‘Transracialidad’: ¿es posible sentirse de una raza distinta a la de nacimiento?
Desde hace más de cinco años en el mundo hay un debate sobre si personas blancas o mestizas pueden autodeterminarse negras. En Colombia el tema de la transracialidad cobra vigencia debido a las afirmaciones de Miguel Polo Polo e Isabel Zuleta.
Miguel Polo Polo, ficha de María Fernanda Cabal, es por ahora quien tiene la mayor posibilidad de ocupar la segunda curul afro en la Cámara, de acuerdo con el preconteo.
La forma en que Polo Polo ha justificado su elección ha generado controversia, principalmente por lo que le dijo a la periodista Paola Herrera en una entrevista con La W Radio. “La Constitución dice que cualquier persona que se autodetermine o se autorreconozca como afro, puede ser afro. Si tú te autopercibes como afro, ante el Ministerio del Interior puedes ser afro. Hasta tú, Paola, que tienes rasgos arios”, afirmó.
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Las palabras de Polo Polo reviven un debate que ya se había planteado tras el incumplimiento de los compromisos contraídos por el Pacto Histórico con el movimiento Soy Porque Somos.
“Elegí ser negra”
En medio de ese cruce de acusaciones y explicaciones, en diciembre del año pasado, Gustavo Bolívar escribió un tuit para exaltar la diversidad de la lista al Senado y bajarle la espuma al debate. “En los primeros 30 renglones del Pacto Histórico hay: 9 congresistas actuales, 3 afros, 3 indígenas, 3 líderes campesinos, 4 líderes sociales, 3 empresarios, 1 exmilitar”, trinó el senador.
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Isabel Zuleta, activista del movimiento Ríos Vivos que ocupó el puesto diez en esta lista, le respondió a Bolívar: “Gustavo, falté yo entre l@s afro, soy NEGRA, de mis antepasados indígenas, blancos y negros, elegí ser NEGRA. Heredé no sólo mi cabello sino la fuerza para defender a los míos. El ambientalismo popular nunca deja de lado la lucha en contra de la discriminación y el patriarcado”.
El mensaje escrito en un tuit estaba acompañado con una foto en la que detrás de Zuleta aparecían dos bustos en madera de mujeres negras.
Lo escrito por la líder social y ahora candidata al Senado alborotó las redes. Muchos la acusaron de irrespetar a los negros y de oportunista política. Ante los ataques, ella volvió a trinar e hizo una defensa de la autodeterminación: “Hago el llamado a que si nos van a clasificar a los que somos muchas cosas y no nos gusta que nos clasifiquen, nos permitan ser, se llama autodeterminación, no es como nos vemos sino lo que decidimos ser y lo que hacemos”.
Y en otro tuit volvió a legitimar su decisión de autoidentificarse como negra: “Sí escogí, se llama autodeterminación, así como otros niegan lo que son yo no y como no me gusta que me clasifiquen, si lo intentan prefiero hacerlo yo misma”.
“Ella no representa la voz de un pueblo negro”
Al día siguiente, el 22 de diciembre, en una entrevista concedida a la emisora La W, Francia Márquez se refirió al tema. “Isabel puede reconocerse como una mujer negra, tiene todo su derecho y nadie le va a negar ese derecho a reconocerse y autodeterminarse como una mujer negra, pero ella no ha liderado la lucha del pueblo negro”, dijo.
Y a continuación hizo una defensa de Vicenta Moreno y Carlos Rosero, quienes habían renunciado a la lista al Senado del Pacto Histórico ante el incumplimiento de los acuerdos:
“Isabela jamás podrá reemplazar a Vicenta Moreno (…) La mujer negra que ha luchado por 30 años para arrebatarle a los jóvenes de la violencia (…) Jamás Isabel Zuleta podrá reemplazar la voz y el liderato de Carlos Rosero, uno de los liderazgos que apostó por la constituyente del 91 (…) Ella no representa la voz de un pueblo negro”.
Con el pasar de los días y con las fiestas navideñas las palabras de Zuleta se diluyeron en los miles de tuits del diario acontecer. Sin embargo, las palabras de Polo Polo revivieron la discusión.
Este episodio, además, hace parte de un debate mundial que tiene que ver con la autoidentificación racial y la llamada ‘transracialidad´.
‘Transracialidad’: el caso de Rachel Dolezal
Rachel Dolezal es una estadounidense y activista por los derechos de la población negra. En 2015 era presidenta de la regional de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP, por su sigla en inglés) en Spokane, Washington. Sus rasgos, su color de piel y su cabello afirmaban su ascendencia negra. Sin embargo, en 2015, periodistas descubrieron que Dolezal era de ascendencia blanca. Una foto de niña mostraba su cabello rubio, sus ojos claros y sus pecas en la cara. La controversia se agudizó cuando familiares confirmaron que ella no era afrodescendiente.
En un principio la NAACP respaldó a Dolezal pero, días después, le pidieron la renuncia a la presidencia de la asociación. Como si fuera un castillo de naipes, su carrera académica comenzó a derrumbarse. Medios y asociaciones afroamericanas anunciaron públicamente que cortaban lazos con ella.
Casi por unanimidad, el movimiento negro y la izquierda estadounidense condenaron a Dolezal. La acusaron de apropiarse de manera indebida de la cultura negra, de oportunista, de estafadora, de enferma mental… Por otra parte, sus defensores, entre los que se encontraban académicos afrodescendientes y expertos en temas raciales, dijeron que su identificación como negra era genuina y que, pese a no haber nacido fenotípicamente como tal, su carrera y activismo la hacían negra.
En una declaración Dolezal, admitió su origen caucásico y para argumentar su identificación como negra, dijo que era ‘transracial’. Es decir que, aunque no era de ascendencia negra se sentía como tal. Sus declaraciones, lejos de apaciguar las llamas, las avivó. Mientras que sus defensores decían que la ‘transracialidad’ era tan válida como la transgeneridad, sus críticos la acusaron de apropiarse del concepto ‘transgénero’ para justificar su supuesto fraude y de fomentar el racismo.
En su artículo ‘La definición de Rachel Dolezal de transracial no solo es incorrecta, sino destructiva’ publicada en The Guardian, la escritora negra Syreeta McFadden afirmaba que autoidentificarse como negro es un privilegio que solo tienen los blancos y que la ‘transracialidad’ no funcionaba en la vía contraria.
“Argumentar que existe una paridad real entre la raza y los grupos étnicos en los Estados Unidos, y que se puede intercambiar uno a uno, es negar la exclusión y marginación [de los negros] (…) Creer que uno puede transferir la propia identidad es un privilegio, tal vez, la más alta manifestación del privilegio blanco. La capacidad de asumir la identidad de la negritud sin vivir las cargas de ella y sabiendo siempre que se puede, por capricho, escapar de ella, no es una transición a la negritud (…) Negar las diferencias étnicas y culturales, y decir que eliges la raza es borrar las identidades de aquellos que no pueden elegir”, escribió McFadden.
Los pormenores de la polémica y de la vida de Dolezal quedaron registrados en el documental de Netflix ‘The Rachel Divide‘.
‘Transracialidad’ en la academia
Dos años después en 2017, el debate sobre la ‘transracialidad´ se volvió a encender, gracias la publicación de la autobiografía de Dolezal ‘A todo color. En busca de mi lugar en un mundo en blanco y negro’ y del artículo ‘En defensa del transracialismo´ escrito por la filósofa y profesora del Rhodes College de Tennessee, Rebecca Tuvel. En esta ocasión el blanco de los ataques fue la filósofa.
Grupos de asociaciones afrodescendientes y de izquierda, así como académicos pidieron a la revista Hypatia una rectificación y dejar de difundir el escrito. En un mensaje publicado en redes, el comité editorial ofreció una disculpa por haber publicado el artículo. Sin embargo, era una posición de un sector de los editores asociados, otro grupo apoyó a Tuvel y renunciaron a la revista.
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En términos generales Tuvel establece cierta similitud entre la transgeneridad y la ‘transracialidad’, es decir, que al igual que el género, la raza es una construcción social (aunque vale la pena aclarar que ella no establece una equivalencia absoluta entre raza y sexo). Eso significa que una persona podría identificarse genuinamente como parte de un grupo étnico, así no tenga la ascendencia. Por su análisis Tuvel, ha sido calificada de “filósofa blanca que se entromete en asuntos negros”, de racista y de “perpetuar los mecanismos simbólicos de violencia en contra del pueblo negro”.
En el ámbito académico tampoco hay una unanimidad frente a la ‘transracialidad’, un fenómeno que comienza a ser analizado por filósofos, antropólogos, sociólogos y demás ciencias sociales. Un año antes de la polémica protagonizada por Tuvel, el sociólogo de la Universidad de California, Rogers Brubaker publicó ‘Trans: género y raza en una era de identidades inestables’, el primer estudio sociológico sobre el tema que sienta las bases de la definición de ‘transracialidad’.
“Es un concepto disruptivo porque puede alterar los supuestos dados por sentados sobre la naturalidad de las categorías raciales que reproducen el orden social. El término también resalta cómo las identidades raciales y étnicas ya se han vuelto más fluidas. Los sociólogos han documentado cambios sustanciales en la identificación racial de un censo a otro y de un contexto social a otro. La ascendencia, cada vez más entendida como mixta, ha comenzado a perder su autoridad sobre la identidad. Y la raza y la etnia, como el género, han llegado a entenderse como algo que hacemos, no solo como algo que tenemos”.
A manera de conclusión. Por lo general las discusiones en redes sociales se mantienen en el ámbito de la indignación y el insulto. No obstante, tanto en el caso de Dolezal como en el de Zuleta, su autodenominación como afrodescendientes encierra debates más profundos en los que influye el racismo y la discriminación y en los que, sobre todo, está en juego la representación política y social de la población negra.
6 Comentarios
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La discriminación racial o étnica es lo opuesto a la transracialidad; sin embargo, aún subsiste la cultura de los mestizos que se consideran blancos” y se creen una raza superior.
El objetivo no es aumentar la diferencia, sino minimizarla; por ello debemos volcarnos hacia la transracialidad.
“Tengo un sueño, sueño que mis hijos vivan un día en un país donde no sean juzgados por el color de su piel”, Martín Luther King
Afortunadamente ya se ha superado la clasificación de la raza de acuerdo al grado de mestizaje que vale la pena traer a colación.
Durante la colonia, la primera mezcla de razas tenía los siguientes nombres: los hijos de blanco y negra, se llamaron mulatos; los de blanco e india, mestizos y los de negro e india, zambos.
Y a partir de aquí las siguientes mezclas fueron clasificadas de la siguiente forma: al hijo de español y mulato, morisco; al de español y morisco, chino; al de chino e India, saltoatrás; al hijo de saltoatrás y mulata, lobo; al hijo de china y lobo, jíbaro; al de jíbaro y mulata, albarazado; al de albarazado y negra, cambujo; al de india y cambujo, zambaigo; al de loba y zambaigo, calpamulato; al de calpamulato y cambuja, tentenelaire; al de mulata y tentenelaire, notentiendo; al hijo de india y notentiendo lo llamaban tornaatrás. Y aún aparecen otros nombres según otras fuentes: albino (hijo de español y morisco), barcino (hijo de albarazado y mulata), coyote (hijo de barcino y mulata), chamiso (de indio y coyota), coyote mestizo (el hijo de chamiso y mestiza). Y luego vienen los cuarterones y los quinterones, y el requinterón de mulato, y el requinterón de mestizo, que con español da gente blanca, quien de nuevo con español, da español casi limpio. Y aún quedan los claros, y los pardos, y los zambes o cabras, y los harnizos de acuerdo a la descripción que se encuentra en http://www.elalmanaque.com/marnal/claves72.htm
Es mejor decir que todos somos mestizos es lo que prima aunque la piel se vea clara canela o oscura. Y pare de contar, pues son pocos los negros negros y los blancos blancos acá en Colombia, no sé como será en otros países y en el futuro no creo que podamos hablar de afrodescendientes, como no se habla de europeodescendientes en este momento, pues nos habremos mezclado mucho más; esas discusiones son para mí estériles e igual la mayoría somos oprimidos y buscamos mejorar nuestra calidad de vida, no solo son descriminados los supuestos afrodescendientes, tambien los blanquitos y morenitos pobres.
En el Reino Unido hay programas de becas para artistas negros. Si los negros en Gran Bretaña son el 5 % por decir un porcentaje, las becas constituyen el 10 % del total nacional. Eso ha llevado que en el campo artístico las minorías se encuentren sobre representadas en el arte. Hace unos años se le dio una beca a un artista, Anthony Ekundayo Lennon que se descubrió que era blanco de origen irlandés, su nombre real David Lennon y se formó una discusión: El se defendió diciendo que se sentía negro y sus luchas eran las de un hombre negro. Su defensa mayor fue que su prueba de ADN decía que tenía parte africana : https://www.dailymail.co.uk/news/article-7443361/Actor-Anthony-Ekundayo-Lennon-insists-hes-NOT-white-man-despite-parents-white.html
Al final lo que subyace es que buscan sacar ventaja.
Solo en fotografia el negativo (negro para designar lo opaco o lo obscur, lo que no se ve) a traves de la luz produce un efecto positivo (blaco en nuestro caso colombiano).
Los rayos ultravioleta producen la energia suficiente para transformar los colores.
Ser negro es un orgullo, como ser homosexuel o ser primario como un indigena.
No hay discriminacion positiva, el solo hecho de discriminar es negativo.
Las razas no exiten, son una invencion del hombre. “EL NOMBRE DE LOS COLORES TAMBIEN SON UNA INVENCION DEL HOMBRE”.