Las andanzas de Pastrana en el Ecuador

Al expresidente Andrés Pastrana últimamente no le están saliendo bien las cosas. Al menos en el año pasado sufrió varios reveses.

Pastrana empezó promoviendo una gran coalición de la derecha y la centroderecha para ganar las elecciones presidenciales: “Germán Vargas Lleras es un hombre a quien le cabe el país en la cabeza. Sería bueno tenerlo también de candidato”. Pero a Vargas Lleras se le escurrió convencido de que no tenía chance alguno. 

Después, impulsó a David Barguil, sobre el papel, el seguro ganador de la consulta del Equipo por Colombia, pero a este lo desinflaron con la ayuda del Centro Democrático, a favor de Federico Gutiérrez.

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Posteriormente, en mayo del año pasado, apoyó a Federico Gutiérrez: “Acabamos de finalizar reunión con Federico Gutiérrez y el Partido Conservador, respaldando a FicoPresidente”, pero el ‘parcero’ salió de la contienda en la primera vuelta. 

Así las cosas, en junio le tocó consolarse con apoyar, entre bambalinas, al ingeniero Rodolfo Hernández, quien perdió y, al final, demostró que no daba ni para senador.

Esos hechos infortunados le dispararon sus secreciones biliares y como es un mal perdedor, clamó temerariamente que Petro había ganado las elecciones por medio de un fraude: “No sólo robó Petro las elecciones con el Registrador Alexánder Vega. Las robó también mediante una operación masiva de granjas de ‘bots’ rusas y cuentas falsas en Twitter”.

Su denuncia parecía un chiste desabrido por la elemental, pero poderosa razón de que Petro, como hombre de la oposición, no manejaba los hilos del poder. Lo acusó de reunirse ilícitamente en España con directivos de la sociedad Indra Sistemas S.A., la entidad encargada del software de los escrutinios presidenciales. 

Se negó a ir al acto de posesión de Petro y hasta les mandó a los organizadores una desabrida carta: “Los interrogantes en torno al conteo del voto popular son espada de Damocles sobre la legitimidad del proceso electoral

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Al final, sus aparatosas declaraciones resultaron falsas. Todo resultó que “fue de oídas”. Ante el fallo del Tribunal Administrativo de Cundinamarca tuvo que aceptar que no tenían evidencias para probar sus acusaciones.

Para completar sus desventuras, en el Ecuador, a final del año pasado, tampoco le fue bien en sus andanzas.

Lo pillaron haciendo lobby para una entidad petrolera denominada New Stratus Energy (NSE). Eso es lo que dice un político muy destacado del vecino país, el asambleísta (senador) Fernando Villavicencio, presidente de la Comisión de Fiscalización: “A mí me escribió y me llamó el expresidente de Colombia Andrés PastranaSí, claro, él vino al Ecuador y quería hablar conmigo y no le contesté. Yo no tengo nada que hablar con usted, señor Presidente. Porque yo sabía que él estaba atrás de New Stratus”.

Aunque no es de extrañar que el expresidente Pastrana viaje al Ecuador. Después de todo, es viejo amigo del presidente Guillermo Lasso. Por tal condición viajó a su posesión en compañía del expresidente de España José María Aznar, “viejo lobista de alto voltaje y sustanciosa remuneración”, donde se les vio muy a gusto.

A Lasso se le auguraba un mandato venturoso, pues representaba el regreso de la derecha después de 12 años de sufrir una incómoda abstinencia estatal. Pero las cosas no le han salido bien, ya que le descubrieron una red de corrupción que denominaron “El Gran Padrino”, de la cual es señalado como jefe su cuñado Danilo Carrera.  

El caso es que en la Amazonía ecuatoriana hay dos bloques petroleros llamados el 16 y 67, en los cuales opera desde hace 30 años la compañía española petrolera Repsol. Estos bloques producen alrededor del 14 por ciento de todo el petróleo que se extrae en el dicho país. 

La empresa NSE, desde las épocas del presidente Lenin Moreno, venía intentando obtener aprobación del Ministerio de Energía para adquirir las acciones de Repsol, pero el Ministerio no autorizó la transacción argumentando que la empresa no cumplía con los requisitos de la ley ecuatoriana. Se la consideró una empresa de papel, de músculo frágil.

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NSE aduce que obtuvo un oficio del ministro de Energía, el 21 de noviembre de 2021, por el que se le autorizaba la transacción; pero el viceministro de Hidrocarburos actual contrargumentó que este permiso debía darse mediante un Acuerdo Ministerial y no por un simple oficio.

En cualquier caso, Repsol vendió NSE, en octubre de 2021, en España, el 35 por ciento de sus acciones por una bicoca: cinco millones de dólares. En consecuencia, la empresa redobló sus esfuerzos por obtener una renovación por 20 años del contrato, porque el anterior vencía el 31 de diciembre de 2022.

El asambleísta Villavicencio califica de “vivísimos” a los que ventilaban la nueva concesión, pues al término de esa fecha pasaban automáticamente al Estado, y a título gratuito, los remanentes petroleros y una infraestructura valorada en 2.000 millones de dólares que puede ser utilizada en un bloque adyacente.  

Por lo tanto, renegociar otros 20 años sería un pésimo negocio, por cuanto el vecino país podría quedarse con el 100 por ciento de la renta petrolera si los explotara directamente.

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Pero ahí no termina el cuento. El propietario de New Stratus Energy es un viejo conocido en Colombia: el venezolano José Francisco Arata quien fuera propietario, junto con tres paisanos suyos de Pacific Rubiales.

Pacific Rubiales llegó a ser la segunda empresa más importante en el país, después de Ecopetrol. “Un grupo de personas que llegaron con 15 millones de dólares y construyeron una empresa que llegó a costar, según su capitalización bursátil, más de 6.700 millones de dólares”. Lo cierto es que Pacific Rubiales dejó una historia turbia en nuestro país y a centenares de accionistas quebrados.

El asambleísta Villavicencio dijo en el programa de televisión que el presidente Guillermo Lasso “me llamó y me dijo: ‘acaba de salir de Palacio el expresidente Andrés Pastrana y le he dicho que mi decisión es no ampliar el contrato’”. 

NSE le está reclamando a Ecuador 260 millones de dólares luego de la negativa del gobierno de renegociar ese contrato. 

Lo dicho: a Pastrana le está yendo mal de expresidente, tal como le fue de presidente.

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3 Comentarios

  1. Ojalá muchos leyeran y se informaran antes de cualquier apoyo u oposición. Solo se fijan en títulos que pueden ser controversiales.

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