. ¿Por qué era importante también incluir a estas personas en la música?
B.R.: Es muy sencillo: si no cuidas al cuidador, ¿cómo ellos podrán cuidar a los demás? Si no los ves a ellos como parte de un proceso, simplemente ellos no tendrán la sensibilidad necesaria para cuidar a quienes están bajo su cuidado. Es como cuando estás en un avión y dicen que si la máscara de oxigeno cae, primero debes ponértela tú para poder ayudar a los otros. En este caso la música es como el oxígeno: los cuidadores deben tenerla primero para poder compartirla con los demás.
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Diario Criterio: ¿Cómo ha sido la respuesta de los ancianatos con esta terapia?
B.R.: Ha hecho una gran diferencia, sobre todo porque empezamos haciendo hace poco una versión online. Y en todos los casos nos han dicho lo mismo: la música hace la diferencia, ya que tienen ahora una herramienta de cuidado que usar y que han comprobado que hace que las personas se sientan mejor. La terapia musical es algo que han podido aplicar en sus labores diarias y en la capacidad de impacto que tienen desde sus posiciones de trabajo.
Diario Criterio:¿Cómo ha sido la incursión al mundo digital? Lo pregunto por el tiempo de pandemia que estamos viviendo…
B.R.: De una u otra forma la pandemia nos cambió, porque sabíamos que teníamos que hacer el paso al mundo digital lo más rápido posible para que pudiera estar al alcance de la mayor cantidad de gente posible. Pero, incluso antes de la pandemia ya sabíamos que teníamos que dar ese salto, porque muchos de nuestros terapeutas y músicos quizá no tienen el impacto necesario para llegarle a todas las personas que lo necesitan de forma presencial. Así que el contexto actual nos obligó a hacer el salto hacia lo online mucho más rápido.
Diario Criterio: ¿La música cómo transforma vidas?
B.R.: Creo que todo tiene que ver sobre el ritmo. Si piensas en un espectro rítmico, bien sea en una pieza de Mozart o en una canción pop o en el jazz, todo tiene que ver con frecuencias y vibraciones. Hasta la nota más pequeña tiene ritmo. Creo que la música hace una diferencia porque le habla directamente a nuestro propio ritmo vital, que son los latidos del corazón. Todos tenemos latidos o si no estaríamos muertos. Siempre estamos inmersos en la música, siempre vivimos en ella y siempre nos descubrimos en ella. Y ‘Music in mind’ es la forma que tenemos de que estas personas no olviden su ritmo, en otras palabras, los latidos de sus corazones. Con la música sientes toda una gama de emociones: felicidad, tristeza, ira, lo que sea. Pero sientes y permitir que alguien sienta es hacer la diferencia en este mundo.
Diario Criterio: ¿Cómo es una sesión normal de trabajo con estas personas que sufren de demencia?
B.R.: Estas sesiones duran una hora y hay un terapeuta musical acompañado de quizás dos músicos con sus instrumentos. Los acompañan, sentadas en círculo, unas 16 personas (entre cuidadores y pacientes). En la mitad hay una mesa con instrumentos de percusión. El terapeuta puede empezar a tocar algo muy simple, un ritmo muy básico, y los músicos lo acompañan. En ese tiempo ellos están observando el cuarto todo el tiempo para mirar quién está respondiendo y quién está alerta. Las personas poco a poco empiezan a seguir el ritmo y a cantar, es algo contagioso, como un incendio.
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Diario Criterio: ¿Qué clase de éxitos han tenido o qué clase de descubrimientos han hecho en estas sesiones?
B.R.: Hemos visto a personas, que no respondían a ningún tipo de estímulo, responder. Además, ha habido un inmenso impacto en la parte física de los participantes. Vi a una mujer mayor que llevaba tres semanas sin caminar levantarse de su silla y bailar. Hemos visto a personas que han dormido por días y días y días, despertar. Los cambios físicos que pueden suceder son enormes y, en algunos casos, no siempre, pueden ser constantes en el tiempo. Todos estos hallazgos fueron recolectados en los resultados de una investigación de doctorado que publicamos en 2018, además de estar en nuestros recursos digitales.
Diario Criterio: ¿Los músicos que hacen parte de este proyecto qué aprenden de esta experiencia?
B.R.: Esa es una gran pregunta, porque nuestros músicos dicen que es lo mejor que hacen. No solo porque tienen un impacto social, sino porque aprenden de habilidades comunicativas, creación musical y empatía. Cuando regresan a los escenarios para un concierto, se sienten más seguros. Dicen que tienen algo más que mostrar, que decir, que hacer. Así que desde el proyecto queremos que más y más músicos puedan desarrollar estas habilidades.
Fotos: Cortesía Seminario Internacional Música y Transformación Social
6 Comentarios
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Buén tema , buena entrevista
Que buena información para estas personas mayores con demencia