Dina Boluarte, nueva presidenta de Perú tras destitución y arresto de Pedro Castillo

El expresidente peruano había anunciado este 7 de diciembre la disolución temporal del Congreso y un gobierno mediante decretos. Tras su destitución y arresto, México le ofreció asilo al exmandatario.

El expresidente de Perú, Pedro Castillo, fue destituido de su cargo este miércoles 7 de diciembre, horas después de anunciar la disolución temporal del Congreso, en un mensaje televisado, con el fin de invocar una nueva Constitución. Castillo se pronunció horas antes de que la Asamblea llevase a cabo un juicio político en su contra.

El destituido exmandatario de Perú se dirigió a su país en un comunicado televisivo, el 7 de diciembre, en el cual, con manos temblorosas, expresó su intención de disolver el Congreso y decretar un toque de queda.

Después de que el Congreso peruano destituyera a Castillo, con 101 votos a favor, seis en contra y 10 abstenciones, la vicepresidenta, Dina Boluarte, asumió el poder como primera mandataria, tras rechazar el anuncio del cierre de la Asamblea.

Rechazo la decisión de Pedro Castillo de perpetrar el quiebre del orden constitucional con el cierre del Congreso”, indicó la abogada y primera presidenta de Perú en su cuenta de Twitter, al tiempo que calificó el proceder del expresidente como un golpe de Estado: “Se trata de un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional, que la sociedad peruana tendrá que superar, con estricto apego a la ley“.

El Congreso de Perú destituyó al hoy expresidente Pedro Castillo, el 7 de diciembre de 2022, con 101 votos a favor, seis en contra y 10 abstenciones.

A pesar de la decisión del expresidente, los legisladores prosiguieron con la votación para destituirlo.

Por su parte, Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), reconoció a la ex vicepresidenta Dina Boluarte como primera mandataria: “Saludamos a la presidenta de Perú (Dina Boluarte) y su llamado a la unidad nacional. Reafirmamos el apoyo de (la OEA) a la democracia, paz, institucionalidad (sic) y a la imperiosa necesidad de recomponer la senda democrática; con un diálogo incluyente, abierto, franco y respetuoso“.

Pedro Castillo, expresidente de Perú, en compañía de agentes de la Policía, poco antes de ser destituido por el Congreso, el 7 de diciembre de 2022. Horas antes, Castillo había anunciado su disolución. Es acusado, según los medios de comunicación peruanos, de sedición.

México le abre las puertas a Castillo

“Si Pedro Castillo pide asilo a México, se lo damos, pero no lo ha solicitado”, aseguró, por su parte, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, que también mostró su “preocupación” por la situación política de Perú y agregó que el presidente de su país, Andrés Manuel López Obrador, le pidió mantenerlo informado “en todo momento“, comentó el diplomático en entrevista con el programa radial Atando Cabos.

Posteriormente, López Obrador acusó a las “élites económicas y políticas” peruanas de forzar al ahora exmandatario a “tomar decisiones” que derivaron en su destitución.

”Consideramos lamentable que, por intereses de las élites económicas y políticas, desde el comienzo de la presidencia legítima de Pedro Castillo, se haya mantenido un ambiente de confrontación y hostilidad en su contra, hasta llevarlo a tomar decisiones que les han servido a sus adversarios para consumar su destitución”, expresó en Twitter.

El mandatario mexicano también calificó de “sui géneris” el concepto de “incapacidad moral”, usado este miércoles por los diputados peruanos para destituir a Castillo, que fue trasladado desde la casa presidencial a la sede de la prefectura de la Policía de Lima, poco después de ser destituido por el Congreso y ser mayoritariamente acusado de haber intentado perpetrar un golpe de Estado.

López Obrador pidió que “ojalá se respeten los derechos humanos y haya estabilidad democrática en beneficio del pueblo”.

En otras ocasiones, el presidente de México ha expresado su solidaridad con Castillo al denunciar que había “racismo” detrás del intento de la “élite” y los “conservadores” de destituirlo.

Una nueva Constitución

En la tarde del miércoles 7 de diciembre, con manos temblorosas, el exmandatario peruano se dirigió al pueblo peruano tras tomar la decisión “convocar en el más breve plazo a elecciones para un nuevo Congreso con facultades constituyentes, para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de nueve meses. A partir de la fecha, y hasta que se instaure el nuevo Congreso, se gobernará mediante decretos ley“.

Castillo agregó que, “en respuesta al clamor de los ciudadanos de todo el país, tomamos la decisión de establecer un gobierno de emergencia destinado a restaurar el Estado de Derecho y la democracia“.

El entonces mandatario anunció, además, que impondría un toque de queda desde las 10 p. m. hora local, hasta las 4 a. m., el cual quedó sin efecto, según anunció la Presidencia tras su destitución.

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La decisión de disolver la Asamblea peruana fue condenada por diversas fuerzas políticas, incluido el partido que lo llevó al poder, Perú Libre, y causó una serie de renuncias en el gabinete.

El hasta hoy presidente peruano fue previamente objeto de dos procesos fallidos de juicio político e hizo más de 50 cambios en su gabinete.

Seis presidentes desde 2016

Boluarte es la sexta jefe de Gobierno que Perú ha tenido desde 2016. Castillo había sido electo para cumplir el mandato entre 2021 y 2026 y enfrenta investigaciones por presuntos delitos relacionados con la “organización criminal“, pero ha argumentado que dichas acusaciones son promovidas por “grupos con intereses económicos” que buscan deshacerse de él.

En 2018, Pedro Pablo Kuczynski enfrentó una moción de juicio político, pero renunció antes de la votación.

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