Rebeldía cero

En su primera columna, Nicolás Samper reflexiona sobre el estado actual de la Selección Colombia con miras a Catar 2022.

Todos entran al tiempo, caminan a la vez y casi que se puede oír el parpadeo al unísono del momento en el que, cabizbajos, se dirigen a clase. En algún instante ya ni siquiera hay un gesto individual, porque unas máscaras los convirtieron en seres clonados, sumisos y sumamente obedientes. Todos impecables, todos impolutos, tan atildados pero a la vez tan descoloridos. Así es el video de Another brick in the wall, la famosa, hasta el hastío, canción de Pink Floyd. Observar este video es encontrar el mejor símil visual de esta Selección Colombia.

Y digo que es tan similar, porque se puede hablar de carencias colectivas como la falta de gol, la aridez de juego, los inconvenientes a la hora de hacer un buen pase tras la recuperación, sin rifar el balón, que no son líos que únicamente Colombia debe cargar en la espalda. Salvo Brasil y Argentina, el panorama no resulta tan distinto entre el resto de selecciones. Lo que asusta es que el mayor déficit del equipo de Rueda no pasa por lo típico por lo que se cuestiona a un equipo de fútbol: no tiene que ver tanto con líos tácticos –que los tiene–, tampoco con ciertas divas incapaces de ensuciarse el vestido para lanzarse al piso y colaborar con un quite y mucho menos se trata de un “ruido de sables” de los capos del equipo que hacen morisquetas y pucheros y no se esmeran por jugar, ya que lo único que buscan es que al señor que da las órdenes lo echen, porque no lo soportan. 

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No. Nada de eso. El asunto es peor. El mayor déficit, la mayor carencia de esta selección es que parece desvirtuar que a través del desacato también se ha cambiado la historia. Es tan simple como eso: Colombia extravió la rebeldía. Y así es bien complicado pensar en una entrada a la Copa del Mundo.

Desde las decisiones tácticas que toma el entrenador, hasta las que involucran a los futbolistas parecen ajenas al repentismo y no se ve en el campo un arranque de desobediencia bien entendida. Todo parece hecho con una esquela que es imposible modificar y entre otras, sin esos arrestos de cambiar lo cotidiano, también es por eso que la manera de jugar de Colombia no cautiva. Un poco frente a peruanos y chilenos cambió esa perspectiva, pero fue apenas un rato feliz y nada más. Bolivia, Paraguay, Uruguay, Ecuador y Brasil han puesto en evidencia que hay mucho orden, pero poca maniobra para modificar lo establecido.

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Ante Paraguay hay que apelar a encontrar ese elemento perdido y que ha incrustado en el corazón postales brillantes como el gol de James ante Uruguay en 2014, el tiro libre de Quintero contra los japoneses o el inolvidable repaso a los polacos en Kazán; la rebeldía produjo en su momento también los goles de un improvisado delantero como Mina o los quites in extremis, con grito incluido a los demás para que despabilen, de Mario Yepes o la aparición fugaz de un 3 como Armero para que definiera como 9 ante los griegos. Salvo aquel golazo de Luis Díaz en Copa América frente a los brasileños –y en general en el torneo, Díaz fue un positivo transgresor, y contra Brasil, cuando andaba en esas fue reemplazado–.

¿Hay alguna otra imagen inolvidable de ese tipo, juntando los procesos de Queiroz y Rueda, teniendo futbolistas capaces de dar esos zarpazos como Muriel, Zapata, Cuadrado, Borré, James y demás?

Si no hay una pizca de rebeldía, nos tendremos que ajustar a un final futbolístico que no estaría distante al de los niños del video de Pink Floyd que, por no salirse del margen establecido y seguir de manera ordenada la fila, terminan cayendo a un abismo que los convierte en carne molida.

15 Comentarios

  1. Leonardo Echeverry

    Esa rebeldía en cancha es para todos los aspectos! Necesitamos comportamientos que nos den victorias y también que nos den respeto en la cancha! Alguien que le hable al árbitro, que sea incómodo y saque del partido al rival! Una rebeldía en general!

    1. Falta un líder POSITIVO, que grite cuando toca, que DEFIENDA nuestros intereses con el arbitraje en cada partido. El técnico no es responsable de todos los goles desperdiciados, pero si de no hacer algo diferente y seguir dandole tantos minutos como los ha tenido Zapata, no le llega el balón… Falso! … Le Llega pero no los hace… Llamar nueva sangre y no ponerla es lo mismo que seguir con aquellos que no están aportando. Duele decirlo pero el calificativo de PECHO FRÍOS en niveles generales nos queda ni mandando hacer… Si tuviéramos la garra del sur del continente… Otra seria la historia, Chile estaba en un abismo… pero Vidal por más que se critique saco su personalidad y se COMPROMETIÓ con sus comentarios que aún no estaban eliminados, hoy están en mejor posición que nosotros… La diferencia… ACTITUD! no talento, no suerte, no táctica, “testiculina” ganas de vencer, de GANAR! Esto ya no se ve en nosotros hace mucho tiempo.

  2. De acuerdo con Nicolás Samper., Hay un Colombia ordenado en extremis, cuadriculado que sigue al pie de la letra el libreto, pero le falta ese rebelde ese que saca el conejo del sombrero y hace magia en el momento menos pensado. el irreverente, el cara sucia, que se atreva a dar más de lo establecido.

  3. De acuerdo, muy de acuerdo con el señor escaso de pelo, esta selección es carente de “barrio”, de potrero… De malicia. Muchas divas de redes sociales, llenas de oro, tatuajes y ropa de marcas glamurosas, y que en la cancha están más atentos al corte de cabello (el que le falta al que escribe el artículo) de Neymar o la forma como Messi se amarra los guayos.

    Necesitamos un “malo”, un “carepuño”, como Yépes, como Cadavid el del DIM, malicioso como el “Pipa” De Ávila… Si no, seguiremos festejando empatar de locales ante Brasil forever.

  4. No hay líderes dentro de la cancha que hablen, griten y hasta puteen son tan fríos, tan grises, en varios partidos he visto que tienen la pelota llegan al campo rival en posición de ataque y de repente se devuelven. Yo esperaba con ansias la llegada de Reinaldo pero confieso que ya me empezó a decepcionar tanto o más que los mismos jugadores.

  5. De acuerdo con lo que dice Nico, falta el jugador que presente las credenciales del potrero, de la calle, y Díaz es lo más cercano que tenemos a ese perfil. Pero luego ves como el timorato de Rueda inexplicablemente lo saca en el segundo tiempo contra Brasil, era el único que medio los preocupaba hasta cuándo a Rueda le dió por meterle la mano al equipo y lo que hizo fue defecarla. Si no brilla la gamineria ahora de locales contra los paraguas ahí si mijo apague y vámonos…

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