El pulso colosal por la reforma estructural a la salud
El gobierno presentará al Congreso, este mes de febrero, el proyecto de reforma estructural a la salud para su trámite en las sesiones extraordinarias. Van a salir chispas por los entresijos del viejo capitolio.
Porque el actual modelo convirtió, por 30 años, la salud en un magnífico negocio para empresarios de las EPS, dueños de poderosos medios de comunicación y políticos tradicionales. Estos continúan amangualados para mantener su régimen de privilegios y evitar la reforma.
Dichos alfiles del neoliberalismo entraron en pánico desde que Petro, en plena campaña y atendiendo a los movimientos sociales, prometió un modelo que desmontara la captura de los recursos públicos por parte de particulares.
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La crisis estructural era evidente desde hace años: por lo menos 500 clínicas y hospitales han quebrado por no pago de sus servicios y 100 EPS han sido liquidadas por la Superintendencia Nacional de Salud[1].
Los contenidos más sustanciosos de esta reforma los tenía claros la corajuda ministra Carolina Corcho, quien lleva más de 20 años insistiendo en que se “acabe con la intermediación financiera del negocio, fortalezca la red de hospitales públicos, la salud preventiva, formalice a los trabajadores e intervenga los determinantes sociales de la salud[2]”.
El pulso será colosal.
El gobierno tendrá que echar mano de todos sus recursos, pues su éxito, consolidación y continuidad dependen de que se materialicen las reformas prometidas, dentro de las cuales -la de la salud- es crucial. Sin la aprobación de las reformas Petro quedaría como un Pedro Castillo: un presidente fallido e inane.
Las EPS y sus aliados comenzaron temprano con una campaña de desinformación, presunciones y falsedades: que Petro va a quebrar, asfixiar o acabar con el sistema de salud; que el nuevo modelo va a ser manejado por gobernadores y alcaldes; que el servicio solo lo ofrecerán los hospitales públicos; que el sistema será entregado a chamanes y curanderos, etc. Y no vacilarán en meterle la garra billetuda a los integrantes de las comisiones séptimas de Cámara y Senado que es donde arranca la formación de la ley.
El modelo actual, copiado del modelo chileno, de la época de Pinochet, tiene muchas aristas oscuras y un lado tenebroso: lleva inexorablemente a que las EPS se lucren cuando niegan o tardan los servicios de salud a sus afiliados.
La lógica de mercado que impusieron llevó también a que los usuarios, inexorablemente, sobre todo los de alto costo, tuvieran que apelar a los servicios del aparato jurisdiccional para hacer efectivo sus derechos. Veamos:
Cuando un médico te formula medicamentos o ayudas tecnológicas, estas deben ser autorizadas por la EPS, las cuales, sí son costosas, serán negadas. Ante eso, miles de pacientes simplemente claudicarán ante la negativa y zumbarán las calculadoras.
Si tienes el conocimiento y los arrestos, tienes que hacerle un “derecho de petición” a tu EPS la cual usualmente te negará. Por lo que te tocará impetrar una “tutela” que con toda seguridad un juez de la república fallará a tu favor.
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Por lo regular la EPS se pasará por la faja la orden del juez aduciendo que en la providencia no están singularizados los elementos que requieres. Por lo cual, debes presentar un “incidente de desacato” que, al final, permitirá que el juez te materialice el derecho.
El problema es que en este lio jurídico pasan uno a dos años, mientras el paciente empeora o muere. Todo está diseñado para ralentizar, entorpecer y dilatar.
El resultado global es que las EPS habrán aumentado sus ganancias y minimizado sus costos.
A las EPS se les permitió otro esperpento: que construyeran sus propias clínicas con los recursos públicos que eran para pagarles a los prestadores existentes. Ya con sus propias clínicas privilegiaron el pago a sus IPS.
La ministra Carolina Corcho aseguró que “entre las EPS liquidadas y en liquidación quedaron debiendo 33 billones a clínicas y hospitales y la deuda actual es de 16,6 billones, casi 50 billones de pesos es el hueco fiscal con entidades que atienden pacientes[3]”. Por otra parte, la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud, ADRES, les debe a las EPS 2,6 billones. ¿A dónde fue a parar la diferencia?
Con la reforma, el Estado se encargará de la afiliación y girará por intermedio de la ADRES, directamente a los 900 hospitales públicos y 15.000 prestadores privados, eliminando la doble vuelta inoficiosa y perniciosa con las EPS que no produce valor agregado.
El nuevo modelo, que tendrá una necesaria etapa de transición, le reconoce a la Ley 100 logros en cobertura, aseguramiento social y protección financiera de la salud; hace énfasis en prevención y predicción; pretende deshacer las inequidades territoriales que se han consolidado con el paso del tiempo; retoma la atención primaria y protege a los trabajadores de la salud.
Por eso estaré firme, al igual que millones de colombianos, con el presidente y la ministra paisa, cuando empiecen a salir las chispas por los entresijos del viejo capitolio.
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[1] ¿El Gobierno de Petro va a acabar con las EPS?, WRadio Colombia, agosto de 2021.
[2] ¿Quién es Carolina Corcho, la nueva ministra de Salud?, El Universal, 5 de julio de 2022
[3] Tuit de la ministra Carolina Corcho del 4 de enero de 2023.
11 Comentarios
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Pedro Luis que buena la columna escrita en esta oportunidad referente a las EPS pues estoy en total acuerdo con la política de cambio que tiene nuestro presidente en cabeza de la ministra de salud Carolina Corcho en beneficio de todos nosotros los del pueblo, dónde nunca más tendremos que estar pidiendo autorización para que nos den un medicamento o un examen que nuestro médico nos ordena, con Gustavo Petro somos afortunados y le pedimos a Dios que lo guíe con sabiduría para alcanzar muchas y mejores cosas para nuestro sufrido pueblo que durante muchos años fuimos sometidos a regímenes de las derechas, felicitaciones, gran abrazo
Paisanito,Pedro Luis, excelente artículo,esa es la escueta biografía de la salud en nuestro país,esperamos que el presidente y la Ministra Corso enfrenten de fondoco y decisión esta reforma,y acaben con este carrusel de la muerte en la que se ha convertido la salud en Colombia.
Pues permitame que lo desmienta en su planteamiento quien escribe este comentario fui intervenido con cirugía de alto riesgo y costo elevado teniendo de mi parte solo agradecimientos tanto a mi EPS como a la IPS de principio a fín en este proceso lo cual me hace diferir totalmente de su columna llana de ideología y descontestualizada en su realidad mi estimado amigo
Una Reforma integral en la Salud en Colombia, que recoge todos los aspectos urgentes y necesarios de transformar, requiere de estrategias comunicacionales efectivas, pues son muchos los torpedos que le lanzan para tratar de hundirla, incluso antes de ser presentada al Congreso.
Con inteligencia, transparencia, pedagogía y movilización ciudadana, vendrá el debate en que, si predomina la cordura, podrá salir avante con innegable beneficio para pacientes, trabajadores de la salud formalizados y con manejo de los recursos públicos manejados con probidad y controles, enfrentando la corrupción y el lucro que hoy campean.
La Reforma nos compete a todos y debemos defenderla consensuando las diferencias.
Totalmente de acuerdo con lo que expones en relación al necesario apoyo a la reforma del Sistema de Salud planteado por el presidente Petro.
El siguiente link se trata de una consulta ciudadana sobre el tema:
https://forms.office.com/pages/responsepage.aspx?id=OuG3v7d_FkCDDNNxbo3YuOKsid2UGqtEqoUtfnyIw55UNVg4NVAwWlFSNjNRWEdUSVlWQ082MEJRNi4u
Pedro, radiografía de lo que pasa con las EPS las cuales están diseñadas, para empeorar la salud de los usuarios, dilatando la atención a los pacientes mediante subterfugios “permitidos por la norma”. es importante que sean metidas en cintura acabando con la inoficiosa intervención, de lo contrario Petro habrá dado la espalda a los colombianos.
La atención en salud no debe ser una
Ruleta donde a unos pocos les va bien y reciben su tratamiento y salen satisfechos, y a otros les niegan hasta lo básico, debe ser igual el trato para todos los usuarios. Y la realidad es que las Eps se lucran y llevan a la quiebra a muchas Ips y a la muerte a Miles de pacientes. No es necesario que sigan de intermediarios .
Señor Pedro Luis, usted es la pluma que salva este periódico de hacer uso de su sesgado punto de vista. La verdad importa, para quién?