Perfección laboral, ¿será posible?
“Quedan dos caminos: luchar internamente por demostrar que tienes esa ‘camiseta puesta’ o simplemente renuncias a la idea de perfección para la cual nos han contratado”: Diego Hurtado.
Es muy posible que, si llevas varios años trabajando en una empresa, hayas sentido las presiones por ejecutar tus tareas de manera más ágil, oportuna y con valor. Aquí, el término de ‘ponerse la camiseta’ de la empresa es una frase que resuena constantemente en los pasillos, por parte de los jefes, con el fin de que sus trabajadores extenuados aparenten ser perfectos ante ellos.
Si nos ponemos a observar, pareciera que la dinámica laboral es una cadena de presiones en la cual el de mayor jerarquía presiona a los de abajo, sucesivamente, para que, al final, quien ejecuta la acción termine por ser el eslabón más débil de la cadena, reventándose por el exceso de presión.
De este modo, miles y miles de trabajadores acuden a sus empresas con esa presión de ejecutar sus tareas muy rápidamente y ser excelentes. Claro está que si sabes algunos idiomas, conoces las reglas de la ofimática, tienes buen relacionamiento y, adicionalmente, tienes una gran capacidad de ‘trabajar bajo presión’, simplemente podrás seguir el juego empresarial, sobreviviendo diariamente al despido.
En estas circunstancias, cada día es un triunfo por no ser despedido, aunque te encuentres frecuentando a los médicos con dolencias y discapacidades.
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Considero que esta realidad es vivida con frecuencia por parte de muchos trabajadores, y que, bajo las circunstancias mundiales actuales, quedan dos caminos: luchar internamente por demostrar que tienes esa ‘camiseta puesta’ o simplemente renuncias a esa idea de perfección para la cual nos han contratado.
Entonces, ¿qué caminos tenemos? ¿Será que podemos escaparnos de alguna manera a esas presiones?
Aquí te dejo algunas acciones que podrías emprender:
En primer lugar, no trabajes para una empresa, un jefe o un proceso. Trabaja para ti. Esto quiere decir que debes escuchar muy bien a tus superiores y lazarte a la acción de cumplir esas órdenes.
Hasta este punto no hay nada nuevo, pero una vez comiences, no lo hagas para tu jefe o empresa; hazlo para ti. Entrégate esa misión o proyecto a ti mismo y sabrás entonces lo que significa estar empoderado.
Sin embargo, el “empoderamiento” no es algo que se logra leyendo libros de desarrollo personal. Es la experiencia de hacer tu trabajo sólo para ti mismo. Cuando logres esto, sabrás también lo que es la autonomía y volar más alto de tus jefes o tu empresa.
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En segundo lugar, acude a una de las reglas del estoicismo, aquella escuela filosófica antigua que trata de comportarse conforme a la naturaleza. Esto significa, palabras más, palabras menos, que debes conocer como funcionamos como seres humanos.
¿De qué se trata precisamente? Pues de que usemos nuestro razonamiento para vivir.
Como el mundo no es deseable, sino entendible, con mi razón puedo comportarme, no como creen los demás que debemos hacerlo, sino conforme a mis propios principios.
Entonces un trabajador que se gobierna por su propia razón y que trabaja para sí mismo se encuentra en lo alto, haciendo sus labores para su propio desarrollo y no para aparentar a sus jefes, esperando, desde el deseo, ese ascenso en la escala laboral o salarial.
Estas dos acciones, si bien parecen sencillas, exigen esfuerzo y dedicación ya que, gracias a ellas, pasarías de ser un simple trabajador más a ser irremplazable, no porque no puedan sustituirte, sino porque estás tan enriquecido que tu valor no te lo da ninguna empresa, sino tú mismo.
Entonces, querido trabajador, sigue estas dos reglas sencillas para que comiences un período de cambio y de riqueza intelectual.
Un consejo adicional: no estás solo. Busca a los pocos humanistas que estén cerca de ti, en la empresa. Ellos te pueden dar excelentes consejos. También leer a algunos autores modernos como el profesor italiano Nuccio Ordine, que podría darte buenas recomendaciones en libros como La utilidad de lo inútil.
Sigue adelante y déjate guiar por tu razón y no por las meras emociones.
Esta columna no fue escrita por Inteligencia Artificial (IA). Fue escrita desde la mente y el corazón de su autor, Diego Fernando Hurtado Guzmán*.
*Médico de la Universidad Pontificia Bolivariana (Medellín), especialista en gerencia de salud ocupacional y magíster en bioética de la Universidad CES (Medellín); así como expositor a nivel nacional e internacional sobre el trabajo y las humanidades. También se desempeña como docente de cátedra en varias universidades del país. Ha sido premiado con dos galardones internacionales, la Medalla de Oro Mérito Profesional con distintivo internacional de España; y el Premio Profesor Dr. D. Rafael Ruiz Calatrava, por la Comisión de Honores y Distinciones y Recompensas de España, en 2022. Creador del blog El arte de trabajar feliz. Sígalo en Facebook e Instagram. Correo electrónico: [email protected].
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3 Comentarios
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Buenos consejos para afrontar la presión laboral……..a aplicarlos
Gracias Rosario por tu comentario. Lo aprecio mucho. Diego.