Repetir series es una filosofía de vida…Y es la mía

La pandemia mostró que en tiempos de incertidumbre, los seres humanos desean ir a la fija, volver a lo que ya conocen, como ocurrió con ciertas series.

Hace poco estaba hablando con mi mamá y me confesó que nunca había entendido muy bien por qué mis hermanas y yo repetimos series.

Primero, tengo que aclarar que mi mamá es una mujer que ve mucha televisión. Se interesa por ver cosas nuevas y por descubrir, años después, algunas de las series más clásicas y aclamadas por la crítica.

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Entonces su comentario no provenía de una persona ajena al consumo de televisión, era solo que le cuesta entender por qué, con tantas series que hay para ver en este mundo, algunas personas como mis hermanas y como yo, repetimos series que hemos visto tres, cuatro e incluso hasta diez veces. Mi respuesta fue simplemente: “Repetir series es una filosofía de vida… y es la mía”.

Este comportamiento bastante común desde hace muchos años, explotó durante la pandemia. Quienes hayan visto sus redes sociales durante el último año y medio, en especial durante los primeros seis meses de aislamiento y distanciamiento social, seguro notaron que muchos de sus conocidos estaban repitiendo The Office, Friends o Gilmore Girls.

Medios como NPR, The Washington Post, Vogue, Esquire y la BBC, entre muchos otros, también notaron la tendencia a la repetición de series viejas durante la pandemia. ¿La conclusión? En resumidas cuentas, en tiempos de incertidumbre, los seres humanos deseamos volver a lo que ya conocemos, deseamos previsibilidad. Que sepamos con certeza qué es lo que va a pasar y que no haya sorpresas es la gracia.

No es sorprendente que durante un año y medio sin precedentes en el que hemos tenido que lidiar con la muerte, con el estrés, la ansiedad, la depresión y el sentimiento de impotencia, busquemos refugio en personajes familiares y en historias que, como son conocidas, no nos exigen un esfuerzo mental muy grande.

Y aunque trato de siempre ver cosas nuevas porque mi trabajo precisamente consiste en eso, en estar al día con las series del momento, cuando vuelvo a las que ya conozco, una sensación de confort recorre todo mi cuerpo.

En su libro La paradoja de la elección: Por qué más es menos, el psicólogo Barry Schwartz argumenta que tener menos opciones puede ayudar a reducir la ansiedad en los consumidores. Y esta idea también está respaldada por un research paper escrito por Jaye L. Derrick en el que argumenta que los mundos ficticios que nos son familiares, nos ayudan a restablecer autocontrol.

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Yo, por ejemplo, uso Netflix, HBOMax, Prime Video, Disney+, DirectvGo y, además, cuando una serie no está en una de esas plataformas, descargo torrents. Cientos de series en al menos 6 lugares distintos puede ser demasiado para un cerebro, entonces tengo un documento donde voy anotando cuáles quiero ver, pero cuando llega el momento de elegir, me puedo demorar horas o días escogiendo.

Y aunque trato de siempre ver cosas nuevas porque mi trabajo precisamente consiste en eso, en estar al día con las series del momento, cuando vuelvo a las que ya conozco, una sensación de confort recorre todo mi cuerpo.

Hoy, así como siempre les recomiendo series nuevas y les invito a explorarlas, quiero recomendarles los beneficios de repetir una serie que ya vieron y les encantó.

¿Por qué no volver al Sunnydale de Buffy, la cazavampiros? ¿Por qué no revisitar la vida de Tony Soprano o la de Walter White? ¿Qué tal volver a clavarse en los casos que resolvía House? Piensen en una serie que hayan visto hace unos años (o incluso décadas) y entréguense a la certidumbre. Ya después me lo agradecerán.

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